LOS DIEZ MANDAMIENTOS: ¿BAJO LA LEY O BAJO LA GRACIA?

María José Huertas Vázquez,

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. No matarás. No cometerás adulterio. No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. (Éxodo 20:1-17)

REFERENCIA  MORAL

Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. (Eclesiastés 12:14).

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20).

Mucha gente toma sus decisiones en función de sus sentimientos o de su opinión: «Me siento bien cuando hago eso», o «eso me hace sentir bien, me parece que es correcto». No se dan cuenta de que actuando así niegan la utilidad de una ley moral que los supera. Cuando un compromiso moral simplemente tiene como base el estímulo personal, se vuelve muy precario, pues los sentimientos cambian y a veces son contradictorios. Si ya no hay ninguna referencia moral, si lo que está bien para uno no lo está para otro, no hay justicia posible. Entonces se impone la ley del más fuerte, del más rico, del mejor defendido o de la mayoría.

La Biblia nos revela la existencia de leyes morales, así como existen las leyes físicas. Estas leyes trascienden las épocas y las culturas, porque Dios es el autor, y es a Él a quien debemos dar cuenta de la manera en que las hayamos respetado (Romanos 2:14-16).

La Palabra de Dios muestra a cada uno el camino de la rectitud y nos induce a andar por él. Nos revela aún más: Dios es “Justo y Salvador”. Si bien tiene que atestiguar que todos pecaron, también declara: “Mirad a mí, y sed salvos” (Isaías 45:21-22). Solamente la confianza en el Dios Salvador y el temor a ofenderle puede preservarnos de ceder ante el pecado y hacer que busquemos lo que es justo ante Él.

LOS DIEZ MANDAMIENTOS: ¿BAJO LA LEY O BAJO LA GRACIA?

Por medio de la ley es el conocimiento del pecado. (Romanos 3:20).

El hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo. (Gálatas 2:16).

Dios proponía al hombre, si obedecía los diez mandamientos de la ley, un mundo sin crímenes, sin guerras, sin terrorismo, sin robos, sin corrupción; un mundo en donde triunfase la paz, la justicia, el amor… ¡Un mundo ideal! Pero, ¿qué sucede? Cada uno vive para sí mismo sin renunciar a ningún placer, se rebela contra la autoridad, con todas las consecuencias que esto acarrea en el ámbito familiar, social y del mundo en general. ¿Por qué? Porque el hombre, incluso teniendo las mejores intenciones, no puede cumplir la ley de Dios. ¿Y por qué no puede? Por el pecado que nos separa de Dios. La ley revela las exigencias de Dios y condena las transgresiones de esas exigencias por parte de los hombres (Gálatas 3:10).

Pero Dios no nos dejó en esa situación desesperante, sino que dio una salida: refugiarnos, por fe, en Jesucristo como nuestro Salvador. Él llevó la maldición que tenía que ver con esta ley que condena al hombre. El que pertenece a Cristo tiene el privilegio de estar, no bajo la ley, sino bajo la gracia (Romanos 6:14); a partir de entonces puede cumplir libre y alegremente, por medio de la ayuda del Espíritu Santo, lo que la ley ordenaba (Romanos 8:2-4; Gálatas 2:19-20), e incluso, por amor, ir más allá. Esta ley no solamente está grabada en tablas de piedra o escrita en un libro, sino que está en el corazón del creyente (Hebreos 8:10).

© Editorial La Buena Semilla.

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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28 Responses to LOS DIEZ MANDAMIENTOS: ¿BAJO LA LEY O BAJO LA GRACIA?

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  2. Avatar de arimatea arimatea dice:

    Y sobre los Diezmos que opina señor editorialista? Si estamos bajo la Gracia porque todos los pastores sin excepcion los exigen y hasta ponen sobre donde dicen: Diezmos, Primicias Etc. Eso era bajo la ley mosaica para los judios (trato de Dios con su pueblo escojido). El alfoli era un sitio donde guardaban el 10% de la cosecha y lo usaban para el mantenimiento de los Levitas, AYUDAR a las Viudas desamparadas, Huerfanos y Extranjeros.Con la cruz todo eso quedo borrado, Cristo nos dio libertad y somos dadores alegres, es decir lo que nuestro corazon disponga. No la manipulacion y costumbre de la mayoria que acuden a esas 4 paredes llamada iglesia y dicen «que barbaridad no diezme este domingo» me va ir mal esta semana. Lo han convertido en Loteria. Doy y me devuelve Dios mas. Creo el ser cristiano es mas que eso. Primero aceptar de corazon a Cristo y obedecir y caminar bajo la voluntad de Cristo.Intentar cada dia con la ayuda del Espiritu santo de llegar a tener el caracter de Cristo pero no de boca sino irradiando sin hablar los frutos del Espiritu santo y sobre todo esto el AMOR al PROJIMO que tanto se habla en las iglesias y es lo menos que se hace. Cuando hay una oveja enferma y sin dinero y necesita ayuda medica dicen»vamos a orar por usted» y nada mas. Y entonces el dinero que entra en la iglesia para que sirve?????????? Para montar show musicales, paseos con los feligreses los fines de semana etc, Recuerden dos enseñanzas basicas que nos dejo Jesucristo: Marta y Maria una afanada( la iglesia de hoy) y la otra escuchandola ( pocas ovejas) y la puerta ancha y estrecha y de boca de nuestro amado Jesucristro: Pocos la alcanzan. Que significa es? pocos van al cielo.

    • Avatar de Antonio Antonio dice:

      Hno Arimatea, si bien el diezmo corresponde a la ley eso no significa que seamos mezquinos con Dios y que todo tenga que salir de la recaudación de la iglesia. Si ud ve a un hno padecer necesidad y puede ayudarle, no puede esperar que la iglesia ayude a esa persona. Dios le hizo ver esa necesidad y de su bolsillo debe salir la ayuda que ese hno necesita.
      Se que muchos ministerios abusan, pero lo que respecta a nosotros debemos ayudar individualmente al necesitado y no esperar siempre que la iglesia este en esos
      menesteres, si lo hacemos con alegria y de corazón Dios nos bendecira porque no es deudor de nadie. Bendiciones

  3. Avatar de ANTONIO TABORA ANTONIO TABORA dice:

    Muy bueno.

  4. Avatar de arimatea arimatea dice:

    si hermano antonio estoy totalmente de acuerdo con usted no se si leyo bien lo que escribi, pero la razon fundamental se ha perdido. Hay que dar para la obra como su corazon disponga y ayudar tambien lo dije en los frutos del Espiritu santo que irradian en cada persona. Pero me refiero al extremo abuso y manipulacion que lo que mas les interesa es templo, no faltes, ya diezmo o no, reuniones sociales y celebraciones paganas que casi el 99.9% del PAstorado Hondureño se justifican de una u otra manera. Deben de hablar de salvacion, Arrepentimiento, Del pecado, y sobre de Cristo, de nuestro amado Cristo que casi todos los domingos lo clavan nuevamente en la cruz con sus discursos o clases de sicologia que al final de cuentas es Nueva Era, Masoneria, Satanismo infiltrado en las iglesias. No se porque esa obsesion de la mayoria porque no va a una iglesia, aunque esa iglesia su cabeza este extremadamente contaminada hay que aguantarse e irse junto con el al Infierno.Dice la palabra donde 2 o mas esten congregados alli estare yo. Me parece que hay mucho revoltijo en estos paises LatinoAmericanos de cosas arrastradas del pasado. Hay que seguir la Palabra pura y discernida sin adulteraciones ni manipulaciones. Recuerde la puerta ancha y estrecha: Pocos la alcanzan.

    • Avatar de Margarita Margarita dice:

      Muy bién dicho hermano, comparto tus comentarios, lo mismo creo yo con respecto a el diezmo y a la Palabra que hoy se enseña en muchas denomonaciones, está ADULTERADA , DILUIDA, manipulada. Hay que volver a la senda antigua, Cristianismo histórico, a ser verdaderos discípulos de Jesucristo. Bendiciones y adelante que el Espíritu Santo está dando discernimiento para que no nos dejemos arrastrar por nuevas doctrinas. Ahora somos libres en Cristo Jesús, si ofrendamos que sea conforme hemos dispuesto en nuestro corazón, para que sea con gozo, con libertad, no por manipulación ni con dolor.

  5. Avatar de Alejandro Alejandro dice:

    Estimados, por lo que voy a decir a continuación, muchos se pueden sentir molestos, pero la verdad hay que decirla.
    Algunos creen que la Ley fue clavada en la cruz, y para fundamentar esto, citan el texto que se encuentra en Colosenses 2:14. Allí se lee lo siguiente: «anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz».

    El mismo Pablo que escribió Colosenses, escribió en Romanos: «¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.» (Rom 3:3, RV60).

    También es el mismo Pablo que escribió en Romanos: «¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.» (Rom 7:7, RV60).

