LA CRISIS DE FE (APOSTASÍA)

Mario  E. Fumero

En los últimos 20 años han aparecido profetas, iluminados, sectas y  grupos sincrético como nunca antes en la historia de la humanidad. Muchos de estos han llevado a sus seguidores a acciones violentas y a suicidios colectivos. Una evidencia fue el de la secta del “Templo del Pueblo” encabezada por Jim Jones  que en el 1978 condujo a la muerte a más de 900 personas[1], y el caso de la secta Daviniana dirigida por David Koresh[2], que en un rancho de Texas condujo a la muerte a un grupo de sus fieles seguidores, los cuales creyeron que el Apocalipsis  había llegado.

Hemos visto como dentro de la teología bíblica se ha injertado, a través de manipulaciones y tergiversaciones, conceptos diametralmente opuestos a los proclamados por Jesucristo, como por ejemplo la predica de la ambición mediante la mal llamada “teología de la prosperidad” que en sí es la “teología diabólica de la ambición”, a través de la cual el deseo de poder de los falsos apóstoles se enriquecen, manipulándolos con sutileza para sus fines predeterminado, y concediéndole Dios a estos supuestos elegidos, poderes especiales de unción y revelación, con los cuales esclavizan a las personas para lucrarse.

Vemos como la iglesia se alinea con el mundo, involucrándose en política y desarrollando las técnicas del marketing, que la convierten en una empresa, y a sus pastores en empresarios. Estas corrientes introducen las nueva influencias de la psicología y el espiritismo mediante psicodramas, con enseñanzas de regresión, poder mental, fetichismo y una supuesta sanidad emocional basada en técnicas sugestivas. Hemos hecho del culto y del templo un teatro de distracción, carnalidad y explotación, introduciendo todas las costumbres mundanas y paganas que dominan en el mercado dentro  del altar del Señor. Tristemente muchos de estos proclamadores del evangelio viven ostentosamente, con sueldo astronómicos, como el caso de Paul Crouch, fundador y presidente de la Trinity Broadcasting Network (TBN) que gana al año $800,000.00 dólares, que es superior al sueldo del presidente de los Estados Unidos[3]. Y mejor no hablar los los cantantes cristianos, que se cotizan a precios superior a los mismos mundanos, con manager que les llevan la agenda, y algunos con condiciones escandalizantes, exigiendo limosina, hoteles de cinco estrella y guardaespaldas.

Todos estos elementos, más los escándalos religiosos originado por pastores y sacerdotes corruptos están producido un efecto negativo en la proclama del evangelio, lo cual lleva a muchos a la incredulidad o escepticismo.

Evidencia de ellos es el reciente hecho en donde un líder católico y otro evangélico fueron noticias de escándalo en todos los medios de comunicación hispano por sus deseos carnales[4]. Hay que sumar a lo anterior, los ataques sistemáticos del mundo secular contra la Biblia, usando argumentos seudos científicos para elaborar teorías que tratan de demostrar la no resurrección de Jesús, la valides de los evangelios gnósticos y la puesta en duda del fundamento teológico de la fe cristiana. Además buscan argumentos para dar paso a teorías evolucionistas, materialistas y escépticas. Todo esto  prepara el terreno para lo que hoy vivimos, “una crisis de fe” que envuelve una desvirtuación de la verdad absoluta a tal grado que el hombre se vuelve un “dios” como señala las Escrituras (2 Tesalonicenses 2:4).

Jesús formuló una pregunta, y dio una respuesta: “Pero cuando venga el hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?”. Y en Mateo 24:22 da la respuesta al afirmar que; “…si aquellos días no fueran acotado, nadie seria salvo” lo que establece la crítica situación religiosa de los últimos tiempos. San Pablo describe la condición espiritual de la iglesia al establecer en 1 Timoteo 4:1 el insólito hecho de que vendrían espíritus engañadores que sembrarían la apostasía en las congregaciones mediante doctrinas de demonios. ¿Cómo podrá existir en la iglesia cristiana doctrinas de “demonios”? Todas aquellas enseñanzas que alimentan el poder (el ego), el materialismo y la codicia, así como la exaltación del hombre como ungido y apóstol y el uso de objetos portadores de bendición, son doctrina de demonios y contrarias al evangelio que enseñaron los apóstoles. Esta doctrina proclama un antropocentrismo, divinizando al hombre y poniendo otras revelaciones sobre la revelación Bíblica, lo que origina herejías destructoras que evidencias su perverso (1 Corintios 11:19).

¿No está nuestro mundo lleno de falsos profetas y apóstoles fraudulentos que se enriquecen a costilla de la proclamación de un evangelio en donde el tener y ser poderoso es en sí la esencia de sus predicas?( 2 Corintios 11:13) Las características de estos fue revelada en 2 Pedro 2:1-3 en donde los muestra introduciendo sus ideas diabólicas de forma encubierta, disfrazada de una falsa religiosidad (2 Timoteo 3:5), pero que en el fondo buscan hacer mercadería o negocio del evangelio, para satisfacer su avaricia (2 Corintios 2:17).

No podemos negar que el florecimiento de la incredulidad, escándalos, apostasía y pecados como estilo de vida, producirá la persecución y tribulación (2 Tesalonicenses 1:5-7) a todos aquellos que mantengan la verdad fundamental en alto. Esta será la señal de los últimos tiempos, en relación a la verdadera Iglesia  que se describe como que tendrá poca fuerza (porque no tiene poder económico y político), pero guardara su palabra, y no negará el nombre de Jesús, a la cual se le da la promesa de protección (Apocalipsis 3:8). Es evidente que el juicio de Dios comenzara por su casa (1 Pedro 4:17), y seremos probados con el fuego de la prueba (1 Pedro 4:12, 1 Corintios 3:13) para saber si en realidad estamos anclado sobre la roca, y después seremos redimidos antes de que ocurra el día grande y terrible de Jehová (Habacuc 3:12). Sin embargo la iglesia falsa es liberal, busca posición, se alinea con el mundo y sus costumbres y sobre todo no se define, buscando riqueza, poder y comodidad, por eso la describe muy bien Apocalipsis 3:14-19 llamando la Iglesia de Laodicea, que no es ni fría ni caliente.

Creo que en esta época de decadencia, se levantara una iglesia poderosa, porque estará dispuesta a sufrir las consecuencias de no alinearse con el mundo perdido. Vienes tiempos difíciles, pero como enseña David Wilkerson[5] para los cristianos será tiempo de victoria, en donde al ser probado por el fuego de la prueba, seremos acreedores del reino de los cielos, y el Señor nos redimirá de la ira que vendrá sobre la tierra.

 


[4]El pastor Tommy Molla, fundador del Centro Cristiano de Restauración en Orlando, Florida y el cual era  anfitrión de programas de televisión que se transmiten en Estados Unidos, Puerto Rico, Centro y Suramérica y en algunos países de Europa presento su renuncia por confesas haber adulterado. Es autor de los libros “Destinados para las alturas” y “El Maravilloso Evangelio de la Gracia” y dictaba conferencias a nivel internacional sobre liderazgo, crecimiento en la iglesia, sanidad interior y consultas a organizaciones y ministerios. Su renuncia se dio a conocer en medio del escándalo que protagoniza el sacerdote católico Alberto Cutié, que fue sorprendido por un paparazzi acariciando y besando a una mujer en una playa de Miami.

[5]Ver la siguiente pagina de Youtube:  http://www.youtube.com/watch?v=szx0vurf8ko

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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