Mario E. Fumero

Hemos analizado en los artículos anteriores la problemática de Israel, Palestina y Hamás desde diferentes perspectivas. Hoy vamos a analizar las oportunidades que tuvo Palestina de ser un país, y la lucha de Israel por sobrevivir en medio de un odio arraigado dentro de los países árabes, el cual ha manifestado el deseo de Hamás de eliminarlos y arrojarlos al mar. El enfoque está basado en hechos históricos, y no en opiniones, porque la historia habla por sí sola.

Israel, siendo dominio del Imperio Romano, desapareció como país y territorio en el año 70 d.C, cuando, bajo el mando del general Tito, sitió Jerusalén y destruyó el templo, esparciéndose los judíos por todo el mundo y desapareciendo Israel como nación. El milagro más grande de los judíos fue el hecho histórico de que, aunque vivieron esparcidos por todas las naciones durante 1,878 años, no perdieron su identidad, su idioma, sus creencias y sus esperanzas en la promesa bíblica de la restauración en los últimos tiempos, según Ezequiel capítulo 37.

Su resurgimiento comenzó cuando, en el año 1917, el Gobierno de Gran Bretaña tomó el control del territorio palestino, administrándolo hasta que se estableció el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, siendo su primer ministro David Ben-Gurión, quien anunció la creación del Estado de Israel, recibiendo el beneplácito de la ONU el 29 de noviembre de 1947 bajo la Resolución 181.

Desde antes de que Israel fuera Estado, y a lo largo de su historia, tanto las Naciones Unidas como las potencias mundiales, propusieron la creación y convivencia de los dos Estados en conflicto: Israel y Palestina. Sin embargo, los palestinos siempre han rechazado todas las ofertas de dividir el territorio, queriendo echar a Israel al mar para poseerlo todo, negando cualquier mediación.

El plan para crear dos Estados proponía la división de Palestina en tres partes: un Estado judío, un Estado árabe y un Estado palestino, quedando la ciudad de Jerusalén bajo un régimen internacional de administración fiduciaria, según la propuesta de las Naciones Unidas en 1947. No solo se negaron a este plan, sino que se desencadenó la Guerra Árabe-Israelí del 1948, para impedir la existencia del Estado judío, y no quisieron aceptar un Estado palestino conviviendo con los judíos.

En vísperas del 14 de mayo de 1948, apenas había nacido el Estado de Israel,  los países árabes lanzaron un ataque aéreo sobre Tel Aviv, el cual  los israelíes resistieron. Este fue seguido por una invasión de los ejércitos del Líbano, Siria, Irak, Egipto y Arabia Saudita. Dicha guerra duró aproximadamente ocho meses, desde mayo de 1948 hasta marzo de 1949, y terminó con un armisticio firmado entre Israel y los cuatro Estados árabes.

Sin embargo, Israel tuvo que seguir luchando contra todos los enemigos que le rodeaban. En 1956 se desató la crisis del Canal de Suez, la cual provocó otra guerra, cuando el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser anunció la nacionalización de la Compañía del Canal de Suez, lo que produjo tres meses de crecientes tensiones políticas entre Egipto, Israel, Gran Bretaña y Francia.

En 1967 ocurrió la Guerra de los Seis Días, que comenzó el 5 de junio de ese año. El pueblo judío tuvo que enfrentarse a un ataque sorpresivo de los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania, y terminó el 10 de junio, con una derrota fulminante de los atacantes, ocupando Israel amplios territorios que en ese entonces pertenecían a Egipto, Siria y Jordania.

Tiempo después, el sábado 6 de octubre de 1973, mientras celebraban la fiesta de Yom Kipur o Día de la Expiación, que es el día más sagrado del año para los judíos, Israel fue atacado sorpresivamente por los Estados árabes, liderados por Egipto y Siria. Israel no respondió hasta que terminó su fiesta solemne, y en los días siguientes derrotó a sus enemigos, conquistando parte del territorio sirio (los Altos del Golán) y parte del Sinaí.

En los años sucesivos, Israel ha tenido que luchar contra grupos terroristas, principalmente en los enfrentamientos con la Intifada, encabezada por organizaciones que habitaban la franja de Gaza. También ha tenido conflictos en el norte, en la frontera con el Líbano,con el grupo terrorista Hezbolá, creado en 1982, el cual aglutina a musulmanes chiitas.

CONTINUARÁ