LA ECONOMÍA DE DIOS (ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA ECLESIAL)

DineroMario E. Fumero

Es este un folleto estudio elaborado desde 1991 y que no pudo ser publicado, pero hoy lo transcribimos a internet  para edificar a la iglesia del Señor en una época de crisis financiera generalizada.

En él se expone como administrar nuestra economía según la Biblia y cuáles deben ser nuestras prioridades, así como la forma de administrar los fondos de la iglesia según el plan de Dios.

 INTRODUCCION.

A través de mis 25 años en el ministerio, tanto como evangelista, pastor y misionero he visto y experimentado muchos conflictos en la vida de los ministros y principalmente en la iglesia del Señor. Entre los muchos problemas encontrados,  hay uno que últimamente me ha preocupado, pues sume en el desgaste espiritual y emocional a muchos líderes cristianos, y por otro lado sirve de base a los enemigos del evangelio para atacar este.

Ser un FIEL MAYORDOMO es algo muy difícil, máxime en un mundo en crisis y materialismo, como el que vivimos actualmente, en el cual se ha forjado un falso concepto de valores en torno al tener, de manera que valemos por lo que tenemos más que por lo que somos. Es por esta razón que me siento motivado a elaborar un estudio sobre la realidad económica de la iglesia, el ministro y también diseñar algunas pautas para resolver esos problemas que hoy asedian a la iglesia del siglo XX, camino a afrontar, igual que el resto del mundo, una de las peores crisis económica conocida en la historia de la humanidad, y que va a crear las condiciones del cumplimiento profético de Apocalipsis 13:16-18, que dará al surgimiento del anticristo, el cual  controlar la economía mundial, y establecerá sus métodos denominados “SELLO DE LA BESTIA”, y que no es otra cosa que un control de compra y venta.

Deseo con este estudio, poder ser de ayuda al cuerpo de Cristo en donde quiera que este funcione. Quiero dedicar este, a mi amada esposa Lisbeth Fumero, con la cual he compartido y he aprendido mucho sobre la economía de Dios para el ministerio.

 Con Cariño.

Mario E. Fumero

Capítulo 1.  ECONOMÍA ECLESIASTICA

                 Es algo complejo la administración de todos nuestros recursos materiales en una época de crisis y demandas, pero mucho más serio es el hacerlo a nivel de iglesia y comunidad, ya que  no manejamos “nuestros recursos” sino los recursos del Rey, pues apenas somos mayordomos fieles que debemos cuidar aquello que el Señor pone en nuestras manos y actuar siempre con una mente desposeída de señorío o sentimentalismo, y proceder de acuerdo a los parámetros lógicos que la responsabilidad así requiere.

No somos dueños, ni siquiera administradores absoluto de los bienes del reino, por lo tanto debemos definir algunas reglas básicas para la economía de Dios sea próspera y sus ministros íntegros delante del Señor y también delante de los hombres. Los principios que voy a resumir han sido mi enseñanza a través de los últimos 20 años en mi ministerio en Honduras y España, aplicándola a las Iglesia que he edificado, e incluso a mi propia economía personal, que nunca ha sido abundante ni estable. Creo que la mayoría de los problemas que afligen a la iglesia del Señor hoy día es la falta de integridad de muchos ministros que caen, sin darse cuenta, víctimas de las deudas, el amor al dinero o la falta de sabiduría o sagacidad para gobernar esta área en su propia vida y en la vida de los demás, pues como pastores tenemos que enseñar “todo el consejo de Dios” (Hch.  20:27).

Pero antes de entrar en el tema central, deseo definir algunos principios básicos y después desarrollarlos más ampliamente durante este estudio.

PRINCIPIO UNO: Los diezmos y las ofrendas no son para “el ministro”, sino para  que en la casa del Señor no “haya necesidad, para todos los que trabajan en el Señor. Sin embargo hoy ya no existe una tribu sacerdotal como en el A.T., pues el señor nos ha hecho a todos “SACERDOTES” (1 Ped. 2:9, Ap. 1:6) Y MINISTROS  de un nuevo pacto.

En la pauta bíblica, los bienes traídos a la iglesia eran para resolver muchas necesidades de la misma comunidad y no eran sólo para que EL MINISTRO VIVIERA mejor que las ovejas. Esto se evita con una política de presupuesto que trace parámetros de prosperidad general, pues también es cierto que “el obrero es digno de su salario” (1 Tim 5:18)

PRINCIPIO DOS: Los ministros no deben tomar decisiones aisladas en el manejo de fondos, se debe trabajar en base a un presupuesto y todo se debe elaborar en equipo, entre el diácono-tesorero y los ancianos, participándole a la asamblea todo lo que acordado. El pastor, ni ningún anciano podrán tomar decisiones administrativas aisladamente, fuera de lo aprobado por el presupuesto o el comité respectivo. La Asamblea deberá ser informada sobre el manejo de los fondos de la Iglesia y los ancianos trabajarán en equipo en estas áreas para cubrirse uno  a otros las espaldas.

PRINCIPIO TERCERO: De los fondos generales de la Iglesia no se debe de hacer  préstamos personales a nadie, pues esto crea precedente, y  convierte sus fondos en una “empresa prestamista” y forma  costumbres que tienden a ser ley. Cuando haya que ayudar a un  hermano lo podrá hacer en calidad de ayuda, ofrenda, etc… de  acuerdo al presupuesto. Cualquier decisión fuera de los presupuestado deberá ser sometida al consejo de ancianos, previa consulta al diácono tesorero o comité administrativo. Se podrá hacer préstamos del fondo general “NO CONSIGNADOS” a proyectos de la misma obra, siempre y cuando sea aprobado por el consejo de ancianos y dependiendo del monto, dicha decisión tendría que ser llevada a la asamblea.

PRINCIPIO CUARTO: En cuanto al uso de “FONDOS CONSIGNADOS“,  o sea donados o levantados para un fin determinado, empleo; para campamentos, equipo, pro-templo, vehículos etc.., no se podrá usar para otro  fin que el destinado a no ser que:

  • El comité que maneje esos fondos actuará de acuerdo a la política previamente trazada para tal fin. A veces existen fondos fijos que al crearse  no se pueden tocar hasta que vaya a su destino final, Ej; Pro-templo. Si dicho comité decide un uso fuera de lo acordado, deberá consultar con los donantes del dinero antes de actuar.
  • Toda decisión administrativa que altere normas, pautas o comprometa deudas, préstamos etc., deberá ser considerado en junto o consejo incluso a veces debe llevarse a asamblea.

Pero debemos profundizar más estos principios, así que por lo tanto vamos a penetrar, paso a paso, en muchos de estos conceptos más a fondo.

 

Capítulo 2. LOS DIEZMOS ¿PARA QUIÉN SON?

              Es bueno pensar cómo debemos usar nuestros recursos para la glorificación del reino de Dios, pues al ser  “Administradores del Rey”  nos vemos siempre obligados a usar correctamente los bienes que como mayordomo se nos ha encomendado, por lo tanto debemos trazar correctamente una política económica coherente con la realidad del reino, no aprovechándonos de ello para obtener ganancias deshonestas.

Si tomamos el ejemplo del A.T. notaremos que los recursos disponibles a través del diezmo y ofrenda eran para sustentar toda una tribu, (LA DE LOS LEVITAS), pero además se ayudaba las necesidades de otros. Es bueno recordar que la tribu de Levi era una entre las 12 que formaban un pueblo, que los levitas tenían una función Sacerdotal pero también como médicos que velaban y cuidaban la salud del pueblo, de manera que su función además de ser espiritual y de intercesión, cubrían las necesidades de asistencia en el área de salud del pueblo, velando por el cumplimiento de las leyes de higiene, parte del decálogo Mosaico.

En ningún momento podemos afirmar que los fondos recibidos en el alfolí por los Levitas eran usados por una persona determinada, ni que se usaban para fines ajenos a los designados por las normas internas del sacerdocio levítico.

En realidad esos fondos eran para:

  1. Sostener el aspecto de sustento de los que trabajaban en el servicio al Señor en la casa de Jehová.
  2. 2.  Atender todas las necesidades del mantenimiento del tabernáculo y después, cuando se edificó el templo para el sostenimiento de este con todo su personal.

Así que como vemos el fin de lo consagrado a  Jehová tenía diferentes fines y ninguno era para un beneficio personal arbitrario al sustento y abrigo de los que sirven del altar.

Referente al N.T. encontramos que la perspectiva del uso del dinero varia un poco, pues todos los “bienes” eran traídos por los discípulos a los pies de los apóstoles y los mismos eran  usados para que no hubiese necesidad en toda la comunidad   así que, con los fondos de la comunidad, en la era apostólica se sostenían a los pastores además de ayudar a todos los necesitados de la comunidad y a resolver los problemas que hubiesen en toda la iglesia del Señor, enviando ofrendas de una a otra localidad para socorrerlos en las necesidades materiales.

