Mario  E. Fumero

La historia una buena maestra, pero los humanos somos dados a olvidar el pasado y repetir siempre los mismos errores. A lo largo de las centurias hemos visto el surgir de imperios que han conquistado parte del mundo, han sido prósperos y poderosos, pero han desaparecido, dejándonos tan solo sus huellas. Tristemente la grandeza de ayer se convierten en la ruinas de hoy. ¿Dónde está la majestuosidad del imperio Medo-Persa? ¿Y que es de la grandeza de Egipto? ¿Cómo término el poderío Griego y Romano, con sus ejércitos y principios que dieron origen a lo que hoy  llamamos “democracia moderna”? Es un hecho que siempre el más poderoso domina al más débil. Así se forjaron los imperios; fuerza y poder económico avasallando al débil por medio de guerras y conquistas, pero tristemente, todos esos imperios sucumbieron por la ambición y la corrupción interna.

Como cristianos tenemos  el ejemplo de Israel en el Antiguo Testamento (A.T.). Ahí descubrimos las evidencias de lo que la prosperidad y el poder represento para la caída y fracasos de los reyes de Israel. Mientras fueron fieles a los principios divinos, y no imitaron los patrones paganos de los demás pueblos, fueron prosperados y bendecidos, pero una vez que concibieron la ambición y el poder, corrompiéndose al imitar a los demás pueblos, sucumbieron. Es por ello que encontramos, de forma repetitiva, la expresión “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová” (Josué 2:11.  3:7,12. 4:1. 6:1. 10:6. 13:1. 1 Reyes11:6. 14:9,22. 15:26.) y como consecuencia  de ello, venia el fracaso, la esclavitud y la calamidades, hasta que clamaron a Dios y se humillaron, entonces el Señor les liberto, pero ¿Para qué? Para que volvieran a lo mismo, repetían una y otra vez los errores del pasado, (Josué 3:9,  3:15, 4:3, 6:6-7, 10:10, 1 Samuel 12:8,10).

En el siglo XX hemos visto caer el poderío de Japón, después de la Segunda guerra Mundial, y a finales de siglo XX fuimos participe del derrumbe de la poderosa de la Unión Soviética. Actualmente en el siglo XXI estamos ante el declive del poderío de los Estados Unidos de Norteamérica, nación que ha ejercido una tremenda influencia en todo el mundo, y cuya moneda ha sido el patrón de conducta de la economía mundial.

Hay varios factores que están llevando a la gran nación norteamericana a la decadencia. No solo sucumbe su economía por la crisis originada por las guerras y endeudamiento, que esto podría ser aceptable, sino por lo peor de todo, que es su terrible decadencia moral y de valores. Estamos contemplando la degradación de todos los principios tradicionales, y han arrinconado a Dios en un sótano sombrío, pues hasta un sanador propuso la absurda idea de demandar a Dios en los tribunales por ser causante de tantas calamidades en el mundo[1].

En las décadas de 1950 al 1960 organizaciones antirreligiosas comenzaron a luchar para que se prohibiera, de forma oficial, la oración y lectura de la Biblia en las escuelas públicas de la nación y ganaron. La Corte Suprema fallo, en “Engel v. Vitale”  así como en “School District of Abington Township v. Schempp”, para que la oración y la lectura de la Biblia fuesen eliminadas, alegándose que eran inconstitucionales[2]. Desde entonces el espacio que ocuparon estos valores ha sido invadido por sexo, pornografía, drogas y violencia.

