Mario E. Fumero
2 Timoteo_2:15 «Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad«.
El apóstol Pablo le recomienda a los cristianos «trazar bien la palabra de verdad», lo que indica que tenemos que respetar el sentido original de las palabras, de acuerdo al concepto de la época, y al sentido del contexto. Sin embargo, los predicadores modernos les gusta tomar método erróneos para manipular el texto y manosearlo a fi de cambiar el sentido, para hacerle decir lo que el escritor no quería decir. Esta forma de manipular el texto bíblico en la predicación ha creada una técnica que yo denomino «descontextualización bíblica», la cual alteran el sentido de las palabras y trastoca el contexto para hacerle decir lo que el escritor no quiso decir.
Como consecuencia de esta falta de respeto al sentido literal de la palabra, muchos ministros son desaprobados en sus mensajes, por lo que crean doctrinas erróneas y muchas veces heréticas, conduciendo a la iglesia hacia la apostasía de los creyentes predicando un falso evangelio.
¿Cómo debemos trazar bien la palabra de verdad? Sencillo, no desvincular el texto del contexto, analizando quien escribe, a quien escribe, y porque le escribe. Después debemos determinar si lo que expresa el escritor es una opinión personal, o está respaldada por las enseñanzas de Jesucristo y los demás apóstoles. Después de lo señalado, debemos pedirle al Espíritu Santo que nos de discernimiento para juzgar si lo que se quiere decir obedece a todo el contenido doctrina de la Palabra, porque no podemos tomar un concepto aislado que contradiga los conceptos específicos y repetitivos en diversos libro de la Biblia. Para ello tenemos que seguir las reglas de la hermenéutica, la cual, por desgracia, la mayoría de los cristianos ignoran, razón por lo cual son víctima del engaño, la manipulación y el aparecimiento de sectas falsas.

