NO CREO EN DIOS POR CULPA DEL MAL EJEMPLO DE LOS CRISTIANOS.

Por Josué Ferrer en su libro: “Por que deje de ser ateo”

hipocrita3«He visto pasar de cerca al Dios eterno, infinito, omnisciente y omnipotente, y me he postrado de hinojos en adoración». Carl Von Linné (científico y naturalista).

Una de las razones más poderosas por lascuales me aparté de Dios era porque no estaba de acuerdo con la Iglesia Católica. Veía casos de corrupción, de hipocresía y doble moral, me daba la sensación de que la Iglesia Católica no era sino una multinacional con el propósito de lucrarse y hacer caja.

A esa codicia se sumaban además las incoherencias de muchos de los llamados cristianos; gente que presumía de ir a misa todos los domingos y que luego se comportaba de forma escasamente piadosa con sus semejantes. Por aquel entonces, yo creía que el mensaje de Cristo había sido prostituido por una iglesia que velaba sólo por las almas de los ricos. Pero lo mismo ocurre en todas las confesiones.

El pastor protestante Ted Haggard combatió con fiereza durante años el matrimonio homosexual en Estados Unidos… al tiempo que mantenía relaciones con un prostituto gay. Y el predicador Pat Robertson fundó el grupo de presión Coalición Cristiana, que es contrario al aborto y partidario de la familia y los valores morales tradicionales… Unos años más tarde acabó pidiendo el asesinato del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Y en todas las religiones encontramos casos así.

Pero es que nosotros no debemos fijar nuestra mirada en seres humanos imperfectos sino en Cristo, que no nos falla.

Los ateos argumentan con frecuencia las barbaridades que se han hecho a lo largo de la historia en nombre de Dios: la inquisición es la primera que viene a la mente, pero podríamos hablar de guerras religiosas, quema de brujas, papas fornicarios y asesinos, la censura, el ataque a la ciencia, el apoyo a las dictaduras fascistas y a las monarquías absolutistas y un largo etcétera.

Pero desde luego esto no era el amor que predicaba Jesucristo, quiena aborrecía a santones y fariseos. Y los que acometían tales maldades podrían hacerse llamar cristianos pero no lo eran en absoluto porque un verdadero cristiano puede pecar pero jamás hace del pecado un estilo de vida. Más vale creer en Dios pero no en la Iglesia que no creer en Dios por culpa de la Iglesia.

No caigamos en el error –a mí me pasó- de confundir mensaje con mensajeros, a Dios, que es todo perfección, con las iglesias, formadas por humanos, imperfectos y tendentes al pecado como todo el mundo.

Pienso que cuando uno trata de pregonar a los demás (lo que sea) debe predicar con el ejemplo. De nada sirve que alguien me diga que haga algo si luego esa persona hace lo contrario. Así eran los hipócritas y fariseos. Pero es cierto también que todo el mundo tiene sus incoherencias, que erra y peca una vez tras otra, y que tiene derecho a rectificar su vida.

Fíjate en los primeros discípulos de Cristo, en la iglesia primitiva. Pedro se avergonzó de Jesús y le negó tres veces, Pablo era un asesino, Tomás un incrédulo que no aceptaba que Jesús había resucitado hasta que lo vio con sus propios ojos, Mateo un cobrador de impuestos, un colaboracionista con ese Imperio de Roma que tanto oprimía a su patria Israel, María Magdalena una adúltera, Judas Iscariote un traidor que vendió a Jesús por treinta monedas de plata y el resto de apóstoles y seguidores en no pocas veces tuvo dudas y miedo. Y eso que ellos vivían día a día con el Mesías. No eran perfectos. Más fueron valientes y depositaron su fe en Él.

Yo creo que Jesús escogió intencionadamente a este tipo de gente. Los apóstoles no eran los más guapos, ni los más listos, ni los más ricos, ni los más corajudos, ni los que tenían mayor fe. No fueron santos sino pecadores redimidos. Jesús no reclutó a superhombres sino que quiso rodearse de una gente normal y corriente que devendría en símbolo de lo que sería la Iglesia posterior; una comunidad de fieles con dudas y defectos, con sus pecados y flaquezas. Por eso, cuando vemos que la Iglesia se equivoca, debemos pensar que también lo hicieron los apóstoles.

Jesús no quiere superhombres, sino personas normales que traten de mejorar cada día. Vivir la vida supone enfrentarnos a continuas decepciones, a vecinos que nos saludan y luego nos critican por la espalda, a falsos amigos que nos abandonan cuando más les necesitamos, a parejas que dicen amarnos y mienten, etc. También significa conocer pastores corruptos, cristianos que van a la iglesia sólo para aparentar. Esas decepciones son parte de la vida.

No obstante, igual que separamos el trigo de la paja y los falsos amigos de los verdaderos, también debemos distinguir entre los buenos cristianos y los fariseos. Y el que haya gente que peque o se comporte mal podría ser una excusa para apartarnos de la Iglesia… Pero en ningún caso de Dios.

Fíjate además que grandísima estupidez, que grandísima equivocación sería dejar de creer en Jesús por el hecho de que haya cristianos que se comporten mal. Estarías renunciando a Dios, renunciando a la salvación de tu espíritu, a llegar a estar un día al lado del ser que más te ama tan sólo porque los demás no son perfectos.

Si vemos en la TV que un tipo ha asesinado a sus vecinos, sabemos que eso no es una excusa para hacer lo mismo. Si vemos que hay matrimonios que fracasan, eso no quiere decir que deseemos que el nuestro lo haga. De igual modo, que haya gente que peque, que se equivoque, que sea mala, no es excusa para apartarse de Dios.

¿Sería justo identificar el nazismo como sinónimo de la cultura occidental? ¿O al terrorista Osama Bin Laden con el Islam? Pues tampoco lo sería olvidarnos de por ejemplo la obra social misionera o la difusión de la cultura y la educación, y ver en la Iglesia sólo las cruzadas o la quema de brujas.

Por la misma regla de tres podría identificar ateísmo con el dictador Josip Stalin –ateo que por cierto asesinó a muchísima más gente que la Inquisición mas sería inmoral comparar a todos los incrédulos del mundo con un genocida. Así pues, que nadie arroje la primera piedra ni meta en el mismo cesto las manzanas podridas y sanas o harán lo mismo con él.

Todos los filósofos ateos, como Bertrand Russell o Michel Onfray, destacan que el comportamiento de los cristianos no es bueno y que se contradice con lo que predicaba Jesús. Tienen razón. Pero es que los cristianos somos también pecadores. Y no se trata de denunciar el mal ejemplo de un pastor corrupto para decir que Dios no existe. Más bien, será ese pastor quien no sigue a Dios.

Y no debemos fijar nuestra vista en las personas, ya que tarde o temprano nos acaban decepcionando, sino depositar toda nuestra fe en Jesucristo, el hijo de Dios, que es Dios mismo hecho hombre. Su ejemplo perfecto es el que debemos imitar porque nonos fallará en la vida.

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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