Mario E. Fumero
Antes de definir desde una perspectiva cristiana el término «sencillez», debemos de analizar sus raíces según su origen etimológico. Esta palabra castellana procede del vocablo latino «SINGULUS», que puede traducirse como “uno por uno. El sufijo–ez, que es equivalente a “cualidad». Esta palabra tiene una aparente relación con la humildad, pero obedece más a una forma de ser en relación a los demás.
DEFINICIÓN BÍBLICA DE SENCILLEZ
En el lenguaje bíblico, sencillez procede del griego «ἁπλότης, τητος, ἡ» que es «haplotés» y es un sustantivo femenino que indica bondad, simplicidad, sencillez, soltería, y en la versión bíblica castellana Reina-Varela 1909 se traduce mayormente como sencillez, y aparece en 2 de Corintios.1:12; “Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros”. Otra palabra griega que se traduce como «sencillez» es «akeraios», la cual fue usada por Jesús en Mateo. 10:16[1].
CARACTERÍSTICAS DE LA SENCILLEZ
La sencillez en su sentido bíblico tiene relación con varias actitudes del cristiano en su forma de ser, las cuales podemos describir como:
1. Nuestra forma de pensar y ser a la hora de hablar. Esto indica que cuando nos expresamos debemos usar ideas y conceptos claros, de forma tal que la gente entienda lo que decimos, esto sería sencillez en la forma de predicar o enseñar. Debemos de hablar de acuerdo al nivel intelectual de nuestro interlocutor. Por otro lado, al expresarnos debe reflejar que no andamos con lenguaje contradictorio, y nos expresamos sin doblez, sin complicaciones y sin retorcimientos. Es por ello que San Pablo dice a los corintios que les predicó el mensaje con sencillez, sin palabras de humana sabiduría, proclamando solo a Cristo crucificado (2 Corintios 1:12). Jesucristo hablaba con expresiones tan sencillas, que dejaba perdidos a los fariseos y saduceos, los cuales vivían muy apegado a un lenguaje bíblico legalista, y para ellos, el Maestro lo hacía por medio de parábolas (Marcos 4:2), dejándolos desorientados. Jesús tomaba el entorno natural, para relatar las verdades profundas del reino, es por ello que decía «el reino de los cielos es semejante» (Mateo 13:24, 13.33, 22:2) y usando comparaciones impartía sus enseñanzas. Eran historias tan sencillas, que hasta un niño podía entenderlas, pero para los religiosos de su época le era complicado comprenderlas. Dios quiere que profundicemos en lo natural, para poder entender y vivir lo espiritual (1 Corintios 15:46), y que andemos en sabiduría, pero esta sabiduría es la que adquieren los sencillos, porque como dice la Palabra Dios se revela a través de las cosas creadas (Romanos1:20).
2. Sencillez y sinceridad en lo que declaramos: Cuando se es sincero, se muestra una actitud de sencillez, porque ambas cosas van de la mano. En realidad, una persona complicada por dentro, y que esconde muchas cosas, usando evasivas o disimulando realidades, muestra dificultades para ser sincera con las personas que le rodean, y muchas veces, la falta de sinceridad y sencillez nos convierte en hipócritas. En el griego aparece el término “Áplotes» que se traduce como sinceridad, y aparece en Colosenses 3:22 «Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios». Una característica de las personas sencillas es que son sinceras, y ambas cualidades están intrusivamente ligadas a la humildad y negación del «ego». Cuanto más profunda es una relación, más sinceros tenemos que ser, y no ocultar nada, porque «nada hay oculto que no se sepa» (Mateo 10:26, 2 Corintios 4:2,) En muchos matrimonios, la falta de sinceridad en la comunicación en relación al pasado, ha producido grandes fracasos. Debemos reconocer los pecados del pasado, y confesar nuestros errores para cubrirnos las espaldas, y no esconder nada, porque tarde o temprano, todo sale a la luz, y para tener comunión unos con otros necesitamos ser transparentes, sinceros y sencillos (1 Juan 1:7).
