BUSCANDO EL EQUILIBRIO II PARTE (LIBRO)

Mario E. Fumero

 UN ENFOQUE TEOLÓGICO DE LA PROBLEMÁTICA DE LA IGLESIA EN UNA ÉPOCA DE CAMBIOS Y ÉNFASIS RADICALES.

 Este libro fue publicado en ã 1996 con varias ediciones. Ò Autorizada su reproducción parcial siempre y cuando sea para fines formativo y no lucrativo. Las citas bíblicas usadas son de la versión de Sociedades Bíblicas actualizada de Reina-Valera de Publicaciones Bautista.

ÍNDICE DEL CONTENIDO 

Segunda parte

  •  -9-  LA MÚSICA EN EL CULTO A DIOS
  •  -10- ¿TEATRO O IGLESIA?
  •  -11- PROBLEMAS DEL DISCIPULADO
  •  -12-  CUANDO LA GRACIA ES DESGRACIA
  •  -13-LA NECESIDAD DE CRECER EN CRISTO
  •  -14-TOMAR EL NOMBRE DEL ESPÍRITU EN VANO
  •  -15- LA BATALLA ESPIRITUAL
  •  -16- LA RISA DEL ESPÍRITU
  •  -17- EL PELIGRO DE LA IDOLATRÍA
  •  -18- HACIA UNA BIBLIA HERÉTICA

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-9-LA MÚSICA EN El CULTO A DIOS                                    

La música es una combinación de melodías y expresiones que nacen del interior de nuestro ser o espíritu. Obedece a dos factores básicos que la originan:  El talento: que es un don innato en la persona, y que se perfecciona por la práctica, el estudio y la influencia del medio en el cual se vive.

La inspiración: que es la expresión sentimental de lo que hay en nuestro interior, y se nutre de las experiencias externas. La música es un arte, además de una expresión poética y emocional, combinadas en una sola expresión. Tuvo su origen en el cielo, como medio a través del cual los ángeles alababan a Dios. En ella se expresa alabanza y honra al Creador: «Ellos entonaban un cántico nuevo, diciendo: «¡Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos! Porque tú fuiste inmolado y con tu sangre has redimido para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.» (Apocalipsis 5:9). Algunos afirman que es el idioma celestial. De lo que no cabe duda es que la música es el idioma universal que todos entienden.

DIMENSIONES DE LA MÚSICA EN EL CRISTIANO

En la vida cristiana, la música tiene una doble dimensión:

Primero: Es un medio para transmitir el estado anímico de nuestro espíritu en su comunión y relación con Dios, y expresar así un mensaje testimonial de nuestro ser. En este aspecto se convierte en un agente para la evangelización, pues se puede enseñar y predicar hablando, pero también se puede hacer lo mismo cantando. El poder de la música está en su atracción melodiosa, ya que muchos no creyentes están más abiertos a escuchar un mensaje cantado (que se denomina arte), ejecutado por una persona con talento, que recibir un sermón hablado.

En segunda dimensión, la música es una expresión de adoración y alabanza a Aquel que amamos. Nace de la inspiración espiritual, y en ella se funden dos elementos importantes, mi espíritu y el Espíritu Santo dentro de mi espíritu, para elevarnos y colocarnos delante del trono de Dios: «Ellos cantan un himno nuevo delante del trono y en presencia de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el himno, sino sólo los 144.000, quienes habían sido redimidos de la tierra.» (Apocalipsis 14:3). En la vida de adoración, tanto del pueblo judío como de la Iglesia, la música era un elemento importante para rendir culto al Creador: «La palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando con gracia a Dios en vuestros corazones.« (Colosenses 3:16).

¿CREATIVIDAD O IMITACIÓN?

Si la música es un don natural al servicio del reino, ¿se debe mercantilizar su ejecución?. Es aquí donde existen algunas «perversiones» en su ejercicio religioso, ya que la misma, para ser dedicada al servicio de Dios, debe estar desposeída de:

  • 1- Una influencia imitativa a los estilos, modas o expresiones del mundo, imitando lo que tuvo un origen satánico para adaptarlo al Señor. Hoy día mucha música mundana, de origen diabólico, ha sido plagiada por los cristianos y con unas letras de un salmo, tratan de convertirla en religiosa ignorando el efecto permisivo y diabólico del ritmo y el origen de donde procede la misma. La música consagrada a Dios no debe ser robada al diablo. Dios siempre desea algo genuino, que nazca del sentimiento y del espíritu humano, impregnado por el Espíritu de Dios: «¡Cantad a Jehová un cántico nuevo! ¡Cantad a Jehová toda la tierra!» (Salmos 96:1, Isaias 42:10).
  • 2- Una música atada tan sólo al pasado, sin expresiones nuevas, y dentro de un mismo marco melodioso. La música debe evolucionar de acuerdo a los estados anímicos.  Debe de haber ritmos suaves, que lleven a la meditación y ritmos alegres, que levanten el animo, pero  ¡cuidado!,   no caigamos  en lo profano, extravagante y excitativo[1], que lleva a los deseos carnales. Debemos evolucionar  en  el  cántico de  acuerdo  a   los  momentos históricos que nos toquen vivir, acoplándolo también a nuestras raíces culturales:«¡Cantad alegres a Jehová, habitantes de toda la tierra!« (Salmos  100:1).
  • 3- No debe usarse como una expresión artística tipo espectáculo, para explotarse y convertirse en un «show» o negocio, sino como un medio de ampliar el ministerio evangelístico  y llevar a través del estilo artístico, un mensaje de salvación al mundo perdido. La mercantilización y la elevación de la misma a un ministerio importante en la iglesia, está convirtiendo las iglesias en teatros, y el Evangelio tan solo en arte.

LA MÚSICA EN EL REINO DE DIOS

Así que la música dentro del reino de Dios tiene dos propósitos bien definidos en la Palabra:

   Primero: Es un agente de expresión espiritual para la adoración, y en tal caso no es un espectáculo, ni un todo, sino un medio para entrar en comunión con Dios, ofrendándole por medio de la letra y melodías, alabanzas y exaltación al que es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Por ella entramos a la presencia del Señor, y fortalecemos nuestro espíritu, a la vez que damos testimonio del Señor por medio de la oración y los cánticos: «Como a la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos les escuchaban» (Hechos 16:25).

Es un recurso para enfrentarnos a los momentos difíciles de la vida. Jesús lo hizo al terminar la Santa Cena (Marco 16:26). También expresa la vida y el gozo del Señor. (Santiago 5:13). No es algo que se debe ejecutar tan sólo en el culto, sino también en el diario vivir. Toda alabanza debe ser fresca y renovada, sin menoscabar las que hemos recibido como herencia del pasado. Existen algunos peligros frente a la nueva corriente de adoración, y debemos observar bien esto para mantener un correcto equilibrio. Debemos dar lugar a la modificación del cántico, y la forma en que ejecutamos el mismo, sin encerrarnos en una nueva liturgia musical muy rígida. No debemos permitir que la música en el culto se convierta en un «espectáculo» controlado siempre por un grupo determinado de músicos, en vez de ser un medio para llevar a toda la iglesia delante del trono de Dios. El otro peligro está en que nos encerremos con cánticos nuevos, muchas veces con un determinado estilo rítmico, y no demos cabida a otra variedad, o despreciemos los himnos del pasado, porque representan la etapa litúrgica de la cual salimos, pues todo lo nuevo se vuelve viejo y toda renovación se puede convertir en liturgia con el tiempo. Una vez, en un culto con alabanza renovada, pedí a los músicos, después de predicar, que cantáramos el himno «Yo me rindo a Él», y me dijeron: -.Nosotros no cantamos esos himnos, porque pertenecen a la etapa litúrgica de la iglesia.- Yo pensé para dentro de mí -.¿Y qué dirán los cristianos de estos cánticos dentro de 10 años? Seguro que exclamarán lo mismo; pues a través de la historia la música y su contenido ha evolucionado, de acuerdo a las circunstancias de cada época.

   Segundo: La música debe ser un agente al servicio de la evangelización. En este caso el mensaje no va dirigido a Dios, como en la adoración, sino a las personas, expresando en ello un mensaje testimonial de índole personal y por medio del cual relato mi experiencia, o enseñanza, proclamando el amor, perdón, salvación, o cualquier principio doctrinal que nazca de la Palabra. Este tipo de mensaje debe estar impregnado de un sentido espiritual que mueva al que lo escuche a la aceptación de Jesús como Señor, y no tan solo satisfacer los deseos emocionales o carnales de los espectadores. Tampoco debemos explotarla, poniéndole precio, o valorando cada evento con contratos, al estilo mundano.

CUANDO LA MÚSICA SE MERCANTILIZA

Sin embargo, en estos tiempos la música cristiana ha caído en un mercantilismo brutal, desviándose en su propósito, para hacer de ella un negocio Una vez hubo una experiencia con uno de estos cantantes que fue a dar un concierto a beneficio de un programa de rehabilitación en Honduras. Este puso precio a su intervención, cobrando $1,000 dólares por actuación, más los gastos de hotel y viaje. Los líderes aceptaron, pensando que iba a ser una actividad de ayuda, tanto para recaudar fondos, como para dar testimonio cristiano al mundo. Después de la actividad, al sumar los gastos, apenas quedaron ganancias, y para colmo, el cantante exigió su dinero en dólares, rechazando la moneda nacional. Al hacer el cambio al dólar, los gastos se dispararon, quedando el programa de rehabilitación en déficit. El cantante reclamo su dinero a toda costa, sin comprender la situación. Si hubo perdida, ¿no debería el cantante haber cedido en sus pretensiones de ganancias, reconociendo la realidad?. Al enterarme de este hecho, aconseje no hacer contrataciones a cantantes para eventos evangelísticos que pusieran demandas económicas. El que sirve a Dios con la música, o cualquier otro ministerio, es digno de su salario, pero su talento no debe ser valorado, ni contratado, como los del mundo. Somos SIERVOS de Jesucristo, y debemos servirle con todo lo que somos, tenemos y sabemos y no podemos cotizarnos como en el mundo. Al respecto enseña Pablo: “…Estoy preparado para y a vosotros: y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no debe atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos, yo con mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea menos. (2 Corintios 12:14-15).Desgraciadamente, existen casos en que pastores y líderes religiosos, que no son íntegros, invitan a predicadores o cantantes a sus iglesias, y se aprovechan de la situación para su propio beneficio, actuando incorrectamente con los que convidan. Se dio el caso de un hermano procedente de un lugar lejano, fue invitado a cantar, y no se le pagó ni el pasaje, ni se le cubrieron los gastos, ignorándose que vivía por fe, y que de él dependía una familia. Otras veces se levanta una ofrenda para el visitante. Al contarla se la recortan, dándole una miseria, pese a que Dios le había bendecido por medio de los hermanos. Por estos abusos, el amor se enfría, y algunos cantantes o evangelistas deciden poner condiciones económicas a su labor musical o ministerial, para no sufrir los malos tratos económicos de algunas iglesias que no estiman que el obrero es digno de su salario. Así que un extremo lleva al otro, pero ante los ojos de Dios, ni el uno, ni el otro, actúan correctamente. No debemos dejar que las adversidades de la vida endurezcan, cambien o alteren los principios para los cuales vivimos. Debemos decir como San Pablo: «Sé vivir en la pobreza, y sé vivir en la abundancia. En todo lugar y en todas las circunstancias, he aprendido el secreto de hacer frente tanto a la hartura como al hambre, tanto a la abundancia como a la necesidad» (Filipenses 4:12).

UN CÓDIGO ÉTICO PARA LOS CANTANTES CRISTIANOS.

Debemos diseñar un código ético, para los que teniendo talento, quieran usarlo para la gloria de Dios. Considero que en dicho código debería de haber tres principios básicos que estos hermanos tendrían que cumplir para poder ser apoyados en sus participaciones:

   PRIMERO: Que sea miembro de una iglesia, y que se sujete a los ministerios de la misma, cumpliendo todo lo requerido como tal; sujeción, mayordomía, y un período de formación cristiana antes de cantar.

   SEGUNDO: Si se dedica, por medio de su talento, al servicio de la obra del Señor, que no se limite tan solo a cantar, sino que éste dispuesto a ministrar todo el consejo de Dios. Que si vive  de la música, mantenga sus cuentas «en luz», tanto en relación a la iglesia, como a las leyes vigentes en su país. Que comparta utilidades con otras necesidades de la obra; apoyar misioneros, obreros, ayudar a nuevas iglesias etc.

   TERCERO: Que sea supervisada su labor, igual que cualquier otro ministerio, y que actué con humildad, no imitando a los cantantes del mundo, con demandas de contrato, modas extravagantes etc.

Creo que antes de invitar a un cantante, debemos informarnos si cumple estos requisitos y pedir referencia de él a sus padres espirituales o iglesia. Si fuera huérfano o insujeto, entonces tendríamos un gran problema si le damos el apoyo para actuar. Es triste ver como pastores han apoyado a cantantes, que andando mal y viviendo en pecado, se han enriquecido a costilla de los creyentes, para después volver al mundo haciendo afrenta  de la iglesia. Dios nos ayude.

10-¿TEATRO O  IGLESIA?

            El crecimiento y la prosperidad tienden a que la iglesia, como los pueblos, se acomode al bienestar humano, usando los recursos técnicos para la extensión del evangelio, y lograr una efectiva labor evangelizadora. Debemos aceptar el uso de todos los adelantos humanos para alcanzar al mundo perdido, sin embargo, existe un peligro  que dependamos tanto de los medios tecnológicos para hacer el trabajo que descuidemos la relación, comunión y espontaneidad del Espíritu en la vivencia de la Iglesia.  Dijimos que todo talento debe someterse a la disciplina de la Palabra. Debemos evitar que en nuestro afán de modernizar el mensaje, lleguemos a introducir dentro de la congregación los  estilos de conducta y ritmos que dominan en el mundo, los cuales sólo exaltan la carne,  y despiertan las emociones. Recuerdo, hace  tiempo, como una iglesia católica en Lima (Perú), introdujo una misa con música rock, para atraer a los jóvenes. También una iglesia episcopal en Texas, introdujo en un culto, a un grupo de músicos y bailarines a «GO-GO», los cuales, y durante el devocional, bailaban en trajes de Adán y Eva (al desnudo). La pérdida de la vergüenza y el pudor entre muchos mal llamados cristianos no tiene nombre. Se ha perdido la santidad, y en vez de apartarse de iniquidad, como lo ordena la Palabra (2 Timoteo 2:19), más bien la introducen dentro de la Iglesia.

LAS DIFERENCIAS ENTRE EL MUNDO Y LA IGLESIA.

La Biblia hace diferencia entre un verdadero cristiano, revestido de la nueva criatura, y que busca las cosas de arriba, y el falso, que vive con su viejo hombre, viciado conforme a los deseos engañosos de la carne[2]. Quizás algunos digan: -Usted exagera; eso nunca ocurrirá en las iglesias pentecostales o fundamentales. ¡Es imposible!, pues es incompatible con la doctrina y el Espíritu-. No te alarmes si llegas a verlo en nuestras iglesias, porque para mí esto era absurdo, hasta que escuché ciertas grabaciones, y algunas conversaciones, de líderes que me contaban los cultos que habían celebrado, ayudados por conjuntos musicales contratados, y que diciendo ser cristianos, introducían la música que antes tocaban en el mundo para fiestas bailables, obteniendo así muchos beneficios económicos. Lo único que hacían era cambiar la letra, para hacer la canción cristiana[3].

Los conciertos se han convertido en una moda, con el cobro a la entrada. Se presentan programas musicales que tienen a los cristianos entretenidos por muchas horas, mientras que en las calles el diablo hace estragos, y miles se pierden sin Cristo, a la vez que aumenta la problemática social de delincuencia, miseria y desintegración familiar. Esos hermanos no tienen tiempo para ir a los cultos de oración, o visitar hospitales, o evangelizar su barrio, pero sí tienen tiempo para estar horas completas en un concierto, pagando una cantidad que bien podían dedicarla al fondo misionero de la Iglesia. Estos que buscan «el show», cuando escuchan un sermón, en el cual se demanda «santidad y compromiso misionero», se salen, sin respeto y reverencia. Modas, trajes, peinados ostentosos, todo un espectáculo fabuloso, muy parecido al de los  «nightclubs», y todo en la congregación de los santos. Sin embargo, cuando hacemos de los conciertos una herramienta de evangelismo, descubrimos su eficacia, y su uso es de ayuda, principalmente para algunos marcos difíciles, en donde se convierte en un medio poderoso para llevar el mensaje de Jesús. Así hice en  España, donde los prejuicios y los traumas religiosos hacen poco atractivo el evangelismo convencional (de campañas con predicadores), por lo que el drama, los mimos y la música son medios llamativos para hacer evangelismo.

