Mario E. Fumero

El Estado de Honduras, así como los países Centroamericano están siendo empujados, sabe Dios porque fuerza o interés, al reconocimiento del Estado Palestino, con el fin de aprobar en la ONU su inclusión como nación, ignorando el trasfondo histórico del problema árabe-israelí, y desconociendo la historia respecto al pueblo Palestino.

No solo los judíos desalojaron a los residente de palestina (llamados hoy palestinos) que eran árabes nómadas que por años se establecieron en esas tierras, de la cual los  israelitas fueron desalojado en el año 70 d.C  por las tropas romanas al mando del General Tito, el cual destruyo el templo de Jerusalén y los lanzo a la diáspora que duró 1878 años, sino también los Jordanos le negaron a los palestinos parte de su territorio, que poseían en las inmediaciones del Rio Jordán. Durante esos 1878 años en que Israel estuvo esparcido por el mundo, diversas tribus y pueblos vecinos poseyeron esas tierras. La historia relata que a partir del año 1948 en que se proclamo el Estado de Israel, y después de grandes sufrimientos, los judíos esparcidos por el mundo retornaron a su tierra,  cumpliéndose así la profecía de Ezequiel 37.  En este retorno, los países árabes apoyaron a los residentes de estas tierras, llamados palestinos, para luchar contra Israel, y a través de varias guerras, los judíos fueron conquistando territorios, no solo de mano de los palestinos, sino también de los mismos árabes.  Recordemos que antes de la proclamación del Estado de Israel, este territorio llamado palestina fue gobernado por los británicos.

Los palestinos actuales fueron desalojados de sus tierras por medio de la lucha armada. Jerusalén, dividida después del 1948, fue conquistada por los Israelita en una guerra posterior. A lo largo de estos años se ha tratado de armonizar a ambos pueblos, pero ha sido imposible, porque hay un odio histórico que data de la época de Abraham, pues los árabes proceden de la línea de Ismael y de Esaú y ambos odiaban a los descendiente de Jacob. Israel se ha levantado como una potencia en el Medio Oriente, y trata de sobrevivir al odio árabe y palestino. No cabe duda que el terrorismo palestino ha hecho mella en la posibilidad de una convivencia pacífica entre ambos pueblos, y según creen algunos expertos en política del Medio Oriente, la legalización del Estado Palestino será el detonante para agudizar la crisis en dicha zona.

Por otro lado, los palestinos desean ser un Estado dentro de otro Estado, algo que sinceramente es un serio problema. No niego que tiene derechos a ser Estado, pero no ignoro que se convertirán en un dilema para un territorio tan pequeño y fragmentado, así como para la supervivencia de Israel. En este conflictos se está arrastrando a países neutrales a tomar partido, y por lo tanto, se ve como inevitable que se apruebe la existencia del Estado Palestino, lo que desencadenara aun más el deseo de los árabes de destruir a Israel, y claro está, los países que entren al juego, tendrán responsabilidad en lo que ocurra.

Ahora bien, como estudioso de la Biblia, no me cabe la menor duda que esto tiene que ocurrir, para que se cumpla la profecía. Aunque los cristianos presionen a los presidentes de Centro América para que no tomen partido en este conflictos, nada podrán hacer, porque la Palabra de Dios se cumplirá, y la guerra del Armagedón (Apocalipsis 16:16) tendrá que ocurrir en este territorio, e Israel será acorralado y semidestruidos para que entonces aparezca el mesías que están esperando. Estos hechos proféticos son vinculante al reconocimiento del Pueblo Palestino, y no podre evitar que la gran mayoría de países apoyen este plan, y rompan su amistad con Israel, para apoyar la fuerza árabe que se mueve en torno a los palestinos, y detrás de los cuales están los movimientos Islámicos radicales, y si no me cree, esperemos los próximos acontecimientos.

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