DOMINIONISMO: LA TEOLOGIA DEL REINO AHORA «KINGDOM NOW» (Segunda Parte)

ANALISIS DOCTRINAL ¿QUE ENSEÑA TEOLOGIA DEL REINO AHORA O DOMINIONISMO?

 1. CONQUISTA DEL PODER TEMPORAL

Según las enseñanzas de la iglesia de Roma, de Orígenes, Agustín, o del mismo Earl Paulk, la iglesia debe conquistar el mundo, o lo que ellos llaman el poder universal (catolicismo) o temporal. En otras palabras, cada uno de los estamentos de un estado (político, cultural, militar, económico, religioso, etc.) debe ser conquistado por la iglesia y mientras eso no ocurra, dicen ellos, Cristo no puede regresar. Es decir, la soberanía del Señor y Salvador se ve obstaculizada por la de sus criaturas. Evidentemente esto no tiene sustento bíblico. Esta enseñanza no solo destrona a Cristo y entroniza al hombre, sino que es una versión renovada de la antigua teología de la liberación, la cual presentaba un evangelio social, mezclando la predicación con la política, incitando a la lucha de clases y presentando a un Cristo revolucionario y subversivo. ¡Que insulto al Señor! Cristo jamás fue un comandante que reclutó a individuos para prepararlos para la revolución. El es EL Señor Y Salvador Que vino a morir para salvar a los pecadores.

REFUTACIÓN BIBLICA

Lo primero que debemos comentar es que la gran comisión de la iglesia jamás ha tenido que ver con ambiciones políticas como lo reclama la teología del “reino ahora”. La iglesia es un pueblo espiritual cuyo destino, promesas y recompensas son celestiales. Pablo le dice a los Efesios: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” Efesios 1: 3 “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” Fil. 3:20

El destino de la iglesia es el cielo y no la tierra. La iglesia de Cristo a diferencia del pueblo de Israel, jamás recibió de parte de Cristo promesas y recompensas terrenales. Decir esto, es simplemente ignorar los periodos bíblicos y eliminar definitivamente al pueblo escogido de Dios el cual es Israel. Cristo dijo a sus discípulos, sus apóstoles y fundadores de la iglesia:

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” Juan 14:1-3 “En el mundo tendréis aflicción…” Juan 16:33

La instrucción bíblica es diametralmente opuesta a la entregada por los predicadores de la falsa doctrina dominionista. Los discípulos siempre recibieron la capacitación por parte del Señor Jesucristo en cuanto a soportar las aflicciones del mundo y a que esperaran su regreso, nunca la enseñanza estuvo basada en emprender la desenfrenada carrera hacia la conquista del mundo y los poderes que en él hay. El apóstol Pedro, agrega algo más que debemos recordar: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” 1 Pedro 1:3-4

El texto es bastante decidor en cuanto al destino de la iglesia y su recompensa. La “herencia incorruptible y el cielo” es lo que Dios promete a los que hemos sido redimidos por la sangre bendita del Señor Jesucristo, sin embargo, los teólogos del “reino ahora” niegan aquello, diciendo que todo es parte de una mentalidad escapista, irracional y cobarde. La iglesia no ha sido llamada a conquistar el mundo o cambiar su curso. La gran comisión de predicar el evangelio tiene como objetivo llamar al arrepentimiento porque el juicio de Dios y la condenación eterna es una realidad irrefutable. Obviamente, entre la homilía católica romana que es la misma de los teólogos dominionistas, y lo que la Biblia enseña, existe una distancia imposible de acortar. El síndrome de “Pinky y Cerebro” de conquistar al mundo y que adolece la cristiandad actual con su teología restauracionista del “reino ahora”, es absolutamente anti bíblica y que es parte del misterio de iniquidad dirigido por las tinieblas del diablo.

