Pastor Héctor Hernán Castro Canales

El Evangelio que predicamos hoy no se originó en la Reforma del siglo XVI. Muchas personas dicen que los evangélicos nos cimentamos en una enseñanza de hace 500 años. Esa es una concepción total y absolutamente equivocada, porque en realidad no hay forma humana que pueda rastrear y marcar el inicio del Evangelio.

Apocalipsis 14:6 le da el calificativo de *EVANGELIO ETERNO al mensaje de salvación en Jesucristo. El apóstol Pedro también, basado en lo escrito por el profeta en *Isaías 40:6-9*, resalta la brevedad de la vida humana contrastada con la eternidad de la Palabra de Dios anunciada en el Evangelio *(1 Pedro 1:24,25.) es eterno y eterno es su amor y su plan salvador para la humanidad. 

 El papel fundamental de la Epístola a los Romanos. Toda la Escritura fue clave para el inicio, desarrollo y permanencia de la Reforma, pero un papel muy fundamental lo jugó *la epístola de Pablo a los Romanos. Esta carta es una excepcional obra maestra, es una magnífica condensación de las doctrinas cristianas fundamentales. Es un desarrollo sistemático del tema de la salvación de Dios para el ser humano.

Cómo un experto radiólogo espiritual, Pablo comienza hablando de la profunda miseria y necesidad humana producida por el pecado, pero luego, como un sabio médico, presenta la perfecta provisión de Dios en Jesucristo para satisfacerla. El diagnóstico inicial (capítulos 1-3) es fatal: *»No hay justo ni aún uno» (Romanos 3:9-23.) Pero el resto de la carta presenta la infalible y efectiva medicina divina para la condición pecaminosa del hombre caído. En fin, si nos quitaran todo el resto de la Biblia pero nos dejaran la carta a los Romanos, tendríamos la información suficiente para guiarnos; es como un manual que claramente dirige hacia la salida a un hombre extraviado en los retorcidos laberintos de una cueva subterránea.

Ese formidable documento Inspirado por el Espíritu Santo llamado Epístola a los Romanos, Pablo nos hace ver que el plan divino de salvación a través de Jesucristo no fue una improvisación de Dios de último momento, sino un plan ya existente desde la eternidad, diseñado antes de la creación de la humanidad y su posterior caída en pecado.

Romanos 16:25-27 , en su versión Dios habla hoy dice: «Alabemos a Dios, que puede hacerlos a ustedes firmes conforme al Evangelio que yo anuncio y la enseñanza acerca de Jesucristo. Esto está de acuerdo con lo que Dios ha revelado de su designio secreto, EL CUAL ESTUVO OCULTO DESDE ANTES QUE EL MUNDO EXISTIERA, pero ahora se ha dado a conocer por los escritos de los profetas, de acuerdo con el mandato del Dios eterno. Este secreto del plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan. ¡A Dios, el único y sabio, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén.» Esta verdad espiritual es remarcada en *2 Timoteo 1:9-11* y muchos otros pasajes bíblicos.

Conclusión. En síntesis, la Reforma no inventó otro Evangelio, su papel fundamental fue rescatar lo que se había distorsionado o corrompido. Su rol fue devolvernos a la pureza original del Evangelio de Jesucristo presentado en la Biblia.

¿Cómo era la iglesia original? Lo veremos sucesivamente en el relato divino del libro de Hechos de los Apóstoles. ¡Adoramos a un Dios perfecto, que en su momento usó a hombres imperfectos como reformadores, para ayudarnos a retomar el camino correcto!