3. Sencillez y generosidad: Las personas sencillas, no presume ni se muestra superior a los demás, y su estilo de vida es simple, sobrio. Estas cualidades deben ser más patentes en aquellos que ejercen liderato en la Iglesia según lo enseña Pablo en 1 Timoteo 3:2, en donde afirma que tanto los obispos (pastores) como los diáconos deben ser «sobrios y hospedadores» cualidades que muestran sencillez. Además, deben ser ejemplo en cuanto a la piedad, ayudando a los necesitados y no viviendo para sí mismo, ni siendo ostentosos. Curiosamente, el término que utiliza Pablo en 2 Corintios 8:2; 9:11,13 para “generosidad” o “liberalidad” es «áplotes», expresión que sugiere una relación entre una forma sencilla de pensar y vivir que evidencia una actitud generosa. ¿Son nuestros líderes ejemplo de sencillez o viven prejuiciosamente?
¿CUÁLES SON LOS ANTÓNIMOS DE SENCILLEZ?
Una forma de entender mejor las palabras sencillez es buscar sus diversos significados en español, así como su antónimo[2], que es el sentido contrario. Cuando hablamos de sencillez nos referiremos a una serie de actitudes que rondan los términos de: facilidad, simplicidad, naturalidad, franqueza, campechanía, sinceridad, inocencia, ingenuidad, humildad, afabilidad, espontaneidad. Pero al buscar los antónimos, encontramos que lo contrario es: dificultad, altanería, presunción, arrogancia. De esta manera podemos distinguir las cualidades de las personas.
El llamado de Dios a sus seguidores es aprender a ser sencillos e irreprensibles, para que de esta forma revelemos las cualidades de su reino (Filipenses 2:15). Ser sencillos no significa ser tontos, callado todo el tiempo, vestir harapientamente, y dejarnos engañar por las mentiras o sutilezas de los hijos de las tinieblas. Es por ello que, junto a la sencillez, debemos aprender a ser astutos o prudentes, quizás la forma más clara de definir esto se encuentra en Mateo 10:16 «He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpiente, y sencillos como paloma».
La prudencia y la astucia es una la capacidad intuitiva de discernimiento, que nos llevan a juzgar situaciones conflictivas de personas que tratan de hacernos decir o hacer cosas que, aunque parecen ser correctas, no lo son. Es como dice San Juan, la forma de probar los espíritus, porque no todo los espíritus o actitudes de las personas son de Dios (1 Juan 4:1), y debemos tener la capacidad de detectar el engaño.
Hay ocasiones que el ser sencillo y humilde se presta para que personas mal intencionadas se aprovechen de uno, abusando de nuestra nobleza, pero en tal caso, debemos actuar con discernimiento, y no permitir que, por la sencillez, se abuse de nuestros derechos. Es cierto que el amor todo lo soporta, pero también hay que confrontar los que traten de abusar de nosotros, porque frente al engaño y la hipocresía, debemos de actuar con firmeza. Sujetarse no es someterse a todo, y ser sencillo no es dejarse abusar o engañar.
Para concluir, debemos ser modestos y sencillos, pero a la vez, sabios y entendidos de lo que es engaño, y cuando se tenga que ser firme, serlo, aunque en ese momento tengamos que dejar de lado la modestia, para confrontar con firmeza la mentira y el engaño (1 Pedro 3:15, 2 Tesalonicenses 3:12-14), de los que andan desordenadamente y explotan la fe y sencillez de los hijos de Dios.
NOTAS
[1] – Reference de Interlinear Greek • Interlinear Hebrew • Strong’s Numbers.
[2] – ¿Qué es Antónimo?: Es un sustantivo que describe palabras que expresan ideas opuestas o contrarias en relación a un término, por ejemplo, lo opuesto de día es noche. La palabra antónimo se origina del griego y está formado con el sufijo antique indica “contrario” y onoma que expresa “nombre”, y en conjunto significa “contrario al nombre”. En la codificación de los mensajes por parte del emisor intervienen los fenómenos lingüísticos de antonimia y sinonimia. En el caso de los antónimos, el emisor puede transmitir un mensaje empleando signos lingüísticos que se oponen al significado, con el fin de expresar lo que piensa de forma contraria. En el caso de los sinónimos, el emisor transmite un concepto, en el cual intervienen varias palabras con significados similares. https://www.significados.com/antonimo/.