LA IMPORTANCIA DEL ARTE EN EL EVANGELISMO

En mi trabajo misionero (en Honduras y España) he potenciado la existencia de grupos musicales y de teatro, y creo que todos los medios son buenos para hacer la obra del ministerio. No hay nada malo en dedicar los instrumentos y talentos al Señor. Esa es la meta de todo cristiano; hacerlo, no para vivir de ello solamente, o entretener a los creyentes, o exhibir y competir unos con otros, para demostrar quién es el mejor, sino para transmitir el mensaje de salvación. No debemos usar, ni imitar el sistema mundano, y sus «shows», para satisfacer a un puñado de cristianos que no funcionan como parte de un cuerpo, que crece y se multiplica, pero si debemos alcanzar al mundo perdido ofreciéndole formas llamativas que comuniquen en mensaje de la Cruz. El arte viene de Dios, y debe ser potenciado en las ofertas evangelisticas. Todo es bueno, pero no todo conviene[4]. Existe un serio peligro en la exageración y manipulación. Nosotros tratamos de usar los talentos musicales para alcanzar a los perdidos, para entrar a las escuelas públicas e introducirnos en algunos círculos del mundo secular con el mensaje de Jesucristo. No hay tiempo que perder. Lo que se necesita es agresividad evangelística, junto con ayuno y oración, para salir por las casas y calles testificando de Cristo. Necesitamos que los cultos sean manifestaciones del Espíritu, que edifiquen la Iglesia para su proyección misionera. Ése debe ser el fin de todo grupo y conjunto. He visto cómo el uso de los recursos artísticos y los sonidos y equipos potentes emocionan a los hermanos, que reaccionan aparentemente en bendición, la cual sólo dura durante el programa, y después, todo se acabó. Cuando están frente a tales “bendiciones”, desean hacer enramadas para no salir de esa “falsa espiritualidad”[5]. Muchas veces el arte en el culto de adoración se vuelve una rutina, peor que la liturgia anterior. ¿Cómo es esto posible? Veamos: Se canta un coro rápido, con volúmenes altísimos, de los cuales salen fuertes vibraciones sonoras producidas por las guitarras y las baterías. Hacen temblar hasta el piso y los objetos cercanos por los fuertes decibelios. Estas vibraciones entran por el sistema nervioso, que a su vez, estimula ciertas glándulas que nos emocionan, y «todo el mundo siente bendición por vibración». Pero al terminar la música y el coro, se acabó todo, volviéndose a la normalidad.

EFECTOS DE LA MÚSICA EN EL ORGANISMO.

En artículos científicos publicados por  revistas médicas en los Estados Unidos, se expone los experimentos que se han hecho en el área de la psiquiatría, usándose para ello animales, y midiendo los efectos que producía la música con sus bio-ritmos y cambios en su comportamiento. Según la intensidad, se experimentaban cambios en su sistema nervioso, y se efectuaban modificaciones en su conducta y emociones. Se descubrió que durante el período en que eran sometidos a diferentes tipos de músicas y niveles de sonidos, los animales reaccionaban en forma  rara, según el ritmo. La psiquiatría moderna afirma que la música tiene efectos sedantes o estimulantes en el ser humano, pudiéndose regular las reacciones mentales por medio de tratamientos musicales. Esta técnica se empezó a usar en centros psiquiátricos de los Estados Unidos, para ayudar a personas con diferentes trastornos emocionales. Esto nos puede llevar a plantearnos ¿hasta qué punto los cristianos deben imitar la música mundana?, como por ejemplo el rock metal, convirtiéndolo a través de un cambio de letras en música cristiana, pero sin dejar de usar los ritmos estridentes, que afectan emocionalmente[6] Esa es la razón que explica el hecho de que muchos cristianos, que no andan bien con el Señor, salten, dancen, y muestren una bendición durante el cántico de un coro, pero al pasar éste, ¡adiós bendición!…. En seguida vuelven a la normalidad, manteniendo un estilo de vida desordenado. También encontramos casos de hermanos que no puedan cantar, ni sentir bendición, si no hay guitarra o equipo de sonido, limitando la adoración a estas cosas. A veces, es tan fuerte el sonido de los instrumentos, que no se escucha la letra del coro. Estos abusos están llevando a las congregaciones a una superficialidad espiritual que expone las vidas de muchos creyentes a caer en cosas peores. Cuando llenamos los templos con programas musicales, que estimulan las emociones, y no llenan las necesidades interiores de las personas, sin llevarlas a una experiencia profunda con el Espíritu Santo, no estamos cumpliendo la enseñanza de los apóstoles. Esto lo podemos comprobar fácilmente: Invíteles a una campaña de ayuno y oración, y vamos a ver cuántos vienen cada día…. Si se llena es porque están bien sintonizados con la doctrina apostólica. Después proclame una campaña con instrumentos, conciertos y danzas. Evalúe ambas actividades, y sabrá hacia dónde soplan los vientos del Espíritu.  Cuando convertimos el culto en un «show», y cuando entramos en una etapa de profesionalismo, se mata la realidad del Espíritu en la adoración. Cuando movemos los brazos, bajo la influencia de los ritmos modernos en los cultos, y terminando éstos, se acabó todo, estamos nutriendo la carnalidad, y exponiendo a la congregación a una vida fatua, por donde puede colarse el diablo. Cuando restringimos la bendición al uso de sonidos electrónicos ensordecedores, estamos encauzados hacia una incorrecta manifestación del Espíritu. Cuando la Iglesia depende de estas cosas externas para mantenerse avivada o encendida, y se hacen indispensables y vitales para el culto, hemos caído en una costumbre que nos arrastrará a depender más de las cosas que, del Señor.  Muchas Iglesias han caído en esta trampa del diablo. He escuchado a hermanos decir: «No podemos cantar porque no tenemos músicos», y «desde que se fue el músico, los cultos están apagados».Debemos comprender que cantamos para el Señor, como parte de nuestra adoración[7], y tal canto tiene que venir del corazón, y no de la guitarra u órgano. Existen congregaciones que yéndose al otro extremo, y para evitar caer en esta dependencia externa en la adoración, han introducido resoluciones que prohíben el uso de instrumentos en los cultos durante el devocional. Esta medida no la creo conveniente, ya que es factible usarlo todo siempre y cuando se haga con orden y  sabiduría del Espíritu. En nuestra congregación descubrimos una vez que en los cultos de oración se dependía mucho de los instrumentos para empezar a cantar. Al notar esa dependencia a las cosas, dispusimos los ancianos suspender por un tiempo el uso de los instrumentos. Entramos de esta forma en una sencillez de adoración y alabanza que edificó a la congregación. Después de un tiempo, levantamos la prohibición, y en ambas formas adorábamos al Señor.

CUANDO LOS SIERVOS SON DE DIOS

Recuerdo la grata experiencia que tuve con el evangelista y cantante Juan Romero. Lo invité a la finca de toxicómanos que teníamos en Córdoba, España. Tuvimos una reunión con los chicos, y estos le pidieron al hermano Juan Romero que cantara. La guitarra estaba desafinada, y faltaban cuerdas, no habían medios para poner pistas de música, pero el hermano Romero dijo: «Os voy a cantar a cápela», y entonó algunas canciones que impactaron a los chicos. En otra ocasión participé en una campaña donde iba a cantar una hermana muy conocida en el mundo evangélico de España. Al ponerle la cinta con la pista por el equipo de sonido, la calidad era deficiente, a lo que me replicó la cantante: » Este equipo es muy malo para la música, así que mejor no canto». Podemos ver en este último ejemplo los peligros que podemos cometer cuando la música depende más de los medios y la tecnología que de la unción del Señor. Podemos referir también el caso de un famoso evangelista, que a través de sus campañas, monta un espectáculo desde una plataforma al aire libre, para evidenciar las “señales que el Señor hace” a través suyo, convirtiendo los milagros de Dios en una feria pública, en donde trata de exaltar su nombre. Debemos recordar que las “señales seguirán”, pero no se buscarán para la exaltación personal[8].  No rechazo músicos, ni equipos, ni conjuntos, porque la Biblia enseña que «TODO LO QUE RESPIRA ALABE A JEHOVÁ», pero condeno la extralimitación, las cuales pueden traernos una tremenda dependencia. Debemos analizar cada punto expuesto, y ceñirnos a la realidad de la DOCTRINA DE LOS APÓSTOLES,  desechando todo aquello que no nace de este principio. No seamos extremistas, sino veamos las cosas a través de la VOLUNTAD DEL SEÑOR PARA SU IGLESIA.  Acordémonos de que todo es lícito, pero no todo conviene. Pidamos a Dios sabiduría para poder escudriñarlo todo, y retener lo bueno (1 Tesalonicenses 5:21). Fortalezcamos la música, los grupos y talentos musicales, los recursos electrónicos y todo aquello que beneficie la obra, pero hagámoslo dentro del orden y el plan divino. El enemigo nos observa, y conoce nuestro lado débil. Por eso andemos listos para evitar que se cuele y nos destruya, apartándonos sutilmente de la realidad y LA VERDAD DEL ESPÍRITU. Forjemos  una iglesia sencilla, en donde el púlpito sea honrado con una palabra clara y directa que corrija el pecado, y cuando nos proyectemos al mundo, usemos los recursos artísticos para trasmitirle al perdido la gloriosa esperanza de las BUENAS NUEVAS DEL EVANGELIO.

   -11- El PROBLEMA DEL DISCIPULADO

En el año 1963 salí por primera vez al campo misionero, y comencé a establecer iglesias siguiendo aquél esquema clásico que aprendí en el Instituto Bíblico. Con el tiempo descubrí que algo no funcionaba bien, pues no producía hijos, sino huérfanos espirituales. En el 1970 fui completamente renovado en mi panorámica sobre lo que es la obra del ministerio, y al establecer iglesias, adopté el principio del discipulado, como base y fundamento de este proceso de evangelismo bíblico. Esta forma de crecimiento y de conservación de vidas ha sido muy eficaz en comparación con los demás métodos existentes, ya que permite lograr las metas de una «IGLESIA NORMAL» semejante al patrón bíblico. Sin embargo, no me siento satisfecho (aunque el resultado comparativo es positivo en relación al método clásico) si lo miro desde una perspectiva neotestamentaria, ya que la realidad es desalentadora, pues no se logra alcanzar aquella Iglesia poderosa en comunión y crecimiento como era en el libro de los Hechos. 

LA REALIDAD DEL DISCIPULADO.

¿Por qué el discipulado cristiano en nuestros tiempos no obtiene los resultados que Jesús logró en la Iglesia naciente? Trataré de contestar esta pregunta, nacida de la experiencia personal y la realidad existente en nuestras iglesias evangélicas. No cabe duda de que el modelo ideal de Jesús para formar la vida de sus seguidores era la «vivencia y la formación del carácter» dentro de un esquema de discipu-lado. Pero ¿qué es el discipulado como principio? Es de origen oriental. Está basado en el principio de aprendizaje: El alumno se convierte en un servidor de su maestro, para que por medio de la convivencia y disciplina adquiera el conocimiento que éste posee. Lo encontramos en toda la antigua cultura oriental. Ejemplos: En la China, los seguidores de Confucio recibieron de él todas sus enseñan-zas, y las transmitieron a la posteridad, junto a un estilo de vida. En la India, Buda hizo lo mismo, y en la cultura helénica, los griegos tenían el mismo sistema. De ahí nacieron filósofos como Aristóteles, Sócrates, Platón, etc.  Muchos de ellos no escribieron nada, sino que más bien sus seguidores, como el caso de Homero, que según la historia era ciego, y sus discípulos escribieron sus enseñanzas y relatos. En Israel, las corrientes rabínicas en la interpretación de la ley crearon dos grandes escuelas de discípulos; en la interpretación del Talmud, las de los fariseos y saduceos.

El término   » discípulo » [9]  envuelve algo más que un común aprendizaje  (pues no eran alumnos). Éste tenía que aprender al lado de su maestro, impregnándose de su saber y de su «quehacer», para que se les formara un carácter. El discípulo tenía que sujetarse, y servir voluntariamente a su maestro, como compensación por la enseñanza recibida. Su fundamento estaba en la sujeción y obediencia hacia aquél que le enseñaba, en calidad de maestro y guía. Su recompensa final a la fidelidad está en transformarse en maestro cuando éste muriera, y recibir como herencia todas las enseñanzas recibidas, junto a la bendición que conllevara ser seguidor del mismo. El discipulado se convertía en algo parecido a una adopción. Los padres dedicaban sus hijos a un fin determinado, y los entregaban a un maestro, sacerdote, rabino o filósofo, a fin de que él los formara bajo el principio que regía su vida. Un caso parecido aparece en la Biblia; el de Ana y Elcana. Cuando tuvieron a su hijo Samuel, lo consagraron al Señor, y se lo encomendaron a Elí para que lo formara en el sacerdocio: «Pero Ana no fue, sino que dijo a su marido: –Tan pronto como el niño sea destetado, lo llevaré para que sea presentado ante Jehová y se quede allí para siempre.» (1 Samuel 1:22).

Los hijos de Elí eran impíos y Dios los había desechado. Samuel era el que Dios había escogido para tomar el control de la situación en un momento crítico en la vida de Israel. Samuel creció, aprendió y comenzó a ministrar junto a Elí: «El niño Samuel servía delante de Jehová, vestido con un efod de lino. Su madre le hacía año tras año una túnica pequeña, y se la llevaba cuando iba con su marido para ofrecer el sacrificio anual» (1 Samuel 2:18-19).No es fácil vivir en sujeción y obediencia a un maestro que no sólo nos impartirá conocimientos, sino que también nos formará el carácter. El mejor aprendizaje dentro de este esquema radique en el forjar, con la disciplina y la relación, toda una personalidad, definida por un saber vivencial. Si analizamos el modelo de Jesucristo como discipulador, notaremos que el factor “relación personal y vivencial” ocupaba el lugar número uno en su programa de capacitación.

EL DISCIPULADO PRACTICADO POR JESÚS.

 Los hombres que formaron el entorno de Jesús no tuvieron dificultad para reconocer la necesidad de sujetarse a su autoridad, llegando incluso a la negación de sus posiciones socio-familiares. Sin embargo, el área en que más conflictos tuvieron, fue en el protagonismo y egocentrismo que los caracterizaban, y que los llevaban a buscar posiciones, ser críticos unos con otros, juzgar precipitadamente, exaltarse a sí mismos, o entre ellos, razón por la cual surgieron contiendas. La condición de sometimiento, así como la renuncia a los bienes propios, por seguir al maestro, eran elementos básicos que no causaban problemas, ya que culturalmente habían sido formados dentro de un esquema de autoridad familiar, como parte de la cultura oriental. Es importante notar que tanto árabes, judíos, chinos, hindúes o japoneses, tienen un concepto de obediencia y de sujeción muy acentuado en todo su entorno socio-cultural, por lo que el concepto de anciano, patriarca o de vejez es de alta estima, respetándose la autoridad paternal o matriarcal. El servir y someterse a los mayores es parte del vivir como pueblo. Esto los lleva a tener una actitud dócil, respetuosa y sujeta a todo su patrimonio cultural. Es una herencia que honran. Dentro de este contexto, la aplicación de un discipulado cristiano no confrontaba choques para su éxito, como los que tenemos en nuestra cultura. Las características básicas de hoy radican en el énfasis que damos a la libertad y el poder para triunfar, a la búsqueda de una serie de valores filosóficos que determinan y caracterizan a las sociedades occidentales. El individualismo, el consumismo, el tener más que el ser, la competitividad, el humanismo, la independencia y autodeterminación, forjan todo un estilo de cultura que a su vez  se manifiesta en una forma de «SER Y HACER»[10]. Al aplicar una verdad oriental, que depende de la sujeción y obediencia natural del ser humano, a una mente occidental, impregnada del espíritu de independencia y autosuficiencia, encontramos un rotundo fracaso, pues hay un choque de culturas que no da cabida a poder entender la realidad bíblica de la autoridad espiritual. Esto se agudiza cuando el anarquismo y el orgullo nacional se acentúan, como ocurre en España. Los conceptos occidentales de la familia, la vejez, la obediencia, el respeto, los valores morales y sociales, etc… son los condicionantes para la realización de un discipulado cristiano. Dependiendo del conocimiento que tengamos de lo uno, dependerá lo otro, pues de lo natural obtenemos los valores espirituales. ¿Qué es la vejez en occidente, y cómo se trata a los ancianos? ¿Cuál es la relación padre-hijo a través del crecimiento natural? ¿Cómo entendemos y respetamos la autoridad familiar y social? ¿Qué dimensiones de orgullo cultural, social, intelectual y natural tenemos? ¿Qué conceptos manejamos respecto a la libertad, dependencia, determinación y sujeción? ¿Bajo qué mecanismos de autoridad hemos sido formados, y cómo se domó nuestra naturaleza egoísta en la infancia?. De la respuesta que demos a estas preguntas obtendremos las causas del porqué es difícil y frustrante la plena realización de un discipulado dentro del esquema bíblico en un marco occidental.

LAS CONDICIONES PARA SER UN DISCÍPULO.

Existen tres condiciones básicas para que un discipulado cristiano funcione en todo el sentido bíblico de la Palabra:

1-    PRIMERO: Las condiciones socios-culturales, las cuales crean las bases para que la sujeción, obediencia y autoridad sean aceptadas o rechazadas. Las influencias filosóficas modernas del individualismo y la independencia sacaban este principio, en donde se potencia el espíritu de libertad del ser humano.

