Mario E. Fumero
Jeremías 49:16 «Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón, tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte: aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová«.
¿Qué es arrogancia? La arrogancia procede del latín «arrogāre: ad- + rogāre», y es una actitud que se refiere al excesivo orgullo que una persona tiene de sí mismo y un concepto alto que está fuera de lo normal (Romanos 12:3) y que le lleva a creer y exigir más privilegios de los que tiene derecho. Como dice Jeremías, es el producto de la soberbia del corazón.
Es inaceptable la actitud arrogante en la vida de un cristiano, y menos aun, en quien es pastor o ministro del evangelio, sin embargo, en la realidad actual, muchos líderes religiosos son tan arrogantes, que se han dado el lujo de fabricar la doctrina de los «escuderos», tomando como punto de partida los escuderos del Rey Saúl (1 Crónicas 10:4) y David, para tener algo parecido a los guardaespaldas de los dignatarios, pero incluso le secan el sudor, y les rinden pleitesía. Podíamos decir que estos arrogantes ministros, forjan en torno suyo unos «soba levas» que son sirvientes o lacayos que le rinden algo parecido a un culto a la persona, lo cual rompe por completo el principio de la humildad y sencillez que enseño Jesucristo (Mateo 11:29).
Si la soberbia es pecado, todos sus frutos, tales como vanidad, orgullo, arrogancia, exaltación etc, son también pecados delante de Dios, así que evitemoslo.


Me gusta mucho reflexiones
Dios les bendiga