MATERIAL DE ESTUDIO DE LAS BRIGADAS DE AMOR CRISTIANO . Revisado por Mario E. Fumero
Jesús optó por el discipulado como forma de establecer una iglesia sana, uniforme y solidad en la doctrina. Él, personalmente, se dedicó a adiestrar a un pequeño grupo de hombres y los equipó para que a su vez, ellos adiestraran a otros. Él les ordenó hacer discípulos, Es decir, les ordenó reproducirse. La reproducción es efecto del crecimiento. Toda vida produce vida, es la ley biótica de la naturaleza. Ninguna persona que no haya experimentado la muerte en sí mismo … está capacitado para reproducir. Reproducirse en otro requiere entrega, sacrificio, dedicación; requiere que estemos muertos a nosotros mismos, es nuestra mayor responsabilidad como cristianos: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto” Juan 12:24. Ahora bien, Dios no nos ha llamado a hacer simples “creyentes” sin compromiso. Ser discípulo es mucho más que haber manifestado verbalmente que se ha recibido a Jesús como Salvador, o que asistir a la iglesia los domingos. Dios quiere que reproduzcamos discípulos de calidad. Jesús nunca transigió con la mediocridad, la falta de compromiso, el corazón dividido, ni el compromiso con los intereses dominante en este siglo. El discipulado personal es el mejor método para reproducir en los nuevos creyentes, la calidad que Dios desea. Una vida normal y madura en la fe se manifiesta por sus frutos, y uno de esos frutos es tener hijos espirituales.
Hay muchas formas de evangelismo que producen nuevos creyentes, pero tristemente son abandonados inmediatamente sin proporcionarles el seguimiento y el cuidado que necesitan de una leche espiritual no adulterada (1 Pedro 2:2). Estos creyentes, en caso de que perseveren, tienen muchas más posibilidades de convertirse en creyentes débiles o superficiales. Este tipo de evangelismo es en sí un evangelismo irresponsable, sin una paternidad espiritual (Ver el libro “Paternidad Espiritual” en este web; https://contralaapostasia.com/2011/05/17/la-paternidad-espiritual-libro/). No podemos simplemente experimentar el gozo de contribuir a un nuevo nacimiento, sino que hemos de asumir la responsabilidad de la paternidad. El discipulado es inseparable de la paternidad responsable. Un padre espiritual, como el padre carnal, está obligado ante Dios a cuidar de sus hijos. La iglesia no solo debe predicar el evangelio, sino que también debe cuidar y alimentar a los nuevos creyentes de la mejor manera posible.
EL DISCIPULADO COMO MÉTODO DE REPRODUCCIÓN MULTIPLICATIVA”
El discipulador sabe que su responsabilidad continuará hasta que su discípulo (alumno) se convierta en un creyente espiritualmente maduro y reproductor. Es bueno diferenciar entre alumno y discípulo. El alumno aprende una lección pero después hace lo que le da la gana, el discípulo, por el contrario, aprende de un maestro para obedecerle y seguir su ejemplo.
El discipulado personal es un método que garantiza que el proceso de multiplicación continuará de generación en generación, manteniendo un nivel de excelencia y calidad en la reproducción. Si un cristiano se reproduce en discípulos que a su vez son incapaces de reproducirse, su trabajo solo tendrá un fruto limitado, el de la primera generación. Puesto que solo él es capaz de reproducirse, el número de nuevos discípulos dependerá únicamente de su capacidad de trabajo.
Por el contrario, cuando el cristiano se reproduce en discípulos reproductores, y estos a su vez se reproducen en una segunda generación de discípulos también reproductores, y así sucesivamente, el número de nuevos discípulos crecerá según un proceso multiplicativo (en cada generación se doblará) ya que al proceso de discipulado reproductor se irán incorporando siempre los discípulos de la última generación. Un número pequeño de discípulos comprometidos, que han sido bien entrenados, alcanzarán mucho más para Dios que números grandes de conversos que carecen de profundidad espiritual. Pablo menciona como la efectividad de una relación de discipulado se mide en la cuarta generación ; “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” 2ª Timoteo 2:2. Pablo (1ª generación) instruye a su hijo espiritual Timoteo (2ª generación), para que las cosas que Pablo le enseñó, las enseñe Timoteo a hombres fieles (3ª generación) quienes a su vez enseñarían a otros (4ª generación). Un discipulador sabe si ha enseñado bien, cuando ve que un alumno de su alumno está a su vez enseñando a otro un discipulado de calidad. Un verdadero discípulo desea ardientemente reproducirse en otros. Su gratitud a Dios le compele a glorificar a Dios llevando mucho fruto: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos… y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; …” Juan 15:8, 16 .
Bibliografía utilizada
- 1º “Id y haced discípulos”. Keith Phillips. Ed. Vida. 1982. Abreviadamente, [K.Ph.]. Introducción (páginas 5 a7) a cargo de Robert. E. Coleman.
- 2º “La paternidad espiritual”. Mario Fumero. Ed. Unilit. 1996. Abreviadamente [M.F.].
- 3º “Ministerio discipular transformador”. Luis Aranguren – Fabián D. Ruiz. Ed. Life Way International 2002. Abreviadamente [L.A.].
- 4º “Los fundamentos de la vida cristiana”. Bob Gordon – David Fardouly. Ed. Carisma 1994 Abreviadamente [B.G.].
- 5º “El Cayado del Pastor”. Ralph Mahoney y varios autores. World MAP.
- 6º “Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento”. W. E. Vine.
- 7º Las citas bíblicas corresponden a la versión Reina-Valera (1960)


La mentalidad del ganador se refleja en sus obras , asi sea la mas pequeña , las opiniones son geniales pero siempre debemos de ver el lado practico no crees?.
demasiado buena la información
pero si dios no existe. como esta esto?? o alguien tiene alguna prueba??