Autor desconocido.
De nada sirve que leas la Biblia, si no la pones en práctica y sigues viviendo con el pecado a puertas cerradas.
De nada sirve que te levantes temprano a orar, que te sepas cada versículo o que te postres de rodilla cada noche en tu cama a pedirle a Dios sabiduría, si en tu corazón existe el odio, el rencor, el egoísmo, o cuando les deseas mal a tu prójimo o le haces mal
De nada sirve que asistas cada domingo a culto por años si realmente no has tenido un encuentro real y genuino con Dios.
De nada sirve que pidas perdón por tu pecado si no hay arrepentimiento genuino, pero sobre todo una renuncia a ese pecado, simplemente te estás engañando solo.
De nada te vale aparentar ser «buen cristiano» si luego en la intimidad de tu vida no vives como tal y pasas tú tiempo viendo una mentira.
De nada sirve que hables del amor de Dios, si le haces mal y daño a tu prójimo con ventaja y alevosía.
De nada sirve que digas que amas a Dios si aun sabiendo que vives en pecado, sigues prefiriendo estas así que cambiad tu vida.
En los últimos tiempos a lo malo se le llamará bueno…. y a lo bueno y correcto malo. ¡Al hombre lo puedes engañar, pero a Dios jamás!
La salvación es personal, afortunadamente y cada día hay que estar a cuentas con Dios.
La paga del pecado es la muerte, puedes huir, esconderte, hacer como que nada pasa, pero la disciplina de Dios siempre llega tarde o temprano donde quiera que te encuentres.
¡Vivamos de tal manera que no tengamos miedo de que la muerte nos alcance el día menos pensado porque sabemos que vamos camino a la vida eterna junto a nuestro Padre Amado!
¡¡DIOS LO VE TODO…!! REFLEXIONEMOS Y MEDITEMOS ANTES QUE SEA DEMASIADO TARDE…