Que pasaría si está fuera la última noche que late su corazón, considera usted que durante todo este tiempo ha tenido una relación personal con Dios o sólo ha pertenecido a algún sistema religioso.
Estoy convencido que al final del camino cada creyente sabe su relación personal con Dios y conoce a la perfección el destino que le espera. Vivimos ansiosamente buscando las cosas terrenales y no nos damos cuenta que nuestra vida se puede ir como una nube que se esparce por el cielo.
Muchos religiosos hablan de la venida de Cristo, del fin del mundo, se enfrascan en discusiones teológicas, sin embargo todo ello es vano si el amor de Cristo no habita en nuestros corazones, si la gracia salvadora no es nuestra amiga en nuestro caminar. ¡Basta! de discusiones teológicas, ¡basta! de falsos evangelios que corrompen las almas, es tiempo de abrazar, de amar a nuestro prójimo, de no hacer más pedazos la iglesia de Cristo, basta de dividir con denominaciones evangélicas que sólo causan confusión a las vidas de los nuevos creyentes.
No hay mañana, nuestra vida se puede acabar de la nada, un paro cardíaco, un temblor, algún accidente, por cualquier causa, no existe un mañana, es tiempo de ponernos a cuentas con Dios por medio de Cristo antes de que sea demasiado tarde, es tiempo de congregarnos, de llevar evangelio con pasión, de alcanzar a las almas perdidas, no podemos quedarnos observando cómo se pierde el mundo sin predicar la Sana Doctrina.
Necesitamos vivir para Cristo como si fuera el último día de nuestras vidas, no requerimos buscar falsos avivamientos en las iglesias, falsos apóstoles, falsos profetas, necesitamos regresar a las sendas antiguas para que el Espíritu Santo de Dios encienda nuestros corazones por medio del estudio de la Biblia y que nuestro Padre Celestial nos de de su amor hacía Él y nuestro prójimo. No hay más amado hermano, no hay mañana, tal vez usted hoy lee esta carta, tal vez usted mañana muera, tal vez mañana no esté entre los vivos, amado hermano no hay mañana, sirvamos a Cristo con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón, sin religión, sin falsos evangelios, sin hipocresías.
¡Que el Señor Jesucristo los bendiga! ¡Que Dios les muestre su amor! ¡Que el Espíritu Santo los acompañe siempre! (2ª Corintios 13:14)
Ministerio Bíblico de Córdoba. Escrito por: Aurelio Palacios
Textos bíblicos usados de: Santa Biblia Traducción Lenguaje Actual



Aleluya esta carta me a hecho lloral por que soy veo como la iglecias esta dormida no quiere abanzar ni siquiera por los acontesimiento que estan pasando hay una frialda e idiferencia en el pueblo que causa tanta tristesa espero en el señor la iglecia despierte de su sueño Dios les bendiga