Un hombre estaba tan lleno de problemas que estaba pensando de manera muy nefasta. Había quedado sin ingresos, después de haber renunciado a su empleo por decisiones inconsultas en pos de fama y demás anexos con que se deslumbró. Su fracasado proyecto lo tenía endeudado por varios lados; además con acucioso acreedor con quien cotidianamente compartía techo y otros elementos. La situación era muy difícil y preocupante por las urgencias y obligaciones vencidas. El panorama no daba ninguna muestra de mejoría, sino todo lo contrario; cada día se hacía peor. En estas condiciones lo encontró alguien que por él se interesaba. Después de haber intercambiado saludos y pormenores de la situación, el visitante le dijo: ‘vengo a traerle un mensaje: “alguien testó en su favor y es una cantidad tal que con creses sale de afanes y además le permite vivir muy holgadamente. Pero para reclamar la herencia deberas:
- Primero: Expresar su deseo de aceptarla.
- Segundo: Hacer los trámites correspondientes de identificación.
- Tercero: Recibirla bajo la responsabilidad de hacer buen uso de ella.
Debe quedar claro que si no desea cumplir cabalmente con estos puntos, no podrá recibirla.
Dado el mensaje, el visitante agregó: ‘se somete a cumplir esos tres puntos o prefiere seguir rumiando y arrastrando la carga de sus problemas’. Notorio es destacar que el atribulado hombre, inteligente, sin pensarlo dos veces, su respuesta fue positiva. Su atribulado rostro de preocupación, afanes y angustia se trastocó en alegría, la sonrisa inundó su cara. Por curiosidad el visitante indagó: ¿Qué pasó con los problemas que hace un momento no lo dejaban respirar?
Y… ¿quién va a tener problemas con semejante herencia? -Fue la obvia respuesta.
Moraleja: muchos prefieren seguir esclavizados de los problemas, que reconocer que están equivocados y que todo puede cambiar para bien tan solo con cambiar su cerrada mente y pensamientos, reconociendo que su autonomía no ha sido más que un embeleco de engaño. En efecto muchas enseñanzas se pueden extraer de la parábola relatada:
1.- La herencia está disponible para todos; no es sino manifestar el deseo de recibirla, identificarse y disponerse a hacer buen uso de ella.
2.- Los trámites de identificación correspondientes implican el identificarnos como seguidores de Cristo.
3.- Recibida, le damos el mayor uso posible para que todos los que están en nuestro círculo de influencia se beneficien de la misma herencia. Esto en vez de disminuirla la incrementa más y más.
4.- El tomar esta sabia decisión es como penetrar en otra nueva dimensión; todo nos es desconocido, es volver a nacer, es hacernos nuevamente niños. Todos los problemas se van minimizando hasta quedar convertidos en nada.
5.- El testador toma esos problemas en la medida que se los vamos entregando.
6.- El mayor problema del hombre consiste en creerse autosuficiente y con capacidad de autodeterminación.
7.- Algunos, por misticismos del tipo metafísico como nueva era y demás, donde se inculca la autodeterminación hasta fungir de ‘dioses’ se lo creen y esto les cierra aun más la mente. No les permite percibir que además de lo físico está lo espiritual. Su mente actua en un nivel únicamente físico, en lo mediático. La eternidad no tiene cabida ni importancia.
8.- Ninguno que haya tomado decididamente, tan sabia decisión se ha arrepentido. No es para menos, su mente no solo ha sido liberada sino renovada para recurrir siempre a quien corresponde en busca de sabia solución a sus dificultades.
9.- Ni un solo ser humano es autónomo en sus decisiones; este es el mayor engaño. Si no lo gobierna Dios lo gobierna el diablo.
10.- El libre albedrío, con que fuimos creados implica decidir: Dios, si así lo manifestamos, expresando el deseo por que sea Él quien nos dirige; no nos violenta en nuestra decisión. El diablo, aunque no lo manifestemos, no respeta ninguna ley; esa es la forma en que controla a la humanidad. No en vano está escrito: “…vino a robar, matar y destruir”. Contrario al plan de Dios: “…vida en abundancia.”
La decisión es personal, nadie lo puede hacer por otro. Lo anunciamos en toda forma posible pero a nadie podemos forzar, ni siquiera a quienes humanamente más nos interesan, la familia.
por esas situaciones hemos pasado muchos,hasta el grado de querer terminar con la vida ,para no seguir ocosado por tanto problema de esta vida,pero siempre en esos momentos de angustia aparece un pequeña luz, que al irse acercando mas a ella, se vuelve mas grande y mas brillante,y que nos guia por el camino correcto y nos hace descanzar y nos vuelve esa carga mas liviana,solo nuetro DIOS Y SU HIJO JESUS NOS PUEDEN AYUDAR.
en mi caso, a pasado lo mismo Pastor gracias por sus msj, es de edificacion a las personas ke leemos sus consejos; dios le sabiduria mas para habrir, los ojos de los creyente. por ke no vasta con aceptar y no conocer los decignios de DIOS; ke lindo seria ke todos entendieramos amen