Romano 12:1 “ASÍ que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto”.
La palabra “racional” proviene de razón. Usar la razón significa saber discernir o entender algo que se me dicen u ordena. Lo contrario de racional es irracional, que significa actuar sin entender, comprender o saber algo.
En este texto el apóstol Pablo nos está ordenando que hagamos un culto inteligente, racional, y aunque haya algún tipo de sacrificio, el mismo no debe de ser físico, sino espiritual, y que el mismo sea conforme a lo determinado en la Palabra de Dios, porque no estamos sujetos a servidumbre, ni actuar contrario a nuestro entendimiento (Gálatas 5:1). El sentido de “culto racional” tiene diversas connotaciones a la hora de adorar a Dios en la comunidad. Debemos respetar al que está mi lado, y no gritar o usar un volumen excesivo que moleste a los que estén orando o meditando. También tiene que ver con el razonar las enseñanza que se me den, y antes de obedecer lo que se me manden, debo verificar que sea acorde a las enseñanzas apostólicas, porque nuestra obediencia es a la Palabra Revelada y no a la revelaciones personales de los hombres.
Debemos de entender lo que hacemos, el por qué oramos y el porque nos congregamos, y además, para qué ofrendamos o diezmamos. Ser oveja, no es el borrego. Debemos ser conscientes racionalmente de mis deberes cristianos, y sobre todo, de la doctrina de los apóstoles, y no estar dispuesto a aceptar ninguna otra revelación contraria a la Biblia, aunque el que la proclame sea un iluminado o un ángel que descienda del cielo (Gálatas 1:8). No dejemos de usar la razón en el culto cristiano, porque de lo contrario, caeremos en apostasía.

