Mario E. Fumero

Se está cumpliendo a cabalidad lo expresado por el apóstol Pablo en 2 de Tesalonicenses 1:9, en donde nos afirma que en los últimos tiempos se manifestaría el hombre de pecado el hijo de perdición, que es la imposición de lo inmoral como moral, y ya estamos a un paso de que todo esto se haga realidad.

Las Naciones Unidas literalmente encabeza la promoción y dirección de crear una estructura para la imposición de la inmoralidad como norma de conducta a los gobiernos, que, tristemente siendo cristianos, se someten a sus dictámenes. Este organismo impulsa por todos los medios la imposición del aborto, alegando que es un derecho humano, y también promueve de forma arbitraria la imposición educativa de la ideología del género a partir de los 4 años de edad en nuestros niños. Toda una corriente que incluye los designios de la agenda 2030 que es la meta para establecer el Nuevo Orden Mundial, el cual dará paso a un gobierno universal encabezado por el anticristo, que tomando la quiebra económica y los fenómenos naturales establecerá un control mundial impositivo el cual desde hace año se definió como “globalización”.

Recientemente la ONU ha adoptado las ideologías más radicales de la izquierda, la cual de forma intransigente tratan de imponer. No solo desean cancelar el derecho a la vida y los derechos de la familia, sino que pretenden cancelar la verdad de la biología. Es por ello que recientemente se celebró la 67ª reunión anual de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW). En dicha reunión realizada el pasado 6 al 17 del de marzo del 2023 se estableció el derecho al aborto y, además, afirmó que a los niños desde los 4 años se les debe enseñar lo normal de la masturbación y el poder elegir el sexo que uno quiera, dando hincapié a la imposición de la ideología del género y de los movimientos LGTBQI mediante un adoctrinamiento brutal.

Para lograr este objetivo, la ONU proponen el uso de las nuevas tecnologías a fin de avanzar hacia la educación sexual de los niños, y harán todo lo posible para impulsar la llamada «Educación Sexual Integral» (ESI), que se enfoca en el adoctrinar a los niños con contenido sexual explícito, plagado de mentiras, que define la existencia de un sexo neutro o binario, para así destruir lo que por milenio ha sido la estructura normal de una familia. Esta llamada “Educación Sexual Integral” de la ONU identificada con las siglas “ESI” rompe con todo lo científico y bíblico, para llevar a la niñez a adoptar todo aquello que tradicionalmente era considerado anormal y contrario a la naturaleza misma.

Algunos afirman que ya los organismos internacionales tienen listo los libros de texto que se van a usar, y según parece, ya están listos en la agenda de muchos gobiernos, incluyendo el de Honduras, solo se está esperando que el Congreso lo apruebe, para darle curso, dentro del llamado nuevo protocolo educativo.

Lo terrible de toda esta agenda que promueve la destrucción de la familia y la reducción de la población mundial es que junto con la imposición aparece la persecución y el señalamiento a todos aquellos que no piensan igual, iniciándose una casa de bruja a los que creemos en los valores tradicionales de la familia, acusándolos de hacer apología al odio, e incluso, afirmar que los que no aprobamos esta nueva corriente liberal somos terroristas ideológicos, y se nos está silenciando por muchos medio en las redes sociales, donde solamente puede prevalecer un punto de vista, el de aquel que apoya una ideología que esa una idea lógica para algunos que debe y puede ser rebatida con argumentos científicos.

No me cabe la menor duda, con el tiempo esto desatará una persecución hacia todos aquellos grupos cristianos que mantenga un criterio diferente al impuesto por los organismos internacionales, por lo cual debemos de estar preparado, y educar a nuestros hijos para poder detener la imposición de estas nuevas ideologías, y estar preparado para sufrir las consecuencias al defender, como dice 1 Pedro 3:15 con mansedumbre y firmeza la verdad y la esperanza que hay en nosotros”.

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