Hasta el 1992, en algunas partes del país, era común que un líder religioso ofreciera una oración durante las ceremonias de las graduaciones escolares, pero debido a la insistencia de grupos anti religiosos que se oponen a todo lo que sea “Dios” ese año la Corte Suprema rindió un fallo en “Lee v. Weisman” que incluía la  prohibición de la oración religiosa en las ceremonia de clausura de cursos en las escuelas públicas, afirmando que estas acciones violaba la Cláusula que prohibía las practicas cristianas en los centros educativos. Un Juez llamado Anthony M. Kennedy, en su escrito en nombre de la Corte explico: «Los ejercicios de oración son en este caso especialmente inapropiados porque el Estado ha, para todo sentido práctico, conminado a la comparecencia y participación de un ejercicio explícitamente religioso, en un evento de importancia singular para cada uno de los estudiantes, al cual el estudiante que lo objetase no tiene una alternativa real de evitar«. Hoy en día los centros educativos públicos están invadidos de droga, niñas embarazadas de forma prematura, SIDA y sobre todo una violencia juvenil que ha desencadenado en terribles tragedias.

Recientemente un pastor llamado Joe Wright fue invitado para hacer una oración en el Estado de Kansas al iniciarse las reuniones de los representantes del Estado en el «Kansas House of Representatives». El pastor fue sincero pero a muchos no le gusto la forma en que clamó al Señor, declarando la verdad de una nación que le ha dado la espalda a Dios, para forjar leyes impregnadas de antivalores. El dijo lo siguiente:

 “Señor, venimos delante de Tí este día, para pedirte perdón y para pedir tu dirección. Sabemos que tu Palabra dice: hay maldición para aquellos que llaman bien a lo que está mal y es exactamente eso lo que hemos hecho. Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores. Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso <La lotería>. Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado <Ayuda Social>. Hemos matado a nuestros hijos que aun no han nacido y lo hemos llamado <la libre elección>. Hemos abatido a nuestros condenados y lo hemos llamado <la justicia>. Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado <desarrollar su estima personal>. Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso <La política>. Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado <tener ambición>.Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado <libertad de expresión>. Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado <lo caduco y pasado>.¡Oh Dios!, mira en lo profundo de nuestros corazones; purifícanos y líbranos de nuestros pecados. Amén”.

La reacción de algunos presentes no se dejo esperar. Un parlamentario abandonó la sala durante la oración. Tres más criticaron la oración del pastor calificándola como «un mensaje de intolerancia». Durante las seis semanas siguientes, la iglesia «Central Christian Church»  donde trabaja el pastor Wright recibió la visita de 5000 y ciento de llamadas telefónicas de las cuales sólo 47 fueron desfavorables. Esta iglesia recibe ahora peticiones del mundo entero, la India, África, Asia para que el pastor Wright ore por ellos. El comentarista Paul Harvey difundió esta oración en su emisión de radio «The Rest of the Story » (el resto de la historia) y ha recibido una acogida.[3]

En un programa de televisión llamado “Early show”  fue entrevistada  la hija del famoso  predicador Billy Graham, y entre las muchas preguntas que se le hicieron figuro una que pone a cualquiera a pensar. La pregunta fue: «¿Porque Dios  permitió que el 11 de septiembre murieran tantas personas en el atentado terrorista de las torres gemelas? La hija de Graham no vacila en responder, y he aquí lo que ella contesta:

«Creo que Dios está profundamente triste, tal como lo estamos  todos nosotros, pues, por años le hemos estado diciendo a Dios que se salga de nuestras escuelas, de nuestros gobiernos y de nuestras vidas. Y siendo Él, el caballero que es, creo que calmadamente nos hizo caso. ¿Cómo podemos pretender que Dios nos dé su bendición y su protección si le hemos ordenado que nos deje solos y lo hemos desalojado de nuestro medio?”

Entonces la muchacha comenzó a analizar la realidad que vive la población norteamericana desde hace 30 años y dijo:

“Veamos alguno ejemplos. Empecemos con Madeline Murray O’Hare, la cual  pidió que en ninguna escuela de los Estados Unidos se orara y nosotros dijimos <esta bien>. Lamentablemente ella fue asesinada, y su cuerpo fue hallado recientemente. Luego alguien dijo que era mejor no leer la Biblia en los colegios; la Biblia, que dice que no se debe matar, que no se debe robar, que se debe amar al prójimo como a uno mismo fue suprimida de las aulas, y nosotros dijimos <esta bueno>. Luego vino el Dr. Benjamín Spock  y dijo que no debemos castigar a nuestros hijos cuando se comporten mal, porque sus pequeñas personalidades y su autoestima se podían dañar, y nosotros pensamos <es un experto y debe saber de lo que está hablando>, y dijimos <está bien>. Obedezcamos. Tiempo después  el hijo del Dr. Spock se suicidó.

