Descarguelo aquí El abuso de autoridad
Un análisis de como se puede convertir la autoridad en un mecanismo despótico y destructivo tanto a nivel familia como eclesiástico. Buscaremos los mecanismos para que la autoridad funcione dentro de un esquema que evite la hegemonía, la tiranía y el abuso, sin ignorar su importancia en la vida. (VER LIBRO COMPLETO)
Escrito por Mario E. Fumero
Serie: Sectas y herejías. 1998.
Autorizada su reproducción siempre y cuando sea para fines formativos, y no lucrativos. ©® Primera Edición. 1998.
Publicado para los lectores de esta página.
INTRODUCCIÓN
En la medida en que nuestra civilización se deshumaniza, la violencia y el abuso de autoridad se convierten en un mal endémico. Existen muchos elementos en este fenómeno, desde la permisividad humanista en las últimas décadas hasta la ambición y hegemonía humana desencadenada a lo largo de la historia.
Actualmente se ha puesto de moda la creación de Ong (Organizaciones no gubernamentales) para defender los derechos de las esposas maltratadas por un marido violento y machista, para proteger a la niñez, víctimas de padres abusivos que dañan físicamente al menor, de líderes y pastores de iglesias y sectas que abusan de la autoridad de sus miembros para llevarle a conductas contrarias a los mismos principios de la Palabra de Dios etc. Estas organizaciones, que muchas veces hacen del dolor humano un “modus vivendus”, proclaman frente al abuso de autoridad, una filosofía psicológica de permisividad, creando una apatía, rebeldía e indiferencia hacia la autoridad correcta llevando a la sociedad a un anarquismo. Estos fenómenos ha llevado a muchos legisladores a elaboran leyes para proteger a los “abusados por autoridades despóticas” y con las cuales se ha talado de forma radical ciertos deberes humano, para exaltar los “derechos humanos”. Hoy nuestros esquema valora y promueve más estos derechos que los deberes, y todo como consecuencia del mal uso que se le ha dado a la autoridad dentro de los diferentes aspecto de la vivencia humana.
En este escrito deseamos enfocar, a la luz de la Palabra de Dios, que es autoridad, hasta donde tiene derecho de imponer orden y cuando se cae en vicios o errores de conducta en el ejercicio de la misma. Espero que lo aquí expuesto nos ayude a buscar un equilibrio entre la autoridad incorrecta y la correcta para que podamos establecer una vivencia familiar, social y eclesial saludable


