Mario E. Fumero

Cada año que pasa, pese al adelante científico y tecnológico, el mundo se empobrece, se muere de hambre, mientras los ricos son más ricos, los pobres se hacen más pobre, y el hambre se convierte en una epidemia que azota  todo mundo, en donde unos tienen abundancia, y otros mueren de escases. Es un mundo desequilibrado, injusto, egoísta.

Los países árabes de creencias islámicas se amontonan riquezas gracias al oro negro (petróleo) mientras sus ciudadanos mueren de hambre, unos jaques y príncipes se dan el lujo de ordenar un auto rolls royce  enchapado en oro. En occidente, unos cuentos millonarios  se enriquecen gracias a la miseria de los países pobres y cuando se les trata de tocar un poco de los mucho que tienen, ponen el grito en el cielo y compran conciencia, de forma tal, que el hambre acelerada en África y América Latina. Estos países que dicen ser cristianos viven sumido en la desigualdad que contradice las enseñanzas de la Biblia cuando el Apóstol Pablo escribe en 2 de Corintios 8:14  «sino para que en este tiempo,  con igualdad,  la abundancia vuestra supla la escasez de ellos,  para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra,  para que haya igualdad«.

Es preocupante el incremento del hambre, pero mucho más preocupante e indignante es la teología de la prosperidad en medio de un mundo  cada vez con más pobres. Mientras un 10% tiene de sobra, un 30% vive en el límite de la pobreza y un 60% en la plena miseria. Mientras muchos derrocha, otros buscan en los basureros las sobras para poder vivir, y la iglesia cristiana ¿Que está enseñando? Un lector de mi página web me mando un escrito que deseo compartir con Uds, su informe es muy valioso; «La organización internacional OXFAN ha declarado recientemente que las 100 personas más ricas pueden acabar cuatro veces con la pobreza mundial…Los 240.000 millones de dólares que obtuvieron las 100 personas más ricas del mundo , durante 2012 , equivalen a cuatro veces la cantidad necesaria para poner fin a la pobreza en el planeta …
¡ Qué desvergüenza la de los ricos ! , ¡ qué inmoralidad sin límites la de estos satanes ! , cuando en el mundo hay seres humanos que mueren de hambre diariamente ( como los pequeños niños en África, por ejemplo ), pestes , enfermedades, debidas a una pobreza que horroriza…Pero los oligarcas gastan en lujos y en vivir la vida feliz. ¿ Cuánto se gasta en cosmética en el mundo…?,¿ cuánto se dilapida en casinos famosos , como en Las Vegas…? Y ¿ cuánto en armamentos …para asesinar seres humanos impunemente , especialmente niños, mujeres y ancianos…? Como cristiano, entiendo que debemos privilegiar el ser por sobre el tener. Ser mejor persona, mejor ser humano; resaltando valores que no se transan en las bolsas de comercio, sino valores espirituales, no materiales. ¿ El tener ? No más allá de lo que permita nuestro Padre Eterno como una vida digna de cristiano sobrio…En mi iglesia animan : ¡Estamos en la fiesta del Señor! <…Me cuesta creerlo, a la luz de estos resultados. Y no pareciera que Dios esté contento con este mundito neoliberal que aqueja tan dramáticamente a sus creaturas más débiles, la innumerable y castigada familia de los pobres de este mundo>, como decía Neruda».
Este mensaje encierra una tremenda realidad, el cumplimiento de la Palabra, que describe el  hambre como el detonante de la violencia y el caos de los últimos tiempos (Apocalipsis 6:8) sin embargo, los líderes religiosos en vez de tener una iglesia solidaria con el necesitado, viven  llena de ostentosidades, majestuosos edificios, pastores que ganan millones y viven como magnates, invirtiendo en los negocios de este siglo, deberían aprender de las enseñanzas de la Palabra cuando nos dicen en Romanos 12:20  «Así que,  si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer;  si tuviere sed,  dale de beber;  pues haciendo esto,  ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza». Y si leemos el principio del  libro de los hechos descubriremos que en la iglesia primitiva los ingresos a la comunidad no se usaron para enriquecer a los apóstoles, sino para suplir lo necesario a las viudas. huérfanos y necesitados.

No es posible que en una iglesia se despilfarra en lujos, comodidad y espectáculos, mientras alrededor muchos mueren de hambre y en suma miseria. No es justo que unos tengan demasiado, mientras otros no tienen nada. Hay que vivir coherentemente de acuerdo a las enseñanzas del maestro.

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