Mario E. Fumero
Hay cosas que en la diplomacia que no acabo de entender. Voy a poner por ejemplo la actitud que los Estados Unidos de Norteamérica tuvieron durante más de 50 años en relación a Cuba, mientras que por otro lado estrechaban relaciones diplomáticas y comerciales con China y Vietnam, este último país estuvo envuelto en una guerra sangrienta contra los norteamericano, derrotándolos y estableciéndose la unificación del régimen comunista. Como consecuencia de esta guerra, la gran potencia de los Estados Unidos perdió entre 1964 al1973 un total de 58.220 soldados, quedando muchos presos en Saigón. Sin embargo, los Estados Unidos tienen relaciones diplomáticas y comerciales con ambas naciones pese a la diferencia y lucha ideológica.
Han pasado más de 50 años desde qué los Estados Unidos rompieron relaciones con Cuba, estableciéndose a su vez un bloqueo, el cual ha sido la excusa del gobierno de Cuba para justificar la escases y el fracaso económico del sistema. Hoy ambos países restablecen relaciones, y aunque existe una gran diferencia política e ideológica, considero que tal medida, a largo plazo, va a ser beneficiosa para el pueblo cubano, porque el aislamiento nunca produce soluciones lógicas a los problemas internos.
Cuba, por su lado, se une a los Estados Unidos considerando que su mayor apoyo económico, que es Venezuela, está punto de sucumbir por la política económicamente errática de Maduro. No podemos tapar el sol con un dedo. Si es cierto que Cuba no ha progresado como otras naciones, también es cierto que el pueblo cubano cuenta con un sistema educativo y sanitario que es considerado por los organismos de las Naciones Unidas como uno de los mejores del mundo.
El pueblo cubano ha enfrentado con estoicismo todas las penurias del embargo norteamericano, así como del fracaso económico del sistema imperante, el cual está haciendo correcciones en su política económica.
El gobierno de Cuba y su pueblo ha sido solidario en el apoyo a muchos países que han sufrido desgracias naturales, y Hondura ha sido uno de ellos, ya que desde el huracán Fifi, y después con el Mich , las brigadas médicas cubanas han desempeñado un papel muy importante en la precaria salud de los hondureños.
Debemos respetar las ideologías, y no debemos tratar de imponerle a ninguna nación nuestras ideas, porque al fin y al cabo, será el mismo pueblo el que juzgue y cambie los sistema, principalmente cuando estos fracasen, y será el pueblo cubano el que determine su futuro, y los cambios necesarios para modificar los errores históricos cometidos y convertirlos en Victoria.
Creo, y estoy convencido, que la apertura entre Cuba y Estados Unidos ayudará más a este país, y hará posible que no se justifique los fracaso del sistema futuro usando el bloqueo como excusa, porque en realidad, y a pesar del bloqueo, en Cuba se puede comprar todo lo que se produce en el extranjero.
Quiero concluir afirmando que la diplomacia tiene dos caras, y la misma habla dos idiomas. Por un lado, mantiene siempre una actitud de hipocresía, que como dice el refrán “no es el gallo gallina”, porque siempre buscan quedar bien con todos, aunque a la larga, puede quedar mal con algunos, pero el diplomático se especializa en el arte de no hablar claro para mantener la paz, teniendo un doble lenguaje o discurso, para ir siempre a favor de los intereses dominantes.
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