    ¿Se contradicen las escrituras? La respuesta en un contundente ¡NO!
    ¿Qué es entonces lo que en Colosenses 2:14 Pablo dice que fue clavado?
    Permítanme responder:

    Primero que nada, en la misma traducción en español, no dice que Jesús clavó la ley, sino que lo que fue clavado es «el acta de los decretos». ¿Qué es el acta de los decretos? ¿No es la misma ley? La respuesta es ¡NO!
    En el original (griego), siempre que los escritores del NT se referían a la ley, usaban la palabra νόμος (nomos), o variantes de esta palabra. «Nomos» significa ley, y es la ley de los diez mandamientos. Incluso la Septuaginta (LXX) usa νόμος para referirse a la ley de Dios, los diez mandamientos (Éxodo 16:28).
    Sin embargo, la palabra que se utiliza en griego para referirse a «el acta de los decretos» es χειρόγραφον (jeirografon). El significado de esta palabra es: registro de deudas, una cuenta, certificado de endeudamiento (obtenido del léxico en griego de Gingrich). En economía esto es conocido como un «pagaré» (en inglés se conoce como IOU [I owe you]).
    Pero, ¿qué decían esos decretos de deudas? ¿qué contenían estos pagares, estos IOUs?
    Contenían el valor de nuestra deuda: la muerte, debíamos morir. ¿Por qué debíamos morir? «Porque la paga del pecado es muerte» (Rom 6:23a). Pero el versículo de Romanos 3:31 no se termina ahí, tiene una parte «b»: «mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.» (Rom 6:23b).
    Esto significa que Cristo pagó por nuestros pecados, Cristo pagó con su propia vida, la deuda que teníamos con el Padre, y esa deuda era la muerte. De esta forma, en la cruz, Jesús pagó por nuestros pecados, y «rompio» los pagares, los «handwrittings» como dice en inglés, los certificados de deuda que decían que lo que debíamos, lo que nos costaba haber pecado: la muerte.
    ¿Se entiende ahora? Cristo clavó los escritos que nos acusaban y nos decían que debemos morir, y esos escritos no son la Ley, esos escritos no son los 10 mandamientos. Esos escritos son los registros de nuestros pecados (porque Dios sabe perfectamente cada cosa que hacemos o que no hacemos, «porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.» [Ec 12:14]). En la ley está registrado lo que debemos y lo que no debemos hacer, pero no está registrado lo que hicimos.

    Muchos usan este versículo (Colosenses 2:14), para no guardar el sábado como día de reposo, diciendo: «Jesús clavó la ley en la cruz, así que ya no tenemos que guardar el sábado».
    Pero ya vimos que eso no fue lo que clavó Jesús en la cruz.
    Además, Jesús dijo claramente en Mateo 5:17, 18: «No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.». Jesús dijo que no vino a anular (abrogar) la ley, sino a cumplir. A esto algunos dicen: «claro, Jesús vino a cumplir, y por eso cumplió la ley, y como el la cumplió, ya no tenemos necesidad de cumplirla».
    Pero, pregunto yo: si Jesús hubiese clavado la ley en la cruz, entonce ¿puedo matar?, ¿puedo adulterar?, ¿puedo mentir?, ¿puedo adorar imágenes?, ¿puedo tomar el nombre de Yhwh (Jehova) en vano?
    Cualquiera contestaría: «¡Claro que NO puedo!»
    Entonces yo le preguntaría: «¿Por qué no puedes?»
    Me contestaría: «Porque la Biblia me prohíbe matar, adulterar, adorar a imágenes, etc»
    Yo le contestaría: «¿Donde dice eso la Biblia?»

    Hermanos, la Biblia lo dice en los 10 mandamientos. Claro, no es el único lugar donde lo dice, porque en muchos otros lugares están citados implícita o explícitamente los mandamientos.
    Por lo tanto, si Cristo clavó la ley en la cruz, no clavó sólo el sábado, sino los otros 9 mandamientos.
    Entonces, ¿con qué derecho yo digo que amo a Dios, y que hay que guardar 9 mandamientos, pero el mandamiento del sábado no hace falta guardar?
    ¿Qué dice Santiago 2:10?: «orque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.» (Stg 2:10). ¿Qué interesante no? Para Dios 10 – 1 no es 9, sino 0 (cero).
    Por lógica, se cae de maduro que tengo que guardar todos los mandamientos de Dios, no 9, porque si guardo sólo nuevo, para Dios es como que no guardara ninguno.

    Jesús dijo:
    «Si me amáis, guardad mis mandamientos.» (Juan 14:15).
    «El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.» (Juan 14:21).
    «Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.» (Juan 15:10).

    ¿Crees ahora que Jesús te está invitando a guardar sus mandamientos?

    Jesús dijo: «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.» (Juan 13:15).

    El apostol Juan dice: «Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él» (1 Jn 2:3,4).
    Y en el versículo 6 dice: «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo».

    Los mandamientos fueron establecidos por Dios, y seguirán vigentes por toda la eternidad.
    David dijo: «Guardaré tu ley siempre,
    Para siempre y eternamente.» (Salmos 119:44).
    Salomón, el hijo de David dijo: «He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.» (Ec 3:14).
    Incluso, al final de sus días Salomón dijo: «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.» (Ec 12:13).

    Hay quienes dicen que los mandamientos (incluido el sábado fue dado por Dios sólo para los judíos), pero déjenme decirles algo: El cuarto mandamiento comienza diciendo «acuérdate» (acuerdate del día Sábado [en la RV60 dice «día de reposo», pero hay un asterisco que dice «Aquí equivale a sábado»]). ¿Será que Dios sabía que los hombres iban a olvidar su día santo, cambiándolo por el domingo, y por eso dice acuérdate?
    El cuarto mandamiento dice por qué hay que guardar el sábado, y no otro día: «Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.» (Éx 20:11).
    Esto es una clara referencia a Génesis 2:2-3. Por lo tanto, el sábado ya existía antes de que Dios sacase con mano firme a su pueblo Israél de Egipto. El sábado no es para los judíos, sino para toda la raza humana. El sábado es el sello de Dios, la firma que Dios colocó en la creación, como cuando un pintor hace un cuadro y lo termina, el cuadro no está terminado hasta no hacer algo: colocar su firma. El sábado es la firma que Dios colocó, porque quien guarda el sábado, está diciendo que acepta a Dios como su creador; está diciendo que su dueño es Dios.
    Isaías 58:13-14 dice: «Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.» (Is 58:13,14).

    El día sábado es para todos los que aman a Dios: «Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. (Is 56:6,7).

    Si amamos a Dios, entonces guardaremos sus mandamientos, «Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.» (1 Jn 5:3).

    Dios los bendiga.

    Alejandro Añasco
    email: nexusg@gmail.com

    • Avatar de Mario Mario dice:

      Muy bonita tu exposición, pero déjeme decirle algo corto, claro y refutante. La ley de Dios es guía para todo ser humano, pero hablemos claro nadie puede cumplirla, y deje de engañar a la gente. la ÚNICA forma de cumplir la ley divina es por medio de Cristo y NO por obras humanas.

      Ahora si Cristo murió por todos mis pecados ahora como soy? SIN PECADO y al ser SIN PECADO el ESPÍRITU DE DIOS MORA en MI, y al morar en mi el El ESPÍRITU SANTO SERA MI GUÍA de ahora en adelante. eso que quiere decir, que la ley que me condena o que me dice eres pecador ya no me rige.

      Dios nunca pero nunca nos va a poner una prueba que nunca podamos superar, pero mientras estemos bajo la guía del Espíritu Santo siempre seré justificado por Cristo.

      Ahora usted me dirá, usted anda sin ley eres pecador. déjeme decirle que Pablo también dijo: Entonces Cristo es ministro de Pecado: DE NINGUNA MANERA.

      Así que enseñe la verdad, que la única forma de ser aceptados por Dios es Por su hijo, por que el es el camino, la verdad y la vida mas no por la ley.

      Y deje de decir que usted puede cumplir la ley por si solo, por que eso es orgullo y por el orgullo nació lucifer

      • Avatar de Alejandro Alejandro dice:

        Estimado Mario, como dice un dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

        En ningún momento dije que podemos cumplir con la Ley de Dios por nosotros mismos. Al contrario, no podemos. Te invito a que re-leas lo que escribí, pues en ninguna parte escribí lo que tu dices.
        Cada vez que alguien me pregunta si podemos cumplir con la Ley de Dios, yo le contesto: «No, no podemos…Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden (Romanos 8:7)».
        Pero el mismo apostol, aclara dos versículos más abajos «Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él» (Romanos 8:9).

        Eso significa que sólo con la ayuda de Dios, con el poder del Espíritu Santo obrando en nosotros, permaneciendo en Jesús, podemos hacer lo que solos no podríamos: «porque separados de mí nada podéis hacer» (Juan 15:5).

        La mayor manifestación del amor de Dios, y del caracter representado en su Ley, fue la muerte de Su Hijo para salvarnos a cada uno de nosotros.

        La única forma de ser salvos es a través de la gracia de Dios, no a través de nuestras obras. En todo caso, si la salvación nuestra es por obras, entonces lo es en las obras de Cristo, pues él hizo lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos.

        Pero a pesar de ese regalo infinito, Dios no va a salvar a nadie que elige volver a la vieja vida. La teología de «una vez salvo siempre salvo» es totalmente antibiblica. Por eso mismo Pablo escribió: «no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado» (1 Corintios 9:27). La Biblia menciona una y otra vez que Cristo vino a darnos la libertad, para poder elegir, pero advierte que tengamos cuidado, de no elegir volver a los placeres del viejo hombre, sino que el que viva en mi sea Cristo; y ahí es donde entra el tema de las obras: No debo hacer buenas obras para ganarme el cielo, debo hacer buenas obras como una respuesta al amor que Dios me tuvo (y me tiene) en Cristo Jesús, al haber enviado a su Hijo para morir por mí y darme vida eterna. Cuando veo a la cruz y soy quebrantado por el Espíritu Santo, el mismo Espíritu me da fuerzas para vencer y «andar en vida nueva», y ahí es cuando se demuestra que «no viva más yo, sino que vive Cristo en mí».

        Estimado, la gracia es el regalo inmerecido de Dios, por creer que Jesús pagó por tus pecados. Sin embargo, déjame decirte algo:

        Si la Ley fue abolida en la cruz, entonces ya no hay nada que nos diga que no podamos matar, robar, adulterar, etc.
        Es más, si la Ley de Dios fue clavada en la cruz (hace unos 2000 años), y tu estás de acuerdo con eso, entonces tú no necesitas de la gracia de Dios, pero yo sí.
        Te preguntarás «¿Cómo es que no necesito de la gracia y tu sí?»
        La gracia es un regalo inmerecido que me da Dios, por creer y aceptar a Jesús como mi sustituto (el Cordero de Dios), que muere por haber yo pecado. Por esto Juan el bautista dijo «he aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29).
        Sin embargo, si Cristo clavó a Ley (la Ley moral = los 10 mandamientos) en la cruz, entonces tampoco hay más pecado, porque el pecado de acuerdo a lo que dice la Biblia que «el pecado es infracción de la ley» (1 Juan 3:4).
        Eso significa que si no hay más pecado desde hace 2000 años, entonces yo no puedo pecar, por lo tanto no soy pecador, y si no soy pecador entonces no necesito la gracia de Jesús.

