Mario E.  Fumero

            Las grandes productoras de distracción, tanto del cine como de la televisión, están empecinada en la proliferación al culto de lo esotérico, diabólico y oculto. Ellos están dispuestos a programar la mente de los niños en la aceptación de la brujería y todo lo que es de origen satánico. Y no solamente el cine y la tele, sino también algunos libros de texto de lectura escolares, en donde el tema ocultista domina sobre los valores cristianos. Esto no motiva a dar un grito de alerta a los padres cristianos.

            La productora de películas Warner Brothers lanzo una serie de producciones para niños sobre Harry Potter”. Estas películas, esta basada en los cuentos de la señora Jane K. Rowling sobre un personaje de 11 años, que descubre tener poderes mágicos. Este personaje va a estudiar a una escuela para Brujos en donde desarrolla sus poderes, con la ayuda del un gigante guía (espíritu mago) llamado Rubeas Hagrid. En ella el niño Potter desarrolla sus poderes ocultos para luchar contra la  llamada brujería mala, por lo que se nos presenta de forma sutil una “brujería buena”. Así que lo oculto lucha contra lo oculto.

            Si observamos bien que esta pasando a través de estas producciones, veremos que además de esta película, tenemos en la televisión otros programas parecidos, como es la serie “Buffy y la Cazavampiros”, y “Sabrina la bruja adolescente” que siguen esta misma línea. Hay que añadir, además de lo expuesto, otras series de dibujos animados que promueven el ocultismo oriental como es “Dragon Ball”, “Los Caballerosa del Zodiaco” “Power Ranguer” y “Pokémon” llevadas también al cine etc. En todas estas producciones se alteran los valores cristianos, para cauterizar la mente de los niños con filosofías orientales y ocultistas. Por medio de estos programas se cambia los viejos conceptos de la brujería y hechicería. Antes los brujos eran malos, perversos (recordemos el cuento de Blanca Nieve y el Mago de Oz), pero ahora, con esta nueva influencia, la brujería es positiva, atractiva, hermosa y sus personajes se vuelven héroes.

            En la historia del niño Harry Potter, un huérfano maltratado por la vida y lleno de poderes diabólicos, con unas gafas inmensas, se nos presenta el prototipo de un héroe cuya mora es abstracta, situacional, basada en los poderes ocultos de una brujería que dicen ser “blanca” y que lucha con la brujería negra. Sin embargo, si analizamos a fondo el mensaje esotérico que dicha historia contiene, descubriremos las influencias de la Nueva Era a través de muchos elementos: Creencias en la reencarnación, poderes de visualización, transformarse en animal (un búho, símbolo de ocultismo), consultar una bola de cristal (espiritismo) y el resurgimiento de una religión olvidada en el pasado, y que aquí resurge con mucha fuerza, llamada la <WICCA>.

            ¿Qué es la creencia <Wicca>? El resurgimiento de las creencias aborígenes de índole ocultista en donde la diosa madre es la naturaleza (creencia que aparece en la película de Wald Disney “Pocahonta” y que resucita el panteísmo). Proclama que la verdad es relativa, y en donde el pecado no existe. Se reemplaza el concepto de un Dios personal, por muchos dioses y diosas. Se promueve la comunicación con los espíritus guías y la visualización. Se defiende el feminismo y la liberalidad sexual. Ya no se presentan a las brujas andando en escoba, vestidas de negro, con una nariz horripilante y un gato negro a su lado, sino que ahora los brujos son persona agradables, amables, graciosos y atractivos, que vive en armonía con los poderes de la naturaleza.

            La novedad de la historia de Harry Potter llevada a la pantalla esta creando en Estados Unidos y Europa el resurgimiento de lo que se ha dado en llamar “Pottermania”, por medio de la cual se promueve juguetes, camisetas, amuletos, barajas y video juegos ocultistas. Todos estos objetos esotéricos y vinculados a la magia o brujería entraran a los hogares. Además, se está creando palabras y acciones vinculadas a lo diabólico. Por ejemplo, todo aquel que no práctica o cree en esta brujería se le llama “un muggles” porque el gigante guía de Potter los define como “muggles”. ¿Qué indica este término? que unas personas no tienen ni creen en los poderes mágicos. 

            Esta nueva corriente esotérica, unida a la ya arraigada Pokemonmania, afecta psicológicamente a miles de niños, produciendo conductas y actuaciones anormales, y destruyendo los principios tradicionales de la fe cristiana. Es por ello por lo que hacemos un llamado a los padres para que cuiden a sus hijos de estas influencias, y recordemos que dice la Palabra en 1 Tesalonicenses 5:22 que debemos abstenernos de toda especie de mal. Dios prohíbe en la Biblia (en Deuteronomio 18:10) toda práctica vinculada a la adivinación, hechicería, magia, sortilegio o el culto a lo oculto. ¡Cuidado! Porque quieren programas a nuestros hijos para que lo diabólico forme parte de nuestra cultura.