2-    SEGUNDO: La negación de nuestro “YO”. La voluntad del ser humano a cumplir las demandas de Cristo y deponer su EGOÍSMO para someterlo a Jesús por medio de un maestro. Los mecanismos de la moderna psicología comercial nutren el «YO» e incluso se ha fabricado conceptos de auto-exaltación que acentúan el egoísmo innato en los seres humanos, por lo tanto «Uno vale por lo que tiene y no por lo que és».

3-    TERCERO: Entrega y compromiso de parte del maestro al discípulo con  conciencia de que lo más importante en esa relación es el formar un carácter cristiano basado en la relación y el ejemplo. Hoy la importancia al saber y el uso de recursos tecnológicos ha desplazado la relación personal y hemos sustituido el diálogo por un libro, un cassette o un vídeo para formar discípulos.

4-    Cuando se dan estas tres condiciones, la realización de un discipulado se puede  ejecutar hasta un 90%. La realidad demuestra que en todos los países occidentales en donde se ha tratado de implantar esta forma de vida y crecimiento, tan sólo se ha obtenido un resultado que apenas ha podido alcanzar un 30% ó 40% del objetivo bíblico deseado. ¿Por qué razón los resultados de hoy distan mucho de la realidad del ayer?

DOS REALIDADES CULTURALES DIFERENTES:

 Nadie puede negar que el discipulado es una verdad fundamental, ordenada por el mismo Jesús. No es un método, ni un programa, y nos lleva a desarrollar la paternidad espiritual dentro del principio apostólico. Pero el discipulado ha fracasado en muchos marcos occidentales por factores ajenos al deseo humano de vivir «TODO EL CONSEJO DE DIOS». Durante 20 años he estudiado, practicado y creído firmemente en el principio de » ID  Y  HACED  DISCÍPULOS ,» el cual es valedero para nuestros tiempos, y está bien planteado en la estrategia de Jesús para su Iglesia. Esto lo he practicado en las congregaciones que he fundado desde el año 1970, y en comparación con los otros métodos convencionales de formar iglesias, ha sido sumamente positivo. No me arrepiento de haberlo enseñado, como herramienta en la formación de vidas y preparación de líderes, pues las iglesias se han nutrido de elementos propios para seguir adelante, rompiendo los esquemas existentes, y naciendo el fundamento de muchas obras[11]. Si una congregación no genera ministerios y líderes, es porque algo no funciona bien en sus estructuras, y se debe reflexionar seriamente en ello.  En la Biblia, Pablo organizaba iglesias, y aunque dejaba encargados a discípulos para que ministraran, en sus viajes de vuelta visitaba estas comunidades para establecer ancianos en cada una de ellas, usando para ello los recursos existentes en las mismas congregaciones[12]. Aunque el discipulado ha funcionado en parte, debemos hacer una reflexión del fracaso parcial del mismo, y al hacerlo, lo hago basándome en mi propia vivencia dentro de algunos países como Argentina, Costa Rica, Honduras y España, donde el discipulado fue parte vital de mi ministerio. No haré referencia a causas y lugares específicos donde ocurrió  cada fracaso, pues entre todos los hechos, diferentes uno del otro, existe un trasfondo común, que es la raíz y causa principal del problema.

REALIDADES HISTÓRICAS DEL FRACASO EN EL DISCIPULADO.

El éxito o fracaso de cualquier empresa, sea de la índole que sea, radica en la calidad y la entrega de sus miembros, además de un estudio previo de viabilidad en lo que se vaya a hacer. Tienen que estar convencidos de que el objetivo deseado es alcanzable, y luchar por ello hasta el sacrificio máximo. Jesús dijo: «¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él.» (Lc 14:28-29). Imagínense el ridículo si no planificamos lo que vamos a hacer. El fracaso puede ser una vergüenza. De igual forma debemos medir bien los pasos que demos, desde lo material hasta lo espiritual, para prevenir la mayor cantidad posible de errores que nos puedan conducir al fracaso.

     Podemos afirmar que «FORMAR VIDAS EN CRISTO JESÚS«, es un arte combinado con ciencia. Una tremenda responsabilidad, de lo cual tendremos que dar cuenta a Dios (Hebreo 13:17), pero en su ejecución debemos reconocer y aceptar las limitaciones socio-culturales y familiares que nuestra realidad imponen, lo cual va a dificultar el ejercicio de una paternidad espiritual dentro de un esquema de discipulado bíblico, y  cualquier actitud radical al respecto puede ser muy destructiva, pues se produciría una relación «autoritaria», que generará muchos conflictos emocionales. Recordemos que la fuerza de la autoridad espiritual radica en el amor y el ejemplo, así como en la voluntad del discípulo a someterse voluntariamente a las demandas del reino de Dios a través de un maestro. En este aspecto es difícil poder manejar la naturaleza humana, viciada por el pecado y los factores culturales imperantes, ya que no estamos dentro de una cultura oriental o dentro del entorno de la época bíblica. Nuestra sociedad ha fabricado un «estilo de vida» muy diferente al antiguo, no sólo en el bienestar y confort, sino en actuaciones y costumbres que se manifiestan en una actitud mental contraria al orden y la autoridad demandada por la Palabra. Cuando ignoramos esta verdad, y tratamos de forjar un discípulo 100% bíblico, nos encontramos con un choque entre actitudes y culturas, que desencadenan, por un lado rebeldía, y por el otro hegemonía, proliferándose entonces posiciones radicales que llevan a un abuso de autoridad que repercute en la frustración de muchos creyentes que no saben distinguir entre «ser alumno y ser discípulo,» y líderes que no saben diferenciar entre ser padre o ser «cacique». Nuestro  mundo de hoy se ha vuelto esclavo del tiempo, y éste cobra un valor material, por lo que el afán por «tener» quita el tiempo de «ser» y servir. Erich Fromm se  refiere a este fenómeno de la sociedad moderna al afirmar: «En el modo de ser, respetamos el tiempo, pero no nos sometemos a él; mas el respeto al tiempo se vuelve sumisión, cuando predomina el modo de tener. En este modo, no sólo las cosas son cosas, sino que todo lo vivo se vuelve cosa,»[13] y este es un factor que ha afectado el tiempo de entrega a los demás. ¿Qué ocurrió en Argentina donde la luz del discipulado comenzó a brillar en el año 1969, como una renovación maravillosa, donde yo también fui impactado? Se trató de imponer a creyentes ya formados, una luz recibida en un momento de restauración. Se radicalizó el discipulado, y llegaron a extremos que detuvieron el florecimiento de tan bello principio. Debido a los abusos y escándalos, nacidos por la inadaptación cultural a un principio muy oriental, se generó un rechazo al término «DISCIPULADO», el cual sonaba a herejía. No podemos negar que la enseñanza y el enfoque de esta verdad bíblica es clara, y que era un modelo idílico para una iglesia que deseaba imitar el patrón apostólico, y en su inicio impactó y multiplicó a muchas congregaciones y ministerios, de lo cual fui testigo. Por esta época visité a Juan Carlos Ortiz. Compartí con sus discípulos e Iglesia,» El Tabernáculo de la Fe»,[14] lo que el Señor estaba haciendo. Se habían multiplicado maravillosamente, y se notaba el modelo de una Iglesia fuerte, responsable y consciente de la paternidad espiritual. Pero ¿qué ocurrió después?. El tiempo y los problemas contextuales, así como la precipitación a implantar «todo el consejo de Dios» dentro de una cultura occidental, produjo conflictos estructurales, de relación, autoridad, denominación, etc. que condujo al ideal del discipulado a una utopía pasajera. El mayor error en esta situación radicó en que se trató de llevar a; UNA IGLESIA CON ESTRUCTURA DE ORFANATORIO, A UNA VIVENCIA DE PATERNIDAD DE FORMA RADICAL, desencadenándose los conflictos que dieron origen al ocaso de un gran despertar. Muchos tomaron base para atacar y negar la eficacia del discipulado, desprestigiándolo o menoscabándolo como fundamento de crecimiento en la vida de la Iglesia. Debido a una radicalización en la implantación del discipulado, muchos otros se han ido al otro extremo: La negación y oposición al mismo.

CUANDO SE HACEN HIJOS A LA FUERZA.

No se puede hacer hijos «adoptivos» ejerciendo una autoridad radical, sin antes haber tenido una relación vivencial. El primer factor de fracaso en el discipulado ha sido el tratar de imponer, dentro de estructuras, a cristianos ya  formados con esquemas, otras normas para las cuales no han estado preparados cultural, social o emocionalmente. El discipulado no se puede imponer dentro de una Iglesia establecida con otros moldes diferentes, tampoco podemos tratar de hacer «hijos» o «discípulos» a gente ya madura. Esto traerá serias secuencias de relaciones por dos motivos básicos:

    1. Porque no se puede formar lo que ya está formado. Educar a un educado es tarea casi imposible, a menos que le reeduquemos, y esto requiere un esfuerzo doble o triple de tiempo, y al hacerlo, hay que partir de cero.

    2. Porque las condiciones de nuestro entorno hacen difícil una vivencia tan  constante como la que existía en la época bíblica. Esto dificulta las relaciones profundas y el conocimiento mutuo del carácter, para poder formar a fondo vidas en Cristo. Además tenemos algunas costumbres sociales que son contrarias al principio bíblico. Debemos entender que el orgullo,  impregnado por la naturaleza pecaminosa, más el método educativo actual[15], nos lleva lentamente a hacer: «el mal que no queremos«. (Romanos 7.17).

TODO ÉXITO DEPENDE DE UNA ENTREGA.

Nuestro tiempo, para formar a un discipulado, es mínimo en comparación al que Jesús tuvo con los doce, o al de Pablo con Timoteo. Nos vemos cuatro horas a la semana  (si acaso). Estamos la mayor parte del tiempo involucrados en el trabajo, estudios, familia, paseo, relaciones sociales, televisión, actividades de la iglesia, etc. Hemos limitado el discipulado a un simple estudio cierta hora a la semana, y ya está. Veamos como trabajó Jesús con su discipulado: Llamó a doce hombres y los tuvo con él todo el tiempo, por tres años, de día y de noche (24 horas), así que el tiempo de dedicación y convivencia fue de 25,920 horas. ¿Cuánto tiempo necesitaríamos emplear nosotros para formar a un discípulo, si apenas le dedicamos 4 horas a la semana en relación y vivencia? Si partimos de esta realidad, le dedicamos al año 192 horas, en tres años emplearíamos 576 horas y para alcanzar a Jesús, tendríamos que esperar dentro de este esquema, 136 años para poderles dar a nuestros discípulos las 25,920 horas de vivencia que usó Jesús con los suyos. Observemos detalladamente este gráfico y podremos descubrir la diferencia de dedicación y entrega entre nuestra realidad actual y la de Jesús.

 Si el éxito de una empresa depende de la entrega, debemos de aceptar que para lograr ambos objetivos, necesitamos TIEMPO Y DEDICACIÓN. No se logrará una relación de formación si nuestro factor tiempo es deficiente, y es ahí donde está una de las mayores causas del fracaso parcial del discipulado, ya que en la relación constante se forma el conocimiento mutuo y del carácter. A más entrega, más resultados. Pero en nuestro estilo de vida «no dejamos tiempo, ni damos importancia a esta relación», y es por eso que la calidad de vida de muchos discípulos es tan deficiente. Y no solamente a nivel espiritual, aún en nuestra vivencia familiar le damos muy poco tiempo a nuestros hijos. Este es el mayor factor de frustración juvenil en los tiempos actuales. Hemos enseñado que existe una similitud entre la paternidad natural y la espiritual. Si esto es así; de la misma manera que se forman hijos naturales, con calor y relación constante en la infancia para darles seguridad y estabilidad emocional, de igual forma tendríamos que hacer con las nuevas vidas en Cristo, para que también sean estables en su crecimiento espiritual. Si en la relación de formación hay entrega mutua, sujeción, fidelidad y compromiso, será fácil obtener una mejor calidad, pero la realidad de nuestro entorno ha viciado a tal grado la naturaleza, y la vida humana, que es difícil encontrar en los seres humanos estas cualidades, que son básicas para obtener el éxito de una meta trazada por el mismo Señor Jesús. Como conclusión afirmo que la causa mayor para que no podamos vivir en plenitud las verdades del discipulado, en esta época, radica en el estilo de vida adquirido. La influencia social existente y los conceptos filosóficos dominantes, son la causa de la perversión en la sociedad actual, los cuales hacen de la libertad un libertinaje, y de la independencia una excusa para dar rienda suelta a nuestras rebeliones y caprichos, que nacen de nuestro egoísmo, acentuado por todo un mecanismo dominante dentro del esquema cultural. Debemos aspirar por fé, y con amor, a producir discípulos dentro de la mejor calidad posible, aceptando nuestras limitaciones, y dejándole al Espíritu Santo hacer el resto de la obra, pues bien sabemos que: «Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican. Si Jehová no guarda la ciudad, en vano vigila el guardia.» Salmos 127:1 

      -12-  CUANDO LA GRACIA ES DESGRACIA.

A lo largo del cristianismo, la iglesia ha sufrido las influencias filosóficas del mundo secular, y no ha estado exenta de que razonamientos humanos desvirtuaran aspectos fundamentales en la vida de los cristianos. Uno de ellos radica en el énfasis actual a la “gracia absoluta”, que lleva a proclamar una predestinación por medio de la cual la gracia de Dios es dada a aquellos que Él quiere, y no a aquel que busca al Señor. Se ha dicho, erróneamente, que esta «doctrina» es de origen calvinista, pero no es cierto, pues muchos teólogos anteriores la matizaron, y Martín Lutero[16] la proclamó, aunque no de forma tan radical, pues con el tiempo modificó algunos de sus puntos de vista, hasta que llegó a afirmar en una reflexión que la fe absoluta y la salvación predeterminadas por Dios, sí existían sería una falta de misericordia de Dios[17]. Juan Calvino tomó este aspecto para confeccionar una doctrina bien diseñada, y remachar lo que ya era una influencia antigua dentro de la fe cristiana.

CUANDO COMIENZA ESTA DOCTRINA

La predestinación, o la gracia absoluta, para salvación o condenación, fue desarrollada dentro del cristianismo por San Agustín (354-430 a.d.), debido a la influencia platónica que tenía, por lo que adaptó a la teología esta metodología analítica y filosófica, elaborando varios tratados sobre temas controversiales en el norte de África. Entre sus enfoques figuraban la Trinidad y la Predestinación. Él captó la mentalidad del gnosticismo[18], para potenciar su definición,  partiendo de los elementos en los cuales se fundamentan la doctrina de “la gracia absoluta”. Esta idea afirmaba que el ser humano es tan depravado en su naturaleza física, que está muy inferior a Dios, por lo que es imposible que por sí mismo el   obtener la gracia de Dios. Bajo tal principio el hombre no puede hacer nada por salvarse, quedando todo a la «Soberanía de Dios». Tertuliano dijo al respecto: «Hay personas que actúan como que Dios tuviera bajo la obligación de brindar sus dones aun a aquellos que no son dignos de ellos.»[19]. Quizás el gran dilema de la «predestinación» sea la Soberanía y Omnisciencia de Dios, frente al libre albedrío del hombre. Antes de San Agustín, ya se había dado el problema de la predestinación. Muchos antiguos padres de la iglesia abordaron el tema, entre ellos Orígenes[20], el cual, por su afición a la filosofía había analizado la influencia gnóstica en la fe cristiana. En su apologética a la tendencia de la «gracia absoluta», él usa el argumento del libre albedrío como forma básica de rebatir tal idea. El afirma:  <Tome en cuenta cómo Pablo nos habla, de tal manera que podemos entender que tenemos libre albedrío y que nosotros mismos somos causa o ruina de nuestra salvación. Es decir, ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia, y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para tí mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras; vida eterna a los que, perseverando en el bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino obedecen a la injusticia, Romanos 2:4-8> [21]. Otros muchos padres de la iglesia defendieron el libre albedrío como argumento para refutar la gracia absoluta en cuanto a una salvación que sólo dependía de Dios. El paganismo, pudo con este principio, producir uno de los debates más cruciales en la naciente iglesia, lo cual llevó a perder el norte de África a la influencia de la fe cristiana. De ahí vemos como lentamente la gracia salvadora se divorció de las obras en el ser, llagándose a afirmar en la edad media que la salvación es sólo por obra, y no por gracia. Otros se afianzaron en que todo es pura gracia, y ésta viene de Dios, por lo que no está a nuestro alcance el decidir si somos o no salvos.  Martín Lutero[22] llegó a captar esta idea envuelta de paganismo, creándose el conflicto entre obra y gracia, lo cual persiste hasta el día de hoy.

¿ES LA GRACIA ABSOLUTA?