        Estimado, la mayor prueba de que la Ley de Dios sigue vigente es que Dios tuvo que enviar a su Hijo para morir por lo que esa Ley requería.
        Por otro lado, la Biblia dice que hasta que venga Jesús a buscarnos, habrá pecado en esta tierra (pues unos serán llevados con Jesús, y otro morirán), y si hay pecado hay Ley («¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.» (Romanos 7:7)).

        Quizás ya lo dije antes, pero la ley es como un espejo, que nos muestra lo sucio que estamos, y que necesitamos ayuda, esa ayuda es Cristo: «De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe» (Gálatas 3:24).

        Cristo vino a cumplir con esa Ley, y aludiendo a una hiperbole dijo que es necesario que el cielo y la tierra perezcan, antes de que un tilde de la Ley sea cambiada (Mateo 5:17-19).

        Cristo no vino a romper el espejo (la Ley) que nos muestra nuestros pecados, sino a cumplirla y ser nuestro ejemplo.

        “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.” (Rom 3:3, RV60).

        Lee por favor la respuesta que le di más abajo a Gustavo.
        Dios te bendiga.

        Alejandro

      • Avatar de Mario Mario dice:

        muy bonito sus argumento pero estan mal y empiezo por esta pregunta y antes de seguir leyendo respondala

        ¿Cómo hace el Espíritu lo que la Ley no pudo?

        Romanos 8:3-9

        Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El.

        La semana anterior terminamos con esta nota: no solo que la ley no puede justificar, tampoco puede santificar. En otras palabras, es necedad ir a la ley para quitar nuestra condenación, y es necedad ir a la ley para que sean quitadas nuestra rebelión contra Dios y nuestra aventura amorosa con todo menos Dios. Todos tenemos dos profundos problemas, mucho más profundos que nuestros problemas financieros o nuestros problemas de relaciones interpersonales o nuestros problemas de salud. Somos culpables delante de Dios y merecemos condenación, y somos rebeldes contra Dios y amamos su creación más que a Él. Y mi mensaje la semana pasada, basado en Romanos 8:3-4, es que ninguno de estos problemas puede ser resuelto por la Ley de Dios, por los Diez Mandamientos entregados en el Monte Sinaí.

        Pero deben ser resueltos o pereceremos. Para resolver el primer problema, Dios nos aleja de la Ley guiándonos a Cristo. Versículo 3: «Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne». Dios quitó la condenación al condenar a Jesús en nuestro lugar. Ahora, ¿qué hizo Dios para resolver el segundo problema: nuestra rebelión contra Dios y la adicción que tenemos por anhelar más a la creación de Dios que a Dios?

        ¿Nos alejó de la ley para justificación y luego nos envía de vuelta a ella para santificación? ¿Es la ley el primer y principal enfoque de nuestras vidas si queremos triunfar sobre nuestra rebelión y nuestro anhelo por la creación de Dios antes que por Dios? Si queremos amar a nuestros enemigos y no devolver mal por mal, y tener paciencia y bondad, y ser intrépidos y valientes en la causa de la justicia, y soportar con gozo las dificultades en el servicio del evangelio, y esparcir una pasión por la supremacía de Dios en todas las cosas para el gozo de todos los pueblos, entonces, ¿a dónde debemos ir en busca de ayuda? ¿Cómo nos volvemos santos, amorosos, y semejantes a Cristo después de ser justificados solo por fe?

        ¿Qué hace usted? ¿A dónde irá? ¿Cuál es su enfoque y pasión? ¿Cómo pelea por la santidad y el amor y la semejanza a Cristo? Usted debe pelear. La alternativa a perseguir la santidad es perecer (Hebreos 12:14). ¿Cómo pelea usted? ¿Es la ley la clave que libera una vida de amor?

        La ley no es la clave para liberar una vida de amor

        Pablo dice que la ley no funcionará. La ley no puede hacer lo que necesita hacerse. Hay, al menos, tres razones por las que no puede.

        1. La ley no puede quitar nuestra condenación

        La primera, de la cual hemos hablado suficiente, así que la veremos rápidamente: es que el gran fundamento de la transformación es la remoción de la condenación; la ley no puede quitarla, y por tanto la ley no puede proveer el fundamento para nuestra transformación. Si queremos ser transformados a la imagen de Jesús, primero debe eliminarse el veredicto de culpables, y la ley no lo puede hacer, solo Dios puede, a causa de Cristo. Y solo por fe lo recibimos.

        2. La ley no puede conquistar la carne

        Pero hay una segunda razón por la cual la ley no puede santificar o transformar: No puede conquistar la carne. Es decir, no puede cambiarnos en la esencia de nuestra naturaleza: nuestro estado caído y de rebelión contra Dios. No puede eliminar nuestra renuencia a amar a Dios y nuestra traidora preferencia por los dones de Dios antes que Dios (Romanos 1:23). Por el contrario, Pablo nos enseña que la ley agrava nuestro pecado e incita nuestra rebelión.

        Revisemos unos pocos de esos lugares donde Pablo lo dice, para que podamos armarnos y no pensemos que la ley puede llegar a algún lugar de nuestra profunda rebelión, la que Pablo llama: nuestra «carne» en Romanos 8:3: «lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne».

        La ley vino para incrementar las transgresiones

        Veamos Romanos 5:19-21. Pablo termina así su contraste de Adán y Cristo: «Porque así como por la desobediencia de un hombre [Adán] los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno [Cristo] los muchos serán constituidos justos”. Ahora, esto da lugar a la pregunta: «Bien, si la justicia viene a nosotros mediante la obediencia a Cristo, y no mediante nuestra propia obediencia, entonces, ¿por qué dar la ley? ¿No es dada la ley para proveer justicia?» Pablo responde en el versículo 20: «Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión”.

        En otras palabras, la ley no es el remedio para nuestra condenación o nuestra rebelión. De hecho, es dada para que nuestra rebelión interior se convirtiera en transgresiones más patentes y visibles. Lo vemos nuevamente en Romanos 7:5: «Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte». En otras palabras, la ley no conquista la carne: despierta a la carne. La ley le hace el juego a nuestras propias pasiones pecaminosas, y las seduce. Vemos lo mismo en Romanos 7:8: «Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia”. La ley no conquista la carne, por el contrario, provee otra base de operaciones para la carne. Otro lugar para mostrar su rebelión.

        Por tanto, Pablo pregunta en Romanos 7:13: «¿Entonces lo que es bueno vino a ser causa de muerte para mí?» Él responde: «¡De ningún modo! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno [¡la ley!], para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso». Así que la función de la ley es hacer más visible el pecado en transgresiones, más patente y predominante al despertar la carne, y más manifiestamente vicioso en su uso de lo que es bueno para hacer su horrible trabajo.

        Lo vemos nuevamente en Gálatas 3. Pablo contrasta la herencia de vida prometida a Abraham por fe, con la idea de que pudiera ser asegurada por la ley. Dice, en el versículo 18: «Porque si la herencia depende de la ley, ya no depende de una promesa; pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa. (19) Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa”.

        Las transgresiones se incrementaron para mostrar más gracia y más gloria

        Así que preguntamos: ¿por qué? ¿Por qué diseñaría Dios semejante historia redentora? ¿Por qué añadiría la ley para incrementar la transgresión? Volvamos a Romanos 5:20. El versículo 20 comienza: «Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión”. Entonces, para mostrar hacia dónde va Dios en Su propósito, Pablo añade inmediatamente: «Pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. El propósito de Dios al incrementar la transgresión por la introducción de la ley no era un fin en sí mismo. Era una ocasión para mostrar más gracia.

        Y el propósito supremo se ve en el versículo 21: «Para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor». El propósito final es asegurar que Cristo reciba la gloria por el triunfo de la justicia en el mundo, tanto en justificación como en santificación.

        Esto nos lleva hacia la última razón por la que la ley no puede santificarnos. Pero antes de que vayamos allí, asegurémonos de que usted ve esta segunda afirmación: la ley no puede remediar nuestra rebelde renuencia a atesorar a Dios, porque la seduce. Nuestro amor pecaminoso por la independencia y el control y la auto-exaltación, solo convierte a la ley en un nuevo teatro para la rebelión. La ley es cautivada por la carne y hecha sierva del pecado. Si nos volvemos a la ley para resolver nuestra rebelión y nuestra indiferencia adultera hacia Dios, no funcionará. Solo será peor.

        3. La ley no podía dar, al Hijo de Dios, la gloria por la justificación y la santificación

        La última razón por la que la ley no puede santificar la acabamos de ver al final de Romanos 5: El propósito de Dios es santificarnos de una forma que el crédito y la gloria por nuestra liberación y transformación vayan hacia Jesucristo, no a nosotros mismos y no a la ley. Por tanto, Dios no nos llama a ir a la ley para ser transformados, en cuanto al amor y la santidad y la semejanza de Cristo, sino a volvernos al Cristo vivo, quien obró para nosotros en la historia y obra en nosotros por Su Espíritu.

        La ley no puede exaltar al Hijo de Dios como más glorioso y más valioso y más deseable que los placeres del pecado. Solo Cristo, cuando Él mismo gana nuestro afecto por encima de todos los concursantes, solo Él recibirá la gloria que Dios quiere que Él tenga. Incluso, si usted no fue a la ley, pero experimentó alguna medida de éxito en volverse una persona que cumple la ley (como ciertamente hicieron los fariseos, incluyendo a Saulo de Tarso), Cristo no recibiría honra por ello. Pero todo el propósito de Dios en el plan de redención es que Su Hijo reciba la gloria, no solo por nuestra justificación, también por nuestra santificación. Y esto es lo que la ley no podía hacer.