JESUS Y EL ESTADO

Nuestro Señor Jesucristo jamás coqueteó con las autoridades como para conseguir sus objetivos, situación tan habitual en el clero evangélico de la actualidad. Desde siempre, los hombres de Dios nunca fueron apetecidos por los gobernantes debido a que eran considerados como cismáticos y negativos, solo basta con recordar a Elías y su memorable discurso o al anónimo Micaias quien anuncia la derrota de Acab (1 Reyes 18 y 22) Ambos siervos de Dios y odiados por el estado. De la misma forma, el Señor Jesucristo tuvo que resistir a uno de los poderes fácticos más agazapados e hipócritas que el estado presenta: El poder religioso. Si recordamos y repasamos el ministerio del Señor Jesús, descubrimos que no fue el judío común y corriente que persiguió y obstaculizó la tarea del Señor; no fue el agricultor, el ganadero o el curtidor quien se levantó en contra de Jesús; fueron los religiosos que tergiversaban el mensaje del Salvador, que lo calumniaban y que incitaban al pueblo a irse en contra de su ministerio. En una ocasión, vinieron algunos de los fariseos a advertir a Jesús a que huyera porque Herodes le quería matar. Era Herodes Antipas, “conocido por su astucia traicionera y por su vileza rastrera” (Com. M. Henry), que se levantaba como una amenaza al Cristo Profeta, quien como tal, le envía una misiva categórica y extremadamente aguda. “El les dijo: — Id y decid a aquella zorra: He aquí echo fuera demonios y realizo sanidades hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.” Lucas 13: 32

Los fariseos, acostumbrados a coquetear con las autoridades y de aprovechar coyunturas políticas, le dicen a Jesús que huyera porque Herodes le quería matar, no obstante, la respuesta del Señor fue una verdadera bofetada a los religiosos y un solemne insulto al político de turno. Me parecería muy extraño oír algún sermón con palabras tan fuertes y categóricas como las de nuestro Señor Jesucristo, y sobre todo en este tiempo de tanta dulzura y medias tintas de los predicadores. Cristo nunca busco el beneplácito de las autoridades. Además, los mismos religiosos confirmaban que el estatus, conocimiento y alta estirpe de los gobernantes y del clero, jamás podrían creer en las enseñanzas de Jesús. “¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es” Juan 7:48 Para ellos, los que seguían y creían en Jesús, eran gente vulgar, sin conocimiento y la consideraban maldita. Ellos no estimaban las palabras de Jesús y ni siquiera las analizaban según el mismo Nicodemo les enrostra. ¡Que mensaje menos apetecido! era el que escuchaban los hipócritas fariseos. No existe el Jesús condescendiente ni diplomático, sino que aquel cuya lengua incisiva y lacerante hablaba la verdad y solo la verdad. No le importaba congraciarse con “César” porque su único objetivo era someterse únicamente a la voluntad de su Padre. Que distinto a lo que hoy se oye como mensajes neo evangélicos. Hoy no se debe hablar fuerte para que nadie salga ofendido y el mensaje debe estar recubierto con una mezcla de dulzura apetecible y diplomática so pretexto de estrategia evangelística. Cuando Jesús fue detenido, llegó el gran momento (humanamente hablando) en que debía comparecer ante el procurador de Roma en Judea llamado Poncio Pilato.  En esa peculiar entrevista, se revela indiscutiblemente la inocencia política del Señor frente a las acusaciones que los religiosos le hacían. Es en ese instante cuando El Señor nos deja una tremenda enseñanza que con el tiempo se olvidó y que en la actualidad no es aceptada. “Entonces le dijo Pilato: — ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y tengo autoridad para Crucificarte? Respondió Jesús: — No tendrías ninguna autoridad contra mí, si no te fuera dada de arriba” Juan 19:10-11 Como podemos ver, frente a tan seductora oferta que Pilato hacía, El Señor Jesús no claudica ningún instante ante “César” como para promover un consenso o un acuerdo ante aquel extremo conflicto. Por el contrario, la respuesta tuvo un contenido desafiante que se proyectaba como una aguda espada directo hacia el corazón del procurador: “No tendrías ninguna autoridad contra mí, si no te fuera dada de arriba” Juan 19:10-11. El Señor Jesús nos legó un principio extraordinario en su incomprendida retórica frente a Poncio Pilato:  “Contestó Jesús: — Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Ahora, pues, mi reino no es de aquí” Juan 18:36

No podía ser de otra forma. Jesús era Dios hecho carne y su misión era morir voluntariamente y lo que en esa oportunidad estaba ocurriendo, no era otra cosa sino el desarrollo de un eterno plan de salvación que estaba llegando a su máxima escena. Nada ocurrió circunstancialmente ni por arte azaroso; todo estaba desde antes planeado por el Dios omnisciente: “Porque verdaderamente, tanto Herodes como Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel se reunieron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, al cual ungiste, para llevar a cabo lo que tu mano y tu consejo habían determinado de antemano que había de ser hecho” Hechos 4:27-28.