Apoyarnos en una gracia absoluta, y en una predestinación radical, es anular el esfuerzo personal por regenerarnos. Es dejarle a Dios todo el trabajo, asumiendo nosotros una actitud pasiva frente al pecado. Es cierto que existen muchos textos que aparentemente dan base a esta doctrina, como el de Romanos 9:16: «Por lo tanto, no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios quien tiene misericordia.» Pero al analizar bien a fondo (el espíritu del escrito), no encontramos base para afirmar que nosotros no podemos hacer nada para alcanzar la gracia de Dios, sino que alaba a Dios por su bondad, porque lleva al hombre que en él confía, a su perfecta voluntad. Una vez estando en sus caminos, él nos conduce por medio de un trato directo del Espíritu Santo a su perfecto deseo para nuestras vidas, siempre y cuando nos mantengamos «firmes y en la Palabra». Si todo está determinado ¿nos queda alguna opción para escoger? Entonces,  ¿qué  sentido tienen las palabras de Pedro cuando afirma: «El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.»(2Pedro 3:9). Si él no quiere que nadie se pierda, y por eso demora su venida ¿no es un acto de hipocresía el programarme para perderme, y después decir que desea salvarme? Dios parte de tu actitud, y respeta tus deseos. Cuando te endureces, y eres indiferente a su Palabra, él te entrega a tus propias pasiones, lo que es igual a «pasar de tí», ignorándote por tu pecado. San Pablo antepone el deseo del hombre, sobre la Soberanía de Dios, y afirma: «Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí! Por toda la tierra ha salido la voz de ellos; y hasta los confines del mundo, sus palabras.» (Romano 10:18).Es por ello que basado en la conciencia que tengas de la Palabra, al usar mal tu libre albedrío para optar por el pecado, el corazón se endurece, y entonces es cuando el afirma en Romanos 10:18.: «De manera que de quien quiere, tiene misericordia; pero a quien quiere, endurece «. En este sentido el término «endurecer» no significa que el actúa directamente, siendo Dios el que endurece, sino que frente a tu rebeldía, frente a tu indiferencia, el Señor te abandona en su trato, y te deja a expensas de tus propias pasiones. Entonces descubrimos como Dios, con un amor misericordioso trata de persuadirte, y lucha para salvarte hasta un límite, pero cuando le resistes, y tratas altercar con Dios, éste le abandona, afirmando Pablo que: «Antes que nada, oh hombre, ¿quién eres tú para que contradigas a Dios? ¿Dirá el vaso formado al que lo formó: «¿Por qué me hiciste así?» ¿O no tiene autoridad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para uso honroso y otro para uso común?» (Romanos 9:20-21). El hacer un vaso de honra o deshonra no está determinado por el capricho del alfarero, sino por la calidad del material (el barro), y esto lo saben muy bien los que trabajan como alfareros. ¿Quién determina el uso? Si yo trabajo con barro, y la calidad de éste es mala ¿qué puedo hacer? Dependiendo de la calidad del material, dependerá la conducta del alfarero. Dios obra de acuerdo a nuestra actitud. La Palabra (semilla) es buena, pero ahora necesita una tierra fértil (el corazón humano) para que germine cuando venga el agua, (la obra del Espíritu). Ser vaso de honra significa saber retener la Palabra: «Por el cual también sois salvos, si lo retenéis como yo os lo he predicado. De otro modo, creísteis en vano.»(1 Corintios 15:2) «Mirad que no rechacéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que en la tierra rechazaron al que advertía, mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos del que advierte desde los cielos.»(Hebreos 12:25).

¿SOBERANÍA DE DIOS, VERSUS LIBRE ALBEDRÍO?

Dios en su soberanía actúa cuando nosotros depositamos en él nuestro libre albedrío, de lo contrario, no sólo él no puede hacer nada, sino que nos abandona, no tratando de forzar nada, a menos que nosotros decidamos por propia voluntad el seguir en su Palabra: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.» (Juan 15:10)». «Por tanto, Jesús decía a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; «(Juan 8:31).Actualmente han salido algunas corrientes o iglesias, que como al principio del cristianismo, han hecho de la «gracia absoluta» una forma de atraer a aquellos que sin esfuerzos personales quieren alcanzar el cielo, viviendo vidas mediocres,  rechazando el luchar para buscar la santidad. Viven enfatizando tanto la gracia, que terminan cayendo en desgracia. La gracia de Dios es un regalo que debemos atesorar, como un don eterno. Si la cuidamos y apreciamos no la perderemos jamás, pues ésta es para la eternidad, pero como toda dádiva (o regalo), la podemos abandonar, tirar, destruir de nosotros y en  sí misma. Cualquier regalo, por más valioso que sea, dependerá del que lo posea, por lo tanto, la dádiva de Dios está sujeta a la actitud del hombre, y aunque la salvación es eterna, ésta se someterá al libre albedrío del hombre, el cual puede echarla por la borda cuando deliberadamente (o voluntariamente) persista en el pecado. No es que por cualquier pecado la salvación se pierde, pero sí hay actos que pueden hacer que la misericordia de Dios se aparte de nosotros, para dar paso a su ira. Eso es lo que dice la Palabra en Hebreos 10:26-27:«Porque si pecamos voluntariamente, después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado, (Hebreos 10:26).

REALIDAD BÍBLICA DE LA SALVACIÓN

Hay muchos otros textos que ratifican esta realidad. En Hebreos 10:36 dice: «Porque os es necesaria la perseverancia para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis lo prometido;» Y en 2 Pedro 2:20-22: «Porque si  los que se han escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo se enredan de nuevo en ellas y son vencidos, el último estado les viene a ser peor que el primero. Pues mejor les habría sido no haber conocido el camino de justicia, que después de conocerlo, volver atrás del santo mandamiento que les fue dado. A ellos les ha ocurrido lo del acertado proverbio: El perro se volvió a su propio vómito; y «la puerca lavada, a revolcarse en el cieno». Y en Apocalipsis 3:11-12: «Yo vengo pronto. Retén lo que tienes para que nadie tome tu corona.  Al que venza, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca jamás saldrá fuera. Y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios –la nueva Jerusalén que desciende del cielo, enviada por mi Dios– y  mi  nombre  nuevo.

Quizás sea un poco duro lo que voy a decir, pero la Soberanía de Dios está sujeta a su propia naturaleza. Dios no puede mentir, ni contradecirse a sí mismo, ni anular las características que él le ha dado al hombre, como es el libre albedrío. El hombre es el único que puede limitar la obra de Dios. Pensar en un Dios que impone, determina, maneja y actúa con los seres humanos como un jugador con las fichas del ajedrez sería, hasta cierto punto, un absurdo, máxime cuando vemos de un lado a Dios, y del otro a Satanás. Me imagino ver este juego, según la creencia de la predestinación absoluta, en donde Dios le dice al diablo: «Cómete a ese peón, porque no lo quiero». He pensado que nosotros hemos querido obligar a Dios a que en su omnisciencia él tiene que saberlo todo por fuerza. Sin embargo en su soberanía es libre de saber o ignorar lo que estime conveniente. Si el pecado separa al hombre de Dios, y para Dios los que están en pecado están muertos, ¿No sería equivalente a que éste ignore a los tales, a menos que acepten el llamado de su hijo Jesucristo?[23]. Cuando nacemos de nuevo, somos hechos hijos de Dios, somos inscritos en el Libro de la Vida, y a partir de ahí Dios obra en nosotros, dependiendo de la rendición que hagamos a su Señorío. Es por ello que Jesús afirmó: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto. (Juan 15:1-2) «Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas.» (Juan 15:6).Pablo reconoce que esta obra de Cristo está condicionada a nuestra «perseverancia», dando la posibilidad a que podamos echar por la borda todo lo que Dios nos ha dado a través de su hijo: «El recompensará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que por su perseverancia en las buenas obras buscan gloria, honra e incorrupción; (Romanos 2:6-7). Noten el término «perseverancia», lo cual significa mantenerse constante en algo.

No podemos dejarle a Dios todo, ni tampoco podemos creer que depende de nosotros el ser o hacer. Aquí debemos buscar un equilibrio que nos lleve a buscar una moderación entre ambos extremos. Dios hace su parte, la más difícil; redimir al hombre enviando a su hijo a la cruz del Calvario, y derramando su sangre por nosotros. Ahora nos toca a nosotros ir a Jesús, aceptar su muerte substitutiva, y crucificarnos con él para comenzar una nueva vida. Ahora nos toca luchar contra el pecado que nos asedia, cuidando esa salvación como dice la Palabra: ¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación, que al principio fue declarada por el Señor, nos fue confirmada por medio de los que oyeron, (Hebreos 2:3). Debemos entender que todas las promesas de Dios son condicionales, y aun esa salvación es condicional, pues somos sus discípulos «si hacemos lo que él dice». No podemos ser radicales contra los que proclamando salvación determinada por Dios, viven en santidad y rectitud, no dando lugar a la vida liviana y pecaminosa, pero si condenamos el radicalismo de una gracia que nos libera tanto del esfuerzo para vivir santos, que caemos en una dicotomía simplista y destructiva que hace de la gracia de Dios una desgracia humana.

13- LA NECESIDAD DEL CRECER EN CRISTO

Nacer en la fe es entrar en un proceso de crecimiento espiritual. La palabra habla de niños y maestros en Cristo (Hebreos 5:11-14) de leche y vianda (1 Corintios 3:2, Hebreos 5:12), clasificando así los diferentes niveles de enseñanza y crecimiento. Cualquier nuevo convertido tiene que nacer y crecer de acuerdo al orden natural de la Palabra. Necesita aprender los rudimentos, sujetarse a un maestro,  de ésta forma aprender a vivir como cristianos, ya que Dios puso los ministerios para que edifiquen al cuerpo, y todo dentro de un proceso normal llamado crecimiento. En la iglesia no hay supermanes, al menos en el área de la formación de vidas, ésto lo podemos ver en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Pablo se convirtió por la intervención directa de Jesús, y aunque era «Doctor en la ley» y miembro del sanedrín, ocupando un alto puesto en la sinagoga judía, tuvo que ser ayudado y formado por Ananías, el cual le ministró los dones y tomándole lo llevó a su casa, donde permaneció por un tiempo indefinido. Después, Pablo va a Jerusalén y no le aceptaban en la reunión de los discípulos porque andaba suelto, esto es, sin sujetarse a nadie. La Biblia dice que no le recibieron porque; «NO CREÍAN QUE FUESE DISCÍPULO«. Entonces  Bernabé lo tomó, y lo introdujo a la reunión, comenzando una relación entre ambos que duró muchos años (Hechos. 9:11-19, 26:27). Después de algún tiempo, Pablo vuelve a su tierra natal, a compartir con sus familiares y amigos su experiencia salvadora, mientras que Bernabé es enviado por la Iglesia de Jerusalén a ver lo que estaba ocurriendo en Antioquía, donde Dios se estaba manifestando poderosamente entre los gentiles. Una vez allí, Bernabé decide quedarse, ayudando a los hermanos en la enseñanza de la palabra, y decide ir a buscar a Pablo hasta su pueblo, en Tarso, para que compartiera con él, el ministerio en Antioquía. Estuvieron allí un año, después ocurrió que habiendo en la iglesia maestros y profetas, el Espíritu se manifestó, ordenando que separaran a Pablo y Bernabé para la obra del ministerio. Fíjense: «ELLOS NO SE FUERON POR CAPRICHO, NI PORQUE ESCUCHARON UNA VOZ DIRECTA, SINO QUE LA IGLESIA LOS ENVÍO POR ORDEN DEL ESPÍRITU SANTO, Y DESPUÉS DE IMPONERLES LAS MANOS« (Hechos. 11:19-26, 13:1-3).

EL PRINCIPIO DE LA SUJECIÓN

Toda la Biblia respalda esto, nadie puede salir si no es enviado, y para ser enviado tiene que estar sujeto, y haber crecido en la doctrina y en la comunión entre los hermanos. Nuestra realidad actual es diferente; se convierte un doctor, un cantante o una persona importante, que tiene un gran testimonio y talento para hablar y lo dejamos actuar como si fuera maduro. Muchos se lanzan enseguida a predicar, a dar campañas, o empiezan a cantar y dar conciertos  sin que nadie les enseñe que deben crecer antes de actuar. Cuando  alguien  tiene  un  «gran testimonio o talento», a los pocos días lo exhiben como una sensación, lo invitan de aquí para allá, lo empiezan a exaltar, malogrando su vida y con ello también la de la iglesia, mientras que el pobre, no puede aprender a crecer, porque los compromisos lo absorben. Empieza a grabar discos y descubre una gran forma de «vivir cantando». Muchos de éstos rechazan ser parte de una iglesia, porque afirman que ellos pueden crecer por sí mismos y que tienen la dirección del Espíritu. Andan de congregación en congregación[24], reciben participación en los cultos, empiezan a predicar y después, sin vivir muchas verdades bíblicas[25], son evangelistas que se auto-ordenan y se envían a sí mismos. Este tipo de predicadores nunca aprendieron de un maestro, como establece la Biblia, por lo que pueden ser confundidos por otros espíritus, sin que nadie les ayude a probarlos. Nacen así revelaciones que sin base doctrinal, los convierten en iluminados que con actuaciones sensacionales atraen a gentes, pastores y congregaciones completas tras de sí, algunos incluso introducen métodos sugestivos, o de la «nueva era»[26]. No acepto la posibilidad de una vida cristiana sin raíces en la comunión y sujeción entre los hermanos, por medio de un maestro, según a las normas apostólicas (Eclesiastés. 12:11, Hebreos. 13:17). No existe vida espiritual independiente, es absurdo, como no es posible que una mano viva fuera del cuerpo sin morir. Digan lo que digan, Dios no tiene nietos, creo que la palabra tiene la norma del Espíritu para crecer en Cristo y en el ministerio, evitando así no caer a la postre en falsas doctrinas.

CUANDO SE PIERDE LA AUTORIDAD

Una de las grandes desgracias de nuestros tiempos es que la iglesia ha perdido la autoridad, porque ésta necesita en su forma natural y para su exacto funcionamiento de los cinco ministerios, que desgraciadamente no existen en la vida de la iglesia. El espíritu de independencia y autonomía ha calado tan profundo que está impregnado de el diario vivir, haciéndonos olvidar que como «cuerpo»  nos necesitamos unos a otros. Este problema, más la tendencia del hombre a querer vivir a sus aires, hace que muchos anden sueltos y ejerzan una autoridad que nace más del capricho y soberbia, que de un orden y una delegación. La atrofia en la sujeción origina el anarquismo, creándose  la competencia. Son éstas las causas directas de muchos fenómenos espirituales que originan escándalos dentro de nuestro mundo evangélico, como dice Judas 12:«Son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;». Si queremos recuperar la autoridad, debemos formar las vidas de loso discípulos en una interdependencia que cree una verdadera comunión, de lo contrario creceremos huérfanos, insujetos y a expensas de vivir una vida cristiana solitaria y a expensas del enemigo.

-14- TOMAR EL NOMBRE  DEL ESPÍRITU EN VANO

La Biblia enseña que «tomar el nombre de Dios en vano es pecado»… y aunque muchos no toman su nombre, afirman y dicen cosas que según ellos el Espíritu de Dios «dijo», cuando en realidad no dijo nada. La persona del Espíritu Santo es parte de la Trinidad y la más susceptible de las tres, pues se contrista, apaga (o aparta), y su blasfemia no tiene perdón ni en este siglo, ni en el venidero (Mateo.12:31,Marco. 3:29, Efesios. 4:30, 1 Tesalonicenses. 5:19). Por lo que no debemos tomar el nombre de Dios, ni a ninguna de sus operaciones  de su Trinidad de forma vana. Cuando los profetas del Antiguo Testamento (época en que no se manifiesta comúnmente el Espíritu Santo),  eran tomados por Dios para transmitir un mensaje, usaban el término Así ha dicho el Señor», o «El Espíritu dice», etc. Rara vez ponían a Dios en primera persona, ya que de ello dependía la magnitud de la profecía. Cuando un profeta hablaba diciendo que «El Espíritu dijo», sino tenía exacto cumplimiento, el fin previsto por la ley era «la muerte» (Deuteronomio.13:1-11). En Hechos encontramos la historia de un matrimonio que murió por «engañar y mentir al Espíritu». Imagínese el peligro que es para una vida decir que «El Espíritu me dijo»… algo que no ha dicho (Hechos. 5). Creo firmemente que decir que Dios dice lo que no dijo, es una forma de tomar su nombre en vano, y además de ser una profanación, es pecado.