        La clave para la santificación: Caminar por el Espíritu

        ¿Cuál es, entonces, la clave para la santificación (santidad, amor, ser semejantes a Cristo)? El versículo 4 dice que la clave es caminar por el Espíritu. «[Dios] condenó al pecado en la carne, (4) para que el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. En las próximas semanas voy a argumentar (partiendo de Romanos 13:8 y Gálatas 5:14), que el «cumplimiento de la ley» es una vida de amor que exalta a Cristo. Pero ahora enfoquémonos solo en los medios diseñados por Dios para llegar allá. «Caminar por el Espíritu»

        ¿El Espíritu de quién? Romanos 8:9-10 nos lo dice: «Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El. Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia». El «Espíritu de Dios» y el «Espíritu de Cristo» y «Cristo» aparecen inseparables y casi como modos intercambiables de describir la presencia de Dios que cambia la vida y que está en la vida del creyente.

        Pero lo único que quiero decir es esto: no es al volver a la ley que cumplimos la ley y llevamos vidas de amor, es al ir al Cristo vivo. La ley no es el poder de santificación, el poder de santificación es la morada del Espíritu de Cristo. Y el instrumento de nuestra apropiación de este poder no es acercarnos a la ley, sino poner nuestros ojos y nuestra fe en la gloria de Cristo crucificado y resucitado, reinando y morando en nosotros. La clave es Cristo, visto y disfrutado por encima de todas las cosas. Ése es el poder que santifica. Y éste es el método de santidad que le glorifica, no la ley, y no nosotros.

        Miremos unas pocas confirmaciones:

        El paralelo entre Romanos 7:4 y 7:6 muestra lo mismo que Romanos 8:4 y 9. «Por tanto, hermanos míos, también a vosotros se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo de Cristo, para que seáis unidos a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios». Esta es la declaración más clara de todas, mostrando que buscar la ley no es el medio primero o principal para llevar fruto para Dios. Si usted quiere llevar fruto para Dios, debe morir a la ley. Si usted quiere vivir una vida de amor, debe morir a la ley. Si quiere cumplir la ley, debe morir a la ley. Es decir, usted no debe convertirse en alguien que guarda la ley como su modo principal o decisivo para derrotar su rebelión y volverse una persona amorosa y santa. Para mantener la ley como Dios quiere en esta época, usted debe alejarse de ella para estar unido «a otro, a aquel que resucitó de entre los muertos». Entonces «llevará fruto para Dios». Y el fruto es amor. El amor es el fruto de volvernos al Cristo vivo y encontrarle más deseable que todo lo que demás que impide el amor.

        Y en el versículo 6 puede ver que el paralelo que Pablo tiene en mente aquí es el mismo Espíritu que obra en Romanos 8:4. «Pero ahora hemos quedado libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra”. Servir en novedad del Espíritu, en el versículo 6, es paralelo a llevar fruto para Dios al unirnos a Cristo en el versículo 4. Es lo mismo servir en el Espíritu y llevar fruto de la unión con Jesús. El Espíritu es el Espíritu de Cristo.

        La ley no puede volverle una persona amorosa

        La idea es: La ley, simplemente, no puede volverle una persona amorosa. No puede vencer su rebelión. No puede conquistar su adicción a la alabanza de los hombres. Es letra. Y la letra mata. Solo el Espíritu, el Cristo vivo y morando en nosotros, da vida. Él nos cambia en la esencia de nuestro interior. Él escribe la ley en nuestro corazón. Gana, desde nosotros, nuestro más profunda admiración, delicia, y confianza. Y además rompe el poder del pecado cancelado.

        El propósito de Dios es que Jesús reciba la exaltación y que usted reciba la liberación. En Romanos 15:18, Pablo dice: «no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles». ¿De dónde viene nuestra obediencia? Viene de Jesucristo y lo que Él ha hecho mediante el evangelio.

        ¿Y por qué es importante? Porque a menos que usted busque la obediencia al deleitarse y verle, usted no recibirá la transformación y Él no recibirá la gloria. Usted permanece atado, y Él es deshonrado.

        ¿Cómo orar si usted está muerto para la ley y ama llevar fruto para Dios?

        ¿Cómo, entonces, debiéramos orar y desempeñarnos? Inclinémonos y les guiaré en una oración fundamentada en esta verdad:

        Oh Señor Jesús, soy, por naturaleza, rebelde y encuentro más placer en lo que has hecho que en Ti. Estoy enfermo y soy corrupto. Oh Cristo, ¡cuán claro me es comprender que necesito algo mucho más profundo y más poderoso y más personal que la ley! Sé que tu ley es buena. Pero yo soy carne, y estoy incapacitado para obedecerla. Y por eso, Señor Jesús, me alejo de la ley, para acercarme a ti. Tú eres mi única esperanza. Me alejo de mis propios recursos y pongo mi confianza en tu sangre y justicia para ser acepto, y en tu ayuda para ser santo. Me alejo de todos los placeres terrenales y te tomo a Ti, solo a Ti, como el gozo que todo lo satisface en mi vida. Renuncio a Satanás y a sus caminos y a todas sus obras. Me arrepiento de todos los pecados que conozco, y de los que Tú conoces y yo no.

        Y, oh Señor, oro para que tengas misericordia de mí, y abras los ojos de mi corazón para verte como realmente eres en toda tu incomparable belleza. Oro para que me muestres tu gloria en el evangelio. Lo que veo y conozco de ti ahora, lo acepto con todo mi corazón. Te recibo como mi Salvador, y Señor, y Tesoro. Y te pido que mores poderosamente en mí y que Tú mismo seas la victoria en mi vida, para que cuando ame a mis hermanos y a mis enemigos, como quiero hacer con todo mi corazón, la gloria sea tuya.

        y si hasta aqui no has entendido siga con esto

        La justificación por fe confirma la ley

        Romanos 3:27–31

        27¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 29¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. 30Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.

        ¿Invalidar Una Importante Verdad?

        En el día de hoy nuestro enfoque está sobre el versículo 31: “1¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley”. ¿Por qué Pablo preguntó esto? Alguien tiene que haber estado pensando que Pablo estaba invalidando la ley.

        ¡Oh, cuantas veces esto ocurre en las serias discusiones teológicas! Usted adopta una posición acerca de alguna verdad y alguien dice: “Oh, pero si usted cree esto, entonces no puede creer aquello otro. Usted está invalidando una verdad para abrazar otra”. A alguien le ha sido enseñado, quizás, que si usted cree en la soberanía de Dios en la conversión, entonces debe invalidar la responsabilidad humana de creer. Entonces dicen, “Usted está invalidando la responsabilidad humana”. O, si dice que cree en la providencia de Dios por encima de todas las cosas (desde el encanecimiento u oscurecimiento del cabello hasta la caída de cada ave del cielo) alguien dirá: ‘Entonces invalida la oración: ¿Por qué orar si Dios rige todas las cosas tan completamente?’.

        Pero solo porque alguien no puede ver cómo dos verdades pueden ajustarse, no quiere decir que no puedan. Ocurre así en este texto. Alguien está diciendo: ‘Pablo, usted invalida la ley, lo que enseña está aboliendo la ley de Dios’. Pablo no está de acuerdo con esta afirmación. Pero antes de que veamos por qué, necesitamos preguntarnos: ¿Qué causó que surgiera esa pregunta? ¿Por qué alguien acusaría a Pablo de invalidar la ley?

        ¿Por qué Podría Parecer que Pablo está Invalidando la Ley de Dios?

        Esto no es difícil de ver. Simplemente retrocedamos, digamos, a Romanos 3:20 y recolectemos algunas de sus declaraciones que posiblemente llevarían a alguien a esta conclusión. En el versículo 20 dice: “por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. De modo que Pablo dice que nadie será justificado por cumplir las ordenanzas de la ley, como ‘ser circuncidado’ y ‘no trabajar en los sábados’ y ‘no robar, matar, mentir, o cometer adulterio’. Ningún pecador puede ponerse a bien con Dios haciendo las “obras de la ley.”

        Luego, en el versículo 21 Pablo dice: “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios”. La justicia de Dios nos es dada “gratuitamente por su gracia” (versículo 24) mediante Cristo aparte de los mandamientos de la ley. No es guardando los mandamientos como ganamos una buena posición delante de Dios.

        Observen después el versículo 27: “¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe”. Y de nuevo la ley “de las obras” parece ser negativa para Pablo, La ley de las obras no puede deshacerse de la jactancia. Entonces ¿qué papel positivo es jugado por la ley?

        Noten después el versículo 28: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”. Helo aquí de nuevo. A Pablo no le satisface decirlo positivamente (el hombre es “justificado por fe”), insiste en decir también la parte negativa (“sin las obras de la ley”). Esto es lo que está disgustando a sus críticos. Él dice que la ley no nos puede poner a bien con Dios. Nos ponemos a bien con Dios mediante la fe “sin las obras de la ley”.

        Ahora bien, con esa clase de contexto, cuando llegamos al versículo 21 y pregunta, “¿Luego por la fe invalidamos la ley?”, nos percatamos que no es de extrañar que alguien presionara a Pablo con esa pregunta. Pablo. Usted sigue diciendo que una persona que se pone a bien con Dios (es justificada) por fe, ‘sin las obras de la ley,’ y que ‘la ley de las obras’ no puede deshacerse de la jactancia. Así, nos parece a nosotros que está implícitamente invalidando la ley, está diciendo que todos esos mandamientos en la ley moral de Dios no tienen autoridad, y pueden ser tranquilamente ignorados por el pueblo de Dios, está, al parecer, convocando a un pueblo a ser anárquico, “sin ley”.

        ¡En Ninguna Manera!

        Es a esto a lo que Pablo está dando respuesta aquí. ¿Es cierto eso? Pablo responde: “En ninguna manera”, absolutamente no. Esto no es lo que estoy haciendo. Pueden pensar así, pero deben pensar más. No salten a las conclusiones. Síganme hasta el fin del argumento. No presionen mi argumento con suposiciones sin terminar de escucharme. No estoy invalidando la ley cuando predico que la justificación es solo por fe, sin las obras de la ley.