Hubo un momento en el crecimiento de la Iglesia que la problemática económica se le escapó de las manos a los apóstoles y se tuvieron que tomar medidas drásticas para hacer frente al problema, así que la opción más fácil para ellos era proponer a la asamblea de los allí reunidos la elección a personas que supliesen o administrasen estos recursos (Hch 6). Los apóstoles determinaron la cantidad de los primeros administradores o DIACONOS en la vida de la naciente iglesia, y establecieron las tres condiciones básicas:

  1. BUEN TESTIMONIO    
  2. LLENOS DEL ESPIRITU    
  3. CON SABIDURIA

No sabemos claramente como estos hermanos pudieron repartirse el trabajo, pero de una cosa si estamos seguros, y es que entre todos se compartieron las diferentes áreas a atender dentro de la vida de la comunidad, y suponemos que al distribuir los recursos disponibles, establecieron un  orden de prioridades basado en los principios enseñados por Jesús y que radica en el principio de que,” teniendo el pan nuestro de cada día, que es el sustento y abrigo, estemos contentos” Así que las pautas eran clara y lógicas, aunque no se expusieron en ningún escrito que haya llegado a nosotros. Quizás no podamos contestar muchas preguntas que lógicamente podríamos formular  como ¿Porque siete diáconos? ¿Qué hacía cada uno? ¿Qué política o criterio manejaban para distribuir los fondos y estipular la cuantía a dar en cada caso  y hasta cuanto etc­­?. Recordemos, que en estos momentos de euforia espiritual, lo más importante para los hermanos era el darse y dar, frente al concepto inminente de que Jesús vendría pronto:

A. NUESTRA REALIDAD DE HOY:

Pero nuestro problema hoy es diferente, ya que se han manejado muchas “teorías” para justificar intereses económicos personales y esto es muy peligroso, por ejemplo existen los conceptos de que:

  1. Todos los diezmos son para el pastor.
  2. Todos los diezmos son para el concilio.
  3. Todos los diezmos son para fines determinados.
  4. Todos los diezmos son para las necesidades de la Iglesia.

En todos estos puntos de vista hay un poco de verdad y otro de exageración, pues aunque es cierto que “los que viven del altar debe comer de este” también entenderemos que los diezmos no pueden ser manejado con criterios limitados, porque en sí deben ser traídos a la comunidad para resolver todos los problemas que puedan existir en la Iglesia del Señor, y por lo tanto, todos los aquí expuestos son valederos.

Debemos recordar que los diezmos se traen al ALFOLI,  y no a una persona, institución o fin ajeno a tu comunidad. En la actualidad muchos manejan sus diezmos como algo arbitrario a la realidad de “SU IGLESIA LOCAL” y aunque se pudiera justificar en aquellos que no tienen cobertura espiritual específica, no es aceptable a la luz de la Palabra. Es bueno recalcar el hecho de que los diezmos se traen a la comunidad de la cual formo parte, para que esta los use según el criterio de los ministerios y la Palabra de Dios.

En cuanto al manejo de las ofrendas, éstas están sujetas al sentir de la persona, así como a la necesidad de la Iglesia. Es algo que se sale del marco normal del compromiso establecido en la Palabra respecto al diezmo. Una ofrenda puede ser consignada a varios propósitos como, Para una persona, una labor, un fin específico, otra comunidad, una ayuda personal a un necesitado, para una campaña, para ayudar a un plan de la obra fuera de la iglesia local etc. Los diezmos deben cubrir el presupuesto de la Iglesia, mientras que las ofrendas se pueden manejar de formas más flexible, para remediar necesidades  que no estén dentro de este presupuesto, pero ya que hablamos de PRESUPUESTOS DE LA IGLESIA  quiero dedicar un capitulo tan solo a este tema el cual creo que interesa a todos.

CAPITULO 3. EL PRESUPUESTO DE LA IGLESIA

            Partiendo de que la Iglesia es una comunidad de creyentes que aportan de sus bienes, para el “bien común de los santos”, y traen a la misma cada primer día de la semana lo que el Dios les ha dado, según  han prosperado (1 Corintio 16:3), se debe administrar esos fondos siguiendo una política que deberá ser determinada por dos factores básicos:

  1. 1.       Por las necesidades existentes en la localidad en donde funcionas y de acuerdo a un orden de prioridades existentes.
  2. 2.       Por la realidad de los fondos disponible en los recursos mensuales de la comunidad.

Ahora podemos decir que una Iglesia que desee trabajar coherentemente, de acorde a su realidad local y social, deberá seguir las pautas dada por Jesús el cual nos enseña en Lucas 14:28 lo importante que es la planificación económica de los recursos disponibles para alcanzar la meta que nos hemos propuesto.

Sabemos que debemos apoyar los ministerios locales, enviar misioneros, y ayudar las necesidades existentes en la misma comunidad, pero para ello debemos actuar sabiamente, no dejando que la ápoca de vacas flacas nos lleven a una crisis, por no haber hecho provisión para los tiempos malos que pueden venir, máximo en un mundo lleno de inflaciones galopantes.

Todo presupuesto se define siguiendo las reglas de lo que vamos a definir como ORDEN DE PRIORIDADES, y el cual consiste en hacer una lista de las cosas más importante dentro de la vida de una iglesia y esto sería:

  1. Primero: El sustento de los que trabajan dedicado al ministerio. Este deberá estar determinado de acuerdo al saldo disponible, dependiendo del tamaño de la comunidad y sus ingresos podrá ocupar de un 20 a un 60 % de los ingresos brutos. (Ingresos brutos es el total de entrada). En casos de que la iglesia carezca de estos deberá estar dispuesto como San Pablo usar sus manos para aliviar así la situación que existiría, máxime cuando la obra está en  su etapa pionera. El ministro que tenga que trabajar secularmente por apoyar el sostén de la obra es digno de doble honor, pero una vez la iglesia le pueda ayudar en su sostén, debe recibirlo, aunque tenga que vivir más limitadamente que con su trabajo secular, sin embargo se debe buscar que la condición material del ministro este siempre al mismo nivel que la de la mayoría de los  hermanos que forman la comunidad.  En esta situación se puede dar el caso que el obrero del  Señor viva más por debajo que la del nivel de vida de sus  miembros, o por el contrario, se beneficie tanto de su  posición y de los ingresos económicos de la iglesia que lleve a vivir muy por encima de la realidad existente entre los hermanos de su misma comunidad. La prosperidad debe ser siempre opcional al crecimiento, el bienestar de los demás ministerios y el compromiso evangelístico de la iglesia.     Qué se entiende como compromiso evangelístico?  Los recursos disponibles por la iglesia para realizar su labor misionera desde su localidad hasta más allá de sus fronteras.
  2. Segundo: Recursos para mantener el lugar de culto, o punto de operación desde donde como plataforma se lanza la labor evangelizadora y discipuladora de la iglesia. El lugar de reunión debe ser acorde al nivel de vida disponible en la zona donde ésta esté, y a la condición social de los miembros de la comunidad. No es lógico que los hermanos vivan confortablemente, y el salón de culto  este hecho una ruina. Debemos también buscar el equilibrio entre la condición social de los miembros y la de los ministerios. Debemos aspirar que en los lugares de culto existan las mismas comodidades que tengamos en nuestros hogares y cuidar de los bienes comunes, como lo hacemos de los  nuestros propios.

Así que partiendo de lo aquí expuesto podríamos clasificar los gastos en:.

A: SUSTENTO: Equivalente a alimentos, necesidades físicas básicas, tanto del pastor como de los hermanos.

B: ABRIGO: Esto es las demás cosas para protegernos del frio, viento, lluvia, como la ropa, salón de culto, luz, agua, aseo etc.

GASTOS SUPERFLUOS: Otros gastos que aunque no son imprescindibles, se hacen parte de ciertas necesidades humanas, como es el vehículo, comodidades, teléfono, equipos de oficina etc.

Tomadas en cuenta las prioridades, ahora necesitamos determinar la proporción de lo que vamos designar para cada cosa, por lo tanto la iglesia debe trabajar en base a un  PRESUPUESTO.

El presupuesto es un promedio de dinero disponible cada mes para cubrir una serie de necesidades dentro de la obra. El trabajar con presupuesto nos ayuda a evitar muchos problemas como por ejemplo:

  1. No saber  con cuanto podremos disponer para cubrir necesidades determinadas de la iglesia en caso de emergencia.
  2. No vernos con problemas de déficit al venir un mes malo y no poder hacer frente a los compromisos económicos contraídos.
  3. Poder ajustar los gastos a las realidades existentes, para no caer en deudas, lo cual nos daría muy mal testimonio como cristianos.
  4. Poder extender el trabajo con el tiempo y consolidar programas, proyectos u otros recursos, que en el futuro pueden surgir con los saldos favorables,

Lo primero que debemos hacer para un presupuesto es hacer un cálculo un promedio de ingresos, basado en un período de tiempo determinado. Por ejemplo; sumar los ingresos generales de un  semestre y después dividirlo por 6, el saldo es el promedio de ingreso disponible mensualmente en la iglesia.

Cuando se hace este planteamiento a nivel personal, el presupuesto se puede basar en un sueldo fijo, para lo cual no hace falta sumar una serie de meses para sacar un promedio, pero si el sueldo es variable, como ocurre con los que dependen de negocios, empresas o utilidades, entonces elaborar un presupuesto en base a lo ganado en un mes, puede ser engañoso, y a veces perjudicial para tener una economía sana. Las Iglesias por lo general no tienen una entrada fija, pues sus ingresos dependen de varios factores:

  1. De la fidelidad de los hermanos en aportar sus diezmos y ofrendas.
  2. En el crecimiento de la Iglesia. Lo mismo puede crecer que  menguar.
  3. En las crisis económicas de los miembros, la cual repercute en la congregación.

Por lo tanto las iglesias que deseen trabajar con planes especifico y mantener una solidez económica a medida que crece, deberían trabajar en base a un presupuesto y que el mismo sea elaborado en prioridades, para hacer los ajustes necesario en casos de problema deficitarios. Un modelo ideal de clasificación seria el que describo a continuación, pero claro, se puede variar según la necesidad de cada lugar.

MODELO DE PRESUPUESTO.