CUANDO SE DICE LO QUE NO DIJO

Hoy día se abusa de este término para fines personales y caprichosos. En Miami han habido tremendos escándalos cuando se han difundido profecías y mensajes del «Espíritu» que afirmaban que en tal fecha y día un maremoto destruiría la ciudad; por lo que miles de cristianos, escapando del inminente desastre difundido aún por radio y televisión, causando pánico y llegando la noticia por cable de la UPI a todo el mundo. Al llegar la fecha indicada, no ocurrió nada, todo quedó en un ridículo. En tal caso podemos afirmar que o «falló el Espíritu» o «que no fue el Espíritu» el que habló. No niego que Dios pueda revelarnos algo sobre acontecimientos futuros, pero a la hora de transmitirlo debemos hacerlo con sumo cuidado y sabiduría, dejando una posibilidad para que los ministerios juzguen el posible error humano. Cuando Dios habla, siempre se cumple lo que dice, según el patrón bíblico de las profecías (Deuteronomio.18:21-22), y es raro que se den detalles muy específicos, salvo en casos muy especiales. Muchos usan el término «EL ESPÍRITU ME ENVIÓ ALLÁ», «YO SALGO A LA OBRA PORQUE EL ESPÍRITU ME ENVÍA, Y NO LOS HOMBRES», etc., y con el tiempo descubrimos que estas personas fracasan, dejando en ridículo al «Espíritu» que los envió. Hablamos mucho en nombre del Espíritu, diciendo cosas que son caprichos o carnalidades para manipular a personas o circunstancias, ya que este término es un buen escudo para una falsa espiritualidad. Debemos cuidarnos al usar esta expresión, y no explotar la fe y los sentimientos de las personas. Si sentimos algo de parte de Dios digamos mejor: «Yo siento del Señor…» o «El Señor me ha inquietado…» etc. Cuidando no tomar al Espíritu en primera persona, y meterlo en cosas que sentimos pero que no son «revelaciones o mandatos especiales». Creo que el Espíritu habla a la iglesia por medio de sus dones. Estas manifestaciones no son individualistas, para el uso privado, sino para la edificación del cuerpo a través de la unidad de éste en un solo lugar (1 Corintios. 14:23-33), y con la presencia de los ministerios, para que puedan juzgar. Los cristianos primitivos eran movidos por el Espíritu, sin tener que alardear ni anunciarlo. Operaba de acuerdo al orden del cuerpo, nunca puede contradecir, y menos pasar por alto el orden previsto por Dios al establecer la iglesia. El Espíritu Santo cuando habla, no lo hace ocultamente o a «ciertos privilegiados», ni a hurtadillas, o enviando desconocidos. Él usa a cualquier hermano de la congregación para operar. Puede darse el caso de que un hermano de otro lugar sienta transmitirle a una iglesia de otra localidad un mensaje del Señor. Ese hermano debe seguir el orden bíblico, al llegar al sitio indicado por el Señor, se reunirá con los líderes de esa comunidad, y compartirá el mensaje, siendo éstos, como ministerios o ancianos del cuerpo, los que le den la luz verde para que lo comunique al pueblo, después de haber orado (1 Juan 4:1). Pero si lo que desea es enseñar algo que está respaldado por la Biblia, tan sólo necesitamos la iluminación del Espíritu para vivirlo antes de transmitirlo.

MANIPULACIÓN PROFÉTICA

Una vez conviví con un grupo que usaba el don de interpretación de lenguas y de profecía para establecer lazos conyugales entre los hermanos de la congregación; algunos se casaron por estas «supuestas revelaciones». Pasado el tiempo  muchas de esas parejas terminaron en fracaso. Durante mi ministerio me profetizaron en más de cuatro ocasiones quién sería mi esposa, ¿Qué hacer cuando se nos da una profecía de este tipo? Simplemente le dije a la persona -Hermana, dígale a Dios que me hable a mí, porque yo soy su hijo, y como se lo dijo a Ud. también me lo puede decir a mí-. Para no cometer errores de credulidad, debemos probar las profecías, pedir confirmación antes de actuar arrastrados por ellas. La Palabra dice: «Igualmente, los profetas hablen dos o tres, y los demás disciernan« (1 Corintios 14:29).En otra ocasión un hermano de New York decidió salir al campo misionero, porque le habían dado una profecía en la cual se le daba un llamamiento para ir a Guatemala, y decidió ir conmigo. Una vez allí comenzó a tener problemas, no quería comer lo que los indígenas nos daban, y deseaba vivir en las montañas del Quiche como si estuviera en  Estados Unidos. Duró 20 días, descubrió que no tenía la capacidad, ni el llamamiento para ser misionero.

He conocido vidas destruidas al dejarse arrastrar por «lo que el Espíritu dijo» y terminaron fracasando. Tengo un amigo que llegó  al ministerio, manipulado por la palabra que le dio un «apóstol» y por medio de la cual pretendían confirmarle un llamamiento para el pastorado. Esta no venía directamente de arriba, pero por obediencia aceptó y creyó lo expresado por el “apóstol”. Por muchos años fue manipulado por medio de revelaciones que venían de otros, hasta que fracasó; «tiró la toalla» y reconoció que eso no era para él. Existe gente dañada por el mal uso que se le ha dado a la profecía y al término «EL ESPÍRITU DIJO». Esto, en manos de personas sin escrúpulos, se convierte en un arma de manipulación terrible para obtener un fin carnal o egoísta. Actualmente hay mucha confusión en este asunto; esto nos puede llevar a ser incrédulos cuando en realidad el Espíritu hable de verdad. Debemos transmitir lo que sentimos o entendemos, dejando siempre una posibilidad a la equivocación, y someter eso a la confirmación por parte de los demás ministerios y miembros del cuerpo.

CUANDO SE DOGMATIZAN LAS PROFECÍAS

 Escuchaba un disco de cierto evangelista sobre un tema de profecía. Al principio se expresaba bíblicamente, sin embargo después afirmó que «El Espíritu le había confirmado quién era el anticristo…», según esa revelación era el comunismo. Días después escuché una cinta de otro evangelista sobre el mismo tema, él afirmaba que el anticristo era un líder del mercado común y el Espíritu se lo había confirmado. Años atrás escuché a otro hablar sobre el mismo tema, afirmó que el anticristo era Henry Kinssinger. ¡Qué problema! Los tres ponían al Espíritu como revelador de tres realidades contradictorias, por lo tanto, dos de ellos tienen que estar mal y uno bien, o todos están mal y usan el término «Espíritu» para darle peso a sus afirmaciones y ser aceptados. En asunto de profecía no se puede dogmatizar la interpretación de las mismas, por lo que debemos tener mucho cuidado. Yo puedo sentir en mi espíritu algo que no es necesariamente correcto. Tomar las profecías de forma extremista, y sacar suposiciones humanas de algo vago es peligroso. Eso fue lo que pasó con el origen de los Testigos de Jehová y otras sectas más; pues al fallar, para evitar la vergüenza, dieron lugar a caprichos y excusas diabólicas. Muchas falsas profecías han dado origen a falsas doctrinas,  menoscabando la credibilidad del evangelio. Se abusa tanto del tema, que llegará el momento en que ocurre lo que dice 2ª Pedro 3:3-4: «Primeramente, sabed que en los últimos días vendrán burladores con sus burlas, quienes procederán según sus bajas pasiones, y dirán: -¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde el día en que nuestros padres durmieron todas las cosas siguen igual, así como desde el principio de la creación.-«.Podemos afirmar aquello que esté claramente revelado por el Espíritu en las escrituras, ejemplo; el asunto de los diez reinos, de dónde vendrá el anticristo, etc. pero, ¿quién será éste? ¡Hasta ahí podíamos llegar!. Los profetas hablaron cosas que el pueblo nunca entendió hasta que las mismas se cumplieron. Una vez los apóstoles le preguntaron a Jesús “¿Cuándo sería su Venida y cuándo ocurrirían las cosas de las cuales habló?  (Mateo 24:3) y aunque él lo sabía, no quiso contestar, sino que hizo alusión a las señales, sin especificar más detalles, así que tengamos cuidado con el sensacionalismo profético, y tomar el nombre del Espíritu en vano. No especulemos, ni usemos las profecías con fines predeterminados para manipular a las personas. Tengamos cuidado en este aspecto, pues hay mucha confusión y frustración como consecuencia de este abuso profético.  Debemos estar dispuestos a recibir palabras proféticas, pero también debemos «probar los espíritus, pues no todos los espíritus vienen de Dios».

 

 

-15-  LA BATALLA ESPIRITUAL

En la medida que avanzan los tiempos, y nos acercamos a la inminente venida de Nuestro Señor Jesucristo, las operaciones diabólicas se convierten en más agresivas, como dice la Palabra: «Por esto, alegraos, oh cielos, y los que habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros y tiene grande ira, sabiendo que le queda poco tiempo.» (Apocalipsis 12:12). Hay fuerzas malignas esperando «ese gran día« para desencadenar, sobre los habitantes del planeta, todo el furor de aquel que sabe que sus días están contados. Es por esta razón, que en estos tiempos se proliferan los temas sobre la demonología, a la vez que existe a nivel mundial un aumento alarmante de cultos, programas, revistas, objetos y fenómenos esotéricos. ¿Por qué todo lo satánico se ha puesto de moda, aun dentro de las iglesias evangélicas? Es un tema de actualidad, lo lógico es que hablemos más de él, pues al ser un «boom», todo lo que al respecto se publique, tendrá un gran éxito de venta y actualmente todos estos temas son los más vendidos. El problema no está en que se enfoque y enseñe sobre la realidad demoníaca en los últimos tiempos, sino que muchos de esos enfoques carecen de contenido bíblico, y caen en extremos, que a veces rondan el ocultismo, y tienden más a confundir, espantar ó distorcionar la verdad, que a capacitar al cristiano en su lucha contra las fuerzas del mal.

LOS BEST-SELLERS EN LIBROS

Los últimos best-sellers de la literatura evangélica son los temas sobre «La batalla o guerra espiritual»[27]. Este es un principio conocido, y proclamado por la iglesia a través de los tiempos, principalmente en aquellos lugares en que ha tenido que sufrir las persecuciones y opresiones de regímenes opuestos a la fe cristiana. El apóstol Pablo establece la realidad de dicha batalla, constante y palpable en la vida de los discípulos: «Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo; porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares celestiales. Por esta causa, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes» (Efesios  6:11-13).           La lucha del cristiano contra  los ataques del maligno, (1 Pedro 5:8) contradice la falsa teología de la «prosperidad y bienestar», pues «hay días malos«, incluso para los creyentes que son atacados,y muchas veces oprimidos[28],por estas fuerzas satánicas que operan en nuestro entorno, y que cuanto más nos acerquemos a los últimos días, o más deseemos conquistar territorio para el reino de Dios, más influencias demoníacas habrá en nuestro alrededor, pues la misión de los agentes del mal es confundir, oprimir y luchar para que este evangelio puro no se predique: «Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios.» (1 Timoteo 4:1). Aquí se encuentra la estrategia satánica para los últimos tiempos.

PREPARÁNDONOS PARA LA BATALLA ESPIRITUAL

Es necesario preparar a la iglesia para la realidad de la «batalla espiritual», pero también debemos advertir el peligro en el cual podemos caer, principalmente si damos lugar a una psicosis demoníaca, llegando a ver demonios en todo, incluso en aquellas cosas que obedecen a acciones o problemas naturales del diario vivir. También podemos caer en el error de especular con términos, e ideas esotéricas, que no tienen respaldo escritural como por ejemplo:

  1º- Afirmar que los demonios tienen «nombres»;  uno es el demonio lujuria, otro se llama  vanidad, concupiscencia, risa, fornicación etc… Los nombres del pecado, los vicios, o las malas acciones no son necesariamente producto de un determinado demonio, aunque detrás de todo esto está Satanás operando. Las cualidades o acciones, buenas o malas, no son agente demoníaco o espirituales, sino de la naturaleza pecaminosa y viciada. ¿En qué base bíblica podemos apoyar tal afirmación?. Se puede hacer lo malo por influencia diabólica, o por nuestra naturaleza viciada, ó, porque así lo aprendimos en el estilo de vida de nuestro entorno. Aunque las malas acciones no sean originadas por una determinada posesión demoníaca. Sabemos que detrás de todo lo malo está Satanás. También están los «contadores de demonios», y aunque es cierto que estos operan en grupos, y se mencionan en la Biblia legiones, y en un pasaje se habla de siete, no hay suficiente base doctrinal para establecer por ello un parámetro de «contar demonios», como ciertos hermanos que a la hora de liberar endemoniados, llevaba una pequeña calculadora para saber los demonios que iban saliendo del cuerpo. En la corriente de la “guerra espiritual” se enseña que los endemoniados no son sólo personas, sino estructuras, gobiernos e industrias e incluso Peter Wagner afirma que “Las estructuras sociales no son endemoniadas en sí mismas, pero pueden serlo y a menudo se convierten en tales por obras de personalidades demoníacas altamente perniciosas[29].

  2º- Vivir cazando y localizando demonios. Desde que se puso de moda la película de «Los cazafantasmas,» se están proliferando temas referentes a que los espíritus de los muertos se comunican con las personas, y fuerzas diabólicas operan fenómenos paranormales, como el movimientos de objetos, visiones etc.. Para lo cual se buscan «especialistas» que los localicen y espanten de los lugares en que están causando disturbios. Para ello se debe elaborar una cartografía de la región, e identificar los “espíritus territoriales”. Esta idea, y toda una serie de terminologías establece el fundamento de “la guerra espiritual”. De ello afirma Steven Lawson; “que derribar espíritus territoriales identificados con áreas geográficas especificas es un concepto bastante nuevo”. Estas teorías se han introducido dentro de la iglesia, y muchos cristianos se dedican a buscar «espíritus» de demonios por todos lados, y una vez localizados, comienzan a echarlos  mediante una formula aparentemente «evangélica» de conjuros. No podemos negar que los demonios operan en huestes, que hay un orden jerárquico dentro de su reino, y que existen potestades y gobernadores, que de una forma u otra trabajan en ciudades y pueblos, para oprimirlos. También debemos reconocer que a mayor pecado y depravación, más demonios y opresión existen en ese marco. En la medida que las vidas se liberan, y el ambiente se santifica, las huestes satánicas se desplazarán a otros lugares, no sin antes tratar de atacarnos y encerrarnos en fortalezas (ataduras y temores), pero: «las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.» (2 Corintios 10:4). Hay zonas en ciudades, y países, en donde los agentes de Satanás tienen más señorío. Esto es debido al pecado. Existe el peligro de que nos preocupemos tanto en ir a esos lugares a «espantar demonios», con oraciones y reprensiones, que olvidemos el predicar a Cristo para que por medio de la conversión, el poder del maligno mengüe en ese lugar. Si los demonios están operando en sectores específicos de una ciudad, y lo creo, y tan solo vamos a reprenderlos, sin haber establecido allí un campo de combate y refugio (una iglesia), lo que estamos haciendo es revolviendo el avispero, para después irnos. ¿En qué texto nos podemos basar para realizar estas acciones, si no estamos dispuesto a establecer en ese lugar una avanzadilla de la iglesia?. Tengo el ejemplo del Pastor José Satirio[30]. Cuando llego a la ciudad de Cúcuta, Colombia, subió a un monte, y oro reclamando la ciudad para Cristo, y tomando el señorío sobre todas las huestes satánicas que reinaban en ese lugar. Días después, se enfrentó a una ardua lucha contra las fuerzas de Satanás, que trataron por todos los medios de evitar su labor evangelizadora, pero al final, el poder de la Palabra prevaleció, y actualmente tiene una iglesia que ronda las 5000 personas, una emisora de radio, y un instituto evangélico. Él pidió y tomó la ciudad, peleó la batalla, y obtuvo la victoria. Cuando vayamos a reprender  demonios, sea de una región, o una persona, asumamos la responsabilidad que esto envuelve, y cuidado en convertirnos en un «caza demonio» tan solo para establecer un estilo más de show en la vida de la Iglesia.

  3º Hablar más del enemigo, que del amigo y jefe. La exaltación continua de la obra satánica, y el achacarle a los poderes de las tinieblas todo lo que nos pueda ocurrir, encierra otro peligro. Esto crea una psicosis demoníaca que amedrenta o sugestiona a las personas que son aprensivas o débiles a estos temas, y están en nuestras iglesias, donde les predicamos más de espantos, que de confianza. Se necesita luchar contra los demonios, sin causar tanto escándalo. Tomemos el modelo de Jesús, se enfrentó a ellos, sin hacer alarde[31] o espectáculo, y apenas se refirió a éstos, salvo en algunas pocas ocasiones, y fue más que nada para describir su forma de operar, (Mateo 4:15, Lucas 10:18, 11:18, 13:16, 23:3, 22:31) pero no para hacerle presente en todo, y reprenderle en «el diario quehacer». Se ha llegado al extremo de achacarle a Satanás cosas que ocurren, y que son el producto de las circunstancias o el trato de Dios para formar nuestro carácter, ejemplos: El pinchazo en una llanta, una adversidad laboral, la pérdida de un objeto, un accidente por imprudencia, algunas enfermedades por descuido etc. Lo triste es que, en el mundo de las tinieblas, las sectas esotéricas acuden a conjuros o «mantras» para liberar de esas fuerzas «negativas» a sus incautos adeptos. Dentro de algunas corrientes cristianas, estas ideas se han introducido, incluso acuden al uso de objetos fetichistas para «espantar la mala suerte, o los espíritus que nos molestan», usándose agua bendita, una Biblia abierta con una vela, un determinado objeto, rito o ceremonia, y repetición continua de una determinada frase, que se convierte en una letanía o «mantra» etc. Para no caer en estos errores, proclamemos a Jesús y a éste crucificado, dejando que su presencia, y el poder de la alabanza, espante por sí sólo todas las fuerzas del mal que nos asedian, y usemos el tiempo para capacitar al pueblo de Dios, a fin de que pueda estar firme, preparado y armado con la Verdad de la Palabra, para así desmantelar la mentira del Diablo, y hacer frente a los días malos.

