Mario E. Fumero
Todos estamos ilusionados y contentos con el acuerdo de paz realizado entre Israel y Palestina por la mediación de Trump, que puso fin a la muerte de miles de civiles inocentes, víctimas de la intransigencia e intolerancia del grupo terrorista Hamás. Pero la pregunta que me hago es: ¿será real y permanente este acuerdo de paz, o es una maniobra más de las tantas que ha habido a lo largo de la historia de Israel?
No debemos hacernos ilusiones esperando que la paz pueda ser perdurable. Recordemos que Hamás y ciertos grupos palestinos radicales tienen la consigna de que a Israel hay que borrarlo del mapa. Aunque aparentemente ya carecen de recursos para continuar la lucha armada frente al poderío del ejército israelí, Hamás ha ganado la guerra propagandística a favor del pueblo palestino. Mientras existan los grupos terroristas de Hamás, Hezbolá y la Jihad Islámica, patrocinada por Irán, pensar en una Palestina la paz no será viable de forma permanente.
Desde el punto de vista histórico y bíblico, esta paz es solo una pausa en una guerra que persistirá hasta la consumación de los tiempos. Bien dice la Biblia que “cuando digan: paz y seguridad, vendrá destrucción repentina” (1 Tesalonicenses 5:3). El grupo Hamás ha sufrido muchas pérdidas, tanto humanas como materiales, y necesita un respiro para reorganizarse y fortalecer sus estructuras, de modo que, una vez recuperado, pueda iniciar nuevos ataques.
Ellos seguirán con su ideología antijudía y antioccidental, porque indudablemente el objetivo histórico de los árabes radicales es expulsar a Israel de Palestina e imponer las normas del Corán a todos los “infieles” —los no islámicos—, es decir, a todos aquellos que no acepten las enseñanzas de Mahoma. Además, las profecías bíblicas en los escritos de Isaías, Ezequiel y Daniel relatan que por medio de estos acontecimientos vendrá el Mesías judío, mientras que el islam espera al “al-Masīḥ” (ٱلْمَسِيح), que hace referencia a Jesús, hijo de María. Para los budistas, al mesías esperado le llaman el Maitreya.
¿Qué tiempo durará esta paz? Lo suficiente para el rearme. Quizás el presidente Trump termine su período en una aparente calma, pero el grupo terrorista Hamás, bajo otra identidad, podría iniciar nuevamente sus operaciones. Una vez que los palestinos tomen el control de Gaza, volverán los problemas. ¿Cuánto durará esta paz? Muy poco, porque es predecible que se cumplan las profecías bíblicas, y nadie puede evitar los acontecimientos que se avecinan, según lo expresado en Ezequiel capítulo 38 y en las señales del Apocalipsis capítulo 16, pues ya estamos entrando en el Nuevo Orden Mundial.
La guerra en Ucrania se detendrá, pero surgirán otros focos de conflicto, principalmente en Irán y en algunos países árabes. Europa se enfrentará a una África convulsionada y a una migración incontrolable, procedente en su mayoría de países árabes y de tendencias islámicas radicales.
Se avecinan tiempos tormentosos. Por ello, las autoridades de la Comunidad Económica Europea han advertido a los países miembros que preparen a sus ciudadanos con reservas estratégicas de alimentos no perecederos y que mantengan una cantidad de dinero en efectivo en sus hogares. Se espera que todos estos problemas comiencen con una guerra tecnológica y cibernética, en la que podrían colapsar los sistemas globales por sabotajes a las redes satelitales o por un gran apagón eléctrico a nivel mundial. Esta crisis energética y cibernética podría ser provocada por ataques de hackers que dañen los sistemas informáticos, o por un fenómeno climático, como una explosión solar que envíe campos magnéticos a la Tierra de dimensiones catastróficas.
Frente a todas estas posibles realidades, lo más prudente es prepararnos para lo peor, aunque ocurra lo mejor, porque el peligro está latente.
Unidos Contra la Apostasía 