Mario E. Fumero
No sabemos qué está pasando con nuestra nación, si todo lo que ocurre es consecuencia de la corrupción, del juicio de Dios por el pecado, o por causa del cambio climático, pero en realidad, Honduras se encuentra en una de sus peores crisis y calamidades de su histórica, y todo indica, según vemos en el panorama del país, que nos hundimos en un mar de conflictos.
Comencemos analizando las causas de las crisis que vivimos actualmente. La primera de todas es la gran calamidad que estamos enfrentando como consecuencia de la corrupción y el narcotráfico, que ha convertido al país no sólo en un centro de distribución de droga para el norte, catalogando la nación como un estado, en donde se proliferan las pandillas y el consumo de drogas con la intervención de grandes carteles, tanto de México como de Colombia.
Por otro lado, el gobierno actual se encuentra frente a una crisis de ingobernabilidad, originada por una economía en crisis, más una actitud de choque de los colectivos que le apoyan, lo cual crea un anarquismo social que impide la funcionalidad de ciertas áreas del estado. Pero lo peor de todo es el efecto colateral de la guerra entre Rusia y Ucrania, lo cual ha disparado el alza de los precios de los combustibles, y por ende, de la energía eléctrica, y como todo lo que se produce a nivel nacional depende de estos dos rubros, se ha disparado a la inflación con cifras tan alarmante, que el salario mínimo es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia.
En Salud, el país está en una gran tragedia, ya que escasean los medicamentos básicos en los hospitales y centro de salud en medio de las inundaciones, pone en peligro la vida de miles de niños y adulto, y lo más agudo es que en la Seguridad Social los asegurados tampoco tienen acceso a los medicamentos más elementales, y por ello, muchos corren el riesgo de morir. Por otro lado, las cirugías son tan demoradas que la cita para algunos pacientes agudos se la dan posiblemente para después que mueran, ¡insólito.!
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Pero lo peor de todo radica en los fenómenos climáticos qué desde el 2019 han asolado muchas regiones del país, y cuando apenas se están recuperando de las mismas, las continuas lluvias de los últimos días han continuado dañado la frágil economía nacional y sumergiendo en la miseria a miles y miles de hondureños, lo cual viene precedido por deslaves, hundimiento y desbordamiento de los ríos.
No es suficiente con todo lo anterior, para que ahora nos enfrentamos a la amenaza de una tormenta tropical, que se puede convertir en huracán, y la cual amenaza el territorio nacional, lo que sería el tiro de gracia para que la economía nacional ya quebrantada por los acontecimientos anteriores, termine de hundirse. Es por ello que hago un llamado a la presidente de doña Xiomara Castro, la cual tiene que enfrentar una situación de proporciones alarmantes, para que haga un llamado a los políticos de todos los partidos, para coadyuvar una unidad nacional que de forma coherentemente, podamos enfrentar todos juntos estos acontecimientos siniestros que se avizoran.
Es el momento que el gobierno en el poder debe entender que un reino dividido no prevalece, y que requiere una unidad entre todos los grupos políticos y sociales, dejando a un lado el pasado y la lucha de odio con los señalamientos y vendettas que nada ayudan, para actuar de acuerdo a la realidad que viven los hondureños, ya que no podamos refundar un país destruyéndolo en estériles e internas luchas, cuando nos enfrentamos a los fenómenos naturales, el panorama político internacional y una crisis económica a nivel mundial, la cual no podemos ignorar y frente a la cual podemos sucumbir, convirtiéndolo en uno de los países más pobre de la región latinoamericana.
Oremos por nuestros gobernantes por la situación que vive el país para que la mano protectora de dios sea con nosotros y podamos salir adelante en unos momentos históricos en donde la humanidad se debate entre el hambre coma la guerra y la crisis económica.
Unidos Contra la Apostasía 