        De hecho, Pablo continua y dice: “en ninguna manera, sino que confirmamos la ley”. Le voltea la mesa a sus críticos y dice: ‘No solo no invalidamos la ley cuando enseñamos que la justificación es solo por fe, sin las obras de la ley, sino que confirmamos la ley cuando enseñamos esto’. La justificación que es solo por fe, sin las obras de la ley, no derriba la ley, hace que la ley se mantenga. Ponerse a bien con Dios mediante la fe, sin obras, confirma la ley.

        Ahora bien, ¿Qué quiere decir eso? Pienso que quiere decir que lo que la ley moral de Dios demanda de nosotros, lo haremos si lo buscamos mediante la fe, como aquellos que ya están justificados; y no mediante obras, a fin de ser justificados. Si primeramente nos ponemos a bien con Dios solo mediante la fe, y después vivimos en esa libertad de amor, aceptación y justificación, seremos cambiados desde adentro hacia fuera y comenzaremos a amar las mismas cosas que la ley moral demanda a fin de que se establezcan en nuestras vidas, no como obras de mérito, sino como el fruto de la fe (1ra a los Tesalonicenses 1:3; 2da a los Tesalonicenses 1:11) y del Espíritu.

        Ascender por el Carril de la Montaña Rusa

        Ahora, antes de mostrarles por qué pienso que esto es lo que quiere decir (que la justificación es solo por fe sin las obras de la ley), permítanme ilustrarlo. Chicos, escuchen atentamente aquí, porque ustedes conocen de montaña rusa mejor que yo. Supongan que están de pie sobre una de los carriles de una montaña rusa, en el mismo fondo de una de las pendientes más hondas, con una pendiente al frente de trescientos pies de alto, casi vertical. En la cima están los carros de la montaña rusa enganchados y listos para bajar hacia el otro lado de la pendiente. Y supongan que alguien (llámenlo Sr. Moisés) dice:

        – Asciendan por esos carriles. Suban hasta la cima de está montaña rusa por estos carriles’ -Y supongan que dice:- Si llegan hasta la cima de la montaña rusa, montarán toda la tarde con todo el impulso que necesitan para mantenerse en movimiento.

        Entonces, comienzan a escalar las pistas, mano sobre mano, tablón por tablón, entre los rieles, cuando, de repente, oyen a otro hombre (llámenlo Sr. Pablo) diciendo:

        – Esperen, no hagan eso. Estas pistas y tablones no están hechos para escalar así. Vengan aquí, al suelo, y escuchen mí consejo’.

        En este instante, ciertos espectadores podrían interrumpir y decir:

        – ¡Hey, el Sr. Moisés dijo que ellos debían ascender por estas pistas! -esa es su ley. Él dijo: ‘Suban hasta la cima de está montaña rusa por estos carriles’. Ahora les está diciendo que se bajen de los carriles y vayan hacia usted que está en el suelo. Usted les va a arruinar la tarde. Está invalidando la ley del Sr. Moisés’.

        Ser Levantado Hasta la Cima

        Pero el Sr. Pablo dice:

        – No, no. Eso no es lo que está ocurriendo. Vengan, les mostraré. No estamos cancelando la ley del Sr. Moisés, la estamos cumpliendo de la única forma en que puede ser cumplida.

        Entonces les señala una grúa con un largo cable y unos arreos en la punta del cable. Y les señala al hombre sentado allá arriba, en la cabina de esta grúa, probablemente a cuatrocientos pies de altura en el aire. Saluda con la mano y sonríe, y el Sr. Pablo dice:

        – Permítanme ponerles estos arreos. Y si confiaran en el hombre que está en la cabina, en el cable y en los arreos, él les levantará y pondrá en el carro de la montaña rusa. Yo les prometo que de está manera es mucho más seguro.

        Y usted reflexiona, y confía en él, y él lo levanta en los arreos durante todo el trayecto hacia arriba y le coloca en la montaña rusa. Entonces la montaña rusa comienza a rodar. Y a medida que se incrementa la velocidad en el descenso, no solo siente la fuerza de gravedad, sino la tremenda oleada de poder que entra en vigor en el ascenso. Usted va por toda la vía recorriendo el circuito de la montaña rusa, y llega abajo, a la pendiente donde había estado parado y desde donde había comenzado a escalar. Alcanza el fondo de esa pendiente a cerca de ochenta millas por horas y avanza hacia arriba por los mismos rieles que pensó que tenía que escalar. Y continúa haciéndolo.

        Mira hacia abajo y ve al Sr. Moisés y al Sr. Pablo con los brazos sobre los hombros del otro como los mejores amigos, sonriendo, como si nunca hubiese existido tensión alguna entre ellos.

        La Ley es un Carril, No una Escalera

        Ahora bien, ¿cuál es el punto? El punto es que el Sr. Moisés dijo, “asciende por estas pistas…suban hasta la cima de ésta montaña rusa por estos carriles”. Hablaba en serio. Eso es lo que la ley demanda. Pero él no tenía en mente que usted trataría de escalarlas palmo a palmo y tablón por tablón. No es para eso que están hechos los tablones. Esta no es una escalera con raíles para escalar. Esta es un carril para que fluya el poder. También ocurre así con la ley moral en el Antiguo Testamento. No es una escalera por la cual subir, sino un carril para fluir en el poder del Espíritu Santo.

        Así que cuando el Sr. Pablo se acercó y dijo:

        -No escalen esas pistas hacia la cima. Vengan para acá, a estos arreos.

        Algunos pensaron que él estaba diciendo: ‘Abandonen la ley del Sr. Moisés; invaliden el camino de los mandamientos’. Pero eso no es lo que Pablo estaba haciendo, no estaba invalidando los mandamientos; los estaba confirmando. El mandamiento era: ‘Asciendan por estos carriles. Suban hasta la cima de está montaña rusa por estos carriles’. Y eso es exactamente lo que ocurrió cuando usted confió en el hombre para que le llevara hasta los carros, y le pusiera a rodar con un poder que no proviene de usted. Usted se acercó y ‘ascendió por esos carriles’. Y ‘subió hasta la cima de esta montaña rusa’. El mensaje del señor Pablo acerca de alcanzar la cima por medio de la fe sola, sin escalar (sin las obras de la ley) no invalidaba los mandamientos del Sr. Moisés. De hecho, ese mensaje de fe confirmaba los mandamientos.

        La Misma Idea en Cualquier Otra Parte de Romanos

        Está bien, dicen, bonita ilustración. Pero ¿es a eso a lo que se refiere el libro de Romanos? Permítanme tratar de mostrarles porque pienso que es a eso a lo que se refiere. Recuerden que todo este asunto (si la doctrina de la justificación es solo mediante la fe, sin las obras de la ley; produce cristianos desobedientes y anárquicos; o cristianos obedientes y amorosos) es tratado en los capítulos del 6-8 con grandes detalles. Aquí Pablo solo distrae la atención de los críticos, para contener al oponente hasta llegar allá. Y solo tengo tiempo para señalarles los lugares de dónde obtuve la respuesta.

        Primero observen Romanos 6:1-2, “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2En ninguna manera”. Pueden ver que este tema es muy similar al de Romanos 3:31. Usted enseña que la justificación es por gracia y solo mediante la fe, sin las obras de la ley, de modo que lo que realmente está diciendo es que no importa pecar, y mientras más pequemos más resplandecerá la gracia y más gloria obtendrá Dios al perdonarlo. Pablo rechaza esto enfáticamente.

        En Romanos 6:14-15 hay un anticipo a este argumento: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. 15¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera”. No, dice, el evangelio de la justificación que es por gracia y solo mediante la fe no produce pecado. Produce amor. Cuando usted confía en quien controla el carro, el cable, y los arreos; y se sienta en el carro de la montaña rusa con la energía de la gracia manejando, no llega al fondo de esa montaña de trescientos pies de alto, llamada ley, y se detiene. Está bajo el poder y control de la gracia, y ello no invalida la ley. Ello confirma la ley.

        Ahora examinen el pasaje paralelo más importante, Romanos 8:2-4. “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne…”. Deténgase. La ley de esta pendiente de trescientos pies de altura no era mala. Era perfecta. Dos rieles, sólidos tablones bien fijados. Fuertes vigas. ¿Bueno, como pues, era débil? Era “débil por la carne”. No fue hecha para ser escalada palmo a palmo, tablón por tablón. Tampoco fue su carne (lo que usted es sin el Espíritu Santo) diseñada por Dios para intentar tal cosa. Estos rieles fueron hechos para guiar un carro de montaña rusa, no para que su cuerpo lo escalasen. Ahora continúen “…Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.

        Dios envió a Cristo a ejecutar al pecado para que pudiéramos ser justificados solo mediante la fe, sin las obras de la ley, y para que “la justicia de la ley se cumpliese en nosotros”. ¡En nosotros! Esta es una transformación en la vida real. Y esto queda confirmado con la próxima frase: “…que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Andar conforme al Espíritu significa haber moverse en la montaña rusa con un poder que no es nuestro. Es así como la ley moral es cumplida y confirmada. Somos justificados solo por fe, sin las obras de la ley, nos es entregado el Espíritu Santo, y por medio de su poder cumplimos la ley -es decir, amamos.

        Para reducir el tiempo, estoy pasando por alto Romanos 9:30-32, que hace el mismo señalamiento. Y llego finalmente a Romanos 13:8-10: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”

        El Amor Cumple la Ley

        En otras palabras, el amor cumple, o confirma la ley. ¿Y de dónde viene el amor? El amor es un fruto del Espíritu en nuestras vidas. ¿Y es este Espíritu suministrado a nosotros por las obras de la ley, o por el oír con fe (Galatas 3:5)? ¿Viene el Espíritu con su poder a llevarnos a la cima de la montaña rusa de amor, porque trabajamos para mostrar que somos dignos, o porque somos justificados solo por fe?

