¿JESÚS TIENE TRASCENDENCIA HOY EN DÍA?
Muchas personas piensan que Jesucristo quiere que nos volvamos religiosos. Piensan que Jesús vino para quitarnos toda la diversión de la vida, y darnos unas reglas imposibles de seguir. Están dispuestos a decir que fue un gran líder del pasado, pero dicen que no tiene trascendencia para sus vidas actuales.
Josh McDowell era un estudiante universitario que pensaba que Jesús era sólo un líder religioso más que estableció unas reglas imposibles de seguir. Él pensaba que Jesús era totalmente irrelevante para su vida.
Un día, en una de las cafeterías de la universidad, McDowell se sentó a comer al lado de una joven y animada estudiante con una sonrisa radiante. Esto le llamó la atención, y le preguntó por qué estaba tan contenta. Su respuesta inmediata fue, «¡Jesucristo!»
¿Jesucristo?, dijo McDowell, y respondió enfurecido:
«Por Dios, no me vengas con esas tonterías. Estoy harto de la religión, de la iglesia, de la Biblia. No me vengas con esas tonterías de la religión».
Pero la joven no se desconcertó, y le contestó tranquilamente,
«No dije religión, dije Jesucristo».
McDowell estaba asombrado. Él nunca había considerado a Jesús como algo más que una figura religiosa, y no quería saber nada de la hipocresía religiosa. Sin embargo, acá estaba esta mujer cristiana feliz, hablando de Jesús como alguien que le daba sentido a su vida.
Jesucristo afirmó responder a todas las grandes preguntas sobre nuestra existencia. En algún momento, todos nos preguntamos cuál es el sentido de la vida. ¿Alguna vez miró a las estrellas en una noche clara y se preguntó quién las puso allí? ¿O ha mirado un atardecer y pensado en las grandes preguntas de la vida:
«¿Quién soy?»
«¿Por qué estoy aquí?»
«¿A dónde iré después de morir?»
Aunque otros filósofos y líderes religiosos han dado sus respuestas sobre el sentido de la vida, sólo Jesucristo demostró su legitimidad al resucitar de la muerte. Escépticos como McDowell, que inicialmente se habían burlado de la resurrección de Jesús, han descubierto que existen pruebas convincentes de que realmente ocurrió.
Jesús le da un verdadero sentido a la vida. Él dijo que la vida es mucho más que ganar dinero, divertirse, lograr el éxito y luego terminar en un cementerio. Sin embargo, muchas personas aún tratan de encontrar ese sentido en la fama y el éxito, hasta las grandes superestrellas…
Madonna intentó contestar la pregunta, «¿Por qué estoy aquí?» convirtiéndose en una diva, y confesó que, «Durante muchos años pensé que la fama, la fortuna y la aprobación del público me harían feliz. Pero de pronto te despiertas un día y te das cuenta de que no te hacen feliz…todavía sentía que faltaba algo…quería saber qué era la felicidad verdadera y duradera y qué podía hacer para encontrarla». [1]
Otros dejan de intentar encontrarle el sentido a la vida. Kurt Cobain, el cantante de la banda grunge rock de Seattle Nirvana, perdió la esperanza a los 27 años y se suicidó. El caricaturista de los años veinte Ralph Barton también sintió que la vida no tenía sentido, y dejó una carta en la que decía: He tenido pocas dificultades, muchos amigos, grandes éxitos, he pasado de una esposa a otra y de una casa a otra, visitado los países del mundo, pero estoy harto de inventar formas de llenar las 24 horas del día».[2]
Pascal, el gran filósofo francés, creía que este vacío interior que todos experimentamos sólo puede ser llenado por Dios. Él dijo, «Hay un vacío con forma de Dios en el corazón de cada hombre que sólo Jesucristo puede llenar». [3] Si Pascal tiene razón, entonces nosotros esperaríamos que Jesús no solo responda a la pregunta de nuestra identidad y significado en esta vida, pero también de darnos esperanza para la vida después de la muerte.