Lamentablemente, la iglesia actual ha reformado los discursos de su Maestro y ha tomado unas tijeras mágicas para recortar estos pasajes conflictivos, además que han desarrollado una habilidad sorprendente con la lija para rebajar aquellas aristas sobresalientes y cortantes que el hombre no quiere oír ni hablar. Nos parecería extraño escuchar a algún predicador actual que sea fiel al mensaje de Cristo y que como dijo Pablo publicar el tremendo: “¿Busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres?

Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” Gálatas 1:102.

2- NO HABRÁ MILENIO (POST MILENARISTA)

Como en parte ya se ha comentado, la teología del “reino ahora”, enseña que no hay tal gobierno de mil años del Mesías y lo que dice la Biblia en varios pasajes al respecto, obedece al tiempo presente y ahora. En otras palabras, de esta premisa se desprende el nombre de la falsa doctrina “reino ahora” (y no en el futuro). Ellos enseñan que el reino de Dios se debe construir, conquistando los poderes temporales, creando instituciones religiosas, mega iglesias con propósito, imperios eclesiásticos, etc. Y que mientras eso no se termine, Cristo no va a regresar por segunda vez. En otras palabras, el Dios soberano que ni los cielos pueden contener, depende de lo que nosotros hagamos, es decir, el protagonismo absoluto, según esta enseñanza, lo tiene la iglesia ( el hombre) y no Cristo.

REFUTACIÓN BIBLICA

No solo la iglesia primitiva creía firmemente en el establecimiento futuro del reinado del Mesías, sino que los registros de hermanos fieles a la Palabra de Dios, siempre sostuvieron el concepto premilenarista, es decir, que el reino de Dios se establecería no sin antes el regreso de Cristo. Obviamente, el concepto post milenarista enquistado en la enseñanza cristiana por Orígenes, avalado por Agustín de Hipona y enseñado por siglos por la iglesia de Roma, ahora recobra una vigencia tan fuerte, que ya hay muchos que defienden tal idea. Para analizar este tópico a la luz de las santas escrituras, no podemos seguir sin antes mencionar que el reino prometido, no es para la iglesia, sino que para Israel. El peor error en la hermenéutica utilizada por muchos estudiosos de la Biblia, está en que no se reconocen los períodos bíblicos y como consecuencia, se pasan por alto las maneras en que Dios pacta en un determinado momento con el hombre, ignorando los propósitos que hay de por medio, las sombras, emblemas, símiles y su significado que cada uno encierra. Alguien dijo una vez en sus escritos: “Distinguid los períodos, y las escrituras armonizarán por sí solas”; ese es el gran problema de los teólogos racionalistas y modernistas. Uno de los períodos bíblicos es LA LEY, donde Dios escoge a Moisés como intermediario entre El y los hombres. A Moisés se le entregó estatutos, leyes y directrices específicas que el pueblo de Israel debía cumplir. Mas tarde, vino un nuevo pacto, cuyo intermediario es el propio Señor Jesucristo (la imagen misma de las cosas Hebreos 10:1); este es el período de LA GRACIA, el cual aún no ha terminado. Como vemos, no podemos mezclar las peras con las manzanas, es decir, las promesas y recompensas de Israel no son las mismas que las de la iglesia. Uno es un pueblo terrenal (Deut. 6: 1-3) y el otro celestial (Ef. 1:3), uno iba tras las obras y el otro por fe (Romanos 9:30-32). Tanto el uno como el otro (Israel y la iglesia) recibirán sus respectivas recompensas en el futuro y ambos participarán en el reinado justo del Mesías (milenio). Ahora bien, considerando lo anterior, debemos responder y refutar a la teología del “reino ahora” respecto a su postura post milenarista y para esto, debemos leer un pasaje clave ubicado en Daniel 9:  “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos” Daniel 9: 24

