DISCERNIR

Victor Manuel Castro Chinchilla

Discernir es una habilidad o don de algunas personas que tienen capacidad para poder establecer la diferencia entre lo que es bueno y lo que es malo, incluyendo a las personas.

En la Biblia se nos habla relativamente poco de este tema pero sí consideramos que tiene importancia por cuanto es uno de los dones del Espíritu Santo en nosotros, como lo establecen 1 Corintios 12: 5-12 “Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.”

El discernimiento de espíritus es altamente importante para un cristiano porque si no sabe distinguir a los espíritus buenos de los malos, fácilmente puede caer en un problema espiritual no aceptado por Dios.

El discernimiento de espíritus es un don que Dios le da a las personas que han alcanzado la madurez espiritual y que han abandonado la primera etapa infantil como lo dice en Hebreos 5:13-14 “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”

¿Cómo conocer si un cristiano es aún un niño? El apóstol Pablo nos da la respuesta en 1 Corintios 3:1-3 “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no-vianda; Porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”

En la etapa infantil del cristianismo, los creyentes se agrupan bajo el control y dominio de los hombres que les han guiado en su caminar espiritual y tienden a reconocer a su líder como cabeza de su agrupación, el mismo apóstol se refiere a este tema cuando dice en (vv 21-23) “Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”

Cuando somos niños tenemos un guía espiritual y nos debemos en obediencia a él, pero cuando crecemos espiritualmente llegamos a reconocer que la cabeza es Cristo y Dios de Cristo, porque Cristo es la cabeza de la iglesia, así como lo deja claramente establecido en Efesios 5:22-24 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” La idea de Pablo al hablar a la iglesia como siendo niños es que ellos aún se mantienen divididos en grupos y unos dicen ser de un hombre y otros de otro, veamos esto en 1 Corintios 1:12-14 “Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? “

 

Los hombres son colaboradores de Dios en el crecimiento espiritual de la iglesia, pero ellos solo participan como asistentes pero el poder del crecimiento no es de ellos sino de Dios. 1 Corintios 1:10-12 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas. Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.” 1 Corintios 3:6 “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.”

La iglesia en su primera etapa actuaba infantilmente apegados a la dirección de sus maestros, pero en la medida que crece espiritualmente, su conocimiento en la base del discernimiento espiritual, actúa ya no como grupos (católico, protestante, bautista, etc.) sino bajo un solo cuerpo, porque Cristo no está dividido.

El discernimiento de espíritus no es para todos los cristianos sino solo para aquellos que han alcanzado madurez, así lo dice en Hebreos 5:13-14 “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”  ¿Qué es la leche espiritual? 1 Corintios 3:1-3 “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; Porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?”

Yo conozco muchas personas que han pasado toda su vida asistiendo a la iglesia sentados escuchando los sermones o las prédicas de sus pastores o sacerdotes sin mostrar ningún crecimiento espiritual y el tiempo ha pasado y continúan siendo niños como lo dice en Hebreos 5:12 “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;”

El apóstol Pedro nos expone la necesidad de crecer y nos dice así: 1 Pedro 2:1-3 ”Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor”  Note que el crecimiento es necesario para la salvación de nuestras almas, si no crecemos nos quedamos niños y no podemos alcanzar la estatura de Cristo que nos habla en Efesios 4:1-16 La unidad en el Espíritu “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”

Ya no seamos niños fluctuantes llevados por doctrinas de hombres que nos inducen al error, más bien sigamos a Cristo en amor para que todos crezcamos en el espíritu hasta la estatura requerida, ya no consumamos leche sino alimento sólido, dejemos a un lado las doctrinas y pasemos a saborear la verdad de Dios que es en Cristo Jesús.

Cuando hablemos de la iglesia, no le pongamos apellido sino que dejemos que la verdad nos conduzca a nuestro hablar, la iglesia es el cuerpo de Cristo como lo dice en Efesios 5:23 “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.” Y abandonemos ya las doctrinas básicas que son leche para los niños, ello no agrada al Señor como lo dice en Mateo 15:9 “Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres “Hebreos 13:9 “No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.” Judas 1:3-4 (Falsas doctrinas y falsos maestros) (2 P. 2.1-17) “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”

He aquí la importancia del discernimiento espiritual 1 Timoteo 4:1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;” Apostatar de la fe es negar la fe en Jesucristo y dejarse llevar por el engaño de los hombres.  Romanos 16:17 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.”

Hebreos 6:1-3 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; No echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.”

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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2 respuestas a DISCERNIR

  1. VERÓNICA MENDEZ dijo:

    MARAVILLOSO MENSAJE Y MUY ATINADO PARA ESTOS TIEMPOS , QUE EL SEÑOR LE BENDIGA.

  2. Muy buen mensaje, el crecer es importante, solo quiciera ahondar en otra etapa, es importante saber que para poder crecer es paso a paso, nadie corre sin antes gatear y aprender a caminar…

    Debemos de ser niños en Dios:
    Marcos 10:13-16 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.

    A los niños, se les presenta el reino:
    Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

    Se nos exhorta a ser niños en Malicia, pero siempre se nos indica lo importante del crecimiento:
    1Corintios 14:19 – 20 pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida. Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar.

    Crescamos, sin dejar de ser niños, con humildad recordando que el que quiera ser mas grande debe de ser el siervo de todos…

    Que Dios nos continue Bendiciendo…

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