        Pienso como responde Pablo en Romanos 7:6: “Pero ahora estamos libres de la ley…”. Usted se aleja de esa montaña de trescientos pies de altura, muere a ella, recibe el arreo de la gracia mediante la fe, y se monta (mediante la fe) hacia la cima de la justificación y es colocado en el carro del poder del Espíritu. Lean ahora el resto de Romanos 7:6, “por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos [la ley], de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra”.

        Servimos, amamos. Pero no bajo el régimen viejo. No palmo a palmo, y tablón por tablón, bajo el poder de la carne, que es tan débil. Sino debido a que somos justificados solo por fe, sin las obras de la ley; servimos por el poder del Espíritu, cuyo fruto es el amor. Y el amor cumple la ley. Por eso Pablo puede decir, “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley”.

        ¿Quiere estar a bien con Dios, y vivir para su gloria? No escale la montaña rusa llamada “obras de la ley”. Confíe en el arnés llamado “la justificación es solo por fe”.

        si usted gusta le sigo explicando aun mas.

      • Avatar de Alejandro Añasco Alejandro Añasco dice:

        Voy a hacer comentarios, que hubiese esperado no hacer, y espero no tener que volver a hacer.

        1)Texto sin contexto es mero pretexto.

        2) Tú no lees lo que escribo. Quizás porque te haya parecido un tanto extenso, pero no tiene sentido criticar cuando uno no lee.

        3) Lo que escribiste me parece que es una lamentable copia.
        Si no quieres tener problemas con el copiright y sería correcto que pusieras la referencia del autor: http://ro.desiringgod.org/resource-library/sermons/how-the-spirit-does-what-the-law-could-not-do?lang=es

        A continuación voy a copiar algunas citas de ese artículo:

        4)
        Cita: «¿Qué hace usted? ¿A dónde irá? ¿Cuál es su enfoque y pasión? ¿Cómo pelea por la santidad y el amor y la semejanza a Cristo? Usted debe pelear. La alternativa a perseguir la santidad es perecer (Hebreos 12:14). ¿Cómo pelea usted? ¿Es la ley la clave que libera una vida de amor? La ley no es la clave para liberar una vida de amor»

        Esto es evidencia de que no leíste bien lo que escribí, o quizás no entendiste.
        ¿En qué momento dije que la ley libera?
        ¿No dice la Biblia que la verdad es la que libera y es Cristo el que libera?
        ¿Cómo es que entonces a mí se me ocurriría escribir lo contrario? Dígame donde puse que la ley libera.

        5)
        Cita: «La ley no puede quitar nuestra condenación».
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        6)
        Cita: «La ley no puede conquistar la carne».
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        7)
        Cita: «La ley vino para incrementar las transgresiones»

        Error.

        El versículo clave que veo que se utilizó para afirmar esto es Romanos 5:20, que dice «Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia».

        Interpretar que la Ley fue dada en el sinaí para que se incrementaran las transgresiones, es una ejercicio hermenéutico mal empleado.

        En la parte «a» de este versículo dice «Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase». La estructura preposicional «para que», es la traducción de la palabra griega ἵνα (hina. Conjunción subordinada), que es la misma palabra usada en muchos versículos que contienen la estructura «para que se cumpliese la escritura» (ej.: Mat 27:35; Juan 12:38; Juan 18:9; etc).

        Aquí debemos entender que no tenemos que interpretar que Dios profetiza las cosas, y luego controla todo forzando a que esas cosas se cumplan sí o sí, sino que Dios profetiza las cosas pues sabe (en su presciencia) qué es lo que va a ocurrir.
        Cuando Mateo dice en 27:35: «Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.», evidentemente Dios forzó a los soldados para que hicieran esto.
        Lo mismo ocurre cuando vemos en Hechos 1 que Pedro dice que Judas se ahorcó, y menciona «para que se cumpliese la Escritura». No debemos interpretar esto como que Judas Iscariote llegó tarde al reparto de roles en el «guión divino», y que no le quedó otra cosa que ser el traidor. Si esto fuese así entonces Judas no tendría la culpa de lo que hizo, y por lo tanto no sería condenado como Cristo dijo que sería condenado quien entregara al hijo del hombre. Este tipo de pensamiento es fatalista y está en concordancia con el concepto de predestinación calvinista, que es completamente contrario al libre albedrío enseñado por la Biblia.

        ¿Cómo debemos entender entonces la estructura «para que»?: Debemos entenderla como lo que realmente está diciendo: «Por causa de haber repartido los vestidos, se cumplió la Escritura», «Por causa de que Judas lo traicionó, se cumplió la Escritura». Lo mismo debe entenderse con el texto que nos reune en este punto: Romanos 5:20. La traducción dinámica de dicho texto es más correcta si leemos: «Por causa de que la Ley se introdujo, el pecado abundó».
        Hay que entender que Pablo muchas veces recurre a expresiones idiomáticas del contexto en el cual el vivía, y decir «para que», no debe entenderse necesariamente como nosotros lo entendemos hoy.
        ¿Cómo podemos saber cuándo significa una cosa y cuando la otra? Muy sencillo, por el contexto (tanto gramatical, histórico, geográfico, etc).

        En definitiva, lo que Romanos 5:20 enseña, es que al dar Dios la Ley en el Sinaí, quienes vivían a oscuras y en pecado, ahora que tenían la Ley y sabían explícitamente qué cosas estaban bien y qué cosas estaban mal, no tenían excusa. Pero, si se mantenían en pecado, ahora eran más pecadores que antes, porque ahora que tenían más luz, más responsables eran.
        Por eso el mismo Pablo en Romanos 7:13 dice: «para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso». El pecado ya era pecaminoso, pero ahora que tenían la Ley que les mostraba más claramente el pecado (pues la Ley es como un espejo que te muestra quién eres realmente, y bajo esta Ley es que somos juzgados), el pecado que era pecaminoso terminó siendo SOBREMANERA pecaminoso.

        8)
        Cita: «Las transgresiones se incrementaron para mostrar más gracia y más gloria».

        Error.

        Entendiendo la primera parte del versículo de Romanos 5:20 correctamente, se facilita el correcto entendimiento de la segunda parte: «mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia».

        Dios tiene poder para cambiar las cosas negativas, y llevarlas a que se desarrolle una situación positiva. Ejemplo: Los tres amigos de Daniel en el horno. Satanás quería matarlos, y lo que Dios hizo, fue permitir el pecado, para mostrar su poder, a lo cual Nabucodonosor terminó postrándose y reconociendo el poder del verdadero Dios.
        Pero no debemos entender bajo ningún punto de vista que Dios «hace» que haya pecado, para mostrar más gracia y más gloria. Esto es lo que dice Pablo.

        9)
        Cita: «La ley no podía dar, al Hijo de Dios, la gloria por la justificación y la santificación.»

        Insisto, ¿en qué momento doy a entender que la justificación o la santificación viene por la Ley?

        10)
        Cita: «La clave para la santificación: Caminar por el Espíritu.»
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        11)
        Cita: «La ley no puede volverle una persona amorosa».
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        12)
        Cita: «La justificación por fe confirma la ley».
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        13)
        Cita: «La justicia de Dios nos es dada “gratuitamente por su gracia”»
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        14)
        Cita: «El Amor Cumple la Ley.»
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        15)
        Cita: «¿Quiere estar a bien con Dios, y vivir para su gloria? No escale la montaña rusa llamada “obras de la ley”. Confíe en el arnés llamado “la justificación es solo por fe”.»
        Amén, estoy completamente de acuerdo!!!

        ………….
        Quiero mencionar que a pesar de haber leído tu argumentación (o mejor dicho la de http://ro.desiringgod.org), es un poco desalentador (aunque igual Dios me da fuerzas y sigo), escribir grandes cantidades de texto y que la gente no los lea.
        Digo esto pues escribí y no leíste con atención.

        Me he dado cuenta también, que de alguna forma Satanás quiere sacar el foco de la discusión, y torcer la discución a otro punto.

        Por si no entendiste lo que escribí en mis anteriores comentarios, el tema es claro y te lo resumo de la siguiente como sigue:

        A) No podemos cumplir la Ley, los 10 mandamientos por nosotros mismos.

        B) Cristo vino, los cumplió, murió y resucitó, para salvarnos.

        C) La justificación del ser humano sólo se consigue cuando el ser humano reconoce que es un pecador, y que merece la muerte, pero que aceptando a Jesús como el Hijo de Dios que murió por nosotros, es justificado. Esa justificación es por gracia, como un don de Dios, no por obras, sino por gracia.
        Para esto debo tener fe. Habacuc 2:4b dice: «He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.».

        D) Cristo no vino a anular la Ley moral. Lo que fue anulado en la cruz fue la necesidad de matar ovejas, vacas y cualquier animal que Dios había establecido como un símbolo de la redención que Cristo haría. Por esto mismo el velo del templo se rasgó de arriba abajo. Toda ley ceremonial ya había tomado su cumplimiento en la muerte de Cristo en la cruz. Pero los 10 mandamientos siguen vigentes, pues Dios quiere que no sigas teniendo dioses ajenos delante de él, quiere que sigas respetando a tu padre y a tu madre, y quiere que sigas haciendo todo lo que la Ley pide.

        E) Sin embargo, no podemos hacerlo solos, pero la Biblia no pide que esto lo hagamos solos, sino que lo hagamos con el poder del Espíritu Santo, permaneciendo en Jesús.
        La Biblia dice en Filipenses 4:13: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Que yo sepa todo es todo, y eso implica guardar su Ley.

        F) En conclusión, yo tengo que guardar la ley, como una respuesta al amor que él me tiene al haber enviado a su Hijo para salvarme.
        Debo guardar la Ley como reconocimiento de que Dios es mi Dios. Guardo la Ley por Amor a Dios, porque si le amo, le voy a obedecer.
        Por eso mismo Jesús dice en Juan 14:15: «Si me amáis, guardad mis mandamientos».
        Si te preguntas cuales, Jesús lo dejó claro: «mis mandamientos», que son los mismos mandamientos de su Padre: «Amarás a Dios sobre todas las cosas, y a tu prójimo como a ti mismo».
        Mat 22:37 «Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
        Mat 22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
        Mat 22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
        Mat 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.»