A)      BONIFICACION: Esto es, los gastos en el sostén de los pastores,  ancianos y demás ministerios y personal de la iglesia,

B)     MANTENIMIENTO: Todos los gastos del mantenimiento del lugar de culto,  agua, luz, teléfono, aseo, mejoras, seguros, etc.

C)     OFICINA:  Son los gastos en papelería, sellos, publicidad, y demás actos relacionados con los trabajos pastorales de oficinas se debe , cuando se pueda, tener un fondo discrecional dentro de esta partida para otras necesidades relacionadas con decisiones pastorales.

D)     AYUDA SOCIAL: Este es un fondo especial que además de ser parte del presupuesto general, se puede nutrir de otras entradas en especies, para ayudar las necesidades específicas de los hermanos más pobres de la iglesia.(En un capitulo a parte expondremos algunas reglas para evitar abusos en  esta área).

E)      MISIONES: Toda iglesia debe desarrollar la visión misionera, para ello debe comenzar a establecer desde su inicio un fondo dentro del presupuesto. Debe haber una partida  que  puede ser desde un 10% del total del presupuesto o  más, según estime conveniente la junta administrativa de la Iglesia.

Tanto a nivel personal, como a nivel administrativo, a la hora de elaborar los gastos, debemos considerar la proporción que vamos a emplear para cada aspecto de la vida. Por lo general, en lo personal, gastamos un promedio del 40 al 50% de lo que ganamos (vivienda, luz, agua). Otro 30% lo empleamos en alimentos, un 15% en ropa y, quizás, entre un 10 a un 15% en otros menesteres superfluos. Podemos decir que los gastos de una familia son más o   menos así en un gráfico:

Ahora veremos cómo debemos programar el presupuesto mensual de una iglesia que tenga una entrada promedio de unos $3.000.00

Lo primero que hacemos es deducir un 15% para reserva, que serían $450.00  De manera que vamos a elaborar el presupuesto en base a un promedio mensual de ingresos equivalentes a $2.550.00 Suma para presupuestar:   $2.550.00.

A)    BONIFICACION: (Sostén del pastor o ministerios) $900.00

B)      MANTENIMIENTO: En alquiler $400.00

En energía eléctrica $120.00

En agua $25.00

En teléfono $30.00

En aseo $30.00.    TOTAL $605.00

C) CAJA CHICA: Gastos varios de oficina. $60.00

D) FONDO DISCRECIONAL: Para ayudar necesidades  no previstas y a otros ministerios, o viajes pastorales a retiros, etc. $300.00

E) FONDO MISIONES: Se  saca el diezmo del presupuesto o más, para hacer un fondo aparte y apoyar en el futuro nuevas obras, evangelismo, o el envío de obreros a otros lugares para establecer iglesias. $250.00 .

F) AYUDA SOCIAL: Fondo para ayudar a hermanos necesitados o trabajo social de la iglesia en su comunidad. $435.00

Así que ya tenemos el presupuesto de una Iglesia. Lo que sobrepase este límite, se acumula para el próximo, o para reserva, o para futuros proyectos. Alternativamente tendremos un FONDO DE RESERVA, que podrá ser usado cuando en un mes no se haya podido cubrir el presupuesto.

Veamos ahora en gráfico este presupuesto, para que veamos la proporción entre los diferentes aspectos, aunque es un modelo de ejemplo, el promedio es más o menos el mismo, variando en algunas cosas, pero, generalmente, sigue un mismo parámetro. Con estas ideas tenemos ya la panorámica del PRESUPUESTO DELA IGLESIA, así que pasaremos a profundizar en estos principios más de la economía de Dios.

CAPITULO 4.  LA TRAMPA DE LAS DEUDAS.

                Actualmente muchos cristianos, e iglesias, se ven afectados en su vida emocional, o de crecimiento, porque  no han sabido trazar una correcta política en sus finanzas, razón por lo cual, han llegado a caer en las deudas, muchas veces originadas por la ignorancia, la mucha confianza en el futuro, o la falta de sabiduría a la hora de manejar sus recursos, o los de otros. No podemos aislarnos de las influencias que el sistema dominante tiene sobre nosotros con sus filosofías,  en las que se encierran las causas de los males económicos que hoy afrontamos. Existen tres tendencias filosóficas que se entrelazan, para forjar una sociedad materialista, que da cabida al afana y la ansiedad, y que llevan a una búsqueda de los bienes terrenales como principio  básico para forjar la felicidad del ser humano. Estas tres corrientes  que hoy nos amenazan son: EN INDIVIDUALISMO, EL HUMANISMO Y EL CONSUMISMO.       

INDIVIDUALISMO: Es la exaltación del ser como un todo. Lleva al hombre a sentirse algo. Nutre el ego, para hacernos cada vez más dueño de nosotros mismo, afianzando nuestros valores y derechos sobre el de los demás. Esta corriente  forja falsos principios, y establece que el individuo vale por lo que tiene, más que por lo que es. Nos lleva a buscar lo nuestro, como define el Apóstol Pablo al escribir “todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo” (Fil 2:21). ¿Cómo saber  cuándo somos víctima del individualismo? Cuando pensamos más en nosotros que en los demás, cuando los conceptos de libertad y derechos se convierten en determinantes en mi actitud, sin considerar esos mismos derechos en los demás. Cuando vivo solo para satisfacer los deseos de la carne y no estoy dispuesto a la negación y el sacrificio. Cuando trato de vivir fuera de la realidad y uso una careta para ocultar lo que existe dentro de mí. Cuando toda la vida humana de convierte en un egoísta luchar para mi beneficio personal.

HUMANISMO: Conduce al ser humano a una falsa piedad, y  sustituye los valores espirituales, por conceptos morales, desposeídos de Dios, en donde la filantropía  usurpa el amor. Esta corriente proclama al hombre como centro absoluto de todo lo creado, fortaleciendo el individualismo, y creando las condiciones para una vida materialista y consumista. El peligro de esta corriente, infiltrada incluso en muchas iglesias cristiana, es que conduce al ser humano a la liberalidad en todas las áreas, eliminando los frenos que debe dominar ciertos apetitos carnales, como es la ambición, el sexo y el placer.

CONSUMISMO: Como resultado de la evolución del individualismo, más humanismo, nace el consumismo, esto es, el tener y poseer para ser y poder.

No podemos negar que los eslóganes publicitarios que hoy se difunden tratan por todo los medios de promover este tipo de conducta. Escuchamos continuamente en los medios publicitarios expresiones como  -.distínguete.-, -.El vehículo de los triunfadores.- -.disfrútalo.-, -.Se un hombre elegante.- etc. y todas estas consignas tratan de producir un solo efecto, hacernos sentir importantes para consumir, para creer que valemos por poseer esto o aquello, y así nace el afán, la codicia y la ambición.

¿Pero a donde nos llevan todas estas corrientes existentes en la sociedad de hoy? Al materialismo practico. Esté se manifiesta por el desmedido deseo de buscar bienestar, places y satisfacción en las cosas materiales, hasta caer en la tremenda realidad de tratar de vivir sobre nuestras posibilidades, conduciéndonos al endeuda-miento, que a su vez nos lleva al caos y miseria.

A. LAS DEUDAS Y SUS PROBLEMAS.

En la palabra de Dios hay dos consejos precisos que nos guían a evitar por todos los medios el endeudarnos, y querer tener más de lo que podamos:

             PRIMERO.  “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel” (Lc 16:10). El Señor nos dice que debemos saber administrar lo poco que tengamos, para que seamos bendecidos, está es la  economía de Dios, que vivamos acorde a nuestra realidad, usando lo poco bien, para que seamos acreedores también de  lo mucho, pues el que no sabe usar lo poco y ajustarse a ello, menos podrá administrar y vivir con lo mucho. En la vida de los que se endeudan esta siempre la  costumbre de no estar conforme con lo que tienen, y  tratan  de ir por  encima  de sus recursos, viviendo falsamente y cayendo en  el error de no acoplarse a sus realidades.  Ellos nunca prosperaran, pues cuanto más tengan, más gastaran.

SEGUNDO. “Pagad todo lo que debéis…No debáis a nadie nada”. (Rom  13:7,8). El  Apóstol  Pablo  da  una ordenanza  de  forma imperativa, que no debamos a nadie nada. Tal parece que a  través de la deuda se creaban problemas personales, pues en  el contexto del verso 8 aconseja el amor, relacionándolo con la orden de no deber. Estas recomendaciones deben ser tenidas  en cuenta por las razones que expondremos a continuación.

El Señor  Jesús enseño a sus discípulos un principio básico para no caer víctimas de la problemática del materialismo. En Mateo capitulo, 6:25-34 hay un estudio completo sobre este tema. Quizás la advertencia mayor del Maestro es que “NO OS AFANÉIS“  y detallas las cosas que no deben ser causa de afán : Comer, beber y vestir. El afirma que estas cosas no deben quitarnos la paz, ni nos deben producir ansiedad.

Si analizamos bien el cuadro psicológico de los que se endeudan, notaremos que  padecen de insomnios, jaquecas, trastornos digestivos, preocupaciones y tensiones. Las deudas quitan la paz, y conducen a dificultad en relaciones. Muchos hogares zozobran en crisis familiares por motivo de las deudas. A veces los vínculos personales entre hermanos ésta empañados por este problema, y sobre todo, vamos cayendo en descredito.

Lo más grande que tiene un cristiano, y la Iglesia del Señor, delante del mundo, es su testimonio. Es por ello que debemos cuidar el CRÉDITO, para caer en  DESCREDITO. De ahí se ha creado el concepto de C R E D I T O. para hacer referencia a la aceptación de un préstamo o tarjeta de crédito.