Es el clásico texto que nos habla de las 70 semanas en un sentido evidentemente profético. Es necesario comentar que la Biblia también nos explica en Lev. 25:8 que una semana profética corresponde a semana de años, es decir que cada semana es una serie de 7 años. Lo trascendental del pasaje, es que revela que estas 70 semanas son determinantes para la restauración plena y definitiva del pueblo de Dios, esto es Israel, que como bien sabemos, aún no puede haberse cumplido esta profecía porque para nadie es un misterio que Israel todavía no es restaurado en plenitud, es cosa de ver los noticieros e informarse medianamente. Solo se han cumplido 69 semanas que según Daniel 9:26 fue con la muerte del Mesías. Evidentemente, el reino del Mesías no puede haberse establecido aún y sigue siendo un suceso futuro que debe cumplirse. Por esta razón la fiel iglesia de Cristo cree en el pre milenarismo. Obviamente, en la enseñanza de la teología del “reino ahora” o dominionismo, se ha tenido que extirpar al gran problema que pone en jaque toda esta falsa enseñanza, es decir, a Israel. No nos debería parecer extraño, porque el mismo Agustín, tan alabado por los teólogos de todos los tiempos, fue un acérrimo anti semita. Mientras Israel permanezca como la Biblia lo enseñanza, la falsa enseñanza del dominionismo se desmorona, por lo tanto, los teólogos del “reino ahora” plantean el concepto de “Israel espiritual”, es decir, que la nación de Israel ya fue desechada por Dios y que ahora es el turno de la iglesia, por lo tanto, ya estamos viviendo el reino de Dios según ellos. Tal aseveración no tiene ningún valor y apoyo escritural, ya que la misma biblia se encarga de decir literalmente que el pueblo de Israel sigue su curso en el perfecto plan de redención que Dios ha trazado. Vamos a analizar tres pasajes de la biblia para refutar la idea que plantea el dominionismo: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera…No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció” Romanos 11: 1-2

Muchas veces se escuchan opiniones de hermanos que hablan de que Israel por su desobediencia, fue desechado por Dios y que ahora ha sido reemplazado por la “Israel espiritual” llamada iglesia. Con esta idea, los intereses y objetivos truncados ante el fracaso de Israel, pasan a ser los desafíos que la iglesia debe seguir y cumplir. Tal idea, aunque romántica y novelesca, carece de toda interpretación sana de las sagradas escrituras. En primer lugar el texto anterior dice categóricamente que Israel no ha sido desechado y Pablo sella su instrucción con su clásica “en ninguna manera”, es decir, es imposible, no puede ser, no hay forma, etc. La razón de esa seguridad apostólica respecto a la permanencia y vigencia del pueblo de Israel en los planes de Dios, es porque este pueblo fue “desde antes” conocido. Esta pequeña y simple frase trasluce una profundidad indiscutible. Los planes de Dios nunca han sido modificados de acuerdo a las circunstancias, es decir, ante los fracasos de los hombres, Dios nunca ha tenido que idear urgentemente algo que se sobreponga o contrarreste la caída y superar el momento; todas las cosas que ocurren están sujetas e ideadas en sus planes eternos. No podemos concebir a Dios que fracasa y se repone. Eso sería negar su omnisciencia y su eternidad. La situación del pueblo de Israel en relación a Dios comienza en los designios eternos y soberanos, y como la misma biblia se encarga de aclarar, su propia desobediencia era parte de propósitos supremos que Dios tenía considerados en el desarrollo de su proyecto. Veamos el siguiente texto: “Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles” Romanos 11: 11. Este texto nos debe llenar de humildad, ya que Dios en su plan eterno consideró que por la transgresión de una nación, las otras naciones también podrían acceder a tal bendición. Esto muestra la esencia de la promesa que Dios le entregó a Abraham: “y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” Génesis 12:3.

