Embajador Gay y su pareja.

Mario Fumero
Cuando un gobierno envía a un embajador a otro país, es porque está tratando de establecer vínculos y relación de amistad, no sólo entre dos naciones, sino también entre dos culturas. Por lo tanto, el embajador representa la cultura del país de dónde procede. Esta cultura envuelve una serie de factores, como por ejemplo; su forma de vestir, su forma de creer, su forma de gobierno, sus empresas, y todo lo que le distingue de las demás naciones. Si  recibimos a un embajador procedente de un país islámico, somos consientes que sus creencias son islámicas, y por lo tanto, observaremos que celebra sus fiestas, tendrá su forma de vestir, y costumbres religiosas proveniente del Corán, que es su guía espiritual. Así que el embajador representa los valores del país de origen.
Los Estados Unidos de Norte América se fundamentan en los principios cristianos traídos por los peregrinos que llegaron a la costa de Filadelfia huyendo de la persecución religiosa que había en Europa contra los protestantes. Es por ello que muchas fiestas norteamericanas, como el día de acción de gracia, las navidades y otras está vinculada al origen de la nación, incluyendo su Constitución y su moral familiar.

Podemos definir los valores de los Estados Unidos de Norteamérica en tres principios básicos que son libertad, igualdad y Dios. Sin embargo, el presidente Obama se burla de estos principios,  y de la cultura de los países hispanos, cuando envía a embajadores que deben representando a los Estados Unidos  se proclama homosexual y su conducta rompen el orden y los valores tradicionales de esta nación. ¿A què me refiero al respecto? Al hecho de que recientemente Obama nombro como embajador diplomático en la República Dominicana a una persona que no solo era homosexual, ( de lo cual no hay problema si es algo intimo, pues tiene derecho a vivir su vida privada como le dé la gana, siempre y cuando sea reservado en sus inclinaciones) sino que se casó con otro hombre, y llega a Santo Domingo como un matrimonio representando a esta nación.

Estos nos lleva a reflexionar sobre dos aspectos:
1- El embajador americano da una imagen errada de la realidad moral de los Estados Unidos de Norteamérica.
2- Y el gobierno de Obama no respeta al pueblo dominicano, el cual se siente ofendido, cuando unos representantes rompen sus principios culturales, que supuestamente deberían ser igual al de los Estados Unidos de Norteamérica, porque ambos países confiesan ser cristianos.
Cuando un país cristiano envía a un embajador a un país islámico, esta nación es consciente de que representa otros valores diferentes a los suyos, y no hay problemas, porque en muchos aspectos morales las creencias son idénticas. Tanto para los  judíos, como para los islámicos, añ igual que el cristianismo la homosexualidad es considerada como una conducta anormal y contraria el mandato divino. Si los  Estados Unidos enviaran a un matrimonio gay a un país islámico, de seguro que este país protestaría y no los aceptaría.

Pero la pregunta sobre el caso en mención sería ¿por qué Santo Domingo aceptó este tipo de diplomático, sin decir esta boca es mía? Porque si lo hiciera, el poderoso del Norte le quitaría muchas ayudas al gobierno dominicano. Es indudable que el que tiene el poder y el dinero, es el que controla los medios y el que manda. Así que, aunque el pueblo dominicano rechace al diplomático y el gobierno no esté de acuerdo, no le queda más remedio que hacerse el de la vista ciega y los oídos sordos.
El diplomático trasmite valores del país de dónde procede. También debe respetar la cultura del país en donde va a residir. Si un país tuviera la homosexualidad como norma de conducta, enviar tales embajadores sería correcto, de igual forma que si un país cristiano enviara a un embajador de creencia islámica a un país islámico, sería correcto y acertado. Pero ¿Cómo es posible enviar a un embajador que es contrario a los valores tradicionales de un pueblo, como representante de una nación que dice ser cristiana? Esto demuestra que los Estados Unidos de Norteamérica no sólo ha perdido los valores tradicionales en los cuales se fundó, sino que está haciendo burla y afrenta a la fe cristiana, cuando abiertamente apoya conductas contrarias a los principios bíblicos de la Palabra.
El problema no está en las inclinaciones sexuales de un embajador, si no en la forma explícita en que exterioriza esta conducta, aparentando que es algo normal y natural. Viene a mi memoria las palabras del gran profeta y pastor David Wilkerson cuando en cierta ocasión declaró, que si “Dios no perdonó a Sodoma y Gomorra por su depravación, cuando más grande sería el juicio que le traería a esta nación por su depravación”.