GUERRA ESPIRITUAL Y LIBERACIÓN: UN SENTIDO ANTI-BÍBLICO DE LA VERDADERA BATALLA. –III- PARTE

Por Ignacio García

Ahora, podría entenderse que lo hagan pero con gente que es inconversa, ¡pero lo hacen con quienes ya han aceptado a Cristo como Salvador! En pocas palabras, su teoría es esta: “En este hermano no mora el Espíritu Santo como Dios le prometió: mora un espíritu inmundo que hay que expulsar con “guerra espiritual”. Y otra vez, se observa que para ejercer su doctrina, tienen que devaluar la obra de Dios.

Toda la doctrina paulina se centra en lo contrario, es decir, en hacernos saber que somos hijos de Dios, herederos de la promesa, reyes y sacerdotes, justificados por su sangre, más que vencedores, libres del pecado, etc.

Lo peor no es que la famosa “guerra” se la hagan entre ellos mismos, y que entre ellos mismos se anden “liberando”, sino que haciendo esto hablen de que lo hacen en nombre de la “victoria sobre el enemigo”… Y aquí me nace la duda: si es que de verdad obtienen esa victoria ¿por qué cada martes o jueves o domingo vuelven a lo mismo? Me parece que es una pregunta que deben contestar al igual que las otras.

Quiero volver a las escrituras que sirven como pretexto a los de la “guerra”, y entonces finalizar. Vuelvo a ellas porque me parece que su uso son el centro del abuso. Hacen que sus seguidores se las aprendan de memoria, y con esas dos o tres citas, validen, fabriquen, practiquen y reproduzcan esta falsa doctrina. Quiero que haga usted, lector, una prueba: pida a cualquiera que defienda esta doctrina (y cualquier otra de las torcidas que se han discutido en este Foro) que le cite de memoria los tres pasajes antes aludidos, y que inician así: “Porque no tenemos lucha … “, “porque vuestro enemigo … “, “pues aunque andamos en la carne…”. Tal vez la última no se la digan tan rápido, pero sí las primeras dos: son con todo lo que cuentan para sostener su doctrina. Ahora, pida que les citen a usted de memoria Efesios 6:10-20, 1 Pedro 5:6-11, y 1 Corintios 10:1-7 (todas completas). Se sentirán confundidos y el 99% no sabrá de memoria esos pasajes de la Biblia, a pesar de que en el centro de ellos se hallan las citas que han recitado anteriormente, rápida y velozmente de memoria. ¿Por qué? Porque para lograr afianzar su doctrina deben suprimir el contexto, el cual queda sin interés alguno para ellos: el contexto por sí mismo, echaría abajo lo que están diciendo acerca de su falsa doctrina.

Por principio de cuenta han adoptado la palabra “guerra” donde no existe bíblicamente. Creo saber que la palabra se toma del pasaje “porque no tenemos lucha contra sangre ni carne”. En español, por ejemplo, lucha no siempre significa batalla o guerra. En inglés, la nueva versión utiliza “struggle” en vez de “fight” para denotar una contienda interna, debatirse con los pensamientos y usarla a manera de “struggle life” (lucha por la vida). En griego existen varios términos para referirse a lucha: dseomajui, como oponentes de la deidad (Hechos 5:39); poleméo, como estar en guerra, batallar (en una lucha final, como Apocalipsis 12:7); la palabra agonizorai, habla de una lucha deportiva (1 Corintios 9:25 y 2 Timoteo 2:5).

La palabra “lucha”, como tal, aparece en la Biblia en español sólo 7 veces, 2 de las cuales las hace en Apocalipsis; sólo en este último posee  el sentido de “guerra”.Tomar como base Efesios 6:12 para inventar una “guerra espiritual”, me parece tan arbitrario como que algún grupo de hermanos tome 1 Corintios 9:24-25 que dice: “No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.”, para poner a todos los miembros de la iglesia a entrenar en un estadio, y entonces llamarlos a una “guerra deportiva” contra el enemigo de enfrente.

Ahora, podría entenderse que lo hagan pero con gente que es inconversa, ¡pero lo hacen con quienes ya han aceptado a Cristo como Salvador! En pocas palabras, su teoría es esta: “En este hermano no mora el Espíritu Santo como Dios le prometió: mora un espíritu inmundo que hay que expulsar con “guerra espiritual”. Y otra vez, se observa que para ejercer su doctrina, tienen que devaluar la obra de Dios.

