Mario E. Fumero
Estoy decepcionado al ver como la pandemia del COVID-19, que comenzó en China en noviembre de 2019, llevo a las iglesias a la modalidad del culto virtual[1], y ahora, superada la crisis, persisten algunas de ellas en seguir funcionando bajo este esquema.
Después de superada la pandemiamisma, aparentemente las iglesias debían volver a la normalidad, pero algunos pastores y líderes han persistido en su afán de mantener una iglesia virtual, usando las rede sociales para establecer una relación a distancia, que en un momento dado sirvió para mantener el contacto con la congregación, pero indudablemente rompió la comunión y la relación personal entre los miembros de las congregaciones.
Este recurso, que tuvo su justificación en un momento puntual, debería revertirse, para recuperar las reuniones presenciales, sin embargo, se ha convertido en un estilo de culto vigente en algunas iglesias las cuales han optado por mantener los cultos “online” creando una aberración en el quehacer del cuerpo de Cristo, y merece la pena reseñar este peligro, como una advertencia al fenómeno de la despersonificación del cristianismo.
CIRCUNTANCIAS SIN JUSTIFICACIÓN
Reconocemos que las circunstancias clínicas existentes con la pandemia obligaron al confinamiento como unas medidas necesarias para evitar la propagación del virus. No obstante, algunos pastores encontraron una plataforma para darse a conocer en el mundo y establecer de una forma cómoda, una “Iglesia Virtual”, sin pasar trabajo, pero sí obteniendo beneficios, en muchos casos dudosos, ya que están edificando sobre fundamento ajeno al arrastrar hacia la iglesia virtual a cristianos de otras muchas congregaciones, que abandonan sus iglesias porque así es más fácil su vida cristiana y pasar desapercibidos, sin tener compromiso, ni rendir cuentas al liderazgo de una iglesia local, o no estar sujetos a una autoridad espiritual, o quizás, buscan al predicador de moda, haciéndose seguidores y miembros “online” de su iglesia, o simplemente prefieren optar por la alternativa que les ofrecen otras iglesias de asistir a los cultos en directo por Internet, estando cómodamente en sus casas.
Lo terrible y absurdo de todo esto es que se ha convertido en un grave problema, ya que ha roto la columna vertebral del cristianismo, qué es la comunión entre los hermanos[2] y la formación del carácter por medio del discipulado vivencial y de las relaciones personales, ya que no puede haber un discipulado sin relación, ni una formación eficaz sin comunión.
LOS CREYENTES VIRTUALES
Los cultos por medios virtuales y las enseñanzas mediante la tecnología están forjando “creyentes” mediocres, que ni tienen supervisión, ni rinden cuentas a autoridad alguna, desvirtuando el modelo original enseñado por Cristo en la Palabra, creando una deficiente vida cristiana y una imposibilidad de manifestar en la relación personal todos los dones establecidos en las Escrituras[3] y lo más importante:
Primero: Están poniendo distancia física, rompiendo las coyunturas y creando una generación de miembros aislados o “cristianos isla”. Todo sabemos que un miembro aislado del cuerpo de Cristo no puede sobrevivir porque no fluye la vida del Espíritu.
Segundo: Están matando el amor, la comunión y la ayuda mutua[4], ya que cuando termina el culto, todos se desconectan y se rompe la posibilidad de disfrutar de la unanimidad, del compartir y expresar entre sí cuestiones personales con sinceridad, cercanía y calor humano, así como el tener contacto personal y directo con cristianos que son una referencia viva y un ejemplo que edifica a muchos.
EL ÉXITO DE LO FÁCIL
Los cultos online y las iglesias virtuales están teniendo éxito con sus predicaciones y enseñanzas motivacionales. Algunos pastores han encontrado en ello un trampolín para saltar a la fama y desarrollar su ministerio, buscando crecer rápidamente en número, aunque sea en detrimento de la calidad de los discípulos. Tanto es así que algunos pastores están descuidando su iglesia local, y anulado los cultos presenciales, y el contacto personal con sus ovejas, para dale prioridad a los miembros que se van añadiendo “online”, porque ahora, ya son mayoría, aunque en muchos casos proceden de otras congregaciones.
Esta prevalencia en la celebración de los cultos exclusivamente online ha dado origen a la creación de “mega-iglesias virtuales” y a nuevos pastores que se han granjeado un renombre en las redes sociales, y ahora se dedican a realizar múltiples viajes de excursión para bautizar a los que se van convirtiendo “online”, sin conocer sus vidas, ni haber tenido una relación personal con ellos.
Es necesario entender que el ministerio online es despersonalizado e ignora la realidad física de los “miembros”, ya que no puede ejercer un discipulado vivencial y de experiencia personal, rompiendo con el concepto fundamental de que la iglesia “es un cuerpo”, basado en la sujeción entre unos y otros[5].
