Mario E. Fumero

Uno de los problemas más serio que confrontamos en la sociedad hondureña es el terrible flagelo de los hombres que embarazan a las mujeres y  después las abandonan, para repetir la historia en otros lugares, quedando impune y siendo la mujer la víctima de esa situación. Esto se ha complicado cuando en los últimos años, las estadística revelan que una alta cantidad de niñas menores de edad se han convertido en madres, siendo abandonadas por los hombres que son responsables del embarazo. Muchos de estas menores fueron embarazadas en relaciones sexuales con otros chicos también menores de edad. Todo este fenómeno obedece a la proliferación existente en la sociedad  de la promiscuidad sexual entre adolescentes, la cual es alimentada por una campaña en donde se estimula el juego sexual con el cuento de que hay un condón seguro.

Si analizamos las estadísticas de las madres  solteras en Honduras, no sorprende el descubrir que aproximadamente el 40% de los niños que nacen, son el fruto de una paternidad irresponsable, y cada año el problema se hace más agudo.

Cuando era presidente del congreso Roberto Micheletti me otorgó un premio el 25 de marzo del 2009 por mi trabajo en Honduras, al participar en el acto y hacer uso de la palabra, le pedí a los diputados presentes que desengavetaran una ley que establecía pautas para una paternidad responsable, y la cual ya había pasado por el dictamen de la Corte Suprema de Justicia. En dicho evento se me prometió darle curso a esa ley en la cual se iba a demandar a los hombres que fabricaban hijos para asumir la responsabilidad de atenderlos y mantenerlos. Sin embargo, y por causas extrañas, dicha ley sigue engavetada, y no se han atrevido a aprobar  porque quizás muchos Padres de la Patria se podrían quedar sin su sueldo.

En muchos países existen leyes que protegen a la mujer de los hombres inescrupulosos que juegan al sexo para después abandonar a las mujeres embarazadas, y no ocuparse del hijo. En el Estado de New Jersey existe una ley, que  aunque un menor de edad embarace a una mujer, el estado cubrirá las necesidades de la madre soltera, pero cuando el muchacho trabaje, tendrá que pagarle al estado todo lo que invirtió en el cuidado de ese niño. Nadie se escapa de la responsabilidad cuando embaraza a una mujer y la abandona, porque la madre soltera puede iniciar una demanda judicial contra el padre irresponsable, y si trabaja, le embargarían el sueldo para el sustento del niño. Si en Honduras los hombres que abusan de las mujeres asumieran responsabilidades jurídicas, quizás podríamos evitar la existencia de tantas madres solteras y de jóvenes delincuentes,  pues es duro para una mujer enfrentarse a criar un hijo con factores de riesgo, al carecer de un padre, que en muchas ocasiones el niño no sabe quiénes.

En mi trabajo con los jóvenes involucrados en drogas y pandillas he encontrado muchos casos que ni siquiera supieron quienes eran sus padres, y las madres lo dejaron en manos de abuelos o tías, lo que lógicamente origina un conflicto interno en la identidad y personalidad del muchacho, creándose los factores para que ingrese a pandillas o consuma drogas.

Es necesario y urgente que se evite la proliferación de madres solteras. Es obligación del Estado establecer los mecanismos legales para que los hombres que embaracen a una mujer asuman su responsabilidad, y de esta forma evitaríamos que muchos se aprovechan de mujeres incautas, para dejar hijos esparcidos y abandonados por todo el territorio nacional. Yo me atrevo afirmar que un alto porcentaje de los que delinque son el fruto de una paternidad irresponsable.

Es urgente detener el embarazo de niñas. Es imprescindible  que el Estado demande a los que, con engaño, embaracen a las mujeres. Es tiempo de detener el nacimiento de niños que tristemente no cuentan con un hogar estable, en donde no existe la figura de un padre y de una madre. Es un deber del congreso legislar al respecto, pues ellos tiene la última palabra. Si queremos luchar contra la delincuencia, comencemos a establecer leyes que eviten el surgimiento de grupos de riesgo, como son los hijos abandonados por padres irresponsables y mujeres indefensas, que se ven imposibilitadas para poder educar a sus hijos y llevarlos por el camino correcto.

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