DIFERENCIANDO LOS DEMONIOS DE LOS ÁNGELES CAÍDOS

También he observado algunas malas interpretaciones sobre la realidad de las fuerzas del mal. Hay confusión entre la forma en que operan los ángeles caídos y los demonios, colocando a ambos en una misma esfera de trabajo. Los ángeles tienen poderes de personificación, se vuelven luz para engañar a muchos. Son los que hacen creer que los muertos vuelven, que hay apariciones de «santos y vírgenes», y mantienen engañados a muchos. También desempeñan funciones superiores dentro del orden de mando en el reino satánico (2 Corintios 11:14). Los demonios por el contrario, se posesionan de las personas, son seres degradantes, y sólo encuentran reposo cuando andan en el agua, o poseen un cuerpo. (Lucas 11:24-26)Debemos estudiar bien el tema de la «Demonología», pues la ignorancia de este enfoque nos puede llevar a falsas ideas, o caer en conceptos de la «nueva era», y en una liturgia o creencia de influencia «esotérica».         Y para concluir, tengamos cuidado que lo que leemos, tenemos o buscamos dentro de este mundo de la demonología. Estamos al borde de un sincretismo teológico dentro de esta dimensión doctrinal, que puede afectar seriamente a muchas vidas e iglesias en el futuro. Mi consejo es que frente a todo tema sobre este asunto, lo mejor es ANDAR CON CAUTELA Y SABIAMENTE, PARA SABER CUAL SEA LA PERFECTA VOLUNTAD DE DIOS, dejando que el Espíritu Santo opere con el don de discernimiento, para probar todos los espíritus, tanto humanos como ocultos.

-16-  LA RISA DEL ESPÍRITU

Se ha puesto de moda junto al hecho del llamado  “Avivamiento de Toronto”, el fenómeno de la risa como expresión del Espíritu. Este se ha generalizado de tal modo, que hay iglesias que en cada culto tienen momentos en donde «la risa» dominan todo el ambiente. Quizás frente a este hecho algunos se pregunten: ¿Es este un parámetro lógico dentro de las experiencias espirituales o un fenómeno de los últimos tiempos? Creo que todos estos fenómenos expresivos en la iglesia  merecen un análisis práctico y bíblico, para ver hasta qué punto puede o no se parte de un mover de Dios, y no ser muy radical, o injustos, a la hora de juzgar estos hechos.

RISA, GOZO Y ALEGRÍA

Lo primero que debemos  hacer es definir estos tres conceptos: «RISA, GOZO Y ALEGRÍA» desde una perspectiva idiomática (el significado de la palabra), para partiendo de ahí, poder acudir a la Palabra y a la realidad nuestra que hoy se vive. ¿Qué es la risa, el gozo y la alegría? Según el diccionario es:

«RISA: Un fenómeno esencialmente humano que suele expresar bienestar y alegría y que consiste en una contracción de los músculos faciales acompañada de una espiración convulsiva, brusca y más o menos prolongada»

«GOZO: Sentimiento de alegría y placer»

«ALEGRÍA: Reacción emocional caracterizada por un tono vivencial agradable y relacionada con sucesos vividos en un presente inmediato»[32].Una vez analizados estos conceptos, debemos notar que la alegría es algo emocional, relacionado con un suceso inmediato, mientras que el gozo no se relaciona con emociones y experiencias, que aunque en sí puede envolver alegría, no siempre lo es. No es lo mismo estar siempre gozoso que estar siempre alegre, porque la alegría esta vinculada a las experiencias externas, y el gozo a la paz y bienestar interior. En la Biblia el sentido; «gozoso» aparece como adverbio 23 veces en el Nuevo Testamento y más de 150 veces en el Nuevo. Su raíz hebrea y griega[33] indica un estado anímico de estar feliz, regocijarse, estar de buen ánimo, y envuelve más una forma de ser, que de actuar, pues no siempre tiene que estar asociado con la risa, aunque sí con un buen ánimo, jovial, alegre y feliz. Mientras que la alegría es pasajera, y está sujeta a las circunstancias, el gozo es permanente, y no es producto de lo que externamente me ocurre, pues es un fruto del Espíritu: «porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.» (Romanos 14:17).«Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,» fe,» (Gálatas 5:22).Fue impartido por el Señor ( Juan 15:11,  16:24,  17:13) e incluso se puede manifestar en nuestras tribulaciones (  2 Corintios 7:4), por lo tanto, no lo podemos vincular, de forma total, a una expresión de risa. La risa a su vez es una expresión emotiva, y aunque es saludable para los músculos de la cara y el estado anímico, no siempre obedece a un móvil correcto, pues por medio de chistes y payasearía nos podemos reír también. Sin embargo, no podemos negar que el gozo del Señor puede producir, en algunos temperamentos, una expresión de risa, pero también de lágrimas. Se puede llorar de alegría y por sentir una felicidad extrema que se experimenta en el gozo del Señor, al ser lleno del Espíritu Santo.  Recuerdo que una vez el Espíritu Santo se derramó en una fogata en las Brigadas de Amor que pastoreaba en Honduras (1974). Entre los jóvenes estaba Rafael, el cual  comenzó a reírse de una forma incontrolada. De ahí en adelante, en los cultos, Rafael se reía al sentir la presencia del Señor. Una vez vino un predicador de Guatemala, y al ver que el hermano se reía en la euforia de la adoración, se le acerco, y poniéndole la mano, le dijo; «espíritu de risa, sal fuera«, y Rafael se sintió confundido y frustrado. A la verdad este hermano vivía cazando espíritu, y la moda de la risa todavía no había aparecido, por lo que cualquier risa en el culto podía ser un «espíritu maligno». La risa es lícita, siempre y cuando sea sana y proceda  un estado de euforia espiritual que nació del gozo del Señor. Lo peor al prohibir la risa es el inhibir al ser humano de sus emociones. Es bueno aclarar que las lágrimas forman parte de nuestras expresiones espirituales y sentimentales, y ambas cosas son intrínsecas en el ser humano, pero ¿hasta dónde debemos permitir que estas experiencias se hagan costumbres? El peligro está en radicalizar y dogmatizar una u otra cosa, cayendo en una rutina y un melodrama artístico o espectacular, para llamar la atención.

QUE DICE LA BIBLIA SOBRE LA RISA

En la Biblia no hay textos que apoyen una doctrina «de  risa continua» como expresión del Espíritu, ni como estereotipo de conducta o culto, aunque hay promesas de ella para algunas personas, pero esto no tiene necesariamente que ocurrir en los cultos y a todas las personas. Tenemos el caso de Bildad, un amigo del sufrido Job, el cual le dice a éste que en su sufrimiento Dios restaurara la risa:«Aún llenará tu boca de risa, y tus labios con grito de júbilo».(Job 8:21). Y el salmista anuncia la manifestación de la misericordia de Dios al afirmar en Salmo 126:2:«Entonces nuestra boca se llenó de risa; y nuestra lengua, de cantos de alegría. Entonces decían entre las naciones: «Grandes cosas ha hecho Jehovah con éstos.»  ¿Qué expresa este salmo? La promesa de lo que podíamos llamar el gozo de la salvación. Un estado final cuando el Señor manifestare su salvación a través de Jesús. Existen otras citas que hablan de la alegría, pero no siempre la alegría tiene que envolver risa, pues el que estés alegre, no significa  que tienes que estar riéndote todo el tiempo. Son pocos los textos que pueden apoyar una actitud doctrinal de risa de forma continua en los cultos. Lógicamente hablando tenemos poco apoyo a este hecho.

LA RISA SE PUEDE VOLVER DOLOR

También la Biblia menciona la risa como una expresión negativa, y como  consecuencia a un dolor posterior: «Afligíos, lamentad y llorad. Vuestra risa se convierta en llanto, y vuestro gozo en tristeza.» (Santiago 4:9).»Aun en la risa tendrá dolor el corazón, y el final de la alegría es tristeza.» (Proverbios 14:13). De manera que como cristianos debemos aceptar estas dos realidades, risa y lágrimas, alegría y tristeza, placer y angustia, pero sobre todo esto el gozo del Señor debe permanecer. No podemos radicalizar la risa como norma de conducta, ni como un todo en la vida. Hay veces que debemos sentir sensaciones de tristeza, pues aun el mismo Jesús[34] se entristeció y angustió. Además él le dijo a sus discípulos que cuando fuese quitado de en medio, experimentarían tristeza (Juan 16:6). Al igual, el apóstol Pablo afirmo: «de que tengo una gran tristeza y continuo dolor en el corazón;» (Romanos 9:2). También nos enojamos, y a veces en el enojo se pierde la risa, e incluso la alegría, pero esto nos enseña a enfrentar errores y a buscar más a Dios: «Mejor es el pesar que la risa, porque con la tristeza del rostro se enmienda el corazón.» (Eclesiastés 7:3).¿Y  acaso el arrepentimiento no obra por medio de la tristeza, de tal manera que al sentirnos tristes, reconocemos que estamos mal?. Si es buena la risa, más buena aun es la tristeza, pues por medio de ella experimentamos el trato del Espíritu Santo en nuestros errores. Es por ello que Pablo expone en 2 Corintios 7:9-10:“Ahora me gozo, no porque hayáis sido constritado para arrepentimiento; porque habéis sido constritado según Dios, para que ningún daño sufrierais de nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios genera arrepentimiento para salvación, de que no hay de que arrepentirse;  pero la tristeza del mundo degenera en muerte.». Hay dos tristezas; la que viene de Dios, para arrepentimiento, y la que viene del mundo como remordimiento. De igual forma hay dos estados de alegría; la que viene de Dios, como expresión de gozo, y la que viene del mundo, como símbolo del placer, poder y ambición.

¿HASTA DONDE LA RISA?

Quizás la pregunta clave sea, ¿hasta dónde podemos dejar que la risa se adueñe de un culto? La respuesta es lógica; hasta donde sea parte de un mover de Dios, y no una manipulación humana. ¿Es lógico que todos rían en una iglesia? Creo que no todos son iguales. En la multitud de personas hay diversidad de temperamentos, carácter y necesidades. Unos podrán reír, otros llorar, otros quedar en silencio,  sea lo que sea, el Señor opera de forma multifacética. Acaso no dice la Palabra:¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore! ¿Está alguno alegre? ¡Que cante salmos!  (Santiago 5:13).

Podemos estar alegres o afligidos, podemos reír o llorar,  sea lo que sea, y como sea, el Señor es el Señor. No debemos prohibir que los hermanos se rían, pero tampoco debemos promover la risa como modalidad de conducta. Las experiencias no siempre tienen que ser repetitivas, y no podemos desvincular las reacciones humanas, frente a las experiencias espirituales, sin tomar en cuenta el temperamento emocional del individuo. No todos tienen que reír, ni que llorar, pero todos deben vivir una vida plena del Espíritu Santo. No hagamos de la risa un molde, ni impidamos al hermano que se siente feliz al reírse. Cada cosa tiene su lugar, busquemos la moderación, el equilibrio y la sabiduría para que no hagamos de las experiencias, dogmas y énfasis ridiculizados.

-17-   EL PELIGRO DE LA IDOLATRÍA

En su principio, la iglesia pentecostal estuvo cerrada a la introducción de toda clase de láminas u objetos que tuvieran que ver con símbolos o imágenes religiosas. Este fue un extremo, del cual se fue saliendo lentamente, y poco a poco, se empezaron a usar láminas como ayuda visual para clases bíblicas. La segunda fase de este proceso evolutivo hacia la introducción de objetos con imágenes religiosas fue con el propósito de adornar las paredes de las casas y templos, usándose simples cuadros con paisajes y escenas bíblicas, acompañada de un texto. Después aparecieron textos en yeso y madera, tendiéndose a la bibliolatría[35], que es identificar a los cristianos en su expresión de fe por medio de textos colgados en paredes, o impresos en ropa. Recuerdo que visité una casa en donde había una placa en la pared con un mensaje que decía; «JESUCRISTO ES EL HUÉSPED INVISIBLE DE ESTE HOGAR», pero en el mismo había tanta contienda que comprendí que Jesús era tan invisible, que nunca le veían en la familia, y como huésped, se había ido en los momentos de la contienda. A la verdad Jesús no quiere ser un huésped, y menos invisible, sino el  Señor y Dueño de la familia.

EVOLUCIÓN DE LA IDOLATRÍA EN LA IGLESIA

Poco a poco estos textos incluyeron figuras, hasta  tener más imágenes que letras. Últimamente se ha desatado una ola de adornos religiosos que asusta. Se fabrican manos orando, cruces, lámparas, palomas que simbolizan el Espíritu, etcétera. No sólo están en las paredes, como adornos, sino en el pecho, cadenas, pulseras, relojes y anillos de los cristianos. Ya hay estampitas con imágenes de Cristo, para marcar Biblias, y otras cosas que tienden a llevarnos de vuelta a la idolatría, y lo externo. Esta tendencia está tomando fuerza, y muchos evangelistas han iniciado una técnica de ofertas radiales a cambio de ofrendas, para ello convierten ciertos objetos en «punto de contacto» y fuente de bendiciones. Escuchen algunas de esas ofertas:-«Si me escribe con su ofrenda, le enviaré una cruz ungida que le ayudará en todos sus problemas».-«Envíe hoy mismo su ofrenda junto a su petición, y le enviaremos una oración impresa con la foto del evangelista».-«Junto a su donativo, exprese cuál es su necesidad, ya sea trabajo, dinero, salud, etc., y le enviaremos como recuerdo un frasquito conteniendo agua del río Jordán, en donde fue bautizado Jesús (creo que el que ofrece esto se debe haber traído un avión conteniendo sólo agua del río Jordán, dejándolo seco)».

-«Amigo radioyente; escriba hoy mismo y ayude ésta obra de fe, le enviaremos a vuelta de correo una postal conteniendo un grano de mostaza,  y recibirá con ella mucha fe para prosperar».

-«¿Está enfermo? El evangelista le enviará un paño ungido, sólo tiene que enviar una ofrenda para apoyar este ministerio». -”No viva en opresión, pare de sufrir, envíe su ofrenda y le haremos llegar a vuelta de correo el aceite ungido traído de Jerusalén, etcétera»[36].

«LOS PUNTOS DE CONTACTOS»

¿De dónde procede esta nueva tendencia que es un fetichismo mercantil? Todo nació como un medio natural de trasmitir «a control remoto» la bendición de Dios por los medio de comunicación. En esto no había nada malo, y es que las desvirtuaciones son acciones espontáneas que se vuelven dogmas o formas de conducta. ¿Qué tiene de malo enviar un paño ungido a un enfermo, o una foto del evangelista? Nada, siempre y cuando sea una expresión natural. El hecho de que Jesús mezclara saliva con lodo para aplicarlo a un ciego, y sanarle, no fue una regla de conducta generalizada, como tampoco lo fue el que Pablo la recetara vino a Timoteo para su estómago, o que los enfermos sanados llevaran los paños de su ropa a otros enfermos para que recibieran sanidad, pues no fueron los apóstoles los que promovieron tales prácticas[37]. Hoy día la dinámica en este aspecto se ha apartado mucho de la espontaneidad, para convertirse en una manipulación mercantil. Oral Roberts estableció el «plantar una semilla de fe», para identificarla con el dinero que sus seguidores deberían poner en sus manos, y por medio del cual obtendrían bendición[38]. De esta forma fabrican doctrinas, como la de la prosperidad, explotando términos, versículos y metáforas. Después aparece la referencia al «punto de contacto» para recibir fe, prosperidad y salud. Se inicia el proceso de un mercantilismo que incluye el uso del correo. Robert Tilton les pide a sus seguidores que le envíen «un retazo de tela verde junto a su ofrenda», para orar por ellos, y trasmitirles por medio de la tela verde, bendición y prosperidad[39]. Otros ofrecen fotos para que al hacer contacto con la misma reciban “unción”. Hubo un evangelista hispano en la década del 60 que publicó la foto de su mano en una revista, y le pedía a los que la recibieran, que pusieran la mano de los enfermos sobre la de la foto, para que recibieran salud. Algunos evangelistas e iglesias le piden foto a las personas para orar por ellos, y así ministrarles a través de la foto[40]. Vemos como la revelación del predicador Avanzini produjo el principio de «la centuplicación» de la ofrenda, por lo que se despertó la ambición de tener, a través de la fórmula de dar[41]. ¿Bajo qué bases bíblicas podemos adoptar tales normas de conducta que se hacen doctrina? Lo peor es que detrás de todo esto está el “espíritu de Juan Tetzel”; que es el mercantilismo y la explotación de la fe.