Esto limita el conocimiento que los creyentes tienen de lo que es un verdadero pastor, a quien solo ven a través de una pantalla mediante aplicaciones de Zoom, Skype y otros medios virtuales. Sin duda, esto rompe radicalmente con todas las enseñanza y práctica bíblica relacionada con el concepto del ministerio del pastor, que debe andar entre las ovejas[6] y oler a oveja, y el de una Iglesia viva, que es un cuerpo[7], bien concertado y unido por las coyunturas[8], ya que es imposible que pueda haber un cuerpo vivo, cuando el mismo esta desmembrado, sin relación, ni unidad entre unos y otros. Porque en tal caso, tendríamos en vez de una Iglesia viva, tendríamos una carnicería virtual, algo completamente absurdo desde el punto de vista teológico.
¿QUÉ OCURRE CUANDO LA IGLESIA ES VIRTUAL?
Las relaciones virtuales son impersonales. El pastor no podrá determinar los peligros que tienen las ovejas[9]frente a los lobos (los falsos maestros o doctrinas), y los hermanos no podrán ver la necesidad que tienen unos con otros, al no haber relación física, ni confianza. Tampoco se podrán exhortar, amonestar o corregir los errores de los que no andan conforme a la Palabra, como indican las escrituras[10]. No podremos reprender a los que se comportan incorrectamente, y menos podremos juzgar su calidad de vida en su diario quehacer, forjando una congregación despersonalizada y ficticia, sin la esencia del cuerpo de Cristo. Este fenómeno está sucediendo en Europa y América, dando lugar a una Iglesia no estructurada, falsa, que socava el principio sólido del Antiguo y Nuevo Testamento. Sin comunión no hay edificación, sin edificación no puede haber perfección, ni tampoco hay lugar para las manifestaciones libre y espontáneas de los dones espirituales.
LA IGLESIA VITUAL Y EL EVANGELISMO
Sin embargo, es aceptable usar las redes sociales para el evangelismo, y en algunas situaciones extremas, para enseñar, pero lo tecnológico y lo fácil nunca debe anular lo presencial y lo correcto, porque la Iglesia no es un ente virtual, sino un cuerpo funcional, vivo, donde todos tenemos que vivir unidos y unánimes en mismo sentir[11], a fin de que podamos ayudarnos y edificarnos en amor, hasta poder alcanzar la estatura de Jesucristo. Los medios visuales sirven todo el tiempo para evangelizar, y llegar a lugares donde los misioneros no pueden entrar, o predicar en lugares hostiles. Estos recursos pueden ser un complemento, pero nunca deben anular la esencia, que es la relación personal.
Actualmente muchos «cristianos» están optando por abandonar sus congregaciones para adherirse, como miembros virtuales, a este nuevo estilo moderno de cristianismo, sin exigencias, más cómodo y que les permite ver el culto el domingo por televisión, cómodamente desde el sofá de sus casas, como meros espectadores, y hacer después los que le dé la gana, y cambiar de canal si la predicación no les interesa, para divertirse obviando el día del Señor, en lugar de acudir al local de reunión para disfrutar junto con los hermanos de la presencia de Dios en la comunión y relación fraternal, ignorando el abrazo y el ósculo santo[12], algo que ya no existe en las iglesias.
Seamos sabios al usar las nuevas tecnologías sabiamente, y tengamos cuidado con esta tendencia que, que después de la pandemia del COVID-19, han quedado como una plaga destructiva para el verdadero cristianismo vivencial, principalmente con el serio peligro del metaverso. No podemos pensar en formar un carácter cristiano sin seguir el modelo de Jesucristo el cual se fundamentó en el vivir con sus discípulos durante tres años de y IV ahora día y noche con el fin no sólo quedaron conocimiento del talmud, sino de formales un carácter para poder se enfrentará una realidad, siguiendo el modelo que el mismo les dio[13].
BIBLIOGRAFÍA
[1]– Esto debido a que se había prohibido las reuniones, estableciéndose un confinamiento mundial.
[2]–Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.
[3]– 1 Corintios 14:26 “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación”
[4]– Romanos 14:19 “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”
[5]–Efesios 4:16 “De quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”
[6]– Juan 10:14 “Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen”
[7]– 1 Corintios 12:12 “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo”
[8]– Colosenses 2:19 “y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios”
[9]– Juan 10:12 “Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa”
[10]– 2 Timoteo 4:2 “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”
Tito 2:15 “Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie”
[11]-Filipenses 2:4-5 “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.
Flp 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
[12]– Romanos 16:16 “Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo” Ver también: 1 Corintios 16:20, 2 Corintios 13:12, 1 Tesalonicenses 5:26, 1 Pedro 5:14.
[13]– Juan 13:15 “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”.









Bendiciones desde Cuba, voy a leer su libro, este contacto me dio José Gómez .