¿Puede haber un sentido sin Dios? No según el ateo Bertrand Russell, quien escribió, «Si uno no asume a un dios, la pregunta sobre el propósito de la vida no tiene sentido». [4] Russell se resignó a terminar «podrido» en una tumba. En su libro, Por qué no soy cristiano, Russell rechazó todo lo que dijo Jesús sobre el sentido de la vida, incluyendo su promesa de la vida eterna.
Pero, si Jesús realmente venció a la muerte como dijeron los testigos, (ver artículo 6 «¿Jesús resucitó de entre los muertos?»)
entonces sólo él nos podría decir de qué se trata la vida, y contestar la pregunta, «¿Hacia dónde voy?» Para entender cómo las palabras, la vida y la muerte de Jesús nos pueden dar una identidad, darle sentido a nuestras vidas y darnos esperanza para el futuro, debemos entender qué dijo sobre Dios, sobre nosotros y sobre sí mismo.
¿QUÉ DIJO JESÚS ACERCA DE DIOS?
Dios es Relacional
Muchas personas piensan en Dios más como una fuerza que una persona a la que podemos conocer y disfrutar. El Dios del que habló Jesús no es como la fuerza impersonal en la Guerra de las Galaxias, cuya bondad se mide en voltaje. Tampoco es un gran fantasma poco comprensivo que vive en el cielo y disfruta haciéndonos sufrir.
Al contrario, Dios es relacional al igual que nosotros, pero aún más. Él piensa, Él oye. Él se comunica en un idioma que nosotros podemos entender. Jesús nos dijo y nos enseñó cómo es Dios. Según Jesús, Dios nos conoce íntima y personalmente a cada uno de nosotros, y piensa en nosotros constantemente.
Dios es bondadoso
Y Jesús nos dijo que Dios es bondadoso. Jesús demostró el amor de Dios adondequiera que iba, curando a los enfermos y acercándose a las personas desventuradas y a los pobres.
El amor de Dios es radicalmente diferente al nuestro, ya que no está basado en la atracción ni en el desempeño. Es totalmente sacrificado y desinteresado. Jesús comparó al amor de Dios al amor de un padre perfecto. Un buen padre quiere lo mejor para sus hijos, se sacrifica por ellos y los cuida. Pero, por su propio bien, también los disciplina.
Jesús nos describe el corazón de amor de Dios con una historia sobre un hijo rebelde que rechazó los consejos de su padre sobre la vida y qué es importante. El hijo arrogante y testarudo quería dejar de trabajar y «darse la gran vida». En vez de esperar a que su padre estuviera preparado para darle su herencia, comenzó a insistir en que se la diera anticipadamente.
En la historia de Jesús, el padre accede al deseo de su hijo. Pero al hijo le va mal. Después de despilfarrar su dinero en excesos, el hijo rebelde debió buscar trabajo en una granja de cerdos. Pronto estaba tan hambriento que hasta la comida de los cerdos se veía bien. Abatido y sin saber si su padre lo aceptaría, cogió sus cosas y volvió a casa.
Jesús nos dice que su padre no sólo lo recibió, sino que salió corriendo a saludarlo. Luego, entusiasmado por el amor, el padre hizo una gran fiesta celebrando el retorno de su hijo.
Es interesante que aunque el padre amaba mucho a su hijo, no lo persiguió. Dejó que su hijo amado sienta dolor y sufra las consecuencias de su decisión rebelde. Igualmente, las Sagradas Escrituras enseñan que el amor de Dios jamás transige con lo que es mejor para nosotros. Nos dejará sufrir las consecuencias de nuestras propias malas elecciones.
Jesús también enseñó que Dios nunca renuncia a su carácter. La integridad o carácter es lo que somos en nuestro fuero interno. Es nuestra esencia, de la que provienen todos nuestros pensamientos y acciones. Entonces, ¿cómo es Dios en el fondo?
DIOS ES SANTO
A lo largo de las Sagradas Escrituras (casi 600 veces), se habla de Dios como «santo». Santo significa que el carácter de Dios es moralmente puro y perfecto en todo sentido. Inmaculado. Esto significa que Él jamás alberga un pensamiento que es impuro o contrario a su excelencia moral.
