Mario E. Fumero
INTRODUCCION
Estimas viviendo tiempos de crisis en una forma generalizada. No solo en lo económico, ecológico y político, sino también en lo espiritual. La iglesia está siendo amenazada por muchas corrientes sincréticas que objetan el fundamento bíblico tradicional, y nos están llevando a una historia que se repite consecutivamente, remontándonos a cometer los mismos errores de la edad media.
Es por esta razón que deseo hacer un análisis minucioso a las nuevas corrientes que nos amenazan, acelerando el proceso de apostasía y de unidad ecuménica que atraerá a muchos inocentes creyentes a las nuevas corrientes que le darán el apoyo al avenimiento del anticristo, el cual está al doblar de la esquina, esto es, que el mismo está a punto de hacer su aparición bajo el lema del Nuevo Orden Mundial.
Quizás nunca antes nos hemos visto tan amenazados como ahora, al dar cabida a las nuevas ondas apostólicas, que invaden las iglesias con una nueva visión del reino y proponiendo la creación un reinado terrenal en donde la iglesia gobierne las naciones, dando lugar a la doctrina del dominianismo, más bien definida como “el reino ahora”, que nos devuelve a la era medieval en donde la iglesia de Roma reino y gobernó a los regímenes europeo, imponiendo sus normas, dogmas y valores de una forma impositiva, para establecer el reinado de Cristo a través del papado. De ahí nacieron las crueldades de las cruzadas, de la santa inquisición y de la terrible persecución a los judíos.
Quiero hacer un llamado de reflexión a los líderes y pastores que todavía quieran analizar el aspecto escatológico de la realidad bíblica de los últimos tiempos. Quiero poner un grito de ¡ALERTA¡ en medio de este mal de confusión que esta prevaleciendo en el cristianismo neo-modernista, que se está cargando todos los valores doctrinales y moral de la fe tradicional, para dar pasa a una teología liberal, en donde la Biblia pasa a un segundo plano, para dar lugar a visiones y revelaciones nuevas, que como dogmas de fe, se le impone a una iglesia que tristemente poco escudriña la Palabra de Dios, guiándose más por emociones y técnicas de manipulaciones, que por experiencias y conocimientos sólidos.
En los próximos capítulos iremos desentrañando la realidad de esta herejía destructora, siempre buscando el sólido fundamento bíblico, porque es tiempo que como los hermanos de la iglesia de Berea, verifiquemos si lo que se nos proclama está de acuerdo a las enseñanzas apostólica.

CONTINUARA…