Mario E. Fumero
Luchar contra el proceder inhumano de la concesionaria “Aguas de San Pedro“, concedido por la alcaldía de San Pedro Sula mediante un contrato leonino, que le da el derecho al cobro y servicio de agua en San Pedro Sula es una tarea dura y en donde tenemos todas las de perder.
Esta concesión en la forma en que fue aprobada viola los derechos internacionales del agua, y tal acción me ha indignado, y es por ello que me he lanzado a una luchar para que las instituciones sin fines de lucro, como escuelas, hospitales, centros de rehabilitación y hogares de niños, no sean tratados como empresas mercantiles, y se le exonere del servicio del pago, o al menos, se aplique una tarifa simbólica, ya que actualmente vemos como esta empresa, acogida a un contrato injusto, aprobado por el congreso, hace uso de su poder para mercantilizar el agua, y dejar a Centro de Asistencia social sin el servicio si no pagan, pero lo peor de todo es que les pone la categoría de “industria o comercial”, que es una tarifa más alta, razón por lo que lucho y protesto, aunque he descubierto que “Aguas de San Pedro” tiene comprado a algunos medios, periodistas , diputados y funcionarios municipales, por lo cual, la lucha esta casi perdida, a menos que el pueblo San Pedrano, usando las redes sociales, hagan sentir su protesta y derecho humano sobre el agua, reclamando un bien que según los convenios internacionales de la OMS es un derecho que debe ser regido por la comunidad a través del gobierno.
Debería el Congreso revisar la concesión y disponer que las organizaciones de servicio social o de utilidad pública sean tratadas de forma diferente, y no permitir que estas concesionarias abusen del poder, compren conciencias, y manejen los bienes del estado como un negocio, afectando al pueblo pobre. He descubierto que muchos se han vendido para defender lo injusto. Que al defender el derecho para que el Proyecto Victoria no se quede sin agua, y no nos cobren como “empresa mercantil” una enorme tarifa, es defender a otras instituciones que realizan una labor social semejante, y están a expensas de este monstruo cobijado y protegido por algunas autoridades de la Alcaldía, la cual, y según las leyes del país e internacionales, tiene el verdadero derecho sobre el servicio de agua, pero todos sabemos que con el dinero se compran las conciencias dentro de un sistema corrupto.
Si los medios y autoridades no apoyan esta lucha, espero que el pueblo, por medio de las redes sociales, se solidaricen y presionemos, para que se revise el contrato y se estipule una clausula que frente el abuso, y le den a las ONG que trabajan con los necesitados el trato justo que exige los convenios internacionales.
Mario E. Fumero
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