Además, la santidad de Dios significa que Él no puede estar en la presencia del mal. Dado que el mal es lo opuesto a su naturaleza, Él lo odia. Para Él, el mal es como contaminación.
Pero si Dios es santo y detesta el mal, ¿por qué no hizo que nuestro carácter fuera como el suyo? ¿Por qué hay pedófilos, homicidas, violadores y pervertidos? ¿Por qué nos cuesta tanto tomar nuestras propias decisiones morales? Eso nos lleva a la siguiente parte de nuestra búsqueda del sentido de las cosas. ¿Qué dijo Jesús acerca de nosotros?
¿QUÉ DIJO JESÚS SOBRE NOSOTROS?
Hechos para una relación con Dios
Si usted lee el Nuevo Testamento, descubrirá que Jesús habló constantemente sobre nuestro inmenso valor para Dios, y nos cuenta que Dios nos creó para ser sus hijos.
Bono, la estrella de rock irlandés de la banda U2, comentó en una entrevista, «Es un concepto alucinante pensar que el Dios que creó el Universo pueda querer la compañía, una verdadera relación con las personas…» [5]
Es decir, que antes de haber creado el Universo, Dios planeaba adoptarnos como su familia. No sólo eso, sino que Él ha planeado una increíble herencia que nos corresponde a nosotros recibir. Como el corazón del padre en el cuento de Jesús, Dios nos quiere dar una herencia de bendiciones inimaginables y privilegios reales. Para Él, somos especiales.
La libertad de elegir
En la película The Stepford Wives, hombres débiles, mentirosos, codiciosos y asesinos han creado robots sumisos y obedientes para reemplazar a sus esposas liberadas, a quienes consideran una amenaza. Aunque los hombres supuestamente aman a sus esposas, las reemplazan con máquinas a fin de obligarlas a obedecer.
Dios nos podría haber hecho así, personas robóticas (iPeople) programadas para amarlo y obedecerlo, programándonos para venerarlo como se programa a una computadora. Pero entonces nuestro amor obligatorio no tendría sentido. Dios quería que lo amemos libremente. En una verdadera relación, nosotros queremos que nos amen por quienes somos, no por obligación – preferimos a nuestra alma gemela que a una novia por encargo. Søren Kierkegaard resumió el dilema en esta historia.
Imagínese que había un rey que amaba a una doncella humilde. Este rey no era como ningún otro rey. Todos temblaban ante su poder…sin embargo, este rey poderoso se ablandó por su amor por una doncella humilde. ¿Cómo podría declararle su amor? De cierta forma extraña, su realeza lo tenía atado de manos. Si la llevaba al palacio y la coronaba con joyas…entonces ella seguramente no se resistiría – nadie se atrevía a oponérsele. ¿Pero ella lo amaría? Claro que ella diría que lo amaba, ¿pero lo amaría realmente?[6]
Puede ver cuál es el problema. Dicho de manera menos poética: ¿Cómo terminas con un novio omnisciente? («Lo nuestro simplemente no funciona, pero bueno, supongo que eso ya lo sabías».) Entonces, a fin de permitir un amor al cual se corresponde libremente, Dios creó a los seres humanos con una capacidad única: el libre albedrío.
BIBLIOGRAFIA:
- http://www.azlyrics.com/lyrics/kanyewest/jesuswalks.html
- Jack Nicholson, entrevistado por Mike Sager, Esquire, «The Meaning of Life,» (January, 2004), 70, 71.
- O: The Oprah Magazine, «Oprah talks to Madonna,» (January, 2004), 120.
- Citado en Josh McDowell, The Resurrection Factor (San Bernardino, CA: Here’s Life Publ., 1981), 1.
- Citado en William R. Bright, Jesus and the Intellectual (San Bernardino, CA: Here’s Life Publ., 1968), 33.
- Citado en Rick Warren, The Purpose Driven Life (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2002), 17.