Actualmente se nos hacen ofertas de crédito por todas partes.  -No se preocupe en obtener lo que desee o necesite, compre hoy, pague después-. Estas ofertas, así como las tarjetas de créditos, son trampas del diablo para sumir en la desgracia a muchos incautos, que arrastrados por la concupiscencias de los ojos, y la codicia de la carne, adquieren cosas que les llevan a salirse de sus realidades presupuestarías. Cuando se nos despierta el deseo de comprar fiado, cuando vamos de continuo pidiendo prestado, para salir adelante en nuestras necesidades, caemos en un hábito que se puede convertir en vicio, como la ludopatía o cleptomanía. Muchos  consumidores convulsivos  se enredan en el crédito, y cae en el abismo de las trampas del endeudamiento. Pero algunos dirán, -.Hermano, si no compro  a plazos, nunca podré tener nada. Al respecto quiero que razonemos algunas realidades.

B. COMO TENER BIENES SIN ENDEUDARNOS:  

Debemos plantearnos parte del capítulo anterior, que es el  PRESUPUESTO. Hemos dicho que existe un orden de prioridades administrativas a nivel de Iglesia, pero ahora lo vamos a llevar al nivel personal, pues si nosotros mismos no somos fieles con lo nuestro ¿Cómo lo podremos ser con las cosas del Señor, pues “ Si en lo ajeno no fuiste fiel, ¿quién os dará lo que es vuestro? ( S. Lucas 16:12).

Existe un orden de prioridades que clasificaremos en cuatro puntos:

SUSTENTO    ABRIGO   PERECEDERO   INVERSION

Comida          Ropa          Electrodomésticos   DIEZMO.

Agua            Techo         Vehículos                Joyas.

Medicinas     Muebles    Vacaciones             Negocio.

Luz                                 Equipo. Sonido        Propiedad,

Denominamos gastos perecederos aquellos bienes que obtenemos para bienestar personal, pero que no son imprescindibles para la vida, y además se deprecian o devalúan con el uso y el tiempo.

Existe el falso  concepto de  creer que para poder obtener algún bien suntuoso o perecedero, necesitamos endeudarnos y esto es incorrecto, además es un engaño del diablo  para atarnos a deudas que pueden agobiar nuestra existencia. Vamos a analizar en forma gráfica estas verdades, y deseo reflexionar sobre la base del presupuesto familiar y demostrar que en muchas ocasiones la falta de planificación origina grandes males.

A veces no calculamos bien lo que ganamos, con lo que gastamos, y sin darnos cuenta nos endeudamos, creando un déficit que nos  lleva al caos económico, pues no hacemos reservas para emergencias.

¿Cuándo una economía familiar entra en crisis? Cuando no programamos los gastos, y operamos sin márgenes que limiten la planificación del sueldo.

Veamos un ejemplo gráfico:

Andrés gana $1,000. mensuales, en 6 meses será $6,000., pero gasto al mes:

Enero       $  920.

Febrero   $1,100.

Marzo     $1,040.

Abril        $   980.

Mayo      $1,090.

Junio       $1,150.

TOTAL    $6,280.

Terminó con un déficit de  -$280.

¿Cómo pudo cubrir ese déficit?. Pidiendo prestado. De manera que si sigue con esa política, terminará entrampado y atado. ¿Qué hacer en tal caso?. Buscar un ajuste financiero antes de cometer el error de salir de la crisis con préstamos, ya que está costumbre terminará endeudándose cada vez más, como le ocurre a muchos países, que frente a la crisis de déficit publico piden prestamos, endeudando a la nación y creando más inflación. Recordemos que debemos vivir siempre dentro de nuestras posibilidades.

Respecto a la deuda en la adquisición de otros bienes de consumo, tenemos que ser sabios y entendidos, para no cometer errores que afecten nuestro presupuesto familiar. Lo primero que haremos para analizar este tema es clarificar los tres grupos de gastos que podemos hacer:

  1. GASTOS BÁSICOS: Aquellos bienes que nos dan sustento y abrigo.
  2. GASTOS EN BIENES PERECEDEROS: Aquellos artículos no imprescindibles aunque  a veces necesarios. Se pueden clasificar en dos grupos, artículos útiles, como los electrodomésticos, lavadoras, refrigeradoras etc. y los artículos suntuosos, que son los televisores, videos, equipos de sonidos etc… El automóvil puede tener ambos usos, pues si dependemos de él para el trabajo es artículo útil, pero si se usa para placer es suntuoso. Todos los artículos se deprecian en su  valor, por eso se les llama perecederos.
  3. GASTOS EN BIENES RENTABLES: Son los gastos o deudas que en vez de perder valor, con el tiempo se revalorizan. Dentro de estos ejemplos podemos poner el caso de la compra de un apartamento, terreno, negocio etc.

Tener deudas en objetos perecederos es una locura, además de costarnos más caro, se dan situaciones de que se deterioran antes de terminar de pagarlo, en tal caso nos quedamos con la deuda y si el uso del objeto adquirido.

Cuando vayamos a adquirir estos bienes, debemos evitar el crédito o la compra a plazo por dos razones:

     Primero: Porque cuando compramos a plazo, contraemos deudas que pueden afectar nuestro presupuesto en momentos de crisis, pues no podremos cortar esos gastos, que se convierten en atadura. Es bueno recordar que en caso de problemas económicos lo  primero que haríamos es hacer un ajuste, recortando gastos de  partidas que no sean fijas. Las partidas fijas son siempre el pago de vivienda, y todos los compromisos de deudas. Las partidas que se podrían recortar serían las de comida, vestido,  teléfono, luz y  transporte.

     Segundo: Porque con los intereses, el articulo nos puede costar de un 20 a un 40 % más caro. Sin embargo comprado al contado podremos  tener entre un 10 y un 20 % de descuento, que sumado al interés que nos ahorramos representa un 30 a 50 % menos.

(Vamos a usar los ejemplos en base al valor en dólar $, para su adaptación a varios países. Para obtener el valor promedio en pesetas deberá añadir dos ceros <00> a la cifra puesta en dólar, o sea que $1,000. equivale a 100,000.Ptas.

Veamos en gráfico lo expuesto.

Compro un objeto perecedero pagar en 12 meses, el valor del objeto es de $1,000., el interés es del 12% anual, así que pagaré al terminar la deuda un total de $1,120. Si lo hubiera comprado al contado, me  descontarían un mínimo del 10%, ahorrándome además los intereses, así que hubiera  ganado $220. o sea un 19.64% menos. Es bueno recordar que comprando a crédito nunca podremos obtener   rebajas.

¿Pero, como lo puedo comprar al contado si no tengo el dinero? Simplemente haces la operación al revés, en vez de pagarlo a plazo, ahorro lo que voy a pagar, hasta tener la cantidad. En referencia al gráfico anterior, hubiera tenido que pagar durante doce meses $93.33, pero si lo reserva, puede reunir la  cantidad para comprarlo al contado y con descuento ($900) en 9 meses y medio. Me ahorro tres meses y medio menos de pagar, y un total de $220 que hubiera pagado de más. Por otro lado, damos un testimonio muy positivo, pues llegamos y decimos  -.Por favor, me gusta esa lavadora, me la llevo, tome el dinero.- y me quito de encima preocupación y atadura por si hay revés en la economía.

Debemos educarnos y concienciarnos en no caer en deudas para obtener bienes superfluos. Es mejor prescindir de ellos que quedar entrampado, y sí deseas algo de este tipo, pídele a Dios recursos y sabiduría para obtener bienes superfluos sin correr riesgos o perder la paz.

Respecto a los BIENES RENTABLES, como propiedades, los débitos en tal situación son diferentes, porque estos bienes en vez de desvalorarse, se reevaluarán, y tal deuda es una inversión. Es bueno animar a los cristianos e incluso a las Iglesias que alquilan edificios, que planifiquen encauzar sus gastos en bienes, a través de la compra de sus propiedades. Estas deudas son aconsejables por varias razones:

Primero: Porque de todos modos el pago de alquileres representa una perdida total de más del 30%  de los ingresos, sin derecho a recuperar nada, y con la inseguridad de que en cualquier momento tienes que mudarte, creándote inconveniente, más gastos.

Segundo: No puedes hacer mejoras, y si las haces, corres el riesgo de perderlo todo si te piden la propiedad

Tercero: Porque el dinero invertido en una propiedad gana más intereses que si estuviera en el banco y a la larga, si dejaras esa propiedad antes de pagarla, recuperas una buena parte de lo abonado.

Para que entiendan la rentabilidad de la compra de una propiedad aunque sea a plazo, veamos un ejemplo gráfico.

DATOS: Valor de la propiedad. $25,000.

Pagar en 25 años.

Total de entrada: $5,000.

  • Pago mensualmente: $350.
  • Intereses anuales sobre deuda. 16%.
  • Al cabo de 5 años ha pagado:
  • Abonado a la deuda:—– $11,877.
  • Intereses pagado :—–    $14,123.
  • Plusvalía de la propiedad:$  5,000.

Así que si sumamos al capital acumulado por los pagos de $11,877 y le añadimos la plusvalía (revalorización de la propiedad) tenemos un capital de  $16,877.

Veamos ahora que hubiera ocurrido si yo hubiera guardado en el banco por 5 años esos $5,000.

Interés pagadero anual:  10%

Cantidad depositada: $5,000.

Intereses recibido en 5 años: $2,500.

Total a los 5 años:   $7,500.

