Restructurado por Mario Fumero

«un niño de 7 años se metió en el escritorio de su papa y le dijo que quería ayudarlo. El papá estaba apurado y nervioso y le contestó: anda a jugar a otro lado, no me molestes. El niño se die a jugar sin salir del cuarto. El papá vio que era imposible sacarlo de la habitación y hacia ruido, entonces pensó: “le voy a dar algo que pueda distraerlo y este en silencio”.

Entonces tomo una revista y en ella había un mapa del mundo y dijo: “justo lo que preciso para distraerlo” y con una tijera el papá recortó el mapa en varios pedazos y junto el mapa descuartizado le dio al niño con un rollo de cinta diciéndole: “cómo te gustan los rompecabezas, té voy a dar esta página del y lo mundo para que lo repares y lo pegues sin ayuda de nadie, y te daré un premio.

El padre calculó que el hijo tardaría como 10 días para unir el mapa y así lo dejaría tranquilo. Sin embargo, pasaron algunas horas y de pronto escucho la voz del hijo que le decía: “papá, papá, ya armé lo que me disté, ya conseguí terminarlo, aquí tienen el mapa pegado.

El padre quedo asombrado y no le creyó. ¡Hijo, eso no puede ser! Como es posible que con 7 años puedas componer tan rápido un mapa que lo rompí del todo. El niño nunca había visto un mapa antes. Desconfiado, salió de su escritorio y fue a donde esteba el niño pidiéndole el mapa armado y para su sorpresa estaba completamente pegado. todo en su lugar. ¿Y cómo era posible esto? ¿cómo había sido capaz de unir el mundo en tan poco tiempo sin haberlo visto antes?

El padre le dice: “hijo tú no sabías como era el mundo, cómo lo lograste armarlo? El niño, mirando al padre exclamo “papá, yo no sabía nada de como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un papá con su hijo de la mano, así que di vuelta a los pedazos de la página de los recortes, y comencé a recomponer a la familia, que sí sabía cómo era, así que cuando conseguí arreglar al hombre y a su hijo, me di cuenta que había arreglado el mundo”.

MORALEJA: para arreglar el mundo, lo primero que hay que hacer es empezar por arreglar la familia, así que comencemos por nosotros mismos y encontraremos la solución a muchos males.»