Mario E. Fumero

En el mundo existen dos tipos de dictaduras, una es la de aquellos políticos que, al tomar el poder, se convierten en autoritarios y cegados por la ambición se impone por la fuerza. A este tipo de dictadura le llamamos “dictadura política”.
Sin embargo, no solamente existe una dictadura política, hay otras que solapadamente son unas dictaduras que operan de forma imperceptible, pero tiene el poder de sojuzgar a muchos países y someter a la población mundial a una imposición sin tener elección, ni está en política. Estas dictaduras solapadas se encuentran en los monopolios y las transnacionales, así como en algunos organismos internacionales que, controlando el dinero, pueden controlar a los políticos.
Cuando no hay competencia y los poderes económicos lo absorben todo, sin espacio para la libertad de mercado, nos encontramos sujetos a una dictadura ya que no tenemos elección pues ello impone sus criterios y productos sin una segunda opción.
Uno de los principios de la democracia es la libre elección, lo cual crea la oferta y la demanda, que permite la competencia y genera los bajos costos. Cuando hay diversidad de empresas, hay disminución de precios, pero cuando una empresa control el mercado, no importa en qué rubro sea, se pierde el control de la oferta y la demanda, quedando sujeto a la dictadura del productor, el cual establece los precios que le da la gana, así como las condiciones que nos lleva a una imposición dictatorial, en donde tenemos que consumir el producto que el monopolio impone al dos permitir la libre competencia.
Un ejemplo lo tenemos en las redes telefónicas móviles de Honduras. En un principio habría cuatro compañías, pero lentamente las dos más poderosa destruyeron la competencia y arruinaron a Hondutel. Hoy tenemos solamente dos compañías de teléfonos móviles que se ponen de acuerdo para obligar al consumidor a pagar el precio que a ellos les dé la gana, y nada menos que exigen el pago en dólares cuando la moneda nacional es el lempira.
Las tarifas en dólares de los productos que se compran se justifican cuando los vivos son importados, pero no tiene justificación cuando se hace una inversión y se establece una cuota en dólares cuando la moneda oficial es el lempira. Sin embargo, el poder de los monopolios de la comunicación puede silenciar los reclamos comprando a los políticos de turno para imponer sus cuotas o caprichos, lo cual nos deja ver una dictadura económica originada por la imposición de grandes monopolios que no permite la competencia, lo cual afecta al consumidor.
También los organismos internacionales tienen el poder de imponer sus caprichos a los gobiernos de turno, cuando esto países se endeudan con ellos, porque siempre el que toma prestado se vuelve esclavo del prestamista. Si es cierto que las dictaduras políticas son desastrosas y limitan las libertades, también las dictaduras económicas de los monopolios son esclavizantes y desastrosas y conduce a los pueblos a la miseria, y lo peor de las dictaduras económicas es que tienen el poder de comprar e imponer sus criterios dentro de los gobiernos democrático por medio del soborno, presión y préstamos en tiempos de crisis, de forma tal que con el endeudamiento hipotecan su soberanía como nación.
¿Cuándo habrá un congreso que no se venda, y ponga límite a los monopolios que imponen los pagos en dólares y exijan se pague la mensualidad de sus servicios en la moneda nacional? El día que esto ocurra, diremos, ahora sí tenemos un congreso democrático.
La democracia es una dictadura satánica ..del pueblo, por el pueblo y para el pueblo .. SIN DIOS, pero tiene reputación …