VOLVIENDO A LA EDAD MEDIA

Todas estas ofertas me hacen pensar en la iglesia durante la edad media, cuando el catolicismo romano ofrecía, a cambio de donativos, «pedazos de la cruz en que murió Jesús», y… ¿sabe algo?; se han hechos estudios de todos los pedazos de cruces que hay en el mundo, y se ha demostrado que existen tantos fragmentos que podrían  hacerse cinco cruces, y todavía nos sobra material. Debemos de hacer memoria del monje Juan Tetzel (1517), el cual recibió la encomienda del Papa León X de vender indulgencias para construir la Basílica de San Pedro. Estas indulgencias eran un documento por medio del cual se otorgaba una bula[42] papal, perdonándole a la gente los pecados pasados, presentes o futuros, y se anunciaba que: «Tan pronto la moneda en el cofre entre, el alma sale del purgatorio sin pena». Actualmente la Iglesia Católica ha definido lo que es idolatría, al publicar su nuevo catecismo, afirmando que: «El primer mandamiento condena el politeísmo. Exige al hombre no creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que el único Dios. Las Escrituras recuerdan constantemente este rechazo a los «ídolos de oro y plata, obra de las manos de los hombres que «tienen boca y no hablan. ojo y no ven» Estos ídolos hacen vano al que les da culto: «como ellos serán los que lo hacen, cuanto en ellos ponen su confianza» (Salmo 115, 4-5.8) Dios, por el contrario, es el «Dios vivo» (Josué 3:10; Salmo 42,3 etc.) que da vida e interviene en la historia»[43] .Sin embargo en la práctica, la Iglesia Católica, tan bien definida en ese catecismo, apoya y alienta lo que ellos llaman «veneración de imágenes», pero aun así, nos quedamos cortos, al ver el camino que están tomando algunos movimientos evangélicos, que con el uso de objetos como portadores de bendición, está iniciando una tendencia idolátrica supersticiosa. Es curioso notar la definición que en dicho catecismo hace la Iglesia católica del término «SUPERSTICIÓN”:

La superstición es la desvirtuación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también el culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se le atribuye una importancia, de algún modo, mágica, a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición»[44].Lo que empezó como adorno, se ha convertido en un negocio dentro del pueblo cristiano. Poco a poco se ha llegado a extremos idolátricos, haciéndose de ello un medio lucrativo que sirve para enriquecer a unos cuantos listos, y se hace imposible no pensar en la similitud de estas ofertas, con las que encontramos en periódicos y revistas esotéricas precedente de magos, brujos y similares.

CUANDO LO SACRO SE VUELVE NEGOCIO

El origen del mercantilismo religioso nace de forma ingenua, a través de actividades con las cuales deseamos ayudar económicamente a la obra de Dios, pero lentamente  se va desvirtuando, y algunos lo convierten en negocios personales. Aparecen por ejemplo los discos y cassettes con música cristiana, lo cual vino a llenar una necesidad  espiritual dentro del pueblo de Dios, pero actualmente esto se ha incrementado, no como un medio de edificación espiritual, y de apoyo a la obra misionera, sino como un negocio del cual muchos se aprovechan, para vivir a «costa del evangelio», explotando, para fines personales y lucrativos, a muchos hermanos con talentos, o usando el talento sin el principio de un llamamiento. Algunos han ido más allá, han tenido la osadía de promover sus discos, cintas y videos como un medio para trasmitir «sanidad y unción». No soy extremista, pues en Honduras y España hemos hecho discos, cintas y videos que ha sido de bendición a muchas vidas, no porque lleve la bendición en el material o  la oferta, o porque haya sido ungido con aceite, sino porque transmitimos la Palabra del Señor con sencillez de corazón. Las ganancias obtenidas son para beneficiar la obra misionera. El peligro está en su explotación, y exaltación como un medio mercantil, que opaque la visión del evangelismo personal y la obra misionera, junto a la pérdida de la integridad ministerial.

¿COMO SE TRANSMITE LA UNCIÓN?

Sobre la unción, hay mucho que decir. Hemos caído en un extremo peligroso, al incrementarse más como un medio de explotación, que de servicio al cuerpo. Es cierto que una vez, mientras Pablo ministraba a la gente, traían a él «mantos y delantales» que después eran llevados a los enfermos, y éstos sanaban: «De tal manera que hasta llevaban pañuelos o delantales que habían tocado su cuerpo para ponerlos sobre los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían de ellos.» (Hechos 19:12). Según parece, los que estaban en el lugar del mensaje eran sanados, y llevaban «en sus ropas» el poder de Dios, que seguía obrando aún fuera del culto. Fíjense el término «que había tocado su cuerpo«, haciendo alusión a un poder que emanaba de las personas. Suponiendo que fuese cierto que Pablo envió paños a los enfermos, cosa que no dice, ya que fueron los enfermos sanados que enviaron paños y delantales de sus cuerpos, ¿De dónde sacamos bases para decir que éstos paños eran ungidos?. Sea que los paños los enviara Pablo o no, que fueran ungidos o no, aquí no hay base bíblica para que hagamos de ello una fórmula doctrinal, el hecho no se repitió.  Si nos aferramos a hechos aislados para hacerlos doctrina, también puede darse el caso de que alguno tome otro hecho contrario a éste, ejemplo; Pablo le escribe a Timoteo y, en vez de enviarle un paño ungido para su sanidad, le receta: «Que tomara en vez de agua, vino para su estómago por sus enfermedades (1 Timoteo. 5:23), Y quizá podamos usar esto para ofrecer vino a los hermanos enfermos, afirmando que está ungido, como el que tomó Timoteo.  Esto nos lleva a errores e idolatría, y crea dependencia de actitudes fetichistas, cuando lo legal y bíblico es ir a los ancianos para que oren por el enfermo; «¿Está afligido alguno entre vosotros? ¡Que ore! ¿Está alguno alegre? ¡Que cante salmos! ¿Está enfermo alguno de vosotros? Que llame a los ancianos de la iglesia y que oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor» (Santiago. 5:13-14). Si respaldáramos estos hechos, apoyaríamos la doctrina del «agua bendita», para bendecir las casas y las cosas de los malos espíritus. Lo único diferente a la iglesia católica es que ellos usan agua, que es más barata, y nosotros usamos aceite, paños y cosas más caras. Pronto escucharemos anuncios de este tipo: -«Llévese esta imagen del evangelista, ungida, y recibirá bendición y protección de los pillos». -«Compre y coloque ésta cruz, y recibirá las peticiones de su corazón», etcétera. Por ese camino vamos, aunque parezca un cuento; y todo esto ocurre dentro del pueblo evangélico, en donde se está explotando la fe, la sanidad y los dones del Espíritu.

EGOLATRÍA RELIGIOSA

Por otro lado está la exaltación del hombre como “SIERVO DE DIOS”, alrededor del cual se forman cultos, leyendas y alabanzas, robándole la gloria al Señor. Se le piden autógrafos, se vende su foto, se le recibe con pompas y platillos. Tienen representantes que hacen los arreglos de sus campañas, y sus nombres son tan grandes en la propaganda, que apenas se ve el de Jesús. Sus  hazañas milagrosas cubren la revista, en la cual se hace alarde de su gran poder, con títulos que le proclaman «el gran siervo ungido de Dios». En sus informes aparecen como convertidos hasta los hermanos que pasan al frente para pedir oración por sanidad, exagerándose las cifras y realidades. No todos son iguales, existen  siervos que actúan sinceramente, y a veces, inconscientemente, o con buena intención, incurren en errores, pero repito, no lo hacen con la idea de exaltación, aunque así parezca. El problema de la «divinización» del hombre hace que una multitud incauta vaya detrás de él, y muchos creyentes dejan sus iglesias, y le dan a ellos sus diezmos. Este es el peor de los males en las iglesias de los países industrializados, donde la publicidad ha creado a los «TELE-EVANGELISTAS», que por medio de la pequeña pantalla logran atraer a miles de personas, formando grandes congregaciones que muchas veces funcionan más como espectáculo, que como un cuerpo, ignorando el principio de las coyunturas: «Bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad propia a cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor» (Efesios 4:16). Vemos la falta de doctrina en las iglesias, porque corren detrás de cualquiera que de muestras de sanidades y milagros, ignorando que en una “iglesia normal”, los dones y ministerios deben estar latentes en todos los discípulos, y no tienen por qué ir detrás de nadie para buscar estas bendiciones. No quiero negar con esto la existencia de evangelistas que vayan a las calles y plazas a predicar, como lo hizo Felipe. Lo que pasa, es que en nuestros medios, los que más buscan oración por sus enfermedades, y asisten a las campañas, son los mismos cristianos; ya que es para éstos para quienes se enfocan muchas veces estas actividades. La idolatría a hombres se debe al descuido que hay en la doctrina, y a la falta de autoridad de los ministerios, junto a una falta de vida PROFUNDA EN EL ESPÍRITU. Debemos reorientar nuestras congregaciones hacia la verdad de los dones y sujeción, de lo contrario correremos el riesgo de ver levantarse a  «falsos profetas», que con señales y prodigios, se llevaran a un pueblo incauto a prácticas diabólicas; como ocurrió en Puerto Rico, en la década del 60, con el surgimiento de la profeta MITA[45], la cual no quiso sujetar su espíritu de profeta a la iglesia cuando se le trató de poner en orden, llevándose consigo a un grupo de seguidores, que dieron origen a una secta que proclamó a esta mujer como la reencarnación del Espíritu Santo. Debemos de hacer hincapié que los dones son para “todo el cuerpo” y no sólo para aquellos que tienen un ministerio.

¡CUIDADO!, este es el lado más peligroso en el momento actual dentro de las iglesias en avivamiento. Pero no se extrañen de esto, pues hubo cierto evangelista que usando técnicas propias de los «rosacruces,» produjo un estado de “trance” que aparentemente pretendía ser una manifestación espiritual, pero que derivó en la adivinación y éxtasis, descubriéndose después que todo era una farsa, y que el tal hermano era un «espiritista» camuflado de evangélico. En otra ocasión escuché un comentario de un mal llamado «evangelista», que decía que a muchas iglesias  se las metía en el bolsillo con un poco de sugestión, «dos patadas» y algunos gritos diciendo; «por ahí viene el Espíritu», para después sacar buenas ofrendas.  ¡Cuidado!. Los tiempos son peligrosos. Probemos los espíritus y profundicemos en la doctrina. Pasemos todas las cosas por el laboratorio de la Palabra, y a la prueba del  Espíritu. Si algo viene de Dios para edificación y bendición a su pueblo, recibidlo, pero pensad bien antes de dar un paso. Jesús enfatizó de forma llamativa en más de 3 ocasiones los peligros existente en los tiempos futuros al referirse a los “falsos profetas y falsos Cristos”, y a la posible crisis de fe que pondría en peligro incluso a los escogidos. Cuando algo se repite tanto es porque su importancia tiene[46]. Y para terminar, vale la pena recordar la advertencia de Pablo: «MAS SI UN ÁNGEL DEL CIELO OS ANUNCIARE OTRO EVANGELIO DIFERENTEDEL QUE OS HEMOS ANUNCIADO, SEA ANATEMA» (Gálatas 1:8).

 

  -18- HACIA UNA BIBLIA HERÉTICA

No podemos negar que en los últimos 40 años la sociedad y la iglesia han sufrido grandes cambios. El mercantilismo y las influencias ecuménicas han arropado a muchos cristianos, junto a la manipulación pervertida de un “Consejo Mundial de Iglesia”, alineado al lado de las corrientes filosóficas de estas décadas. Es por ello que las Sociedades Bíblicas Unidas además de prestar un servicio a la iglesia evangélica mundial, ha tratado de mejorar su economía, adaptándose a estos cambios sociales, por lo cual los factores mercantiles han dominado a grado tal, que en los últimos años ha buscado un acercamiento con la Iglesia Católica, la cual le financia en muchos países,  por lo que se ha visto obligada a introducir una versión Bíblica con los libros apócrifos, y financiar la adaptación de la Biblia de Casidoro de Reina y Cipriano de Valera a los intereses ecuménicos,  y de ello ya hablamos en un capítulo anterior. Además de los  cambios substanciales del idioma, que alteran conceptos o principios bíblicos, el deseo de algunos es lograr para el año 2,000 la edición de una Biblia uniforme y universal, apta para todas las creencias, incluso las heréticas, lo que sería una Biblia a la medida de todas las corrientes religiosas.

VERSIÓN REINA-VALERA

Si  Reina-Valera resucitasen, y leyeran lo que hoy es su antigua traducción, se morirían de un infarto al corazón, pues la misma ha cambiado tremendamente, no solo en su sentido idiomático, sino en su sentido exegético. No podemos negar que a través de las aproximadamente 26 revisiones efectuada en los últimos 100 años[47], muchos pasajes han caído en una desvirtuación tremenda, y todo por mantener el idioma actualizado. Si observamos detenidamente  la  TRADUCCIÓN REINA-VALERA, notaremos que sus traductores se basaron  en el texto “RECEPTO”[48], que se basa a su vez en los textos bizantinos, que aunque eran posterior a los alejandrinos, existían más manuscritos de los mismo. Los textos alejandrinos, de los cuales tenemos el sinaitico y el vaticano, eran textos escritos con simplificación textual, pues los alejandrinos, al traducir las escrituras, abreviaron muchas expresiones, usando la retórica griega, por lo que en sí, omiten algunas partes que están en los bizantinos, más ricos en expresiones.  Lentamente la influencia de los textos alejandrinos se impusieron, principalmente cuando los ingleses Westcott y Hort  tradujeron la Biblia, cosa que sirvió a una traducción posterior llamada “de Nestlé”[49] en la cual se han basado los que han revisado la Biblia en español en los últimos 40 años. En las últimas versiones vemos como las influencias alejandrinas socavaron la realidad bizantina de Reina-Valera, y en la versión del 1995 se ha llegado a errores que nos llevan a una futura versión bíblica que  servirá a los seguidores de la Nueva Era y los Testigos de Jehová[50].

ERRORES DESVIRTUANTES

No es mi propósito el análisis de la exégesis incorrecta de esta versión, por no considerarme un experto en ello,  pero quiero hacer referencia al simple hecho de que en la versión de estudio de la Biblia del 1995  aparece en el A.T. la palabra “Espíritu de Dios” en minúscula. Cuando pedí explicación a un “supuesto experto”  por este pasaje, entre las muchas excusa que uso para justificar este cambio citó el hecho de que en los originales no se usaba la mayúscula[51]. Como soy un ignorante del griego y Hebreo, y no domino de forma profunda la dinámica exégetica de los originales, realice un viaje por España para consultar con algunos amigos, muy profundos en esta materia, y salir de dudas. Siempre que tengo dudas investigo,  uno no puede creerse todo lo que le dicen. Estuve en Zaragoza con el Dr. César Vidal Manzanares, escritor y estudioso de la Palabra, que tiene publicado unos comentarios sobre los pergaminos del mar muerto, y otros temas históricos bíblicos más. También dialogué con el director del INSTE Julian Mellado, en Madrid. Ambos me ofrecieron explicación al respecto. Los textos originales, de los cuales carecemos, no podían tener mayúscula en la palabra “Espíritu” porque en ambos idiomas  no existe, e incluso algunos manuscritos están escritos en mayúscula. El poner “Espíritu” con minúscula desvirtúa la persona de la trinidad, y nos lleva a apoyar la doctrina de los testigos de Jehová.

Es curioso, pero el Dr. Césas Vidal me informo que en cartas descubiertas entre los señores Westcott y Hort,  con algunos colaboradores, habían referencia de  practicas  del ocultismo, o satanismo, entre algunos de ellos. Los textos bisantinos, que era mayoritario, fueron usados por la mayoría de los antiguos cristianos. Orígenes lo cita en varias ocasiones, al igual que Crisóstomo, Erasmo y Lutero[52]. La pregunta clave es: ¿Por qué se dejó de usar la traducción bizantina, más rica y prolifera, para apoyarse tan solo en los textos alejandrinos, que son minoritarios?

Debemos entender que cualquier cambio simple puede producir herejías tremendas. Por ejemplo; los Testigos de Jehová en su versión, alteran Isaías 53:6 al cambiar la palabra “más Jehová cargó en él” por  “más Jehová cargo sobre aquel”. De igual forma existen versiones en donde un texto, como por ejemplo  Lucas 23:43, en el cual con el cambio de una “coma”, podemos modificar todo el sentido doctrinal del mismo, veamos: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” si cambiamos el “que” y ponemos una coma en “hoy” diría: “De cierto te digo hoy, que estarás conmigo en el paraíso”. Ven los peligros que hay al traducir o corregir una versión Bíblica, como una coma o un acento puede modificar todo el sentido doctrinal. Sabemos que los errores son inevitables, y que las influencias de cada generación determina el sentido de las palabras, no solo en su semántica, sino en su modismo.

