Quizás más de alguna vez mientras haz leído la Biblia te has encontrado con la palabra «Selah». La palabra SELAH es un término que aparece 74 veces en las escrituras, 71 veces en los Salmos y 3 veces en el libro de Habacuc.

Proveniente del hebreo que significa: PAUSA, ELEVAR, CAMBIAR DE VOZ, SILENCIO, LEVANTAR, SIEMPRE.  La palabra SELAH era utilizada en la música en tiempos bíblicos, por eso en su mayoría de veces la encontramos en los Salmos que son cantos judíos.

 SELAH indicaba la acción de detenerse para escuchar. Se cree que era el momento cuando a la señal del Sacerdote los músicos y cantores dejaban de cantar y tocar los instrumentos para arrodillarse en silencio juntamente con el pueblo. Otros estudiosos creen que todos hacían silencio mientras los instrumentos sonaban fuertemente. Pero tanto en una como en la otra opinión se hacía silencio con un propósito.

 En el sentido musical era como un intermedio o interludio. En el sentido espiritual todo creyente necesita ese SELAH de la Biblia, en la comunión con Dios, en la oración, en la lectura, en las etapas de la vida. Necesitamos esa pausa para meditar y reflexionar. 

Mientras oramos, no todo es lo que hablamos sino también lo que Dios tiene que decirnos. Es ahí  donde necesitamos ese SELAH, ese cambio de voz, la nuestra por la de Dios, y elevar nuestra alma. No solo es leer la palabra sino también callar para meditarla. Aún cuando le hemos fallado a Dios es bueno hacer un SELAH, para humillarnos y pensar en donde hemos caído.