Mario E. Fumero
La delincuencia en Honduras alcanza dimensiones alarmantes, máxime cuando el Estado adopta medidas de control extremas a los delincuentes peligrosos, pues es sabido por todos que el crimen esta estructurado tridimensionalmente.
Los Centro Penales son los puntos neurálgico en la planificación de muchos crímenes, extorsiones y delincuencia, razón por lo cual, los directores y sub directores de estos centros penales requieren, no solo mucha valor, sino grandes medidas de seguridad, para protegerlos de la posible venganza de algunos reclusos, que desde adentro de los centros penales dirigen a grupos delincuenciales, estando en las manos de los reos, las vidas de los que allí trabajan, razón por la cual, los intimidan para hacer lo que ellos quieran, y si no se dejan manipular por los cabecillas presos en estos centro, y actúan apegado a la ley, pueden ser mandados a matar.
No me explico cómo pudo ocurrir el asesinato del subdirector del centro Penitenciario de Tamara de forma tan absurda, como se relata en el periódico. El teniente Jorge Alberto Regalado se fue caminado solo a tomar un transporte público para regresar a su casa. Estando en el punto de parada, y esperando el vehículo, un carro se le acerco, asesinado vilmente. Su cuerpo quedo tendió en la caseta. Cuando leo esta noticia, me preguntó ¿Cómo es posible que ejerciendo un puesto tan peligroso, como es el ser subdirector del un centro penal de máximo conflicto, como es el de Tamara, ande sin seguridad, a pie, y en transporte público? Esto me es absurdo, principalmente cuando vivimos en un país en donde el crimen está operando desde los centro penales, y el Estado a puesto mano dura en los mismos, pues las cárceles estaban bajo el control de los reos.
Como es lógico un director y sub director tienen la responsabilidad de pone orden y mano dura, lo cual no le agrada a los reclusos del crimen organizado, por lo que sus compinches desde afuera, pueden ejercer, por instrucciones de los de adentro, la eliminación del personal que les causa problemas.
Ya anteriormente habían matado a un director, y a otros que trabajan en estos centro, los cuales ejercían una autoridad decisoria en el control interno. Lo lógico es que tanto los directores, como los sub director y personal clave en imponer disciplina y ejerce autoridad, tenga seguridad, esto es, vehículo brindado y seguridad personal al salir del trabajo, e incluso, deberían también tener seguridad en sus casas, porque sus trabajos, desde cualquier punto de vista, es de alto riesgo.
Yo espero que las autoridades respectivas piensen bien en la responsabilidad que tiene el Estado por proteger a aquellos que ejercen un trabajo delicado y peligroso dentro de la lucha contra la delincuencias, y que sus vidas, por tal motivo, corren riesgos, y el Estado les facilite los recursos para que no sean víctima del crimen organizado, y puedan desempeñar sus funciones sin ser intimidados por los reos, para dejar pasar todas las anomalías que por años han reinado en los centro penales. Si el Estado no le da garantía física a los que trabajan en las cárceles, llegará el momento en que nadie querrá atender las mismas, y se creara un problema mayor que afectara la seguridad nacional.
mariofumero@hotmail.com
Mi respetado don Mario: Hoy que se han creado tantos cuerpos policiales y una policía militar que crece cada día; con operativos que tienen nombres sacados del texto de antiguos cuentos, realmente que, resulta alarmante saber de estos acontecimientos. Parece que el sistema de seguridad ha sido creado con un fin específico: proteger el sistema y darle protección a las monarquías, las cuales están integradas por los políticos y sus familias.
Pastor me uno a su desconcierto y lo comparto totalmente, contradictorio, varios funcionarios que no justifica tengan estos privilegios (carro blindado y escoltas) se pasean en Tegucigalpa y ademas abusan de las sirenas y sus escoltas para que se les brinde un “carril especial” para ellos.