Abraham fue el padre de la nación de Israel y a través de este pueblo, Dios dispensa su gracia a las demás naciones (gentiles). En otras palabras, el plan de Dios determinó que por la desobediencia de Israel, viniera la salvación a los gentiles, decisión absolutamente soberana, y ¿Quién la puede refutar?  El apóstol Pablo se encarga de afirmar que el tropiezo de Israel no significa el desecho o eliminación, sino que, es parte del propósito eterno de Dios. No olvidemos que sin miseria no hay misericordia y sin fracaso no hay gracia. Observemos el último pasaje: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo” Romanos 11:25-26

El pueblo de Israel esta endurecido temporalmente hasta que se cumplan los tiempos determinados por Dios. Anteriormente se mencionaba la visión profética de Daniel respecto a las setenta semanas en donde se aprecia con claridad que el “reloj” de Dios se detuvo en la semana sesenta y nueve y que falta que se cumpla la última semana para completar la profecía. El texto de romanos aclara que el objetivo de la detención del “reloj” de Dios, se debe a la inclusión de otro pueblo que también será salvo; son los gentiles, es decir, creyentes de todas las naciones que también gozaran de la eterna redención en Cristo Jesús, y cuando el último que compone aquella lista de redimidos se integre a las filas, sin duda que el cronómetro reinicia su marcha para que se cumplan los tiempos finales. Por lo tanto, no debemos jactarnos en contra de la verdad, y pensar que Israel es una nación desechada y execrable por causa de su pecado y desobediencia, por que lo mismo mereceríamos nosotros. Dios ha escogido a Israel y su trato con esta nación se reanudará una vez que la iglesia (los creyentes de todas las naciones) sean sacados de esta tierra. Que panorama más nítido se observa cuando somos sumisos a los relatos bíblicos y nos alejamos de los sabios de Alejandría, de la patrística, de los teólogos de alta crítica y de los neoplatonistas de la actualidad.

3. NO HABRÁ ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA

Earl Paulk catalogó años atrás a la enseñanza del arrebatamiento de la iglesia, como parte de una “mentalidad escapista”. No obstante, los malos frutos de su predicación y de tantos otros, se han enquistado en la filosofía y teología de muchos predicadores de la actualidad. Hoy escasean las iglesias en donde se hable de la bendita esperanza de los creyentes. Los mensajes actuales solo hablan de la prosperidad y de buscar los métodos para el éxito en este mundo, nunca hacen referencia a la condición peregrina de la iglesia ni menos mencionar que Cristo vuelve. Dicen los defensores de la teología dominionista que el arrebatamiento no es parte de la doctrina cristiana histórica, que solo es una visión propia de la filosofía griega de los escritores y que convierte a la iglesia en un ente cobarde que olvida su misión de conquista y liderazgo en la tierra aquí y ahora.

REFUTACION BIBLICA

La biblia habla del arrebatamiento con mucha claridad. Vamos a analizar dos pasajes que presentan literalmente un acontecimiento previo a la gran tribulación y a la segunda venida de Cristo para establecer su reino milenial. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” 1 Tesalonicenses 4:15-17 .

Este es el texto clásico que presenta de manera extraordinariamente nítida la venida del Señor. Según este pasaje, el encuentro entre El Señor y los creyentes se realizará en el aire y no en la tierra, por lo tanto, no podemos mezclar este acontecimiento con la segunda venida de Cristo cuando ha de poner sus pies en el monte de los olivos, según lo revela el profeta Zacarías (Zac.14) y establezca su reinado por mil años.

El arrebatamiento de la iglesia es una fase previa en el cumplimiento de las últimas cosas que han de ocurrir, cuyo propósito es sacar de la tierra a la esposa  del Cordero que es la iglesia y librarla del juicio venidero. Esta siempre fue la tónica de la intervención de Dios para con sus escogidos; todos fueron sacados y puestos fuera del castigo. Por ejemplo, Noe en el diluvio, Lot en la destrucción de Sodoma, Israel en la salida de Egipto, Rahab en la destrucción de Jericó, etc. Así también la iglesia será arrebatada antes de que la ira de Dios descienda sobre la tierra. La palabra arrebatamiento deriva de un vocablo griego que significa “sacar por la fuerza”, es decir, denota la acción de tomar algo fuertemente y sin previo aviso. Algunos lo califican como “rapto”, no obstante, dicho término atenta a lo que enseña la escritura, ya que su connotación apunta a tomar o secuestrar algo de propiedad ajena. Además, bajo la jurisprudencia humana, siempre un rapto es una acción delictual o criminal. En el caso del arrebatamiento, debemos entender que Cristo no viene a buscar algo que no le pertenece, por el contrario, viene a buscar a su esposa a quien compró al precio de su preciosa sangre.  “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” Juan 14:3

