El Antiguo Pacto fue dado específicamente a la nación de Israel (Éxodo 19; Levítico 26:46; Romanos 9:4).  Estaba compuesto de varias partes: los Diez Mandamientos (las «Diez Palabras»), las ordenanzas y el sistema de adoración, que incluía el sacerdocio, el tabernáculo, las ofrendas y las fiestas (Éxodo 20-40; Levítico 1 -7;23).

Los Diez Mandamientos constituyen el núcleo del Antiguo Pacto (Éxodo 34:28; Deuteronomio 4:13).  Como parte del Antiguo Pacto, la gente en el Monte Sinaí también acordó obedecer todas las leyes en Éxodo 20-23.  Estas leyes adicionales se convirtieron en parte del pacto que Dios hizo con Israel.  El pacto entonces fue ratificado con sangre (Éxodo 24:6-8).  Deuteronomio contiene leyes y regulaciones adicionales para Israel con respecto a cómo deben comportarse en la Tierra Prometida, pero esas leyes todavía se consideraban parte del mismo acuerdo de pacto básico o relación entre Israel y Dios.

 El Pacto Mosaico no fue dado como un medio de salvación sino para distinguir a Israel de las naciones vecinas como el reino especial de sacerdotes de Dios y una nación santa (Éxodo 19:1-7).  El pacto se estructuró siguiendo los pactos contemporáneos de la humanidad, como se ha encontrado en un tratado de pacto hitita, soberano-vasallo de 1400 – 1300 a.C. y fue diseñado para acercar a Israel a la realización de las promesas hechas por Dios en el pacto abrahámico.  El pacto Señor Supremo-Vasallo era un tipo de pacto condicional muy común utilizado entre las naciones alrededor de Israel en el momento del éxodo.  El Pacto Mosaico tenía bendiciones y maldiciones muy específicas establecidas para Israel en Levítico 26 y Deuteronomio 28-30.

 LOS 10 MANDAMIENTOS SON LLAMADOS LAS ‘PALABRAS’ DEL PACTO.

 Éxodo 34:27-28, “Y Jehová dijo a Moisés: Escribe estas palabras, porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.”  Y estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches.  No comió pan ni bebió agua.  Y escribió en tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos.”  (Ver también: Éxodo 20:1; 34:1, 4; Deuteronomio 4:13; 9:9; 5:2-3; 1 Reyes 8:9, 21; 2 Crónicas 6:11).

 Una de las características más distintivas de las Diez Palabras es que se las denomina «el pacto» (Éxodo 34:28).  Es por eso que estaban entre los artículos colocados dentro del Arca del Pacto.

Los 10 Mandamientos son el marco o esquema para el resto de las 613 leyes del «Antiguo» Pacto Mosaico.  Todas las leyes de la Torá fueron dadas para diferenciar a la nación de Israel de todas las demás naciones (Éxodo 19:5).

El establecimiento y las estipulaciones del pacto mosaico están registrados en los primeros cinco libros de la Biblia hebrea y en conjunto se denominan Torá o Pentateuco.  Este pacto también se conoce como la Ley de Moisés, la Ley Mosaica o las 613 Mitzvot, o simplemente los mandamientos.  Cuando las personas hablan de la «Ley», a menudo piensan principalmente en el Decálogo (los Diez Mandamientos).  Sin embargo, la Ley (del Pacto Mosaico) contenía 613 mandamientos.  Muchos de los cuales hoy en día ni siquiera son posibles de seguir, debido a la falta de un Templo Judío.

EL PACTO MOSAICO ERA UN PACTO CONDICIONAL:

El Pacto Mosaico estaba condicionado a la fiel respuesta de Israel para guardar el Pacto.  Éxodo 19-24 son capítulos clave para comprender tanto la historia de la redención como la historia de Israel como nación.  Como promesa condicional, el Pacto Mosaico dependía de la respuesta del pueblo a la ley que Dios dio a través de Su siervo Moisés.  Finalmente, Israel rompió el pacto con Dios y recibieron todas las maldiciones del pacto, el cautiverio.  Después de su cautiverio en 586 a.C., Israel fue restaurado con límites territoriales nacionales.  Israel una vez más rompió el pacto con Dios y recibió la última maldición.  Israel fue destruido como nación y Dios puso fin al Antiguo Pacto cuando Jesús declaró la próxima destrucción de la nación y de todos los servicios del templo (Mateo 23:37-39; Mateo 21:42-44; Lucas 13:34- 35; 1 Reyes 9:7; Jeremías 22:5; 1 Pedro 2:9).  Cuando los judíos rechazaron al Mesías, su rechazo como pueblo del pacto de Dios fue permanente e irrevocable.  (Jeremías 12:14-17; Jeremías 18; Jeremías 26:1-6; Daniel 9:26-27)

 Debido a que Israel rechazó al mesías, Jesús instituyó el Nuevo Pacto con su iglesia, formada tanto por creyentes judíos como gentiles.  El libro de Hebreos dice que el Nuevo Pacto es un pacto “mejor”.  Tiene un mejor sacerdocio, un mejor sacrificio, un mejor reposo.

  EL NUEVO PACTO ES EL CUMPLIMIENTO DEL ANTIGUO PACTO.

 Los escritores del Nuevo Testamento señalan repetidamente que el Nuevo Pacto cumple el Antiguo.  Con esto quieren decir que Dios completa el plan que había estado elaborando para la raza humana a lo largo de la historia de Israel.  Hay un patrón en la actividad de Dios, una repetición de sus actos de juicio y salvación. Este patrón alcanza su plenitud y cumplimiento en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo (Deuteronomio 4:25-31; Jueces 2:13-16; 1 Reyes 8:33-34; Salmo 81:7-10; Salmo 89: 29-37; Isaías 1:16-20; Hechos 2:36-39; Romanos 3:21-26).