Toda la doctrina paulina se centra en lo contrario, es decir, en hacernos saber que somos hijos de Dios, herederos de la promesa, reyes y sacerdotes, justificados por su sangre, más que vencedores, libres del pecado, etc.

Lo peor no es que la famosa “guerra” se la hagan entre ellos mismos, y que entre ellos mismos se anden “liberando”, sino que haciendo esto hablen de que lo hacen en nombre de la “victoria sobre el enemigo”… Y aquí me nace la duda: si es que de verdad obtienen esa victoria ¿por qué cada martes o jueves o domingo vuelven a lo mismo? Me parece que es una pregunta que deben contestar al igual que las otras.

Quiero volver a las escrituras que sirven como pretexto a los de la “guerra”, y entonces finalizar. Vuelvo a ellas porque me parece que su uso son el centro del abuso. Hacen que sus seguidores se las aprendan de memoria, y con esas dos o tres citas, validen, fabriquen, practiquen y reproduzcan esta falsa doctrina. Quiero que haga usted, lector, una prueba: pida a cualquiera que defienda esta doctrina (y cualquier otra de las torcidas que se han discutido en este Foro) que le cite de memoria los tres pasajes antes aludidos, y que inician así: “Porque no tenemos lucha … “, “porque vuestro enemigo … “, “pues aunque andamos en la carne…”. Tal vez la última no se la digan tan rápido, pero sí las primeras dos: son con todo lo que cuentan para sostener su doctrina. Ahora, pida que les citen a usted de memoria Efesios 6:10-20, 1 Pedro 5:6-11, y 1 Corintios 10:1-7 (todas completas). Se sentirán confundidos y el 99% no sabrá de memoria esos pasajes de la Biblia, a pesar de que en el centro de ellos se hallan las citas que han recitado anteriormente, rápida y velozmente de memoria. ¿Por qué? Porque para lograr afianzar su doctrina deben suprimir el contexto, el cual queda sin interés alguno para ellos: el contexto por sí mismo, echaría abajo lo que están diciendo acerca de su falsa doctrina.

Por principio de cuenta han adoptado la palabra “guerra” donde no existe bíblicamente. Creo saber que la palabra se toma del pasaje “porque no tenemos lucha contra sangre ni carne”. En español, por ejemplo, lucha no siempre significa batalla o guerra. En inglés, la nueva versión utiliza “struggle” en vez de “fight” para denotar una contienda interna, debatirse con los pensamientos y usarla a manera de “struggle life” (lucha por la vida). En griego existen varios términos para referirse a lucha: dseomajui, como oponentes de la deidad (Hechos 5:39); poleméo, como estar en guerra, batallar (en una lucha final, como Apocalipsis 12:7); la palabra agonizorai, habla de una lucha deportiva (1 Corintios 9:25 y 2 Timoteo 2:5).

La palabra “lucha”, como tal, aparece en la Biblia en español sólo 7 veces, 2 de las cuales las hace en Apocalipsis; sólo en este último posee el sentido de “guerra”.

 

Tomar como base Efesios 6:12 para inventar una “guerra espiritual”, me parece tan arbitrario como que algún grupo de hermanos tome 1 Corintios 9:24-25 que dice: “No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.2”, para poner a todos los miembros de la iglesia a entrenar en un estadio, y entonces llamarlos a una “guerra deportiva” contra el enemigo de enfrente

¿Cuál es la diferencia?

La arbitrariedad de las citas (por cierto las únicas) a las que aluden los de la “guerra” se debe a su mala lectura de la Biblia. La Biblia no es un libro para leerse parcialmente y a mi antojo, elegir qué me conviene y qué dejo fuera. Originalmente, incluso, no poseía versículos ni referencia alguna; así es que debe leerse como un libro (o carta en su caso) de corrido. Leerla sólo a pedazos es como leer el Quijote en su única escena contra los molinos y deducir que se trata de una novela para moler caña, llevar agua a las casas o electricidad por el movimiento de las aspas.

Si se leen las dos citas bíblicas ya aludidas en su contexto completo, se verá la debilidad (y falsedad, finalmente) del argumento de la “guerra espiritual”. Porque las citas no comienzan donde ellos las citan de memoria, menos aún terminan allí:

Efesios 6:12-20 “ Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.  Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,  y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;  orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”. El contexto indica claramente que lo dicho por Pablo habla de todo menos una “guerra espiritual”, por lo menos no como la conciben quienes siguen esta falsa doctrina. Quiero tomar tres verbos que se hallan en este pasaje para poder explicar lo siguiente; estos verbos son: a) fortalecer (tomar fuerza, poder) en el Señor, no en ninguno que venga llamándose libertador de espíritus y esas cosas. b) Vestir la armadura de Dios; y c) estar firmes.