UNA BIBLIA INGLESA HERÉTICA

En la actualidad existe una versión bíblica en ingles que llega a aberraciones textuales terrible. Esta Biblia ha sido publicada por la Oxford University Press[53] y en la misma se trata de neutralizar el concepto de un Dios masculino para introducir un lenguaje llamado “inclusivo”[54] por medio del cual se quieren elaborar términos neutrales a algunos aspectos de identidad divina en relación al sexo,  proclamándose a Dios como una persona bisexual o asexual, eliminando el hecho genérico, pues afirma que Dios no tiene “genero”. En vez de llamársele “Padre” se la dice  “Padre-Madre”, en vez de decirse “Rey”, se usa el termino monarca o gobernante. Se cambia la alusión al pueblo judío, alegando discriminación y referencia a defectos o enfermedades para no afectar minusvalia etc. Estas ideas, como otras parecidas, son influencias de la  liberalidad filosófica y de la “Nueva Era” dentro de la interpretación bíblica, lo cual desvirtúa la persona de Dios, a costa de la liberalidad social e influencia pragmática de la sociedad moderna. Aunque debemos adaptar el lenguaje bíblico a los cambios históricos, debemos cuidar que este lenguaje no mate el sentido de fondo, pues hay palabras que con el tiempo desvirtúan su sentido, y se aplican conceptos que nos alejan de la verdad que el escritor quería decir. No podemos adaptar la traducción bíblica a las influencias sociales, ni a las corrientes filosóficas dominantes. No podemos simplificar la verdad para hacerla digerible a “todas las creencias”, porque  perdemos el sentido doctrinal, quedándonos tan solo con  términos vagos, que nos  llevan a herejías.¿Podremos evitar que el lenguaje “inclusivo”[55] se introduzca en las traducciones en español”?. Muchos traductores y biblistas tratan de usar esta modalidad en las nuevas versiones en inglés, y pronto ocurrirá lo mismo en español, a menos que cuidemos que las influencias filosóficas dominantes invadan el sentido interpretativo de la Palabra. El equilibrio, el estudio y la moderación en el análisis bíblico es la única salida a esta crisis religiosa que hoy nos embarga.

 

EPÍLOGO

Tratar de escribir sobre la problemática actual de la iglesia, sin molestar a nadie, es difícil, como el querer preparar una comida típica, esperando que a todos los visitantes de otras tierras les agrade más que la suya propia. Reconozco que algunos, por convicciones, otros por principios, quizás algunos por intereses creados, no compartan, ni estén de acuerdo con algunos puntos de vista aquí vertidos. Comprendo que tenemos derecho a discrepar, y  no hay nada malo en ello. Pero sí debemos razonar «en frío» la realidad evangélica de nuestros tiempos, y buscar, por todos los medios, ceñirnos a la verdad revelada en las Escrituras, y no dar lugar a la carne y emociones, que nos pueden conducir a la confusión y al radicalismo. Necesitamos discutir, analizar y buscar una respuesta clara a muchos acontecimientos espirituales y sociales que hoy nos envuelven. No podemos permanecer de espalda a la historia, y mucho menos al plan de Dios en estos  últimos tiempos que nos ha tocado vivir. Debemos de estar abiertos,  como dijo San Pablo,  a las realidades  de los falsos maestros, y usar nuestro entendimiento: «No conformarnos a este mundo; más bien, transformaos por la renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.» (Romanos 12:2). Usemos la lógica. Practiquemos el «culto racional», y no interpreten  superficialmente el análisis de un acontecer determinado. No juzguemos la reflexión o el debate bíblico como “un ataque al Espíritu”, o una oposición a cierto énfasis proclamado. Creo y reafirmo que nadie puede, ni tiene el derecho, de encerrar, manipular o programar la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente. Reconozco que éste tiene cosas maravillosas para su iglesia en estos tiempos difíciles. Y como dice la Palabra: «Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni han surgido en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman» (1 Corintios  2:9). Pero no por ello voy a tragarme, creer o hacerle el juego a todas las cosas que aparezcan, como si viniera de Dios.  Probemos lo que es de Dios, o de la carne, lo que es del espíritu humano o del error. Estemos seguros de que es lo que viene del Espíritu Santo, para no ser víctimas de las mentiras del diablo.

El Señor nos ayude en ello.


  • [1]– En experimento hecho en hospitales psiquiátricos de los Estados Unidos, se ha podido comprobar que los ritmos musicales aumentan o disminuyen los niveles de adrenalina del cuerpo. La música rock aumenta la agresividad y hace que el cuerpo produzca más adrenalina, mientras que la música clásica produce un efecto contrario. Esto ha llevado al desarrollo de una terapia musical para los enfermos mentales.
  • [2] – Debemos analizar a fondo Efesios 5:22-31, Colosenses 3:5-12, Romanos 8:7-13
  • [3] -El pragmatismo religioso tiene base en el filosófico, el cual promulga esta liberalidad, pues consideran mas importante los resultados que el medio usado, sin tomar en cuenta el aspecto teológico.
  • [4] -Ver 1 Corintio 10:23. En este enfoque Pablo  enfatiza el hecho de que aunque somos libres, debemos tener cuidado de como usamos esta libertad, pues en la Palabra la misma se gobierna por principios. Gálatas 5:13
  • [5] – En Lucas 9:33 vemos la reacción de Pedro cuando frente al milagro de la transfiguración deseo construir unas enramadas para los tres personajes revelados y así quedarse con la bendición, limitando a los demás de la misma.
  • [6] – Estudios hechos revelan que en el origen de la música rock fue diabólico. Ella excita a las drogas, sexo y satanismo. La lista de los suicidios originado a jóvenes es tremenda y la gran mayoría de los cantante de rock han muerto de sobredosis de droga o SIDA. Ver libro “Su hijo y el rock” por  Bob Larson, Editorial Unilit.
  • [7]– Adoración: Es expresión de reverencia delante de Dios y envuelve muchas otras cosas además de cantar.
  • [8] – Jesús jamás trato de hacerse propaganda a si mismo, en varios pasajes prohibió que se divulgaran sus hechos, aunque muchas veces no lo pudo evitar. Marcos 7:36, Lucas 5:14, 8:56.
  •     [9]– El diccionario de Strong #3101 define discípulo como procedente del verbo «manthano» o «mathetes» y de cuya raíz se afirma que radica el pensar en fuerte. Define al discípulo como «aquel que sigue al maestro y sus enseñanzas. Era común esta práctica no solo en el pueblo judío, sino en otras culturas orientales.
  • [10] -La filosofía y la psicología han contribuido a la condición imperante en la sociedad occidental. Para Freud el hombre es movido por solo dos impulsos de raíz  biológica: El ansia de placer sexual y el ansia de destrucción. Así que con estos esquemas dominantes, una vida cristiana plena es casi imposible.
  •     [11]– Una de las experiencias más hermosas obtenida dentro de la vivencia del discipulado como forma de ser en el quehacer de la iglesia está en el hecho de que todos producen sus propios ministerios, no teniendo que importar estos.
  •     [12]– Ver Hechos,l4:23; 20:17; Timoteo.1:5.
  • [13]– Del libro  ¿Tener o Ser? Fondo de Cultura Económico» 1978. página 126
  • [14]– La Iglesia » El Tabernáculo de la Fe» de la calle Hidalgo en Buenos Aires  pertenecía a las Asambleas de Dios. El Pastor de aquel entonces (1970) lanzo a la iglesia al parque de la ciudad los domingos en donde celebraba los cultos. La idea del discipulado caló  hondo en ese mover del Señor, pero después los radicalismos denominacionales y del discipulado produjeron un cisma que llevo a la división y contienda.
  • [15]– Notemos que las influencias filosóficas y psicológicas de los últimos cien años ha marcado nuestro estilo de vida y se encuentra impregnado en la educación. Sería bueno analizar las influencias del secularismo, humanismo, pragmatismo, relativismo,  marxismo,  individualismo,  materialismo neo-liberal etc.
  • [16]– Aunque Martín Lutero no fue tan radical en este punto, en algunos momentos pareció hacerle el juego a la gracia absoluta de la predestinación, al afirmar en algunos de sus escritos y sermones que; «las únicas personas que tienen fe salvadora son aquellos a quienes Dios se las ha dado» (Del libro «Cuando el Cristianismo era nuevo» de David W. Bercot. Página 80
  • [17]-«The Bondage of the Will» Martín Lutero, Gran Rapid, MI. U.S.A. Baker Book House, 1976.
  • [18]-El gnosticismo es una corriente religiosa que se hizo fuerte en la etapa inicial del cristianismo, teniendo su raíz en el principio por el cual el cono-cimiento absoluto viene por una acción intuítiva, mediante la observación de la naturaleza, fruto de una iluminación espontánea, y reservada a ciertas personas, teniendo una mezcla de influencias orientales. En el cristianismo se conjugan las tradiciones hebreas (llamada cábala), con las influencias helenístas, más la observación y el razonamiento libre. Todo esto produce los elementos de una teología con influencias gnóstica.
  • [19]– Del libro «On Repentance» Capítulo 6 de Tertuliano.
  • [20]– Orígenes (185-225 d.c.) fue discípulo de Clemente de Alejandría, el cual a su vez fue discípulo de uno de los apóstoles de Jesús (First Thins, tomo 2,capítulo 3, sección 6). Se le considera el fundador de la teología y la filosofía cristiana.(Diccionario Enciclopédico Océano)
  • [21]-De libro «First Things» Autor Orígenes, Tomo 3, Capítulo 1.
  • [22]– Del libro «Bondage» de Martín Lutero página 43.
  • [23] – En Apocalipsis 3:20 se afirma que “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo;…” y por lo tanto el que tiene que abrir es el que está adentro. Si no habré ¿que podría hacer? Pues la lógica dice que irse.
  • [24] – La inestabilidad de muchos cristianos a una iglesia es el producto de una correcta formación. Muchos cambian de iglesia para buscar disimular sus pecados, o por tener más protagonismo o quizás porque son atraídos por los programas emotivos que algunas iglesias ofrecen. Esto evidencia una falta de madurez espiritual.
  • [25]– Para poder vivir el principio del diezmo, la sujeción, la comunión, el compartir, etc., se necesita estar   integrado a un cuerpo como miembro de una iglesia.
  • [26]– La nueva era nos invade con un sincretismo religioso, combinando acciones de  «meditaciones trascendentales» con un tipo de música muy peculiar, con sonidos y ruidos para llevar al relajamiento. Tiene una mezcla de hinduísmo, animismo y espiritismo.
  • [27] – En las novelas escritas por Frank Peretti; “Esta patente oscuridad” y “Penetrando la oscuridad” se mezcla la fantasía con algunas realidades bíblicas. Estas han dado pie para inspirar a muchos escritores a diseñar toda una teología basada en “espíritus territoriales” “guerra a nivel estratégico” “conquistas territoriales e incluso se ha proyectado melodramas bien elaborados por Otis, Wagner y muchos escritores evangélicos.
  • [28]– En el libro llamado «DEMONIOLOGÍA» analizo el origen y la forma de operar de las  huestes satánicas, y establezco la diferencia entre una posición y una opresión. Un Cristiano no puede jamás estar poseído, pero si oprimido, siempre y cuando caiga en ataduras diabólicas.
  • [29] – Del libro “Warfare Prayer” pag 99 de Peter Wagner
  • [30] – Pastor en Cúcuta, Colombia de una de las más florecientes iglesias de las Asambleas de Dios.
  • [31]-Notemos como en el pasaje de Lucas 10:17-20 los discípulos regresaron gozosos porque «¡aun los demonios se nos sujetan en tu nombre! «, mostrando una tendencia de alarde de poder frente a las huestes del mal. Pero el Señor contrarrestó este «espíritu» de jactancia sobre las huestes de Satanás y les hizo ver que el  poder que tenían era algo natural en el creyente, por lo cual les dijo; «no os regocijéis de esto, de que los  espíritus se os sujeten; sino regocijaos de que vuestros nombres están inscritos en los cielos. (Lucas 10:20)
  • [32]– Tomado del Diccionario Enciclopédico OCÉANO 1996.
  • [33]– «gozoso» de la raíz «semeach». Tomado del Diccionario de Strong.
  • [34]– Mateo 28:8  y  Lucas 18: 23 revelan la tristeza y angustia que Jesús experimento cuando tenía que aceptar el destino de morir en una cruz, estando en este momento sujeto a una condición de hombre.
  •  [35]-Bibliolatría: Es la tendencia a adorar la Biblia en la parte escrita, las palabras, y rendirle culto al objeto, como besar, considerar una profanación el marcarla, hacer de los textos adornos, y no vida, etc.
  • [36]– Esta dinámica que comenzó a difundirse en los Estados Unidos a partir de la década de los 60’s ha cobrado fuerza a través de algunos evangelistas de la «Prosperidad. También la Iglesia Universal, procedente de Brasil potencia y entrena a sus pastores en el uso de los llamados “puntos de contacto para explotar la fe de ingenuos creyentes que adquieren económicamente estos objetos que portan bendiciones de lo alto.”
  • [37]– Ver Juan 9:6, 1 Timoteo 5:23 y Hechos 19:12.
  • [38].Del libro «Daily Guide to Miracles» (Tulsa, Ok. Pinoal Publications, página 63.
  • [39] Carta enviada por Robert Tilton a sus radioyentes en el 1990 y la cual reza así una parte «Envíeme su retazo de tela verde para orar, como mi punto de contacto con usted…cuando yo toque su tela…será como si estuviera tocando a usted..»
  • [40] – Es típico de la “Iglesia Universal”, procedente del Brasil  el ofrecer en todos sus cultos dominicales objetos portadores de bendiciones, alentando así una superstición y fetichismo que conduce a las personas a una falsa concepción de la fe bíblica.
  • [41]– Partiendo de Marco 10:30 se establece el principio de que Dios da el cien por uno, motivando a dar para recibir más. Juan Avanzini afirma que Jesús y sus discípulos fueron ricos, y fabrica toda una dinámica bíblica loca para neutralizar los textos que explican lo contrario, y lo cual ha enseñado por el programa «Praise the Lord» TBN (Agosto 1 del 1989) referencia del libro  “Cristianismo en Crisis”  de Hank Hanegraaff.
  • [42]– Bula. Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general, concesión de privilegios asunto judiciales o administrativo expedido por la cancillería apostólica (de la Iglesia Romana). «Diccionario Enciclopédico Océano».
  • [43]. Catecismo De la Iglesia Católica Página 586 Numero 2112 Publicado por Image Doubleday 1995.
  • [44]. Iden a la anterior nota página  585, número 2111.
  • [45]. La profeta Mita aparece a principio de la década del 60 en Río Piedra, Puerto Rico, con un gran movimiento de seguidores que crían que ella era la encarnación del Espíritu Santo. Todos se vestían de blanco y controlaban ciertas áreas de la ciudad. Ella salió de la Iglesia de Dios Pentecostal de Arecibo cuando al abusar del Espíritu de profecía no aceptó la autoridad de su pastor, rebelándose e iniciando un movimiento sectario.
  • [46] – Ver Mateo 24:5,11,24 y el verso 22.
  • [47] – La versión que más se ajusta al original era la del 1909. Aunque la revisión del 1960 contenía substanciales cambios, todavía era muy aceptable, siendo entre todas la más tolerable. En lo sucesivo las demás traducciones comenzaron a producir cambios substanciales, no solo en la forma, sino en el fondo.
  • [48] – Interesante ver el libro de Domingo Fernández “Conspiración contra la versión Reina Valera” publicado por Editorial Resurrección, Miami, Fla.
  • [49] – Según parece los revisores de la Biblia del  1916 y 1923 acudieron a los textos de la edición griega de E. Nestlé para la versión latinoamericana.
  • [50] – El Dr. César Vidal Manzanares, abogado  y erudito en historia y exégesis bíblica me confirmo en diálogos personales la realidad de la desvirtuación que se registran en las revisiones bíblicas, y esta elaborando un estudio al respecto que próximamente publicara.
  • [51] – Algunos originales fueron escritos en mayúscula, por lo que no había diferencia entre mayúscula o minúscula como existe en la escritura latina.
  • [52]Origenes (185-254) nacido en Alejandría, Teólogo e investigador bíblico y padre de la iglesia. Juan Crisostomo (347-407) Obispo de Constantinopla nacido en Antioquía. Eramos de Rotterdam (1466-1536), Cura estudioso de las escrituras que tradujo el Nuevo Testamento. Martín Lutero (1483-1546) Padre de la reforma, traductor del Nuevo Testamento a la lengua popular de Alemania.
  • [53] – Es el “New Testament and Psalms”, una nueva versión de la Biblia en inglés y de la cual informa ampliamente el Sr José Luis Andavert, de la Sociedad Bíblica Española, y el cual enfoca los errores de esta versión a la luz de las escrituras en unos artículos publicado en la revista “Palabra Viva”, del año 1996, correspondiente a los números 32, 33, 34.
  • [54] “Inclusivo”: Expresión para indicar que en ese término se puede incluir varios términos, dando un sentido de ambigüedad, por lo que podemos juntar dos o tres términos en una expresión genérica. Fue introducido por los sociolingüistas en la década del 70 para apoyar el movimiento feminista de expresiones discriminatorias, buscando términos que incluye ambos sexo en una expresión.
  • [55] -En la versión Inglesa de Oxford se cuestiona términos como hijo de Dios traduciéndose por humano o criatura, se elimina las referencias negativas a los judíos alegando racismo para introducir tan solo el pueblo, se eliminan alusiones personales y definiciones sexuales. Todos estos disparates forman el sentido del lenguaje inclusivo.
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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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1 Response to BUSCANDO EL EQUILIBRIO II PARTE (LIBRO)

  1. Avatar de Angel hernandez Angel hernandez dice:

    Dios le bendiga siervo creo que el G12 esta avansando mucho en nuestrs iglesias en Honduras se esta metiendo en denomiaciones conosidas y muy fuertes. Hay que orar para que satanas huya de nuestro pais porque se esta metiendo en iglesias evangelicas. Dios nos libre del G12. La paz con todos.

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