Mario E. Fumero
Romano 6:12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;”
¿Qué es el pecado? Toda acción contraria a la ley. Es desobediencia a lo establecido, lo cual genera la ira de Dios (Colosenses 3:6) porque trae consecuencias, ya sea en lo biológico, espiritual o natural. En el mundo secular al pecado le llama infracción o delito. Para que haya pecado, es necesario que haya ley y conciencia de la misma (Santiago 2:17). El pecado tiene dos dimensiones, una es la herencia pecaminosa procedente de Adán (Romanos 5:12), manifestada en la rebeldía y orgullo, y la otra dimensión que nace por satisfacer los deseos de la carne, lo cual le llama Santiago “concupiscencias” (Santiago 1:15).
¿Cuándo aparece el pecado? Cuando nace la conciencia. Cuando no sabemos discernir entre lo bueno y lo malo, y rechazamos lo bueno. Es por ello que para poder ser libre del pecado, necesitamos tener discernimiento por la Palabra para alcanzar madures entre lo bueno y lo malo (Hebreo 5:14).
Tristemente el pecado es como un imán, una vez ejecutado, nos atrae y esclaviza. El mismo se vuelve una costumbre que marca nuestro comportamiento, enfermando todos nuestros miembros. La Biblia lo cataloga como una esclavitud, la sociedad le llama vicio o adicción, y solo hay una salida “el nacer de nuevo2 (Juan 3:3).


Ciertamente, si alguien es vencido por algo, es esclavo de este, para el bien o mal. Todos los dias sostenemos una lucha, mientras estemos en este tabernaculo (cuerpo fisico); solo el Espiritu Santo, en obediencia a la verdad Biblica en santidad y amor, podemos mantenernos en el proceso de Dios.