Estos tres términos sirven como advertencia de Pablo para señalar el estado en el que debemos encontrarnos para enfrentar la lucha espiritual que todo hombre tiene (y que por supuesto es bíblica) En otras palabras Pablo trata de decirnos: “Existen luchas espirituales, contra potestades en el aire, demonios, espíritus… Pero estén preparados… con los tres verbos anteriores”. En vez de enseñar estas tres acciones a sus creyentes, los de la “guerra” se centran en mejor darse por impreparados, sin armadura y totalmente débiles: inician lo que ellos creen es una batalla. El creyente que no va a esa “guerra” es porque satanás lo ve bien armado de antemano. Es como si México (pongo a mi país de ejemplo para que no haya problema) fuera y le declarara la guerra a los Estados Unidos. Aquellos son poderosos, están bien armados, y siempre vigilan sus fronteras… ¿por qué habría yo de ir a retarlos?

Ahora, la palabra que sirve de enlace a la advertencia de Pablo es la (siempre y tristemente olvidada) palabra “porque”. La palabra “porque” se utiliza siempre para dar una explicación de un contexto anterior, una condición dada, un hecho previsible. Pero aún, cuando los de la “guerra” citan esta palabra, no dan razón del contexto que le precede. La palabra “porque” simplemente enlaza a la primera frase: “préparate, está listo, está firme” PORQUE “no tenemos lucha carne ni sangre”; en otras palabras: “nuestro enemigo no es cualquier pelagatos”.

Ahora, de que hay lucha la hay. Pero ¿de verdad se combate ésta con gritos, pataleos, “en nombres de Jesús”, exorcismos, vómitos? Pablo nos da la clave, las cuales los de esa doctrina no leen: Jamás Pablo habla de iniciar la guerra; en tres versos (lea usted por favor otra vez el pasaje) el apóstol habla de mantenernos “firmes” (Efesios 6:11,13,14) Que yo sepa, en el ejército estar firmes es lo opuesto de escaramuza. Pero tal vez la firmeza habla de mantenernos de pie, sin caer: más aún se demuestra que no habla de “guerra” alguna. Sí, en cambio, Pablo habla de “resistir”. Lo mismo dice Santiago “Resistid al diablo, y él huirá de vosotros”, y “cuando alguien haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida” (Santiago 1:26). Por otro lado, la falsa doctrina de “guerra espiritual”, en su afán de hacerse valer, invierte en el cristiano su capacidad de reconocer pecado, confesarlo y ser libre por la sangre de Jesucristo. No es nada común oír a alguien decir “son ataques del enemigo”, cuando en realidad esos “ataques” son producto de su propia maldad o pecado. El diablo sirve como buen y excelente pretexto para evadir la responsabilidad moral y espiritual delante de Dios. Ellos creen que el diablo ataca, uno cae y debe entonces ser liberado de la droga, el alcohol, las depresiones, la televisión, Madonna, etc. El mismo Santiago habla de las fuentes verdaderas de estas actitudes: “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. Y el mismo Santiago pone en su lugar a los de la “guerra”. La verdadera (esta sí guerra) es analizada así por el apóstol: “1De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. 3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites

Un autor cristiano (cuyo nombre hoy lamentablemente no recuerdo) decía que esta gente vive un 90% de tiempo cuidándose de satanás y el otro 10% preparándose para cuando necesitan del 90% de tiempo anterior. Es decir: gastan tiempo y esfuerzo muy valioso en andarse cuidando del enemigo, más que gozar de su salvación en Jesucristo. Los tiene más preocupado el diablo mismo, que la lectura de su Biblia, su tiempo de oración y el disfrute general de la vida con la familia que es un don precioso que Dios nos obsequió.

Otro pasaje tomado totalmente a la ligera, es el de 1 Pedro 5:6-11, que dice:“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. A los practicantes de la “guerra” sólo les gusta una parte de la Escritura, la otra la ignoran. Ahora es Pedro el apóstol quien nos previene acerca de nuestro enemigo. Veamos las indicaciones de él:

1. Humillar (reconocer que sólo Dios es todopoderoso y capaz de librarnos de todo mal)

2. Echar nuestra ansiedad sobre él (no dice que la ansiedad sea un demonio, como sostienen los de la “guerra”)

3. Ser sobrios. La palabra es griego es sophron, que denota una atención mental más que espiritual: una mente atenta para lo que pasa a tu alrededor.