Perdida del poder adquisitivo por la inflación: 6% anual (promedio mínimo). Ese dinero perdió un valor en poder de compra de $2,250. Así que a la verdad tengo tan solo ahorrado en poder adquisitivo,$5,200.

Este ejemplo demuestra que la mejor forma de ahorrar e invertir es adquiriendo nuestra vivienda y que esa deuda es rentable. Después de haber razonado todo lo expuesto, dedicaremos un capitulo a considerar la forma de hacer provisión para el futuro.

CAPITULO 5. HACIENDO PROVISION.

Uno de los más graves errores administrativos que podemos cometer en estos tiempos de crisis, es vivir “AL DIA”, esto es, no hacer provisión para el mañana.

Muchos “super-espirituales” se escudan en la fe para justificar su mala administración, diciendo que  “Dios suplirá” , ignorando que si nosotros contamos con que Dios supla, después de haber derrochado nuestros bienes, no solo perderemos la bendición y protección de Dios, sino que además tendremos que dar cuenta de lo mal que usamos los beneficio que él nos encomendó como mayordomos.

Como cristianos proclamamos que Jesús es el Señor, (El Kyrios), el dueño de mi vida, y de todo lo que posea. Tanto lo que administramos de la obra del Señor, como lo que Él nos dé para vivir nosotros, son bienes encomendados para su servicio. Si gano mil dólares, aunque de el diezmo para su obra, los $900 restantes son para que yo viva para ÉL, por lo tanto, TODO ES DEL SEÑOR.

Desde ésta perspectiva podemos decir que si no administro bien los recursos que él pone en la mano, seré tenido por un “disipador de sus bienes,” (Lucas 16:1) y es aquí en donde podemos aprender la lección de la parábola del mayordomo infiel, lo importante que es saber usar bien los bienes materiales, y una vez que hemos cometido errores, buscar la forma de salir, sin seguir acumulando más descuidos administrativos. Fue por esa razón que el Señor elogió a este mayordomo infiel, pues al verse en apuros, por haber derrochado los bienes que se le había encomendado, prestando sin permiso de su amo, y quizás de forma arbitraria, trato después de salvar un poco la situación, descontando una parte de lo prestado a sus acreedores, tratando de recuperar parte de lo disipado. ¿Porque lo elogio el Señor Jesús? Porque pese a sus errores, al verse en apuros, opto por tratar de salvar un poco la situación, usando la sagacidad, que es equivalente a astucia, por lo cual llamó a los que les había hecho préstamo y recuperando una parte, condono el resto de la deuda. ¿Porque fue sagaz? Pues por un lado recuperó parte de lo perdido, y al menos no quedo del todo mal con su amo, y por el otro lado, se ganó el aprecio y estima de las personas que le debían, al perdonarles las deudas, por eso dice que razonó…”Cuando el amo me despida, por haberle fallado, quedaré bien con los endeudados, y éstos me recibirán  en sus casas y al menos me darán de comer, pues por ayudarles a ellos, el amo me quito el trabajo” (Verso 4)

Si reflexionamos esta parábola, y la comparamos con la del siervo injusto, (Mateo 18:23-35) notaremos que el infiel fallo en lo que administraba, pero el siervo injusto se aprovechó de lo que vigilaba para su beneficio personal, no haciendo con otro lo que el amo había hecho con él, cayendo en la usura.

Estas dos enseñanzas nos hacen ver lo importante que es el ser fiel con  lo que tenemos y hacemos con ello. Está claro en la palabra las enseñanzas al respecto, pues al concluir la parábola del mayordomo infiel se nos dice que “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto…y si en lo ajeno fuisteis infieles, ¿Quién os dará lo que es vuestro” (Lucas 16:10,12). Es lógico pensar que el que no cuida aquello que se le dio, menos hará con lo suyo propio. Este es el serio problema que tenemos actualmente en el reino de Dios, abusamos más de lo que es de otro que de lo nuestro, y por eso perdemos muchas bendiciones y prosperidad en la obra.

 

A: PLANIFICANDO SABIAMENTE:  

Una de las grandes enseñanzas dadas por Dios a su pueblo respecto a su economía está en Génesis capítulo 41. José interpreta el sueño del Faraón, relacionado con las vacas gordas y flacas que  vio. Este sueño representaba siete años de abundancia y prosperidad, seguidos por otros siete de hambre y escasez. Faraón recibió con sabiduría esta revelación, y siguiendo el consejo de José, preparo al pueblo para afrontar ésta crisis, nombrándolo para que administrara y gobernarse todas esas tierras. En todas las regiones vecinas falto alimento, pero en el demonio de Faraón hubo comida en abundancia, razón por la cual los hermanos de José tuvieron que ir a Egipto en busca de alimentos. No es mi intensión hacer un análisis histórico de los hecho, sino tomar como referencia la solución dada por José a Faraón, y la cual venia de Dios, para exaltar el hecho importante de  HACER PROVISION  para cuando vinieran tiempos malos.

La Biblia nos advierte continuamente que vendrán tiempos malos en los postreros  tiempos. Jesús nos anuncia época de hambre y escasez en Mateo 24:7, y en Apocalipsis 6:1-8 se nos avisa a través de cuatro caballos los hechos sobresalientes en los últimos tiempos, y uno de los caballos, (vers. 6) el negro, representa la escasez y el hambre, haciendo referencia al alto costo de la vida, y a lo difícil que será conseguir algunos alimentos en esa etapa. San Pablo nos habla de “días malos”, (Efesio 6:13) y los nuestros no son muy halagüeños que digamos, pues millones mueren de hambre, y el poder adquisitivo del dinero mengua, aumentando la crisis económica mundial.

Por lo tanto, si somos prudentes, como las vírgenes sabias de la parábola, administraremos los bienes, tomando en cuenta el mañana, y haciendo provisión a través de nuestro presupuesto para cuando vengan tiempos difíciles. Dice Proverbio 15:6 “En la casa del justo hay gran provisión“, así que la provisión se usa como principio de sabiduría, y si la crisis viene a pesar de ésta, entonces Dios proveerá y cumplirá su promesa que dice “No hay justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25), pero para ello debemos ser JUSTO en la forma de hacer las cosas.

Existe el peligro de que no hagamos provisión para los tiempos difíciles, lo cual sería descuido, también se puede dar el otro extremo, que almacenemos más de lo necesario, esto sería ambición. Por otro lado no debemos vivir en la miseria porque no supimos aprovechar la  época de abundancia, y al venir las vacas flacas nos sentimos agobiado por la falta de provisión. Es por ello que vamos a planificar nuestra economía. ¿Pero cómo planificarla, si lo que tengo no me ajusta para vivir? Esta es la pregunta que la mayoría de los hermanos hacen, para justificar sus actitudes de vivir AL DIA, En realidad somos seres que podemos ajustarnos a las circunstancias  si queremos, y vivir planificadamente, aun en los momentos más críticos de nuestras vidas. Lo que ocurre es que sin darnos cuenta a veces queremos vivir más allá de la realidad, sin hacer sacrificios, acomodándonos al sistema y tratando de mantener un status para evitar las críticas, los juicios y las actitudes que adopta una sociedad de consumo, que nos juzga por como vestimos, comemos y tenemos.

Debemos dejar dentro de nuestro presupuesto un fondo acumulativo  que catalogaremos “EMERGENCIAS”, o también de “RESERVA”, y guardarlo aparte, en una cuenta de ahorro, y hacernos a la idea de que ese fondo no se debe tocar a menos que haya una crisis dentro del presupuesto familiar o de la obra. Cataloguemos que es EMERGENCIA, y estipulemos las normas y el límite que debemos tener, para que el excedente lo usemos para adquirir bienes superfluos  que necesitemos.

Veamos un ejemplo: Gano $1,000.

A la hora de hacer mi presupuesto, incluyo una partida, aunque sea de $20. para ahorrarla en el fondo de emergencia o reserva. Estaré ahorrando hasta que tenga el equivalente del sueldo por dos meses, por lo que tendré una reserva de $2,000.

Ya alcanzada la meta, sigo ahorrando, pero podré disponer del excedente con un criterio más amplio, para adquirir cualquier bien perecedero. Un día  surge un imprevisto, y no me alcanza el sueldo, entonces tomo del fondo de emergencia y resuelvo el problema, después lo repongo, y así nunca tendré que endeudarme, preocuparme o verme desesperado cuando en ciertas etapas de la vida sufra reveces.

B: HACIENDO AJUSTES ECONOMICOS.

¿Cómo lograr ahorrar para crear ese fondo de emergencia u otras necesidades, cuando apenas me ajusta el dinero para cubrir los gastos? Lo primero que debemos entender es que muchas veces tomamos fiado sin pensar en esto, además podemos hacer modificaciones en nuestro estilo de vida para producir ahorros, a fin de hacer provisión, y lo vamos a demostrar.