Tiempo después alguien dijo: <permitamos que nuestras hijas tengan abortos, si así lo quieren, y ni siquiera tienen que decírselo a sus padres> Y nosotros dijimos <esta bueno, adelante>. Luego algunas personas dijeron que no importa qué es lo que hagamos en nuestras vidas privadas, mientras sigamos haciendo nuestro trabajo no hay problema. En concordancia con ellos significa que no nos importa lo que cualquiera haga con sus vidas -incluyendo al Presidente- mientras tengamos trabajo y una buena economía estaremos felices, porque el dinero es lo que cuenta.

Tiempo después alguien dijo; <imprimamos unas fotos de gente desnuda y digamos que es arte, apreciación de la belleza del cuerpo>. Y nosotros dijimos <esta bien, adelante>. Y luego alguien amplio esa «apreciación» un poco más allá, y tomó fotos de niños desnudos, y dió aún otro paso más allá, pues hizo posible tener acceso a estas fotos en la Internet. Y nosotros dijimos <eso es libertad de expresión>. Después la industria del  entretenimiento dijo: <hagamos programas de TV y películas que promuevan la violencia, promiscuidad y el sexo ilícito, y grabemos música que anime a la gente a violar, a usar drogas, a asesinar o a suicidarse, a tocar temas satánicos> ¿Y que dijimos nosotros? Es solo es entretenimiento, no tiene efecto adverso, nadie toma esto en serio, así que sigamos adelante <esta bien>.

Ahora nos preguntamos porque nuestros niños no tienen conciencia, porque no saben diferenciar lo bueno de lo malo, porque no les importa matar a gente inocente, a sus compañeros, amigos, a ellos mismos. Probablemente, si pensamos en ello lo  suficiente nos demos cuenta de que cosechamos lo que hemos sembrado”

Esta palabra de la hija de Graham me pone a pensar. Quizás tu y yo nos preguntemos el porqué Dios no salvo a esa pequeña niña que fue asesinada en su escuela por un alumno violento, pero la respuesta es sencilla, Dios nos respondería:  <Lo siento, no se me ha permitido entrar en las escuelas, me echaron de ella hace 30 años>

          Es fácil culpar a Dios de los males que nosotros mismos hemos generado cuando le hemos dado la espalda a su Palabra. Si quitamos la moral bíblica para imponer el humanismo secularista ¿Qué podemos esperar?  Si hacemos del pecado un negocio, y de los valores cristianos una utopía, ¿Qué nos espera?  Si las leyes protegen al  delincuente, y  les quitan la autoridad a los padres ¿Qué futuro nos espera? Si dejamos que adúlteros, corruptos, drogadictos y homosexuales controlen el mundo ¿Qué podremos esperar del futuro? Una sociedad cada vez más corrompida.

Amigo, los males que tenemos no vienen de Dios, sino de nuestra propia soberbia y rebeldía. Si Dios no perdona a Sodoma y  Gomorra por su pecado ¿Podría perdonar a nuestra civilización que comete los mismos hechos y aun peores, porque están legalizados? Dios tenga misericordia de nosotros.

[1] – El senador estatal de Nebraska, Ernie Chambers, presentó una demanda judicial contra Dios, al que acusa de haber causado «nefastas catástrofes» en el mundo, que han provocado muerte y destrucción sin misericordia.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/278083/0/demanda/dios/#xtor=AD-15&xts=467263

[2].  https://www.aclu.org/la-iglesia-y-el-estado

[3] – https://www.facebook.com/notes/ciudad-de-quilmes/la-oraci%C3%B3n-que-caus%C3%B3-controversia-en-el-congreso-de-la-naci%C3%B3n-argentina/10150147559075754/