        ¿Cuantas tablas le dio Dios a Moisés en el monte de Sinaí?
        Respuesta: DOS.
        ¿Por qué?
        Porque Dios quería que entendieramos que hay una gran diferencia entre el amor a Dios y el amor al prójimo, y el amor a Dios debe estar en primer lugar.
        Fíjate que los 4 primeros mandamientos hablan sobre el amor a Dios (Éxodo 20:3-11), y los segundos 6 mandamientos hablando sobre el amor al prójimo (Éxodo 20:12-17).
        Por esto mismo Jesús dijo «De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas», porque toda la Escritura, especialmente los 10 mandamientos, siguen este principio: Primero Dios, segundo mi prójimo.

        G) Insisto, si amo a Dios, voy a cumplir los mandamientos («si me amáis, guardad mis mandamientos»).
        Por eso mismo, en el punto que enumeré como 14) Cita: «El Amor Cumple la Ley.», dije: «Amén, estoy completamente de acuerdo!!!»

        Espero que esto realmente sirva para aquella persona que de corazón esté buscando a Dios y quiera encontrarle.
        Dios los bendiga
        Alejandro Añasco

        nexusg@gmail.com

      • Avatar de Mario Alvarez Mario Alvarez dice:

        Mi estimado créame que me tómo la molestia de leer lo que usted escribe, por error de copy desde mi cel no se pego los últimos renglones de los derechos de autor de John Piper.

        Casi lloro por tu amenes pero al ver tu final del comentario veo una confusión que me da tristeza, usted dice:

        G) Insisto, si amo a Dios, voy a cumplir los mandamientos (“si me amáis, guardad mis mandamientos”).
        Por eso mismo, en el punto que enumeré como 14) Cita: “El Amor Cumple la Ley.”, dije: “Amén, estoy completamente de acuerdo!!!”

        Pero usted no cumple con el mandamiento de Dios (2 Pedro 2:21b – si desea saber cual el ese mandamiento lea 1 versículo atrás -el contexto-), que es obedecer a su hijo (el verbo hecho carne, la ley real, verdadera de Dios por que El es Dios) puesto que usted usa Cristo para quitar sus pecados pero se devuelve a la letra escrita en tablas de piedra.

        Pablo le dijo a los judaizados que estaban haciendo lo mismo que usted en galatas 5:4-6 (TLA)

        «4 Los que quieren que Dios los acepte por obedecer la ley, rechazan el amor de Dios y dejan de estar unidos a Cristo. 5 En cambio, a nosotros (a quienes? – los cristianos), el Espíritu nos da la seguridad de que Dios nos acepta porque confiamos en Cristo. 6 Gracias a lo que Cristo hizo, ya no importa si estamos circuncidados o no. Lo que sí importa es que confiamos en Cristo, y que esa confianza nos hace amar a los demás.»

        y mira lo que afirma Pablo alli mismo galatas 5:7-9 (TLA)

        «7 ¡Ustedes iban muy bien! (quienes? – los cristianos) ¿Quién les impidió seguir obedeciendo el verdadero mensaje? 8 Con toda seguridad no fue Dios, pues él mismo los invitó a obedecerlo. 9 No hay duda de que un solo falso maestro daña toda la enseñanza»

        Usted lo dijo en su punto 14, El Amor Cumple la Ley, pero porque esto es posible?
        porque el amor es la base de los 10 mandamientos y Cristo es la representación palpable del amor de Dios hacia nosotros, por eso lo hace una mejor promesa y un mejor pacto, entonces si obedecemos, confiamos y creemos a su amor inmenso y a su ley (me refiero a su hijo), Dios nuestro Padre eterno creador del cielo y la tierra nos aceptará.

        Finalizando le digo a usted; prefiero seguir a Cristo y a su amor por que ese amor proviene de Dios y este amor no hace daño. mas sencillo: Jesús cumplió la ley que fue dada al pueblo de Israel y gracias a El yo como gentil soy adoptado como hijo para mi Padre Eterno, por lo tanto no me guía una ley que nunca fue para mi pero si me guía el Espíritu de Dios que me fue dado por obedecer a Dios «Creer en su hijo en Jesucristo».

        Saludos.

        Mario Alvarez

      • Avatar de Alejandro Añasco Alejandro Añasco dice:

        Donde escribí:
        «evidentemente Dios forzó a los soldados para que hicieran esto.»

        quise escribir:
        «evidentemente Dios NO forzó a los soldados para que hicieran esto.»

    • AMENNN , EL ENTENDIMIENTO NOS HARÁ LIBRES Y NOS DARÁ LA SALVACIÓN . DIOS LE BENDIGA .

    • Avatar de DG GAVIOTHITA DG GAVIOTHITA dice:

      AMADO HERMANO NOSOTROS LOSQUE ESTAMS EN LA GRACIA DE DIOS NO ESTAMS NEGANDO LOS MANDAMIENTOS JESUCRISTO LO RESUMIO EN 2 GRANDES AMNADMIENTOS Y TU SABES CUALES SON VERDDD…AI ESTA TODO PUES DICES PUEDO MATAR PUEDO ROBAR JAJAJ ENTONCES SI HACES ESO NO AMAS A TU PROJIMO ..O TU LE HARIAS DAÑO AQUIEN AMAS .NO AS PENSADO POR FAVOR SOLO POR DEFENDER EL SABADO ..EL SR JESUCRISTO ES MI ETERNO DESCANZO ES EL SR DEL SABADO ..

    • Totalmente de Acuerdo Hermano Alejandro, esa doctrina de que los 10 Mandamientos ya no están vigentes, es mas bien el caos que ha venido introduciendo la gran ramera, y desgraciadamente la mayoría de cristianos están cayendo en ese satánico engaño, y por ende perdiéndose, en esos caminos de maldad, ES INCREÍBLE que haya Hermanos cristianos y pastores , predicando esa falsedad, y hasta hacen dudar de su integridad como pastores, que ha hecho caer o’ cambiar la Sana Doctrina en algunos cristianos ? CUANDO Las Sagradas Escrituras están Ordenando Guardar los Mandatos y la Ley de Dios tanto en el Antiguo como en El Nuevo testamento ?, entonces para quienes fueron esos Mandamientos ? cuando el Mismo Jehova , les ordena MATAR ? El mismo Moisés había matado, Abraham había mentido, Jacob había engañado, Jehova les manda a saquear ciudades y matar a todo lo vivo allí ? Entonces cronológicamente tienen alguna explicación ? Cuando la Santa Biblia , en algunos versículos nos dice ::: los que estamos vivos HOY . sera que se los decía a los antiguos ? Perseveremos Hasta el final . Estamos viviendo tiempos peligrosos y a la vez tan cerca de la VENIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, Que el diablo esta trabajando desesperadamente por arrebatar almas para su cosecha. D.L.B.

  6. Avatar de omarjuno1 omarjuno1 dice:

    Mi respaldo contundente a este comentario es la primera vez que en este medio leo algo tan claro y sin lugar a dudas la mejor exposicion en cuanto al tema de la ley de Dios o los diez mandamientos que es lo mismo bendiciones Sr alexandro no lo podria haber hecho mejor. quien puede refutar esto?

  7. Avatar de gustavo gustavo dice:

    LO FELICITO, CON TODO MI CORAZON, ERES ALGUIEN EXTRAORDINARIO, POR FIN CONOCI A ALGUIEN QUE PUEDE CUMPLIR LA LEY¡ PENSE QUE SOLO CRISTO LA HABIA PODIDO CUMPLIR?

    • Avatar de Alejandro Alejandro dice:

      Estimado Gustavo, la exposición que hice más arriba creo que fue lo suficientemente clara como para saber que Cristo cumplió con toda la ley, y que vino no sólo a morir por nosotros, sino a darnos el ejemplo a seguir, por eso mismo la Escritura dice: «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (1 Jn 2:6). Esto por supuesto implica guardar sus mandamientos.

      Por otro lado, fíjate que hablando sobre la última generación de hijos fieles de Dios, Juan menciona las características: » Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero» (Ap 14:4). Evidentemente este pasaje está en total armonía con 1 Jn 2:6 (seguir al Cordero por donde quiera que va significa obedecerle y andar como el anduvo).

      Hablando de ese grupo de personas (y esto es lo que Dios espera de cada uno de nosotros), Juan dice: «Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.» (Ap 14:12). Este mismo pensamiento se encuentra en Ap 12:17: «Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo».

      La Biblia se responde a si misma.
      Somos salvos por gracia, pero seremos juzgados por obras.
      Fe y obras van de la mano.
      La fe sin obras está muerta (Santiago 2:17).

      Dios los bendiga.
      Alejandro

      • Avatar de Alejandro Alejandro dice:

        … Gracias a Dios tenemos la Biblia, pues en ella conocemos a Jesús y el amor que Dios nos tiene.

        «Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.» (1 Juan 2:1).

    • Para gustavo..

      Para su informacion, Daniel y sus tres amigos tambien cumplieron la ley de Dios.

      Para Mario Álvarez.
      Para su informacion, en ninguna parte de la escritura dice que la ley solo era para isreael, pues naaman el sirio, nabucodonosor, Ruth etc, no eran descendientes de abraham sino gentiles.

      Si la ley unicamente fuera para la nacion isrraelita, entonces porque Dios habria de destruir a nineve a edom a siria, naciones idolatras, si la ley segun ud, solo era para isrrael?

  8. Avatar de Edgar Estrada Edgar Estrada dice:

    Los Diez mandamientos son eternos, tan simple y completo como eso, no hay mas ni menos, eternos son simplemente ETERNOS , y son la constitucion divina sobre la cual se basa el gobierno de EL ETERNO.

