Salmo 77:1-12 | Filipenses 4:8
Héctor Maradiaga
*CUANDO PIENSO EN EL DESÁNIMO*
Me imagino una demolición controlada de esas que hacen en grandes edificios con muchos pisos de altura, realizan pequeñas explosiones. De pronto, se comienzan a ver una serie de pequeñas explosiones en distintas partes de la estructura, y quedamos pasmados cuando vemos como todo ese majestuoso edificio se derrumba en apenas segundos.
ASI ES EL DESÁNIMO EN UNA PERSONA
Pequeñas implosiones en lugares claves de tu estructura que comienzan lentamente a minar tu fortaleza y, casi sin darte cuenta te comienzas a derrumbar*.
¡No son los grandes problemas y conflictos los que normalmente producen que una persona se encuentre desanimada, sino los pequeños conflictos no resueltos que se van sumando y explotando!
Quiero compartir contigo una de las herramientas que Dios ha dejado a nuestro alcance para comenzar a identificar “esa dinamita” en nuestra estructura y desactivarla y quitarla antes de que explote.
LEAMOS EN EL SALMO 77:1-12
Esa herramienta fue utilizada por el salmista, y nos cuenta su experiencia en el Salmo 77.
1) EL SALMISTA ASAF: Cuenta honestamente que estaba en un tiempo de gran desánimo y veía cómo se estaba desmoronando su vida.
Salmos 77:1-3 “Clamo a Dios: sí, a gritos. ¡Oh, si Dios me escuchara! Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo. Pienso en Dios y gimo, abrumado de tanto anhelar su ayuda”.
2) PERO LUEGO: Se hizo a sí mismo una serie de preguntas que lo ubicaron inmediatamente: Salmos 77:7-9 “¿Me habrá rechazado para siempre el Señor?, ¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo?, ¿Se ha ido para siempre su amor inagotable?, ¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre?, ¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso?, ¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión?”
3) Y ESAS PREGUNTAS HONESTAS, que todos nos hacemos en momentos de gran desánimo lo llevaron a la salida y escribió: Salmos 77:11-12 “Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh, Señor; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados. Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas.” _
¿ESTÁS DESANIMADO HOY DÍA?
Si estás leyendo esta reflexión, quiero que recuerdes lo que Dios hizo por ti en el pasado. ¿Ha sido bueno contigo?, ¿Recuerdas algún milagro en tu vida?, ¿Te sostuvo en tiempos difíciles?
RECUERDA: Dios es el mismo hoy que ayer, y será mañana el mismo. Y el Dios que te sostuvo con su mano poderosa seguirá haciéndolo. La primera herramienta que Dios dejó a nuestro alcance para desactivar todo desánimo es: RECORDAR.
CONCLUSIÓN*
¡Recuerda lo bueno que ha sido contigo, y su Espíritu Santo te sacará de tu desánimo! Anota este versículo, y medita en él: Filipenses 4:8 “Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza”. _
Dios te bendiga.