Mario E. Fumero
APOCALIPSIS_13:17 “para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, la cual es el nombre de la bestia o el número de su nombre”.
En el libro de Apocalipsis se nombra, de forma continua, una figura como de bestia que sube del abismo, y emerge para imponerle al mundo la adoración y el sometimiento a un control absoluto de compra y venta (Apocalipsis 13:1-4)). Definamos que significa el término “bestia”. Por regla general se denomina una bestia a algo que es salvaje, horrendo, lo cual devora todo lo que encuentra su paso. En el caso que nos ocupa, se refiere al sistema dominante e impositivo ejercido por el anticristo sobre todo los pobladores de la tierra para imponerles sus designios.
Recordemos que el escritor de Apocalipsis era Juan, el discípulo amado, el cual tenía que describir acontecimientos futuros revelados por Dios, pero con una terminología muy pobre para la época. En el texto se establece el criterio de que nadie podría comprar ni vender si no tenía el número de la bestia, que es simbólicamente evidencia de un sistema de control sobre las personas en base a un método numérico, porque especifica que “tiene número de hombre” y es el 666 (Apocalipsis 13:18).
El término “numero de hombre” se refiere a que fue en el sexto día en que Dios creo al hombre, y bien puede referirse a un sistema numérico de 18 dígitos, para identificar fiscalmente a las personas en todas las operaciones que hagan referente a compra y venta. Tal parece que viene una crisis económica aguda de inflación, indicado en el relato del caballo negro (Apocalipsis 6:5-6).
¿Qué podría ser este sello? No podemos especular al respecto, pero podría ser un chip, o un sistema de control mediante el dinero plástico etc., pero está claro que por medio de ese sistema, invadirá la intimidad y el control de los habitantes del planeta, dando a entender el poder absoluto del anticristo para someter a todos los habitantes a los designios del Nuevo Orden Mundial.