4. Vigila, vela.

Otra vez, la palabra “porque” sirve de puente al contexto precedente. Quiere decir: debemos guardar un estado de humildad, de confianza en Dios, de atención mental, de vigilancia, porque “el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar”. ¿A quien va a devorar: obvio, a quien no hace caso de las acciones propuestas por Pedro. Es como decirle a un soldado: allá afuera está el enemigo buscando a quien matar; no seas uno de ellos: entrena, vigila, está atento. Pero, otra vez, los de la “guerra” se atarean más en cuidarse del león que en prepararse para que éste parezca un gato chimuelo. En vez de enseñarse ellos y a su gente a la sobriedad de pensamiento, a la humildad y descargar en Dios todo su peso, se esmeran en ser los líderes quienes hagan esta tarea por ellos: los exorcizan, los defienden, los oprimen.

Al igual que Pablo, Pedro no habla de iniciar una guerra contra el león, simplemente dice: “Al cual, resistid firmes en la fe”. Pedro nos hace el favor de unir dos palabras ya mencionadas antes: resistir y estar firmes: nada de atacar o comenzar ninguna guerra contra el león.

Lo peor para los de la guerra, es que Pedro no habla en el pasaje de nada de lo que ellos clasifican como espíritus o potestades en el aire: el apóstol se estaba refiriendo a otra cosa muy diferente: “sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 0 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”

Sin siquiera poner punto y aparte o seguido, la Escritura (lea por favor otra vez) continúa y habla de que ese famoso león obra en nosotros a través de “padecimientos” en la vida cristiana: si no es así que alguien por favor me recete unos lentes de mayor graduación. Nunca, jamás, Pedro habla de opresiones, demonios, espíritus: Satanás quiere vencernos a través de padecimientos en la vida, lo cual tampoco le es posible, pues, dice Pedro: “después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.

Si Pedro el apóstol habla de padecimientos, los de la “guerra” le endilgan a la Escritura un inventario sumamente peligroso en donde cada cosa del intelecto humano, cada emoción, cada sentimiento, es catalogado por ellos como espíritu demoníaco. Aquí se halla el verdadero peligro de esta doctrina: personas oprimidas que no lo eran, personas inseguras cuando antes tenían confianza en sí mismas, padeciendo enfermedades que no se han curado por la medicina tradicional porque les dijeron que era un demonio que debía ser expulsado; matrimonios quebrados por una asistencia “espiritual” viciada.

El catálogo demoníaco de esta doctrina, es largo. La lista que ellos consideran una actitud del demonio es de verdad para temerla: cualquiera de nosotros encaja en su diagnóstico. He aquí una lista de esto:

* Pensamientos compulsivos

Extremadamente baja imagen de sí mismo (indigno, un desastre, un fracasado – una constante sub-valoración de la propia identidad.)

Constante confusión en el pensamiento (a veces gran dificultad para recordar cosas)

Incapacidad de creer (aún cuando la persona desea hacerlo)

Pensamientos de burla o blasfemos contra la predicación o la enseñanza de la Palabra de Dios

Distorsiones de la perceptividad – percibir enojo, hostilidad, en otros cuando no existen realmente – ver solamente juicio en las escrituras

Horribles pesadillas que causan miedo (frecuentemente con imágenes demoníacas)

Pensamientos violentos (suicidio, homicidio, incitantes al auto-abuso, etc.)

* Sentimientos compulsivos

Odio y amargura hacia otros sin motivo justificado

Tremenda hostilidad o miedo al encontrarse con alguien involucrado en el ministerio de liberación

Profunda depresión y abatimiento (frecuente y periódicamente)

Temores irracionales – ataques de pánico – fobias

Ira irracional – furia

Culpa irracional – auto-condenación extrema

* Comportamiento compulsivo

Deseo de hacer lo correcto (incapacidad de sobrellevarlo)

Cambios bruscos de personalidad y actitud (contrastes severos – aparenta esquizofrenia)

Una fuerte aversión hacia la lectura de las escrituras y la oración (especialmente la del tipo personal)

Un semblante oscuro (mirada de aspecto profundo y duro – contracción de las pupilas – a veces cambios o contorsiones de los rasgos faciales – Incapacidad frecuente de mirar a los ojos de los demás directamente

Mentir, exagerar, o robar compulsivamente (a menudo sin saber por qué)

