Mario Fumero
En nuestro país ocurren cosas ilógicas e inaceptables que nos dejan con la boca abierta, como el caso de la perdida de los documentos originales del juicio del asesinato de la señora Berta Cáceres. La pregunta que nos hacemos es ¿Cómo pueden ocurrir errores y situaciones trascendentales que escapan de lo lógico para llevarnos a lo absurdo?
Recientemente se supo que los expedientes judiciales de un gran caso que ha trascendido a niveles internacionales haya sido robado en el auto de un magistrado. Se supone que los documentos confidenciales y originales de todo proceso judicial nunca deben salir de la oficina de los tribunales, por considerarse confidenciales, y ser parte de un proceso judicial que quizá estando fuera del juzgado, puede ser manipulados, alterados o destruida sus evidencias, eliminado algunas pruebas que el mismo contiene. Si hay documentos que deben cuidarse con suma severidad son los que tienen que ver con el juicio de un crimen o delito grave, así como todo lo que tienen que ver con la identidad de una persona y los encausados en el proceso, porque son secretos judiciales.
Recientemente estuve ingresado en un hospital de Miamil por un problemas cardíacos, y cuando fui dado de alta, el médico de cabecera que me atiende necesitaba los expedientes del hospital sobre los diagnósticos y exámenes hecho. El hospital, por su lado, no entregar ningún documento de los pacientes a nadie, a menos que esté firme y se identifique, autorizando copia del mismo, pero los originales del enfermo están protegido en el departamento de archivos del hospital. Para poder obtener copia de todos mis exámenes y diagnóstico, tuve que llenar una aplicación para autorizar la entrega de una copia de los mismo, ya que sacar un expediente o copia se considera un grave delito, sin autorización del implicado.
En Honduras las actividades médicas y judiciales debe formar parte de los derechos individuales de las personas, y el Estado debe ser garante de que la información de los mismos no salga del lugar de archivo sin autorizacion del implicado y con copia. Ningún empleado debe estar autorizado para sacar un documento oficial y confidencial de su lugar de trabajo. Es por ello que yo me hago la pregunta: ¿Cómo es posible que un expediente de un proceso judicial original, de tal trascendencia, se ha sacado de los tribunales por un juez o abogado, y él mismo se pierda con el robo de su automóvil, y no se haga un proceso judicial por tal acción al que cometió tal falta?
Hoy fue el documento del proceso judicial de una persona que su muerte causó repercusión internacional para el gobierno de Honduras, pero mañana pueden ser otros documentos confidenciales o secretos. Este hecho refleja la vulnerabilidad del sistema judicial nuestro, e incluso, pone en duda todos los esfuerzos que el Estado ha hecho para esclarecer este crimen. Sustraer de una oficina un documento oficial y original debe considerarse un grave delito, y no solo en asunto judicial, si no en cualquier otra área que envuelva la identidad salud, deudas o jurisprudencia de una persona.
Conforme se roban un documento judicial, también se puede robar la identidad de personas y realizar diversos fraudes, incluyendo el espionaje y revelación de secretos del Estado, que no solamente perjudican al gobierno, sino a la credibilidad del sistema completo.
mariofumero@hotmail.com


Nadie se escapara de la Justicia de Dios querido Pastor. Recuerde que esta corte suprema es la mas corrupta de toda la historia de este Pais. Nombrados de dedo por el Dictador.
Estimado Pastor este es el resultado de un Estado Fallido, donde el actual gobernante hizo lo que quiso fuera de la ley para sentarse en casa presidencial, esto no lo publican los medios tarifados de Honduras, muchas personas humildes no reciben atención medica, defensores de los DD.HH. estan siendo asesinados, Bertha Caceres su crimen proteger el medio ambiente de los intereses de una cachureca que se dedica a producir energía eléctrica cara y me pregunto se debe orar por estas autoridades corruptas? Claro que si a causa de Jesús y de Nosotros.