Mario E. Fumero

Tito 2:7 “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad“

Una de las cualidades más difíciles de encontrar en los hombres, aun cristianos, es la integridad. Cómo podemos definir la palabra INTEGRIDAD: Es aquella persona que se adhiere, de forma firme, a un código de valores bien definidos, en donde prevalece una serie de virtudes inherente a la integridad, como es la honradez, rectitud, moralidad y responsabilidad.

No podemos tener un buen testimonio, ni como cristiano, mí como ministro del evangelio, sino mostramos delante de las personas una conducta íntegra, intachable, la cual no le permita a los enemigo del evangelio denigrar la Palabra, por el mal ejemplo que dan los que dicen ser siervos del Señor(1 Timoteo 3:7). Recordemos que estamos rodeados de una gran nube de testigos (Hebreos 12:1), y que debemos presentarnos delante del mundo como ejemplos de los fieles (1 Timoteo 4:12), ya que ese es el llamado que hace el apóstol Pablo a sus discípulos, no solamente en nuestro comportamiento diario, sino en la forma de hablar, predicar y enseñar la Palabra.

A las personas se les debe juzga no por la sotana que tiene, ni por la Biblia que carga, ni por el título que poseía, ni por lo lindo que predica, sino por su forma de ser, de hablar de tratar a los demás, debiendo ser una característica básica del creyente la sencillez y la humildad.