1. EN LA ALIMENTACION. Podemos ajustar lo que comemos a lo que tenemos. Una comida puede ser más nutritiva aunque sea barata, pues el precio y los alimentos no son una misma cosa. A veces pagamos más gusto que calidad, por ejemplo un plato de lentejas, espinacas o remolachas puede alimentar tanto como un filete, o una langosta, y cuesta menos. Lo importante es comer para vivir y no vivir para comer. Quizás reduciendo un poco la carne, aumentando ciertas verduras que por épocas están más baratas, y ajustando el menú a las ofertas del mercado, obtendremos una gran economía. Si sustituimos los refrescos por el agua, que es más saludable, y reducimos el consumo de aceites, no desperdiciando lo que sobre etc… Podríamos hacer un ahorro de hasta un 30%. Nuestra dieta diaria está casi siempre fuera de un correcto equilibrio. En España, por ejemplo, se tiende mucho a las grasas, carnes y mariscos y se come demasiado, mientras que en Estados Unidos se come mucha “comida basura” fuera de las casas, y se estila mucho los platos pre-cocidos. Estos malos hábitos originan gastos indebidos y problemas de salud, como el colesterol, la obesidad y alta tensión arterial. Podríamos hacer, por ejemplo, un potaje de lentejas o un cocido de garbanzos, y calcularlo para dos veces, usamos una parte ese día y congelamos la otra para la siguiente semana, así ahorramos costos, combustible, trabajo y después sabe mejor, pero por arrogancia, capricho o falta de educación no hacemos esto. Muchas comidas que sobran se podrían guardar, y así reducimos gastos, aprovechando al máximo  los recursos y no cometer el pecado de tirar alimentos a la basura, mientras  que millones mueren de hambre. Otra forma de hacer ajustes es evitar el comer mucho fuera del hogar, en restaurantes o cafeterías. Se ha comprobado que una familia de 5 personas, que come fuera dos veces al mes en España, si ganara al mes $1,000 gastaría un promedio del 8 al 12% de su presupuesto. Si tomáramos todos los días un café, un refresco o un bocadillo en un bar o cafetería, gastaríamos al mes un promedio mínimo del 5% del presupuesto.

Mientras en los Estados Unidos el equivalente a comer fuera 4 veces al mes podría representar de un 5 a un 8% del presupuesto mensual, ya que es más barato el comer fuera, y además el nivel de vida es más alto. Si reducimos estos gastos y dejamos de comer fuera, excepto en eventos especiales, tendríamos un ahorro superior al 12% mensual.

Y como último punto, quiero recalcar que debemos ir adaptando el consumo de alimento al precio del mercado. Hay épocas en que las patatas están más baratas, en  otras épocas es el tomate, etc., si aprovechamos las ofertas podremos reducir gastos.

  2. EN EL VESTIDO. El otro aspecto  a producir ajustes es en el área del vestir. Las modas y la apariencia física  ha alcanzado un papel predominante en nuestra sociedad de consumo. Vestimos para presumir más que para protegernos y subsistir. A veces cambiamos la ropa no por necesidad, sino por vanidad. Creo que como cristianos, debemos vestir decorosa y limpiamente, aprovechando al máximo lo que tenemos, hasta que esto se nos desgaste y dispongamos de los recursos para renovarlo. Si no puedo comprarme más camisas o calcetines, arreglo los que tengo. Cuidar la ropa y usarla al máximo es una forma de ahorrar. Y a la hora de comprar, hay que ajustarse a la realidad que estemos viviendo. Si cuento con suficientes recursos, me puedo dar el lujo de comprar ropa de marca, pero si no puedo, entonces busco los baratillos u ofertas del mercado. Hay personas que usando sabiduría compran en el verano lo que van a usar en el invierno y viceversa y así obtienen descuentos del 30 al 50% sobre el valor. Si mi situación es muy precaria, y no puedo comprarme ropa, y la necesito, hay muchas formas de conseguirla; de segunda mano, o regalada, y así salimos del apuro. A veces el orgullo y la arrogancia humana no permite hacer esto, aunque tengamos necesidad. Doy gracias a Dios porque en este área he sido bendecidos, pues casi toda la ropa que tengo fue regalada, y esto me ha ayudado a disponer de más recursos para la obra de Dios.

         

3. GASTOS SUPERFLUOS. Hay  muchas cosas que no son necesarias y que podríamos eliminar de nuestra economía, si estuviésemos muy mal, como por ejemplo el teléfono, el vehículo, el club, etc. A la hora de comprar bienes perecederos debemos establecer una escala de valores, para ir adquiriendo esos bienes poco a poco, sin caer en deudas. Por ejemplo, es más importante una cocina o una lavadora, que un televisor o equipo de sonido. Es triste ver en muchos países sub-desarrollados y en barrios marginados casas míseras con sus televisores, pero sin un refrigerador o cocina. Esto se ve mucho en América Latina. A la hora de comprar artefactos eléctricos debemos considerar el consumo de energía, y buscar la economía de gastos en vatios. También debemos usar al máximo los recursos disponibles antes de reemplazarlos.

Vivimos en una etapa en que se estila la idea de “úsalo, tíralo y compra otro”. Así que cuando se rompe algo, en vez de luchar por repararlo, lo tiramos y compramos otro, pero si nuestros recursos no dan para adquirirlo, debemos arreglarlo.

Entre agua, luz y teléfono podemos tener un gasto superior al 15% de nuestro presupuesto si no sabemos usar debidamente estos recursos. El teléfono se debe usar para resolver problemas y no hablar más de lo debido, máxime en aquellos lugares en donde cada minuto cuesta dinero. La luz eléctrica podemos reducirla comprando equipos de bajo consumo y siguiendo instrucciones que dan para ahorrar energía. De igual forma debemos ahorrar el agua, tan escasa en muchos países. Si somos cuidadosos en todo lo aquí expuesto de seguro que podremos reducir tremendamente nuestro presupuesto y tener ese fondo de emergencia.

Y para terminar, quiero referirme a la importancia que tiene el fondo de emergencia o reserva para poder llevar a la iglesia es medio de los problemas que puedan surgir. Recordemos que si somos precavidos y hacemos provisión para el mañana, cuando nos venga una crisis, tendremos en Dios promesas de riquezas, y El nos ayudará en todas nuestras necesidades.

CAPITULO 6.  INTEGRIDAD ECONOMICA.

Muchos valores se han perdido, otros están en decadencia, y entre ellos el de la INTEGRIDAD. ¿Pero qué significa integridad?

Es la conjunción de la honradez con la rectitud y responsabilidad. Nuestro mundo, altamente materializado y deshumanizado, no encuentra la esencia de esté principio. El engaño, la mentira, la ambición, la trampa, el fraude, el soborno, etc., nos hacen vivir en una realidad dominada por las potestades del mal, que han forjado una falsa felicidad en base a un concepto erróneo del ser, que radica en poseer muchos bienes y riquezas para ser felices.

En un mundo lleno de mentiras, fraudes y ambiciones, el ser INTEGRO cuesta trabajo, pues como aspiradora, todo lo absorbe, el sistema trata de atraernos hacia su corrupción, socavando con el chantaje y la codicia, la honestidad y sencillez de los cristianos. Todos estamos en peligro, incluso los ministros del evangelio, pues el espíritu de posesión de bienes y riquezas, opera en todas las esfera del diario vivir.

A: ESCANDALO FINANCIEROS.

La noticia más frecuente en los periódicos e informativos es la corrupción existente dentro de la política, empresas e incluso movimientos religiosos. Sobornos, chantaje, fraude y malversación de fondos están a la orden del día por doquier. Una compañía multinacional que compra a líderes políticos, la mafia de las drogas que compra a las autoridades, el banco que financia a cambio de beneficios un partido político, la empresa que soborna a personas para evadir grandes impuestos y los predicadores que usan los sermones para trasquilar a las ovejas y construir sus propios intereses.

Esto es pan de cada día en la prensa. ¿Díganme en qué país no se dan estos fenómenos de deshonestidad?. Aquí no se escapa ni la iglesia del Señor en estos tiempos.

Hemos sufrido, como iglesia, los escándalos causados por esos  tele-evangelistas, que explotando la buena fe del pueblo, han dado rienda suelta a escándalos morales y económicos, que hacen afrenta al evangelio de Jesucristo. Son, como dice la palabra, manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros, se apacientan a sí mismos…” (S. Judas 12) que aunque tienen apariencia de piedad, niegan la eficacia de ella… (2 Timoteo 3:5) y después los sigue describiendo  al decir que éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados,. Estos malos obreros siempre han existido, pero hoy las tentaciones y los peligros son mayores, así como los medios para difundir la información, con el fin de producir descrédito en creyentes, y en todos los siervos del Señor.

            ¿Cómo es posible que en la iglesia pueda existir falta de integridad?

Hay de todo en la viña del Señor. Recordemos que en la época apostólica Ananías y Safira cometieron un fraude delante de Dios, pues prometieron dar su heredad, y una vez que la vendieron, sustrajeron el precio, entregando sólo una parte, dando cabida a la mentira, (Hechos 5:1-5) y produciéndose la muerte de estos como juicio de Dios, lo cual produjo  de Dios en toda la iglesia primitiva. Si hoy el Espíritu Santo matara a todos los que engañan o sustraen lo prometido o recibido para la obra del Señor, nos quedaríamos sin muchos pastores o evangelistas, pues la corrupción, que existió siempre, está minando a  poderosos ministerios para destruir así el avance de la iglesia en estos últimos tiempos. Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que el diablo ha encontrado en la ambición humana uno de los factores más determinante para detener y destruir a los siervos del Señor en su trabajo de extender el reino de Dios, es por ello que San Pablo afirma que “el amor al dinero” es una raíz de males, que como arma poderosa es usada por el maligno para atacar a ancianos, diáconos, discípulos e incluso al mundo entero. Es por ello que se debe enfatizar que el único patrón que nos protegerá de este ataque es la determinación de tener una conducta cristiana INTEGRA.

