PARTE 1

Pastor Durley
Dios utiliza muchas formas para llamar la atención del hombre. Quizás, lo más probable, es que ahora mismo esté haciendo algo, de lo cual ni cuenta te des para hacer que ter voltees a él. A Moisés “se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. (Éxodos 3.1-3) En el caso de Moisés Dios utilizó la zarza ardiendo para llamar su atención, me pregunto… ¿Cuántas cosas habrá estado haciendo Dios en estos últimos tiempos para que voltees tu mirada a él?
José iba en su auto nuevo, un Jaguar a mucha velocidad. ¿La razón? Llegaría tarde al trabajo si no corría. Su automóvil Jaguar rojo brillante era una de sus más preciadas posesiones, cuando súbitamente… ¡Un ladrillo se estrelló con la puerta de atrás! José frenó el auto y dio reversa hasta el lugar de dónde el ladrillo había salido y vio a un niño sentado en el piso. Lo agarró, lo sacudió y le gritó muy enojado: ¿Pero qué estás haciendo? ¡Te va a costar muy caro lo que le hiciste a mi auto! ¿Por qué me tiraste el ladrillo? El niño, llorando le contestó: – Lo sé, Señor, pero no sabía qué hacer, mi hermano se cayó de su silla de ruedas y esta lastimado, y no lo puedo levantar yo solo. Nadie quería detenerse a ayudarme. – José sintió un nudo en la garganta, fue a levantar al joven, lo sentó en su silla de ruedas, y lo revisó. Vio que sus raspaduras eran menores, y que no estaba en peligro. Mientras el pequeño de 7 años empujaba a su hermano en la silla de ruedas hacia su casa, José caminó lentamente a su Jaguar, pensando…
La verdad, José nunca llevó a reparar el auto, dejó la puerta como estaba. Para hacerle recordar que no debía de ir a través de la vida tan rápido como para que alguien tenga que tirarle un ladrillo para llamar su atención. Lo cierto es que en muchas ocasiones Dios, como ese niño, a través de las circunstancias o procesos por los que permite que atravieses está tirándote ladrillazos y, lo triste es que… no lo percibes. Lo importante o el centro de todo lo que te ocurre no es precisamente los sentimientos que provocan en ti las situaciones que padeces, sino encontrar en ellas las respuestas al propósito conque Dios ha permitido que lleguen a ti.
Andamos por la vida como José en su nuevo Jaguar, velando por nuestros propios intereses, viviendo el hoy desesperante que nos ha tocado, pero a veces, se nos rompe la puerta por un ladrillazo que Dios nos manda para llamar nuestra atención. Hace poco conversando con la hija de una anciana miembro de la iglesia, la cual, ha estado viendo a su madre pasando momentos límites de su salud, le expresé que a veces Dios permite cumbres de sufrimientos así, para que nos acerquemos más él. Jesús llama de varias maneras” a tu vida… He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apoc. 3.20) Acá la claves es… ¿Le estás escuchando? ¿Percibes el llamado de atención de parte de Dios?
Sabes, hay personas a las cuales Dios les tira ladrillos para que se detengan, para que no continúen avanzando en sus errores pero aunque se les rompa la puerta ellos, no se detienen. Claro, Dios no desiste, siempre estará buscando la manera de hacer que le atiendas, que respondas, y a veces ese llamado viene en formas más dolorosas… en medio del dolor que provoca perder a alguien, o atravesar el proceso de una enfermedad, o ver simplemente como todo se derrumba a tu alrededor.
Por eso, siempre surge la necesidad de preguntarnos cuando pasamos por circunstancias así… ¿Cuál es el propósito de Dios con todo lo que está ocurriendo? ¿Qué Dios está queriendo mostrar o enseñar a través de este proceso o dolor por el que atravesamos? La verdad, fuera muy interesante saber las respuestas.
¿Será necesario que nos trague un pez como a Jonás para entender el camino que debemos tomar? ¿Acaso precisa Dios mandar una fuerte tormenta a tu vida, para que te des cuenta que la has estado construyendo sobre la arena, sin cimientos sólidos, especialmente obrando a tu conveniencia y no bajo el marco de su voluntad?
¿Es necesario pasar por momentos límites en tu vida, donde el sufrimiento te sacuda para que mires al cielo y lances un grito desesperante a Dios? ¿Por qué?
Muchas veces las personas hablan de una frase: “Es mejor venir a Cristo por amor y no por dolor” y es cierto es mejor, pero indudablemente por muy grande que es el amor de Dios hay personas que si no es por medio del estremecimiento del dolor no se voltean a él, no frenan su carro.
La verdad, no me imagino que tipo de ladrillos estará Dios tirándote en estos momentos, pero de lo que si estoy seguro es de la necesidad que tienes de detenerte. No sigan andando por la vida a lo loco, Dios te está llamando, hay muchas manera por las cuales ya lo ha hecho, no esperes que luego llegué el golpe de un ladrillazo y termine destrozando la puerta de tu corazón. ¿Por qué esperar el dolor para acercarse a Dios? ¿Por qué permitir que éste se convierta en la única vía? Es mejor estar atento a las señales, a las llamadas de atención a nuestras vidas.
CONTINUARÁ…
Dios Te bendiga
Pastor Durley