  9. Avatar de DGO DGO dice:

    a veces la gente de procedencia cristiana deja de lado artìculos bien claro sobre lo que fue escrito en piedra, me refiero a la ley , veamos un poquito sobre esto que las escrituras los define como ministerio de condenacion y muerte y que ya caducò con el sacrificio de Cristo , que fue abolido y que hay gente que no es ni siquiera de procedencia israelita y que padecen de crisis de identidad e intentan guardarlos haciendo el ridìculo, que sobre sus ojos estan `puesto un pesado velo que los ciega , el apostol de los gentiles siempre dejaba en claro que cuando se referia a la«ley« decia que hablaba solo con los que conocian la ley(romanos 7:1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley………) es decir nunca hblo de la ley para su cumplimiento con griegos, romanos arabes sirios y para la posteridad con latinos ,ingleses, africanos, arabes etcetc sino con gente que descendia de aquellos que habian estado en con moises en la data de la ley bien veamos el asunto en cuestion en las palabras de PABLO 2corintios3:6 el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la« letra« mata, mas el espíritu vivifica.
    3:7 Y si el «ministerio de muerte grabado con letras en piedras« fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer,
    3:8 ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu?
    3:9 Porque si el «ministerio de condenación« fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación.
    3:10 Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en este respecto, en comparación con la gloria más eminente.
    3:11 Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más glorioso será lo que permanece.
    3:12 Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;
    3:13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.
    3:14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.
    3:15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.
    3:16 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.

    y si esto les parece poco fijense lo que dijo el gran apostol y maestro de los gentiles sobre la ley
    filipenses 3:1 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
    3:2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo.
    3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
    3:4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más:
    3:5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
    3:6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
    3:7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.
    3:8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

    Pablo era hebreo ,.. fiel cumplidor de la ley, fue circuncidado ,procedente de la tribu de benjamin , (pregunto: hay alguien como pablo que proceda de alguna tribu de israel segun la carne ?)el apostol honraba la ley con hechos pero al ingresar al cristianismo dijo que todo lo que significaba honra en el judaismo , se referia a la ley con sus hechos ,para el ahora era perdida o lo calificaba como basura y a aquellos que los seguian impulsando para su observancia les dijo que eran perros o malos obreros , ahora se ve gente que no procede del judaismo y obliga a judaizar en sus iglesias a impulsar un ministerio de muerte y de condenacion y no del espiritu ,… que diria el apostol hoy en dia a estos señores si a sus propios paisanos les dijo perros por seguir impulsando la ley ?? ………………………….

  10. Avatar de sofia sofia dice:

    Gálatas 5:4

    4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

    Esos que defienden la ley no han entendido porque tienen un velo puesto y tratan de ajustar lo inajustable, de algo que es tan CLARO en la Biblia. Doctrinas del error

  11. Avatar de RIcardo SD RIcardo SD dice:

    Wow que buena discusión, deseo agregar que ay unas variantes del texto que son diferentes hasta donde estoy investigando una cosa es la ley y otra «obras de ley» por favor indaguen mas este asunto pues es usado equivocadamente para promover que la ley( MANUSCRITO 4QMMT) no es mas ahora , lo cual no estoy de acuerdo (quiero decir que creo en los diez mandamientos vigentes) , en corto la tora oral (mandamientos de hombres) no es la tora escrita(ley de Dios) os dejo un enlace http://es.slideshare.net/antso/obras-de-la-ley-8284714 mm.. por cierto lo de guardar el sábado talvez es difícil aceptar pues en gran manera es por popularidad que tienen los adventistas de guardar el sábado, el problema con el adventismo es su pitoniza Elena White quien hablaba con muertos , ect, con cristo en nuestro corazón su ley es nuestra delicia, amen! y no es gravosa (lapida pesa) pues su yugo es facil en cristo, aclaro.

    por cierto quiero aclarar que el sábado es también un descanso OBLIGADO para no estar trabajando como robots y por supuesto de acuerdo a isaias 58 13…. hacer el bien como el dela mano seca con Jesus.

    Si por causa del día de reposo apartas tu pie
    para no hacer lo que te plazca en mi día santo,
    y llamas al día de reposo delicia, al día santo del SEÑOR, honorable,
    y lo honras, no siguiendo tus caminos,
    ni buscando tu placer,
    ni hablando de tus propios asuntos,
    14 entonces te deleitarás en el SEÑOR,

  12. Avatar de Roger Roger dice:

    El mundo cristiano enseña de la salvación por “fe y por Gracia” pero no explican a qué formas de fe se refieren y se jactan de la Gracia como un indulto eterno, desconociendo voluntariamente lo que enseña Dios al respecto:“…Por cuanto todos pecaron, y estás destituidos de la gloria de Dios… siendo justificados gratuitamente por su Gracia, por la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre; para manifestar su justicia, a causa de HABER PASADO POR ALTO, EN SU PACIENCIA, LOS PECADOS PASADOS” (Romanos 3:23-25). Cuesta creer que Ministros colegiados no comprendan esta declaración tan clara: La Gracia, es el don de Dios, que mediante el derramamiento de la sangre de nuestro amado Salvador permite que sean perdonados NUESTROS PECADOS PASADOS.
    Ahora bien, al consultar a algún cristiano respecto a qué es la Fe, la mayoría entiende la Fe como el acto de creer en Dios, sin embargo la carta del apóstol Pablo a Los Hebreos en el capítulo 11 comienza a correr la nebulosa que oculta esta gran Verdad Bíblica cuando comienza diciendo: “…Es, pues, la fe la certeza de lo que se, la convicción de lo que no se ve…”. Podemos deducir que para que cada cristiano alcance ese gran propósito que es la Salvación; La Fe es el elemento principal donde descansa la posibilidad de alcanzar la meta. Entonces al comprender lo que enseñó el apóstol en el capítulo 11 de Hebreos está claro cómo opera la fe, sin embargo, cuatro años antes de la carta de Pablo a los Hebreos, el apóstol Judas hermano del apóstol Santiago y del Señor Jesús, viendo ya desatada la apostasía escribe una carta donde el fondo nos da la pauta para que quede absolutamente claro qué es La Fe. Veamos el versículo 3 de la carta citada: “…Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos…”. Si meditamos con atención en esta declaración, nos podemos dar cuenta que cuando el apóstol se refiere a La Fe, no habla de ella como algo abstracto y esto nos llama a escudriñar todo este texto en su mérito. Se deduce que cuando nos llama a contender por la Fe, es decir, pelear por ella, es que él siente la Fe amenazada, por algunos que están corrompiendo esto que una vez le fue dado a los santos.
    Las Sagradas Escrituras en el capítulo 28:1-14, de Deuteronomio nos muestran las grandes bendiciones que en lo personal y en su vida terrenal, puede alcanzar cualquier individuo que se somete a Dios, obviamente, bendiciones que cualquiera desea para su vida. Luego cuando Dios a través del apóstol Pablo aclarara que La Fe es lo fundamental para alcanzar nuestros objetivos; el apóstol Judas, nos indica que debemos luchar por esta Fe, que en su momento les fue confiada a sus santos. Entonces, para poder descifrar en qué consiste La Fe, primero debemos identificar cuáles son aquellos santos a quienes le fue entregada La Fe, y en qué momento ocurrió esto, y que fue lo que les fue entregado.
    Cuando el pueblo de Israel estaba pronto a entrar a la tierra prometida, Dios a través de Moisés, les hace ver una serie de situaciones de las cuales debían guardarse diciendo: “…Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra…”. Varias citas bíblicas como esta, nos muestran que los israelíes fueron estos santos a los cuales alude Judas en su epístola; y refiriéndose a ellos Nehemías escribió en el capítulo 9: 13- 14 de su libro de la siguiente manera: “…Con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo santo para ti, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley…”.
    He aquí entonces como esta serie de principios, constituyeron La Fe entregada a sus santos, por los cuales, en un momento dado Israel debía guiarse para alcanzar a vivir al abrigo de Dios (Deuteronomio 28:1-14) y que el apóstol Judas nos exhorta a luchar eficazmente por ella.
    Con todas estas citas revisadas, ahora tenemos claro lo que realmente debemos comprender acerca del significado del término La Fe; recapitulemos esto ahora: Gramaticalmente se entiende por fe, el conjunto de dogmas con los que diferentes grupos religiosos pretenden honrar a Dios; lo que no se contradice con lo que expone el apóstol Pablo cuando escribe en la carta a los Romanos en el capítulo 14:22, donde señala a todos lo que tratamos de allegarnos a Dios, lo siguiente:”… ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios…”, para luego agregar: “… Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba …”, advertencia absolutamente coherente con lo que escribe cuatro años más tarde donde le explica a la Iglesia de Éfeso , y que también nos alcanza donde llama la atención escribiendo que uno es el Señor, uno es el Bautismo y una es La Fe (Efesios 4:5).
    Entonces tras leer la breve carta del apóstol Judas y las recomendaciones del apóstol Pablo; cabe la pregunta: ¿Es la fe que estoy practicando, verdaderamente La Fe, que distinguió con su doctrina a la Iglesia Primitiva con Cristo y los apóstoles?
    Cuando en todo el continente religioso occidental, principalmente entre la juventud, hay cada vez menos personas que creen en Dios y más deserción en las iglesias; en el ámbito cristiano ,se habla de “Pablo el Apóstol de los Gentiles” y de “Abraham, el Padre de la Fe”; para plantear una religión lo más llevadera posible; donde los únicos que obtienen verdaderos beneficios son algunos sacerdotes y pastores inescrupulosos, que han convertido La Fe en un lucrativo negocio; mientras los creyentes terminan por no creer en Dios ni en la religión; sin embargo vemos como el apóstol explica en las escrituras que se citaron, que aun en el cristianismo habiendo muchas formas de fe, La Verdadera Fe Es Una Sola, y en estas mismas Escrituras encontramos que: “…Abraham oyó la voz Dios, y guardó sus preceptos estatutos mandamientos y Leyes…”; “…Por esto fue considerado amigo de Dios…” (Génesis 26:5; Santiago 2:23)

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