Mario E. Fumero
La vida cristiana es un proceso de transformación paulatina que nos lleve a alcanzar la estatura de Cristo, que es la meta. No existe ni santificación, ni regeneración instantánea, aunque sí puede haber cambios profundos de forma rápida en nuestro estilo de vida, según sea la rendición que tengamos al señorío de Cristo y a su Palabra.
EL PROCESO DE PERFECCIÓN
El Espíritu ira obrando en nosotros de acuerdo con los niveles de entrega que tengamos. Por regla general, al que más se le perdono, más gratitud y amor tendrá[1], por eso el Señor Jesús lo ilustro con la mujer que le ungió sus pies con un perfume costoso y los enjugo con sus lágrimas y cabellos (Lucas 7:36-47), pero lo más importante para que esto ocurra rápidamente, es nuestra actitud de sometimiento a todo el consejo de Dios[2], de manera que, a una mayor rendición al Señor, experimentaremos una mayor transformación.
Si la vida cristiana es un nuevo nacimiento[3], lógicamente tiene que pasar por diferente proceso o etapas. Comenzamos siendo niños en Cristo[4] y según vayamos madurando, nos vamos haciendo adultos en la fe, de manera que, en cada etapa, la Palabra tiene un alimento específico para poder alcanzar la sabiduría y el discernimiento que nos llevara a la madurez espiritual[5].
Para lograr esto, necesitamos ser conscientes que alguien tiene que ayudarme[6], y es ahí donde nace el concepto del discipulado, encerrado en el término usado por el apóstol Pablo al usar la expresión “engendrar” que significa; producir una vida, concebir algo, tener un hijo. Es un verbo que envuelve el hecho de engendrar algo que no era. Este término indica la acción de multiplicarnos y hacer discípulos, asumiendo la acción de formarlo en la fe, y se fundamenta en el principio de la gran comisión dada por el maestro en Mateo 28:19 que nos ordenó que teníamos que “id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
¿QUÉ ES LA IGLESIA?
La Biblia define la iglesia como un cuerpo[7], que tiene muchos miembros, y cada miembro está ubicado junto a otro, para formar un conjunto[8]. Esta enseñanza Paulina del capítulo 12 de primera de Corintios compara la iglesia con un cuerpo humano en relación a su función, de manera que, en una iglesia normal, cada uno este sujeto a otro, hasta llegar a las partes más altas del cuerpo, siendo la cabeza Cristo, que es el que lo gobierna[9].
La iglesia moderna ha tratado por todos los medios de establecer muchas estructuras y métodos diferentes para engordar la congregación. Para ello ha creado un activismo o grupos por sexo, edades, razas, culturas, títulos, etc. con el fin de entretener, atraer y motivar a los creyentes, sin corregir ni confrontarlos con la nueva manera de vivir. La Biblia sólo establece un método de unidad para el crecimiento, y es “uno más uno”, el método usado por Felipe, que cuando vio a Natanael le dijo “ven y ve”[10]. Ganar a alguien es engendrarlo en la fe, y después, tomarlo como discípulo para transmitirle con palabras y hechos la imagen de Jesucristo, estableciéndose una unidad entre hermanos unidos por coyunturas y ligamentos[11] que se edifican mutuamente en amor[12], siendo el punto de partida nuestro ejemplo[13]. No hay mejor método de crecimiento que ganar a otros, y no solamente ganarlos, sino formarlos, cuidarlos y llevarlos a la perfección mediante el modelo de mi ejemplo.
¿QUÉ ES LA PERFECCIÓN?
Es un proceso de crecimiento donde vamos alcanzando metas y etapas en la vida cristiana, las cuales nos llevan a forjar en nosotros la imagen del maestro Jesús. Cada día que vivimos en Cristo, luchamos por ser más perfecto que el día anterior[14], o al menos, ese debería de ser el objetivo, sin embargo, con relación a la meta, seguimos siendo imperfectos, pero según crecemos en unidad y principios, nos hacemos perfectos[15], por eso el apóstol Pablo afirma en la epístola a los Filipenses, que debemos aspirar a ser un varón perfecto, para después decir que vamos a la perfección[16].
La salud y fortaleza de una iglesia no depende de la cantidad de miembros que tienen, sino de la calidad y cantidad de discípulos que estén ubicados en células. Cuando en una iglesia cada cual anda por donde le da la gana, lo que tenemos es una carnicería, que no tiene vida. Una iglesia normal es donde cada cual desempeñe una función, ubicados por ligamentos y coyunturas[17], siendo un cuerpo sano en donde todos se sienten protegidos, porque existe la ayuda mutua[18].
En el libro “El Discípulo” de Juan Carlos Ortiz[19], compara la iglesia enferma como un plato de papas fritas, donde cada una anda suelta por donde quiere, pero cuando la iglesia es sana, y funciona con una estructura de discipulado, es semejante al puré de papa, donde todos estamos compactos, y esta es la idea que transmite el concepto de cuerpo según las enseñanzas de la Sagradas Escrituras.
En conclusión, el éxito del cristianismo en la vida de la comunidad no depende de la cantidad de miembros que tenemos los domingos en el culto general, ni en los ingresos económicos de la congregación, sino en la cantidad de hermanos que tengamos sujetos unos con otros, dentro de una estructura de discipulado, donde existe una verdadera comúnunión, es por ello que debemos enfatizar, como prioridad número uno, el principio de hacer discípulos, y fortalecer las relaciones dentro del concepto de “la iglesia en la casa” pues en las casas era donde se daba la leche espiritual a los nuevos convertidos, antes de llevarlo a la asamblea de los Santos.
BIBLIOGRAFÍA
[1]– Lucas 7:4-48 “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.”
[2]–Hechos 20:27 “porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”.
[3]–Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”
[4]–Efesios 4:14 “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error” 1 Corintios 3:1 “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo” 1 Pedro 2:2 “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”
[5]–1 Corintios 2:6 “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen” Hebreos 5:14 “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”
[6]–1 Corintios 4:15 “Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio” Filemón 1:10 ·te ruego por mi hijo Onésimo,, a quien engendré en mis prisiones”
[7]–1 Corintios 12:27 “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”.
[8]–1 Corintios 12:14 “Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos”.
[9]– Colosenses 1:17-19 “Y él (Jesús) es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud”
[10]– San Juan 1:44-46 “Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve”
[11]– Colosenses 2:19 “y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios”
[12]– Efesios 4:15 “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
[13]– Juan 13:15 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” Filipenses 3:17 “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros”. Tito 2:7 “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad”
[14]– Filipenses 3:12 “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús”.
[15]– Filipenses 3:15 “Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios”.
[16]– Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;”
[17]–Efesios 4:16 “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.
[18]–Hebreos 13:16 “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”
[19]-Publicado por Editorial Peniel, Buenos Aires, Argentina, Edición1996



CITA: «el principio de la gran comisión dada por el maestro en Mateo 28:19 que nos ordenó que teníamos que “id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
https://perspectivacristiana.mforos.com/1972917/11103915-respecto-de-mateo-28-19-la-formula-bautismal/