Mario E. Fumero
El mundo está viviendo uno de las épocas más críticas de los últimos siglos. No cabe duda que vivimos alarmados, principalmente cuando encendemos la televisión y observamos las catástrofes que está ocurriendo en todo el planeta, y nos quedamos petrificado, sin embargo, los que conocemos las Sagradas Escrituras y al leer las profecías bíblicas comprendemos que lo que está pasando es el cumplimiento de lo anunciado por los profetas y el mismo Jesucristo en Mateo capitulo 24. Así que cuando leemos la Biblia, estamos recibiendo por adelantado las noticias de lo que hoy se está ocurriendo.
La tierra tiembla por todos lados. Vemos que en diversos lugares del mundo los terremotos y fenómenos sísmicos que causan destrucción, y muchas naciones están temblando, incluso hasta en Hondura, un país no catalogado sísmico ha experimentado temblores en la zona norte recientemente. Por otro lado, estamos viendo últimamente el aumento de los huracanes y fenómenos climáticos que siembran el caos y la desolación en muchas regiones, principalmente en el Caribe. Hemos visto como México y Estados Unidos han sufrido los embates de la naturaleza, y tal parece que se avecinan tiempos muy difíciles dentro de los fenómenos climáticos. Además, no podemos ignorar la realidad catastrófica del cambio climático y la contaminación del planeta.
Por otro lado, las epidemias hacen su estrago en todos los continentes, llevándonos a una pandemia de dimensiones incalculable, la cual nos tiene encerrado con la boca tapada y con una economía al punto de la quiebra, y la esperanza de que la vacuna nos proteja del Covid se viene abajo frente a las mutaciones que el virus está sufriendo. Estamos viviendo con el temor constante de ser víctima del Covid 19.
Pero lo peor está por venir. Se avecina una crisis economía a nivel mundial y se pronostica un desplome de la Bolsa de Valores, ya que los países se están endeudando y la producción mundial, como consecuencia del Covid y el cambio climático se ha venido abajo. Muchos ven cercano el derrumbe y la una pérdida del valor del dólar, lo cual pone en peligro la estabilidad a muchas naciones que dependen de él para operar. Además, vemos cercano el tiempo en que desaparezca del dinero físico, para dar paso al dinero virtual que ya casi es una realidad. Noten que, como consecuencia de la pandemia, muchos hacen todas sus operaciones bancarias y pago por medio digital.
Y para concluir este enfoque, no podemos ignorar el panorama sombrío de la humanidad como efecto del cambio climático lo cual produce en unos lugares lluvias excesivas, y en otros lugares sequías tremenda, lo que nos lleva vislumbrar un aumento de la hambruna a nivel mundial, haciendo ver un panorama en donde se aumentara la miseria pobreza y hambruna lo cual está registrado en Mateo 24:7 y Apocalipsis 6:8.
Como es lógico, estos fenómenos naturales y epidémicos tiene su afecto sobre la producción, lo cual indudablemente aumentara la escases. Todo esto acompañado ira acompañada de un desplome de los valores tradicionales. La violencia y la corrupción galopante traerá anarquía social, y aumentará el consumo de drogas, y el aumento del crimen organizado, junto al fantasma de las amenazas de guerras y rumores de guerra, como pronóstico Mateo capítulo 24:6
Frente a este panorama sombrío ¿Qué podemos hacer? Pues prepararnos para lo peor, aunque ocurra lo mejor, y confiar en el Señor, el cual tendrá misericordia de nosotros, porque no podemos obviar los tiempos peligrosos que vivimos, pero al menos, estes apercibidos y tomando todas las precauciones necesarias para que lo que ocurra no nos coja de sorpresa, porque como dice el refrán popular “guerra avisada no mata soldados”.