¿Cómo podemos perder la integridad? Cuando como cristianos nos endeudamos. Cuando vivimos más allá de las posibilidades, aparentando lo que no somos. Cuando quedamos mal con préstamos o deudas, escondiéndonos de los acreedores. Cuando usamos el fraude a fin de tener más. Cuando mercantilizamos el reino de Dios, y a todo lo que hacemos le ponemos un signo de valor $. Cuando pensamos más en nuestro  propio bienestar que en el de los demás. Cuando no usamos el dinero recibido para el fin obtenido. Cuando metemos la mano y tomamos lo que no es nuestro, mintiendo. Cuando derrochamos los bienes del Señor injustamente, aprovechándonos de ellos para nuestro beneficio. Y otros tantos y cuantos más que sería una lista interminable.

He vivido realidades que han chocado con mi conciencia, y me ha dolido ver que los que tal cosa han hecho se llaman “cristianos”. Trabajé una vez en una organización cristiana internacional de ayuda al tercer mundo. De afuera todo parecía muy piadoso y humanitario, pero una vez dentro, descubrí cosas que  colocaban a esa organización en acciones peores que las que hacían otras de índole secular. Recuerdo que pedían para ayudar a los niños hambrientos del tercer mundo; los padrinos daban unos $25 dólares mensuales, pero ¿Sabe cuánto les llegaba a los niños para darle de comer?. Pues tan sólo 7 dólares, el resto era consumido por la burocracia existente. Pero lo que más me frustró era ver a los dirigentes de ese organismo viajar, a veces en aviones privados, y hospedarse en hoteles de 5 estrellas, comiendo, a la carta, platos exquisitos en un país sub-desarrollado, costeando todos esos gastos con los $18. dólares restanteS  de lo que se daba para los niños pobres.

Mi conciencia me decía que eso no podía ser posible, ¿Cómo puedo yo aprovecharme de los donativos consignados para un fin determinado y  consumir más del 60% en mi persona o en una burocracia, dándome lujos con ese dinero? Esto es FALTA DE INTEGRIDAD.

En otra ocasión predique en una iglesia de New York. Al terminar, el pastor promovió una ofrenda aludiendo que yo no tenía zapatos buenos, dijo que esa ofrenda sería para apoyar mi trabajo misionero. Después de terminar el culto me entregó un sobre con la ofrenda y era solamente de $10 dólares, cuando en realidad se había recogido mucho más. Ni para comprar zapatos me alcanzaba. Esto me dolió, no porque buscase una buena ofrenda, sino porque se engañó al pueblo al pedir para alguien que no lo recibió, esto es  FALTA DE INTEGRIDAD.

Una vez me llamaron para invitarme a predicar, el pastor me dijo, “Hermano, deseo que me predique un sermón así, y le daremos una buena ofrenda”. En otras palabras, quería comprar mi mensaje a fin de producir un efecto condicionante dentro de la iglesia para su beneficio, yo no acepté tal oferta, pues la verdad no se vende.     En una ocasión, estando en Nicaragua y trabajando con la Iglesia de Dios en evangelismo, llegó un “super-evangelista” muy famoso, de origen dominicano. Celebró una campaña en Managua y comenzó a pedir ofrendas, diciendo que si no tenían dinero, podrían traer joyas, relojes, y objetos de valor para dárselos al “señor”. Esto provocó un escándalo y salió en los periódicos, llamándole “el gran estafador”. Él vivía en la casa del misionero en donde yo también residía, y le advertí del peligro que envuelve una actitud así. El, arrogantemente, me dijo que “el que le da al siervo de Dios sus bienes, al Señor se lo da”. Sin embargo él portaba una manilla de oro macizo, una gran cadena y otras muchas cosas suntuosas. Por último, el ministerio de gobernación ordenó su expulsión del país y el escándalo afectó a toda la iglesia del Señor en Nicaragua.

También recuerdo que una vez llegó un evangelista, y por 15 días celebró una campaña en un estadio, con el apoyo de todas las iglesias de la ciudad. Se hizo mucho énfasis en la ofrenda, y al terminar la campaña el evangelista usó a las iglesias para cambiar, a nombre de estas, el dinero recaudado, más de $20,000. Dólares y sacarlo del país sin tan solo dar una ofrenda a las iglesias que apoyaron la campaña, ni a sus pastores. Estas iglesias al no tener culto en 15 días vieron reducidos sus ingresos para cubrir su presupuesto y algunas se encontraron en grandes apuros, pues hasta los diezmos fueron a parar a ese evangelista. Todos estos hechos son actos que reflejan la falta de integridad en muchos siervos, que aprovechan el evangelio para sus propios beneficios. A los pocos días, me encontré a uno de estos pastores en el mercado vendiendo frutas, porque la iglesia no tenía recursos para ayudarle en su ministerio.

Existía una vez un “misionero” que fue a New York presentando su orfanato y labor social que hacía en Colombia. Todo estaba bien montado, desde las fotos hasta las historias. Recaudó miles de dólares apelando a la buena fe de los hermanos. Una vez cuando viajé a Colombia descubrí que sólo tenía unos pocos niños, que algunos eran suyos propios y que todas esas propiedades de la iglesia y orfanato estaban a su nombre. Después se descubrió toda la verdad de su engaño, y terminó en el mundo, disfrutando de los bienes adquiridos con las ofrenda de los hermanos. Todos estos hechos han matado, en miles de hermanos e iglesias, el espíritu de ayuda misionera, pues por uno pagan todos. Bien dice la palabra que “por multiplicarse la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mt 24:12) todos estos hechos, causan escándalos, producen frustraciones y exterminan la caridad en la vida de los sinceros creyentes, víctimas de la deshonestidad de muchos malos siervos, que abusan de la palabra para beneficios propios.

 

B.  COMO PREVENIR LOS ESCANDALOS:

Debemos tomar medidas para prevenir la tentación, el escándalo y detectar a los engañadores, pues hoy más que nunca “debemos probar los espíritus” (1 Jn 4:1). Quizá fue por esa razón que los apóstoles en el libro de los Hechos decidieron delegar la administración de los bienes a otros hermanos, para preservar su integridad y no caer en tela de juicio a causa del manejo de los bienes recibidos por los discípulos. Así nació el diaconado, que además de ocuparse de estos menesteres, fue compartido con varios hermanos, para evitar por un lado el monopolio de los bienes por una persona y para que unos a otros se protegieran de la tentación al abuso de los recursos que no eran suyo propio, sino de toda la comunidad.

En la palabra de Dios se demandan algunas condiciones para los que ocupen puestos en la iglesia, principalmente  los que deseen ministerio y funciones como “ancianos” dentro de la comunidad, entre estas demandas están las de:

  1. “No codicioso de ganancias deshonestas” (1 Timoteo 3:3) No desear obtener recursos por medios incorrectos, valiéndose de trampa, robo o engaño. Este versículo se complementa con el 4, en donde se habla de la honestidad, aunque aparentemente lo vincula con la relación familiar y la educación de los hijos, sin embargo HONESTIDAD incluye otras muchas cualidades, entre ellas la honradez. En la misma epístola se resalta el consejo de Pablo a Timoteo al referirse al peligro que envuelve la “codicia”, por la cual en aquellos tiempos se extraviaron muchos de la fe, cayendo en dolores, razón por la cual advierte el peligro del amor al dinero. Este problema, por lo tanto, no es algo de estos tiempos, siempre han existido y existirán los perros, y los malos obreros (Fil 3:2) que buscan sus propios beneficios y  viven para su propio vientre y estos son los que causan escándalo al evangelio.
  2. Cuidando de la grey, no por fuerza, sino voluntariamente, no por GANANCIAS DESHONESTAS, sino con ánimo pronto” (1 Pedro 5:2). San Pedro reafirma el principio del apóstol Pablo, pero ampliándolo al servicio en la iglesia. Nuestra obligación como pastores de la iglesia debe ser en base al amor y no al sueldo que ésta nos pueda dar. No servimos a los hermanos por un salario, sino como parte de un llamado del Señor, una vocación, un deseo de darnos. Nuestra obligación con la iglesia debe nacer del amor, pero hay muchos que abandonan sus rebaños en busca de  ”mejoras personales”, ignorando que el buen pastor  su vida da por las ovejas“. Aunque es cierto que el obrero es digno de su salario y debe ser honrado por los hermanos, máxime cuando se dedica a enseñar la palabra,(1 Tim 5:17), este  debe cuidarse de no exigir más de lo que la iglesia pueda hacer, y no condicionar su servicio a ciertas demandas económicas, pues en tal caso haríamos del ministerio una elite profesional y asalariada, que tiene derecho a demandar a la comunidad, y no lo que debe de ser, el compromiso de servir a las ovejas como siervo del Señor (que es equivalente a esclavo).

¿Tienen los pastores derechos o deberes?

Ambas cosas se entrelazan, su deber les da derecho, pero el derecho no se impone como el mundo, sino surge de la bendición de Dios a través de la prosperidad de su ministerio y éste depende mucho de su integridad y entrega al llamamiento, el cual no permite que “haya justo desamparado ni su simiente que mendigue panSalmo 37:25.

Los ministros y siervos de Dios siempre han estado a expensas de muchos peligros. Su posición les hace fácil blanco de los ataques del diablo, y las armas preferidas de éste es el uso de cosas naturales y carnales a las cuales todos estamos expuestos.

