Mario E. Fumero
Es triste la tragedia que vive el pueblo Venezolano al tener un presidente que todo el tiempo ve fantasmas externos que quieren derrocarlo, cuando en realidad, el país se hunde en medio de una crisis económica y alimentaria que no tiene lógica en uno de los países mas rico y prósperos en recursos naturales de América latina.
Primero el presidente Nicolás Maduro arremetió contra los «imperialistas yanquis» afirmando que tratan de desestabilizar su gobierno con una guerra económica y planes para una invasión con el fin de derribarlo. Después ataca a el ex-presidente de Colombia Uribe bajo la teoría de que patrocina las manifestaciones y planea su muerte, y como ahora Estados Unidos y Cuba están acercándose, dejó a un lado Norteamérica para arremeterla contra España, y por lógica, contra la Comunidad Económica Europea, que es parte de España, y por lo tanto, cualquier decisión española tendrá el apoyo de Bruselas.
Muchos ex-presidentes han censurado el gobierno de Maduro por violar los derechos humanos. De igual forma la ONU y la OEA, así como muchos prominente líderes mundiales le han pedido que suelte a los presos políticos. El régimen de Maduro solo cuenta tiene el apoyo de los que forman el bloque del Alba. La terquedad del régimen Venezolano les lleva a rechaza cualquier señalamiento que le haga quien sea, no razonando sobre sus actuaciones y medidas, las cuales tienen al país al borde del caos financiero. Más bien ocurre quien le critique se convierte en «un enemigo del pueblo» y conspirador para derrocarlo, y como en el caso del ex-presidente socialista Felipe Gonzales, el presidente Maduro le ordeno al congreso que le declararan persona «non grata» por el simple hecho de pedir la libertad y el juicio justo a los presos políticos.
Cierto filosofo griego dijo que «es de humano el errar, pero de sabio el rectificar». Sin embargo, para evadir los propios errores, en régimen de Maduro busca fuera del país a los culpables de la crisis interna que vive el pueblo. Vemos un paralelismo contradictorio en las actuaciones del régimen de Cuba, mientras Venezuela se aleja de los países democrático, con una actitud incoherente, Cuba busca mejorar sus relaciones con estos países, y Raúl Castro en la Cumbre de Panamá le dijo al presidente Obama que si hay algo que rectificar lo haría, aunque defendió sus principios pero con tacto y sabiduría.
¿Qué futuro le espera a Venezuela con Maduro? Yo creo que es funesto si no hay un cambio de actitud, porque conducir a un país no es como conducir un autobús. Los gobernantes cometen errores, todos cometemos errores, pero el mayor problema de un líder, sea político, empresario o religioso es no reconocer que nadie es infalible, y por lo tanto, que estemos dispuesto a aceptar que muchas veces nos equivocamos, y por lo tanto, rectificar es de valientes.
mariofumero@hotmail.com
Unidos Contra la Apostasía 
Con todo respeto no me esta gustando esta página y sus escritos alabando políticos y atacando a otros, que reino defiende Usted con todo respeto, prediquemos la palabra y las profecías por favor, LOS POLÍTICOS SON MENTIROSOS TODOS NO IMPORTA EL PARTIDO, EL PAÍS O LA FILISOFIA QUE PREDIQUEN
Estoy de acuerdo con usted, ya no vemos mensajes de la palabra de Dios ante esta situación, sino que ensayos de política. Los problemas de los muertos sean de los muertos, pero a los hijos de Dios porque nos ha de preocupar estos políticos.
No es malo hablar de una persona que, tiene sumida en la pobreza a un pías; esas personas pierden hasta la fe en Dios, cuando una desgracia como esta les cae.
El problema de el hno Mario Fumero es que se ciega o no esta informado de todo lo que se trama contra Venezuela. Será que no lee Cómo estados unidos declaró a Venezuela amenza a la seguridad de estados unidos. Eso todas las naciones latinoamericanas y caribeñas lo condenaron por injerencia. El hno no se atreve a hablar de los graves problemas de abuso que comete Juan Orlando.