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS:

 La Ley de Cristo y la Ley de Moisés tienen mandamientos similares, pero el hecho de que nueve de los Diez Mandamientos se encuentren en el Nuevo Testamento no significa que la Ley de Moisés siga vigente.  Si un cristiano roba, quebranta la ley de Cristo, no la ley de Moisés.  Si elegimos guardar parte de la ley del Antiguo Pacto, como el día de reposo o las restricciones dietéticas, somos libres de hacerlo, pero estaríamos regresando a un pacto caducado y abolido.  Guardar parte de la Ley Mosaica fuera de la creencia de que estamos obligados a hacerlo niega la obra perfecta y terminada de Jesucristo. 

EL NUEVO PACTO PROMETIDO (Deuteronomio 29-30; Jeremías 31:31-34; Ezequiel 36:26-30)

 Jesús instituyó el Nuevo Pacto la noche antes de morir (Jeremías 31:31; Mateo 26:28; Marcos 14:24; Lucas 22:20; Romanos 11:27; 1 Corintios 11:25; 2 Corintios 3:6) -11; Hebreos 7:22; Hebreos 8:8-10; Hebreos 9:15; Hebreos 10:16; Hebreos 12:24; Hebreos 13:20) y lo puso en efecto por Su muerte y resurrección tres días después (Hebreos 9:12-17; 1 Pedro 1:19; 1 Juan 1:7; Hebreos 8-10).  Jesús hizo una remisión completa de los pecados para todos aquellos que creen en Él.  Él pagó el precio de nuestra redención con Su propia sangre (1 Pedro 1:18, 19) y nos libró de la maldición del pecado y de las exigencias de la Ley del Antiguo Pacto para convertirnos en hijos de Dios cuando aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador ( Gálatas 3:13; 4:5).  Los sacrificios del Antiguo Pacto no pudieron expiar completamente el pecado.  El sacrificio que hizo Jesús deja de lado todas las prácticas del Antiguo Pacto y asegura el perdón total y la santificación para el pueblo de Dios (Hebreos 10:1-18). Nadie pudo cumplir perfectamente los 10 mandamientos pero Jesús lo hizo posible con una vida perfecta y ahora su fiel obediencia ed acreditada al que cree. (Romanos 5:19)

  LA LEY DE CRISTO (EL NUEVO PACTO)

 La Ley de Cristo es la ley absoluta de Dios para el Nuevo Pacto (Gálatas 6:2; Romanos 6:14) que es vinculante para el creyente hoy (1 Corintios 9:20-21), se compone de la ley del amor ( Mateo 5:44; Gálatas 6:2; Santiago 2:8; Romanos 13:8-10), el ejemplo del Señor Jesucristo (Juan 13:34; Filipenses 2:4-12), los mandamientos y enseñanzas de Cristo (Mateo 28:20; 2 Pedro 3:2), y los mandamientos y enseñanzas de las epístolas del Nuevo Testamento (Hechos 1:1-2; 2 Pedro 3:2; Efesios 2:20; Judas 1:17; 1 Juan 5:3 ).

 LA LEY DE CRISTO ES UN PACTO COMPLETAMENTE NUEVO.

 “La ley de Cristo contiene algunos mandamientos nuevos (1 Timoteo 4:4), algunos antiguos (Romanos 13:9) y algunos revisados ​​(Romanos 13:4, con referencia a la pena capital).  Todas las leyes del código mosaico han sido abolidas porque el pacto ha sido abolido.  Los mandamientos mosaicos específicos que son parte del código cristiano aparecen allí no como una continuación de parte de la Ley Mosaica, o para ser observados en un sentido más profundo, sino como específicamente incorporados en ese código, y como tales son vinculantes para los creyentes. Se elimina una ley particular que formaba parte del código mosaico; esa misma ley, si es parte de la ley de Cristo, es vinculante.  Es necesario decir ambas verdades para no tener que recurrir a una interpretación no literal de 2 Corintios 3 o Hebreos 7 y para no tener que recurrir a algún tipo de contorsiones teológicas para retener parte de la Ley Mosaica”.  [De: Teología Básica – El Fin de la Ley por Charles Ryrie]

Jesucristo es la mayor revelación de Dios a la raza humana y todas las Escrituras deben interpretarse a la luz de la obra que ha hecho por nosotros (Mateo 5:17-18; Lucas 24:27,44; Juan 1:1-3; 5:39, 46; 2 Timoteo 3:16-17). El ha cumplido perfectamente con el antiguo pacto y la Antigua Ley. Pablo les dijo claramente a sus conversos que los cristianos ya no están bajo el gobierno de la ley mosaica.  Esto se afirma de varias maneras y en términos inequívocos (ver Romanos 6:14; 7:1-14; Gálatas 3:10-13; 3:24-25; Gálatas 4:21; Gálatas 5:1, 13; 2 Corintios 3:7-18).  Pablo dijo que no estaba bajo la Ley de los judíos porque estaba bajo la Ley de Cristo (1 Corintios 9:19-23).

 Las leyes de Dios cambian según el pacto bajo el que vivas.  Si quieres saber qué ley se supone que debe guardar un cristiano, tienes que leer los términos del Nuevo Pacto, no el de los pactos anteriores.