La biblia habla de la relación de desposorio que tiene Cristo con su amada iglesia, y como tal, el esposo debe regresar para arrebatar a su prometida; esa era la costumbre judía y es justamente eso lo que va a suceder cuando El Señor regrese. Eso se cumplirá el día que indica el texto de Tesalonicenses 4 y que los dominionistas no creen. Lo que pasa es que como los dominionistas niegan abiertamente la vigencia de Israel, evidentemente ellos tienen una sola perspectiva de las cosas que van a suceder, es decir, solo la segunda venida según Zacarías 14 o Mateo 24. Es evidente que los profetas de la antigüedad no vieron con claridad la llegada de la llamada “iglesia”, un pueblo espiritual cuyas promesas y recompensas son celestiales. Toda la descripción entregada en el antiguo pacto y en parte del mensaje de Cristo durante su ministerio, son dirigidas al pueblo de Israel, por tal razón, es necesario distinguir a estos dos pueblos escogidos a fin de no mezclar los propósitos y objetivos de cada llamado. Cuando observamos y aceptamos la nitidez de la iglesia dentro del plan profético y cuyos antecedentes son parte de un misterio escondido por los siglos, podemos concluir, que de la misma manera que surgió este pueblo espiritual, así también desaparecerá (Ef.3:9 – Rom. 16:25) La situación de la iglesia, se asemeja mucho con la experiencia de un personaje de la antigüedad cuyo peregrinaje con Dios, término cuando él se lo llevó, veamos: “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” Gen.5:24. Lo interesante del pasaje es descubrir el carácter peregrino de este creyente llamado Enoc. El texto dice que Enoc caminó con Dios y que desapareció. La biblia presenta situaciones de desaparecimientos súbitos, por lo tanto, no nos debería sorprender que Dios repita este tipo de eventos (2 Rey. 2:11, Hec.8:38) y mas aún cuando se trata del trato con un pueblo especial, el cual fue adquirido por él al precio de la sangre de su bendito y unigénito hijo. La iglesia al igual que Enoc, es un pueblo peregrino y extranjero, que transita con destino hacia su patria celestial. Esta realidad irrefutable es la que los que defiende la teología del “reino ahora” niegan acérrimamente, no obstante, la biblia lo confirma abundantemente: “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos…” 1 Pedro 2:11 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo Filipenses 3:20

http://iglesiaapologetica.galeon.com/aficiones2332506.html

 

Acerca de unidoscontralaapostasia

Este es un espacio para compartir temas relacionados con la apostasia en la cual la Iglesia del Señor esta cayendo estrepitosamente y queremos que los interesados en unirse a este esfuerzo lo manifiesten y asi poder intercambiar por medio de esa pagina temas relación con las tendencias apostatas existentes en nuestro mundo cristiano.
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5 respuestas a DOMINIONISMO: LA TEOLOGIA DEL REINO AHORA «KINGDOM NOW» (Segunda Parte)

  1. Fernando Soulodre T. dijo:

    Plenamente de acuerdo.

  2. Excelente articulo, muy buen material para construir material coadyuvante para la defensa de la sana Doctrina, en nuestra latinoamerica preñada de ideologias foraneas y regionales con tono de apostasia y paganismo.
    Dios les bendiga
    LIc. Luis Quiñones

  3. heisel dijo:

    woowow apenas me entere de esto como me gustaria que todas estas cosas se predicaran publicamente hay una iglesia que esta siendo enganada aqui en usa ya no se sabe donde congregarse aunque a mis 32 anos tengo la esperanza que DIOS esta guardando un pueblo que todavia esta anonimo pero que se que esta siendo preparado para los proximos dias

  4. heisel dijo:

    ahora cada vez que uno quiere denunciar el pecado en las congregasiones yo lo he vivido en carne propia los pastores y lideres solo le sabenrecitar este versiculo no juzgueis para que npo seas juzgado

  5. Gracias hermano por esta hermosa expocision…..unaves más gracias…Que Dios le bendiga.

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