Es una verdadera lástima y tristeza, lo que pasa en Venezuela. Con mucha indignación, podemos ver desde otros países, cómo este payaso de maduro está sumiendo a Venezuela en el caos. Lo que nos queda es orar para que Dios le apure la muerte a este mequetrefe con un cancercito como le sucedió al payaso mayor (Chávez), para que esta nación tenga un respiro y se levante económicamente pero primero espiritualmente. Oremos para que Dios guíe a esta nación y se levanten nuevos lideres que amen a su nación.
El problema de los cristianos venezolanos fué no orar por sus autoridades, como nos manda la Biblia, aceptaron dentro de varias organizaciones «cristianas» el ecumenismo de buena gana, ahora que no se quejen porque nadie dijo nada al respecto, la iglesia católica amparó a Chavez y sus secuaces (cosa que nadie dice) como lo hizo la iglesia católica con los nazis. Cuando un cristiano da su punto de vista como el anterior, lo acusan de politizar por hablar de la verdad, despierten cristianetes ignorantes ante la realidad política y espiritual del mundo
Aprendamos a establecer diferencias entre lo humano y lo divino
Mi país Venezuela, actualmente sumido en un caos social, político, económico y moral de proporciones jamás vistas en su historia contemporánea, nos llevan a analizar y establecer las razones y motivos que han incidido en esta situación extrema a la que es sometida toda una nación, con todos sus pobladores, simple y llanamente por un idealismo utópico desfasado de toda realidad humana, y fracasado en muchas naciones que han intentado establecer el socialismo o comunismo como una doctrina transformadora del hombre y de sociedades.
El punto que constituye la línea divisoria básica entre el mensaje que Dios establece atraves de la Biblia y las enseñanzas de Karl Marx (padre del marxismo) tiene que ver con “como se produce el hombre nuevo o la nueva humanidad”.
La Biblia es enfática al afirmar una doctrina fundamental concerniente al hombre (entendiendo al hombre como un ser tripartito – cuerpo –alma – y espíritu), cuando radicalmente establece lo siguiente: Rom 3:23 “…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,” “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Cor.5:17 )
Los marxistas hablan también de personas nuevas y de la importancia de producirlas. Reconocen que la meta final del marxismo – la sociedad ideal – no puede alcanzarse hasta que el hombre mismo sea cambiado. Marx decía: ¡Necesitamos hombres nuevos!
¿Cómo puede producirse el hombre nuevo? En esta pregunta se halla la esencia del conflicto entre el cristianismo y el marxismo. La pugna no se establece por los conceptos o criterios de cómo debería ser el hombre nuevo, sino el camino que debe seguirse para producir esta nueva clase de criatura. Según la teoría marxista, el nuevo hombre debe ser producido por el hombre mismo, mediante la reeducación y la reorganización de todas las estructuras sociales. Por el contrario, la Biblia enseña que solo Dios puede crear personas nuevas.
La literatura marxista reconoce que la creación del hombre nuevo es la tarea más difícil en la transformación comunista de la sociedad, pues sin ella es imposible alcanzar el ideal comunista de un mundo en el que las personas cumplan voluntariamente con su deber, sin egoísmo, en perfecta armonía unos con otros, y para el bien común.
El hambre de poseer, de dominar y hasta de destruir con fines egoístas, es parte de la constitución humana, y los cambios revolucionarios de la política, de la economía e ideales no los hacen desaparecer. En vez de extirpar el mal, el estado totalitario del cual depende la implementación del comunismo tiende a fortalecerse, porque sus poderes y autoridad cada vez son más grandes. Finalmente, termina produciendo una burocracia descarnada, parasitaria y corrupta que reglamenta por completo la vida humana y que no tolera oposición alguna.
La manera que presenta el apóstol Pablo sobre cómo se debe producir el hombre nuevo según Dios, está en un visible contraste con la doctrina marxista. En el cristianismo, la transformación se produce de adentro hacia afuera; Primero por dentro y luego es cuando viene la reconciliación y fraternidad entre individuos y clases; de esta manera se expresa la verdadera diferencia entre el concepto bíblico o de Dios acerca de la verdadera transformación del hombre, en contraste a todas las estrategias marxistas y humanistas.
Pr. Luis Farias