Abuso de drogas (especialmente cuando hay alucinaciones demonicíacas)

Obsesiones con la comida – bulimia, anorexia nerviosa

Pecados sexuales compulsivos (especialmente perversiones)

Risa o llanto irracional

Violencia irracional – compulsión de lastimarse a sí mismo o a otros

Verborragia repentina o hablar en una lengua desconocida (generalmente un lenguaje étnico ancestral)

Reacciones contra el nombre y la sangre de Jesucristo (verbales o con lenguaje corporal)

Inquietud desmedida (especialmente en un ambiente espiritual)

Lenguaje incontrolablemente burlón e incisivo

Acciones y lenguaje vulgares

* Problemas de conciencia

Pérdida de tiempo (desde minutos a horas – terminar en un lugar, sin saber cómo llegó allí – hacer cosas regularmente sin recordar después)

Somnolencia excesiva al atender asuntos espirituales

Demostración de habilidades extraordinaras (Percepción Extra Sensorial o Telequinesis)

Se escuchan voces en la mente (que se burlan, intimidan, acusan, amenazan o regatean)

Una voz que habla desde el sujeto – refiriéndose a él o ella en tercera persona

Experiencias sobrenaturales – percibir presencias, movimiento o desaparición de objetos, y otras manifestaciones extrañas

* Problemas médicos anormales

Ataques (demasiado duraderos y/o demasiado regulares)

Dolor (sin explicación justificada – especialmente en la cabeza y o el estómago)

Dolencias físicas que pueden ser aliviadas inmediatamente por un mandato de autoridad espiritual (ej.: ataques epilépticos, ataques de asma, dolores varios)

Interferencia repentina de funciones corporales (temporaria) – zumbido en oídos, incapacidad de hablar u oír, severa jaqueca repentina, hipersensibilidad en el oído o el tacto, repentinos enfriamientos o calor abrumador en el cuerpo, entumecimiento de brazos o piernas, parálisis temporaria

NOTA:

Si una persona tiene sólo unos pocos de los síntomas descriptos anteriormente y que no tienen aparentemente conexiones demoníacas, entonces probablemente no hay mucho de qué preocuparse. Pero si un gran número de esos síntomas pueden verificarse, hay apariencia de una medida de opresión espiritual que está teniendo lugar. Esto debería ser verificado. Después de todo, no hay nada que perder si se hace, excepto el orgullo.

Hasta aquí su catálogo nefasto

¿De verdad creen que la personalidad humana, la semejanza con Dios, mis deseos y aspiraciones y obvias depresiones y ansiedades –de verdad creen que todo esto es una manifestación demoníaca?

Usted lector contéstese a sí mismo.

A este punto estaré contestando en otra aportación.

Remate

Sé que me extendido demasiado. En otra aportación me ocuparé también de la Armadura de Dios que tanto ellos pretenden usar y defender. Esa misma armadura debía de servirles para ceñirse los lomos de Verdad. Este principio de la verdad de Dios en ellos, evitaría el nacimiento de doctrinas como ésta.

Espero que algún lector, metido en alguna de estas prácticas, pueda ver claramente lo equivocada que es. Pida a Dios le ilumine para conocer la verdad. Acuda a una iglesia sana donde siempre habrá un pastor que lo pueda orientar. Sobre todo, sepa que su salvación incluye la de su espíritu, cuerpo, mente, emociones: ésta, ya ha sido ganada por la muerte y resurrección de Cristo. Es cierto, en Él, padre amoroso y en extremo cuidadoso, somos más que victoriosos. No dejemos que otros usurpen el lugar que sólo Cristo debe ocupar en nuestras vidas.

FUENTE:

http://www.iglesialatina.org/modules/sections/index.php?op=viewarticle&artid=1208

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Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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Una respuesta a GUERRA ESPIRITUAL Y LIBERACIÓN: UN SENTIDO ANTI-BÍBLICO DE LA VERDADERA BATALLA. –III- PARTE

  1. Mefiboset Rodriguez dijo:

    lo felicito tiene mucho conocimiento intelectual pero ninguna experiencia vivida, porque si asi fuera no pensaria asi, y lamento que aun dentro de la iglesia no todos los profesantes se han rendido completamente al señorio de cristo, ud, no da explicaciones ud, ataca a los que no piensan como ud, pero cual seria su explicacion o solucion para una persona que acude a la iglesia porque siente que hay algo anormal en ella y cuando ud, ora se ven manifestaciones diablicas, al pronunciar el nombre de jesus,

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