Mario E. Fumero
2 Pedro 2:19 “Prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción. Porque el que es de alguno vencido, es sujeto á la servidumbre del que lo venció“
Aunque el mundo moderno sea liberado de la esclavitud tradicional, cuando la gente eran compradas para servir a amo, no hemos dejado de seguir viendo el surgimiento de nuevas forma de esclavitud. Pero definamos primero el concepto de esclavo. No solamente es una persona que ha sido comprada para estar sometido como una posesión al que lo comprobó, sino que envuelve una atadura o dependencia mediante la cual estamos siendo dominado por alguien que al de una muestra voluntad.
Si partimos de este concepto, todo aquel que está atado a algo material, como por ejemplo, las riquezas y el poder, es un esclavo dentro de una connotación diferente, y en tal caso su liberación es mucho más difícil que de aquella esclavitud que se ejerció en la época antigua y en la Edad Media.
Pero no vamos a describir una de las peores forma de esclavitud moderna, se llama la esclavitud tecnológica, en la cual están cayendo nuestros niños, jóvenes y adultos, y la cual he anula la capacidad de expresar sentimientos y afectos para vivir aislados de los demás, y el atado a una tecnología que anula nuestra racionalidad. Esta moderna esclavitud, muy extendida, distrae a los cristianos en los cultos, invadiendo la capacidad de escuchar, compartir y liberar sentimientos. Pero lo más terrible es que esta esclavitud no solo los distrae, sino que los ata y los vuelve adictos convulsivo a un mundo digital, por lo cual como dice San Pedro, son vencidos y sometidos a servidumbre.