Mario E. Fumero
Esta fresca en mi memoria el hecho de cuando llegue a Tegucigalpa y vivía en la zona de Buenos Aires. Allí compartía con los hermanos de la Iglesia de Dios y al caminar por la cuesta notaba que de entre las rocas brotaba agua. Uno de los hermanos de la Iglesia, ya anciano me contaba que en el pasado en la montaña del picacho había minas, pero se dejaron de explotar porque aparecía mucha agua del subsuelo.
Debido a las aguas que brotaban de la montaña por la calle de Buenos Aires varios expertos vinieron a hacer un estudio, y en una entrevista hecha en aquel tiempo por el diario “El Cronista”, los técnicos dijeron que la montaña del picacho estaba asentada sobre una fuente de agua, y que por lo tanto, en cualquier momento podría haber un derrumbe y la presión del agua podía hacer que parte de la montaña que da hacia la capital colapsara. Ellos recomendaban que no se construyera en la cuesta de esta montaña, y que se tuviera cuidado con el área del Hatillo. El pronóstico es que si esa montaña estallaba por la presión de agua, parte de la capital quedaría inundada.
Han transcurrido muchos años, y hemos visto como las colonias situadas al margen de esa montaña están al borde del colapso. Actualmente se consideran varios barrios de la cuesta del la zonas del Picacho como de alto riesgo. Al ver las intensas lluvias acaecida en los últimos meses, y la saturación del subsuelo por estas aguas, se prevé que puedan ocurrir grandes calamidades, principalmente por la zona de Sagastume y los barrios del Reparto arriba y abajo. Todos los expertos en ecología y fenómenos naturales consideran la capital de Tegucigalpa como una de las capitales más vulnerable a los grandes desastres, razón por lo cual se debería tomar precaución y no permitir que siga creciendo en la forma en que actualmente lo está haciendo. Tegucigalpa esta sentenciada por la realidad natural a desaparecer en gran parte, principalmente las partes bajas y las que se encuentran a los lados de los cerros.
Originalmente la capital de Honduras fue Comayagua, pero intereses varios trasladaron la capital a donde se encuentra actualmente, sin considerar sus riesgos y la limitación de su crecimiento, pues la misma confronta una topografía que hace costoso y peligrosos cualquier planificación urbanística. Esta capital no tiene para donde crecer, y las áreas que se usan para tal fin son catalogadas de alto riesgo. Se tienen planes de embaular el rio Choluteca, lo que es una locura, y se está pensando en fortalecer las laderas de las montañas que ponen en riesgo las casas, pero sabemos que esto no funciona. No hay espacio para ampliar las avenidas. El aeropuerto esta sin posibilidad de mejoras y es uno de los mas riesgoso en su operación, y barrios completos está al borde del colapso, debido a los deslaves y fallas geológicas. Todo esto nos deja ver el peligro inminente en que viven los pobladores de la capital, para el cual tenemos que estar preparado. Es necesario reubicar la capital y detener su crecimiento. Es imprescindible hacer un estudio sobre la teoría de que el Picacho es una montaña asentada sobre agua y que puede, en cualquier momento, sucumbir. Ya ha ocurrido hechos parecidos en otros países, pues la tierra se abre y las montañas se desploman ante la impotencia del hombre.
Hemos visto que en los últimos 20 años fenómenos en donde la tierra se traga casas y zonas completas se repiten en todo el mundo. Tal parece que la tierra esta hueca y no soporta el peso de la civilización, Quizás el drenar agua del subsuelo, así como la extracción de combustible fósiles, han dejado grietas que tiende a originar temblores y derrumbes en el interior de la tierra, los cuales repercuten en la superficie, creando grandes grietas o agujeros. Los expertos viven asombrados de estos fenómenos, los cuales están diseminados por todo el planeta. Esto fenómenos naturales y locos, son originados por el efecto del cambio climático el cual se convierte actualmente en una amenaza para la seguridad de la ciudad capital, y antes que la tragedia enlute a miles de familias hondureñas, tomemos conciencia e iniciemos una reestructuración poblacional que detenga el crecimiento desordenado y peligroso de una región del país amenazada por una topografía irregular y deteriorada por la tala de árboles.
Dios nos revela lo que viene sobre esta ciudad y es bien cierto que en un futuro no lejano susederan cosas terribles,
y lo que menciona confirma lo que en viciones nos ha mostrado el senor Dios.
que nuestro Dios le siga dando fuerzas y aliento para segir adelante en la obra.
Gracias por tu correo, y debemos estar preparado para los tiempos dificiles que vienen.
Bendiciones
Mario e. Fumero
hay que traer la capital para comayagua donde estaba y dejar ese lugar solo.
estos seran los guecos de los que abla labiblia en los cuales salen los demonios de del sentro de la tierra