Se ha hablado mucho de las tres F fatales para los siervos del Señor que son:

  1. 1.                  LAS FALDAS: Esto es el sexo y las mujeres, pues a diario tenemos que atender, ministrar, cubrir y resolver problemas del sexo opuesto y, por ahí se cuela el diablo, pues “aunque el espíritu esté presto, la carne es débil“. Muchos cristianos pueden ser víctimas del deseo sexual, si no se cuida y se deja arrastrar por los instintos carnales. Quizás por esta razón muchos ministros deben cuidarse a la hora de tratar con el sexo opuesto, debiendo evitar:
  2. Manejar muchos problemas de mujeres dentro de la Iglesia ello debe contar con el apoyo de su esposa en todo, o tener hermanas con capacidad, que ministren consejería en estos casos.
  3. Que cuando visite hermanas, lo haga con su esposa, o acompañado de algún anciano o líder de la Iglesia.
  4. 2.   LA FAMA: Es creernos algo, cuando en realidad no somos nada. Muchos hermanos exaltan a sus pastores, o a los siervos usados por el Señor, para hacerles creer que valen mucho, que son importantes o superiores a otros. El dar fama y  gloria a los hombres hace a muchos víctimas del diablo, y  a  éste le gusta usar mucho esta arma. Primero; la esgrimió en el huerto del Edén para inducir la caída, al decirle a Eva que “si comieres, seréis como Dios“. Satanás, también usó la ambición y la gloria de este siglo para tentar a Jesús, y mostrándole todos los reinos del mundo le dijo, todo esto te daré si postrado, me adoras“. El querer ser, o sentirme algo es un medio que el diablo usa como plataforma de lanzamiento, para llevarnos a la exaltación, que después produce la caída.  Cuando damos lugar a la vanagloria de los hermanos, cuando tenemos un alto concepto de nosotros mismos, cuando nos creemos necesarios e importantes, cuando buscamos por medio del evangelio posiciones y protagonismo, estamos a expensas de caer víctima de la fama, que nos llega a la soberbia y produce el quebrantamiento de parte de Dios. Debemos recordar que nosotros no somos nada, pues después que hagamos todo y lleguemos incluso al sacrificio,  el Señor Jesús nos da el título de “SIERVOS INUTILES…pues lo que debíamos hacer, hicimos,”.
  5. 3.   LA FORTUNA: Y, por último, la tercera (F) de  fatal es la fortuna, el querer obtener riquezas indebidas por medio del evangelio y usufructuar los bienes del Señor para mis beneficios, ignorando los principios de honradez e integridad ministerial. Por esta causa muchos están destruyendo la reputación del evangelio y la seriedad del mensaje de Jesús. De éste tema no tendremos mucho más que decir, pues esté estudio ha planteado todo lo relacionado al problema económico.

C. RESOLVIENDO PROBLEMAS ECONOMICOS  EN LOS MINISTERIOS:

No deseo terminar este enfoque sin mencionar algunas situaciones que a veces, por principio de integridad, muchos ministerios no saben cómo afrontar, como por ejemplo: ¿Cómo plantear las necesidades del ministro en la iglesia?, ¿Quién dictamina el sueldo del pastor?, ¿Quién establece las pautas administrativas dentro de una Iglesia?, ¿Hasta dónde puede un ministerio involucrarse en el manejo de fondos?, ¿Cómo manejar los fondos consignados etc.?

I.  LAS NECESIDADES DE LOS MINISTERIOS: Es bíblico que “los que trabajan en cosas  sagradas, comen del templo” (1 Cor 9:13,14) y que los que  “predican el evangelio, que vivan del evangelio”. Si los hermanos están bien atendidos por pastores o ministerios que usan su tiempo en  cuidarles, como dice la las escritura “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gálatas 6:6) y tienen el deber de apoyarlos en sus sostén, eso sí, si cumplen sus deberes como tales.

Debemos definir que los derechos al sueldo de un pastor dependen de dos factores:

  1. A la realidad económica de los hermanos a los cuales les ministra, ellos no podrán hacer más de lo que consigo mismo hagan. La prosperidad de los ministerios está íntimamente vinculada a la prosperidad de los hermanos.
  2. Al trabajo que realice el pastor. Pues hay algunos que no atienden, ni cuidan bien a las ovejas y sin embargo les manda apoyo. Recordemos que del  alimento  y cuidado depende la salud de una oveja para dar lana y leche, pues la palabra dice al respecto, “los ancianos que gobiernen bien, sean tenido por dignos de doble honor, mayormente lo que trabajan en predicar y enseñar…y; “digno es el obrero de su salario” (1 Tim 17,18). Fíjese en el término GOBIERNEN BIEN.

Debemos reconocer a los que se entregan abnegadamente al servicio de la Obra hay que tenedlos en estima” (Fil 2:29), pues este consejo le dio Pablo a los Filipenses cuando envió a Epafrodito, compañero en su ministerio. Recordemos que Honrar, honra.

 

 II. EL DETERMINAR EL SUELDO DEL PASTOR: Sin embargo ¿Si todos los diezmos no son para el pastor, cual es la pauta a seguir para fijarle el sueldo a éste?. Lo primero que tenemos que ver es cuales son los ingresos y cuantos los compromisos que tenemos en relación al lugar de culto. Al principio se le debe dar un mayor por ciento, para que pueda vivir decentemente, si es posible, de lo contrario, se tendrá que ayudar a si mismo con sus manos.  Si la iglesia cuenta con recursos para un sueldo completo a su pastor, debe estimarlo en base a:

  1. El coste de vida del lugar. Cuánto gana un obrero y como viven los hermanos de la misma comunidad, para equiparar al pastor a la condición de estos como mínimo.
  2. Las condiciones del pastor en cuanto a su situación personal, por  ejemplo, si es casado, si tiene hijos y cuantos, si paga alquiler o vive en una casa pastoral etc.
  3. Su dedicación al ministerio, si es a tiempo completo o parcialmente, si recibe algún otro sueldo por otro lado etc.
  4. Si se le facilita aparte un presupuesto para sus gastos de trabajo,  como es viajes, gastos de oficina, etc.

Es bueno nombrar cada año entre los hermanos espirituales y capacitados de la comunidad, una comisión que estudie las necesidades del pastor y los aumentos a darle, de acuerdo al progreso de la iglesia, presupuesto, y demás necesidades de éste, así como de su trabajo y rendimiento.

III- EL CRITERIO ECONOMICO EN LAS DECISIONES: La proporción consignada al sostén de los ministerios varía en la medida que los fondos  aumenten, en un principio los ministerios podrán consumir hasta un 60% del total del presupuesto, pero a medida que suben los recursos, ese por ciento baja, para dar cabida a otras necesidades. Sin embargo, todo tiene un tope, principalmente en una iglesia que produce ministerios, tiene visión misionera y envía obreros. Lo más importante dentro de la comunidad, es distribuir los  fondos disponibles de acuerdo a las normas enseñadas en la palabra de Dios y que son:

  1. Que sea el testimonio y la entrega del obrero el que le haga acreedor a su remuneración, ya que los que trabajan mucho “los tengáis en mucha estima y amor por causa de la obra”, pero a los que no trabajan y quieran vivir del cuento dice la palabra que “amonestéis a los ociosos “, (1 Ts  5:13,14). Recordemos siempre que “el que no trabaje, no coma“( 2 Ts 3:8-10) y aunque seamos ministros del evangelio debemos ser acreedores  de este principio, valido para todos los cristianos.
  2. Tratar de distribuir los recursos disponibles de acuerdo a la necesidad global de la obra, reconociendo a los obreros que están en el campo misionero o en áreas más duras y de menos recursos, para que así se cumpla la palabra que dice “Porque  no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros  estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también  la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra para que  haya IGUALDAD”. (2 Cor 8:13-14).

Sería bueno elaborar  unas normas internas de administración, que tomando estos criterios bíblicos, diseñe las bases de un funcionamiento practico para que la prosperidad sea pareja dentro de la iglesia, y en los ministerios, frenando abusos de cualquier índole. Dentro de estos criterios administrativos debemos tomar en cuenta el juicio o aprobación de todos aquellos que participen con sus diezmos y ofrendas a los fondos disponibles.

La democracia dentro de la iglesia debe funcionar más en el área económica que en el área funcional, pues los ministerios ejercen la autoridad en la palabra para guiar al pueblo hacia la gran comisión, pero en lo referente a las finanzas, todos los que aporten, tienen derecho a opinar en las decisiones administrativas que se hagan, pues les implica a ellos.

Existen fondos consignados, o sea dados para un fin determinado, y al respecto quiero decir que se debe ser estricto con los mismos, de esto ya hablamos anteriormente, pero sobre ello quiero añadir que las normas que regulen estos fondos son de importancia para la credibilidad de los que están al frente. Un ministro debe hacer cumplir esto, pues cualquier manipulación que no respete o considere el criterio de aquellos dieron el dinero para ese fin determinado, puede considerarse deshonestidad.

Que el Señor nos ayude a aprender su economía, para ser bendecidos

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Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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4 Responses to LA ECONOMÍA DE DIOS (ANÁLISIS DE LA ECONOMÍA ECLESIAL)

  1. Avatar de walteralmendarez walteralmendarez dice:

    Pastor Mario. Muchas gracias por este tesoro que nos deja a través de este articulo, Yo soy fruto de Brigadas de los años 98 y actualmente con mi esposa tenemos 1 año de haber iniciado una obra para acercar a los perdidos a Cristo. Con su permiso quiero compartir este material con la Junta de la Congregación. Dios le bendiga y espero que pronto podamos tenerle en la Iglesia.
    Saludos!

  2. Avatar de Alejandro Engler Alejandro Engler dice:

    gracias !!! lo usare tam,bien

  3. Avatar de Cristina pinel Cristina pinel dice:

    Que sucede con Los Pastores que decidieron hacer Colegios,Escuelas, y otros y están endeudados es correcto, si el tiempo para la Iglesia ahora es compartido con la Administración del Colegio.

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