Mario E. Fumero

Toda en la vida sigue un círculo, ya que todo vuelve al mismo punto de partida. De ello depende no solamente la salud física, sino también la emocional. Referente a lo económico, todo depende de un patrón que se llama “producción”. Para que me entiendan mejor, los voy a poner un ejemplo sencillo. Para que haya dinero tiene que haber algo que tenga valor, a eso lo llamamos producción, principalmente aquellos recursos alimenticios. Así que, para que allá un recurso alimenticio o de bienes, tiene que haber trabajo, y cuando hay trabajo se obtiene un salario y automáticamente con el mismo obtenemos lo que se produce. Así que una vez hay producción de bienes, aparece el dinero para el consumo, por lo tanto, los que trabajan y ganan dinero, tiene recursos para comprar, pero ¿cómo se colapsaría la economía?

Todo es muy sencillo, si no tengo trabajo, no gano dinero, y a su vez produzco, entonces sin materia prima y trabajo las fábricas o lugares de producción se paralizan, entonces, aunque quiera, no tendré recursos para comprar o no hay producto para consumir creándose dos factores, escases y desempleo.

Por otro lado, si no hay trabajo, ni producto, entonces ¿para qué sirve el dinero? y si hay dinero y no hay producto que pueda comprar ¿Qué ocurriría? Hay un factor determinante en la prosperidad, se necesita trabajo para generar productos, y a la vez, obtener recursos económicos para comprar esos productos, así que si no hay trabajo no hay dinero, si no hay dinero ni trabajo, no hay producción, y la capacidad de compra disminuye, lo que acarrea menos producción y es entonces cuando la economía se colapsa, la miseria reina y el hambre aumenta.

Hablando de producción, podemos producir objetos superfluos, o sea, cosas que no se pueden comer, como por ejemplo equipos de sonido, televisores, automóviles, bicicletas, celulares etc. y, por otro lado, podemos producir alimentos que sí pueden satisfacer las necesidades básicas de la vida, como es los productos agrícolas, de animales y pesca, y los elaborado en fábrica  de los mismos por medio de la tecnología, y esto vale mucho más tener muchos objetos superfluos porque de ello depende la vida y la salud.

De los alimentos se desprenden de dos áreas específica: los productos derivados de los animales como las carnes y los derivados de la agricultura que generarán las verduras, hortalizas, frutas, granos etc.  y también algunos de origen minerales, principalmente en el área de la medicina. Así que, si esta industria o área de producción se deteriora, la humanidad sucumbirá con toda su tecnología y bienes superfluos. Es por ello que el apóstol Pablo dictamino que “teniendo suspenso y abrigo estemos contentos” 1 Timoteo 6:8. De manera tal que, si no detenemos el deterior climático, y no producimos bienes de consumo básicos, la humanidad esta sentenciada a una hambruna, y su aniquilación por inanición es inminente.

Es por ello que tenemos que retornar al campo, a la naturaleza, y fortalecer la producción de alimentos y detener a toda costa la contaminación por obtener bienes superfluos. Es triste ver áreas marginadas desnutridas y mal alimentadas, pero con televisores de plasma y celulares inteligentes. Da tristeza ver el aumento de la industria de bienes superfluos y el descuido de la agricultura y de los recursos alimenticios, ignorando la importancia del sustento, lo que llevara a la humanidad tecnológica a la carencia de lo esencial para sostener la vida. Es por ello que debemos darle mas importancia a los bienes de consumo en el área del sustento, que a aquello que solo llenan un capricho, pero no satisfacen una necesidad básica como es la salud. Es por ello que estamos inundado de plásticos, equipo tecnológico de vienes superfluo, pero carente cada vez mas de alimentos sanos, nutritivos y de sostenibilidad de la vida. Muchos de esos bienes superfluos generan contaminación, destrucción de la naturaleza, daño climático, deterioro del aires y contaminación de las aguas, por lo cual la humanidad cada vez es aniquilada por enfermedades mortales, causas por la comodidad y la indiferencia a lo básico como es el sustento y abrigo, con lo cual deberíamos de estar contento.